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Se abrió un interesante debate -asordinado por la pugnacidad de la campaña presidencial- acerca del proyecto de ley que busca amparar el patrimonio de los compradores de vivienda frente a desastres arquitectónicos.

 

El colapso de edificios en el país y los problemas que se han presentado por evidentes fallas en diseño y construcción, han generado inquietudes que ameritan responderlas a través de la creación de un seguro obligatorio, tomado por el constructor para proteger, tanto a los propietarios como a los terceros que resulten afectados en el evento que una edificación construida se derrumbe o amanece ruina.

 

Si bien el objetivo fundamental de la póliza es proteger a las víctimas, también constituye un elemento importante de protección para el constructor, quien traslada el riesgo a una aseguradora, para que esta con su patrimonio sea la que responda por los perjuicios que se causen en el evento de que resulte afectada la estabilidad de la edificación. De esta forma se elimina el riesgo que se presenta en los casos en los cuales el constructor no cuenta con el patrimonio suficiente para indemnizar a la totalidad de las personas afectadas.

 

Además de proteger a damnificados, a terceros y a los mismos constructores, el seguro obligatorio impacta directamente en la calidad de la construcción de edificaciones nuevas. Y lo hace en la medida en que entra un nuevo actor, el asegurador, que es el que va a comprometer su patrimonio, y por supuesto a exigir las mejores condiciones técnicas, para garantizar que el edificio no va a presentar problemas de estabilidad.

 

Fuera de los beneficios ya señalados y consagrados en el proyecto legislativo -pendiente de ponencia para que se convierta en ley de la nación- hay otros como el de garantizar el mejoramiento en el proceso de revisión de diseños. Además estimula al constructor para que las edificaciones se hagan de acuerdo con escrupulosas normas técnicas y se garantice la fortaleza de la estructura ante eventuales sismos.

 

Uno de los temas que más podría preocupar a los constructores obligados a tomar el seguro, sería el impacto financiero que pueda tener el valor de aquel en los costos de sus proyectos. Pero estimamos que para proteger vidas humanas y evitar ruinas económicas recíprocas -para constructor y comprador- cualquier esfuerzo es justificable. Máxime cuando los costos de la prima son reducidos al variar entre el 0.5 % y el 1.5 % del valor comercial del proyecto. La prima se paga de una sola vez durante 10 años.

 

Lástima que esta iniciativa legal que ayuda a salvar vidas, no incluya obras que desarrollen proyectos destinados a oficinas o centros comerciales. Los que resulten afectados no tendrían la protección del seguro. Ahí se queda corta la iniciativa. Falla aquel principio que donde hay igual responsabilidad y riesgo debe existir igual disposición.

 

A este proyecto hay que empujarlo y ampliarlo. Es conveniente para garantizar la idoneidad de la industria de la construcción y conservar la vida y los bienes de quienes con esfuerzos logran conseguir vivienda.

 

 

 

 


ALBERTO VELÁSQUEZ MARTÍNEZ / El Colombiano

Página Web – 2014/06/04

Fuente: http://www.elcolombiano.com


Aunque para los propietarios de Space un pronunciamiento en favor de la potenciación del edificio sería asumido como un duro golpe a sus expectativas, la posibilidad cabe para algunos de ellos. Hasta el próximo lunes habrá que esperar para conocer el análisis del caso por parte de expertos de la Universidad de los Andes.

 

"Sería el golpe más duro para nosotros después de la caída del edificio, pero no me sorprende ya nada, según se han dado las noticias", sostiene Carlos Ruiz, uno de los afectados por la tragedia.

 

El director del Instituto Social de Vivienda Isvimed, Diego Restrepo Isaza, precisó ayer que fueron 1o días hábiles los concedidos para la entrega del estudio al equipo de expertos, que asesoran a la Alcaldía sobre este tema. El plazo se cumple el próximo lunes, fecha que el funcionario confirmó para recibir los resultados.

 

Las conclusiones de los peritos resolverán no solo una eventual rehabilitación del edificio sino que tratarán las causas del colapso de la fase seis, evento que provocó la muerte de 12 personas.

 

El análisis de la posible potenciación del edificio fue solicitado por la constructora CDO a la inspección 14A de El Poblado al interponer recurso de reposición frente a la orden de demolición del conjunto residencial en su totalidad, decisión que se tomó de acuerdo con los resultados preliminares, que detallaron faltas a las normas de sismorresistencia.

 

"Quisiéramos, ojalá, escuchar que no habrá repotenciación, porque Space es un solo edificio, pero ya no es de extrañar cualquier cosa con las dilaciones y el poder económico que hay detrás del caso", señala Ruiz.

 

La entrega del estudio contratado por la Alcaldía de Medellín estaba prevista para el pasado 23 de mayo, pero días antes la Universidad de los Andes solicitó un aplazamiento.

 

 

 

 


JOSÉ F. LOAIZA BRAN/ El Colombiano

Página Web – 2014/06/05

Fuente: http://www.elcolombiano.com


El ministro de Vivienda, Luis Felipe Henao Cardona, visitó Chocó para entregar tres plantas portátiles de agua potable en Bajo Baudó y, con llaves y escrituras en mano, 78 viviendas gratis en el municipio de Tadó.

 

Las viviendas, 100% subsidiadas, son de 44,4 metros cuadrados, con posibilidad de ampliarse a casi 100 metros cuadrados. Cuentan con amplias zonas verdes y, además, la construcción ha generado 600 empleos para las personas de la región, lo que hace parte del plan para eliminar la pobreza extrema.

 

Luego de la entrega de las viviendas en Tadó, Henao Cardona se desplazó al Bajo Baudó, para adjudicar las tres plantas de agua potable portátiles, con el fin de proveer agua apta para consumo humano a toda la población del municipio.

 

Adicional a las tres plantas, según indicó el Ministro, la comunidad contará desde ahora con tres tanques de almacenamiento de agua con una capacidad de mil litros.

 

“Esta medida fue tomada como apoyo frente a los cuadros de enfermedades gastrointestinales que ha venido sufriendo la población, aunque no se ha podido determinar que la causa haya sido por efectos del agua, el Ministerio ha querido ayudar al municipio”, aseguró Henao Cardona.

 

Ahora en Chocó se están construyendo 1.800 viviendas gratis, con una inversión $88.708 millones y la construcción de la planta de tratamiento de agua potable definitiva por $1.678 millones, que será entregada en agosto de este año, lo que significa que “la plata de los pobre por fin se está destinando en su totalidad para ellos”, según Henao.

 

 

 


El Colombiano

Página Web – 2014/06/03

Fuente: http://www.elcolombiano.com


Comparada con el primer trimestre de 2013 la capital reportó un crecimiento del 23% en las viviendas financiadas con créditos hipotecarios.


Entre enero y marzo de 2014 en Bogotá se financiaron con créditos de vivienda un total de 12.439 viviendas, que comparadas con el mismo periodo de 2013 (10.113), representaron un aumento del 23%.

 

Así lo dio a conocer el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE), según el cual en la capital se pasó de girar $756.386 millones en 2013 a $1.01 billones en 2014, es decir, $256 mil millones adicionales.

 

Este comportamiento representó el 38% de los créditos de vivienda entregados a nivel nacional, que aumentaron el 19% y que pasaron de 27.724 a 33.001 por $2.3 billones de pesos.

 

El 34% de los créditos otorgados en Bogotá fueron para vivienda de interés social, que pasaron de 4.737 a 5.850 y significaron un aumento del 23%.

 

“El desembolso de más de 64 mil millones de pesos adicionales al año pasado, para financiar viviendas de interés social, así como el hecho de que el 88% (5.135) de las VIS adquiridas con crédito fueran nuevas, demuestran que en la ciudad existen las condiciones para adquirir vivienda”, afirmó la secretaria del Hábitat encargada, Yency Contreras.

 

Según el Banco de la República al finalizar el mes de marzo las tasas de los créditos otorgados para la adquisición de VIS en pesos y en Unidades de Valor Real – UVR, fueron inferiores a los registrados en el mismo mes del año anterior al reportar tasas de 12,04% y 9,18% respectivamente.

 

Respecto a la vivienda no VIS, se reportó un crecimiento del 23%, al pasar de 5.376 a 6.589 unidades financiadas, con valores que pasaron de $591.260 millones en 2013 a $ 783.772 millones en 2014.

 

En promedio los créditos para VIS en Bogotá son de 38,4 millones de pesos (último año) y los No VIS de 117,7 millones (3 veces más altos).

 

 

 

 


El Espectador

Página Web – 2014/06/03

Fuente: http://www.elespectador.com


“Se proyecta que para 2019 la población de Colombia aumentará a 55,4 millones, de los cuales 42,4 millones (77%) estarán localizados en áreas urbanas, lo que representa un incremento de aproximadamente 10 millones de residentes urbanos nuevos (30%) en un período de 15 años”.

 

La proyección, hecha por el Banco Mundial en el informe “Colombia 2006-2010, una ventana de oportunidades”, no sólo le dio luces al gobierno de Álvaro Uribe, que tras un análisis de Camacol, hecho en mayo de 2009, concluyó durante esa administración “que durante el gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez (2002-2010) “se habían adoptado muchas medidas de políticas orientadas a mejorar la calidad de vida de los colombianos, entre las cuales se encuentra la de vivienda”. Y apuntaron a decir que “los resultados en este frente han sido muy destacados. De acuerdo con el Departamento Nacional de Planeación (DNP), entre 2006 y 2008 se inició la construcción de 144.098 soluciones habitacionales por año en promedio (67.999 unidades son vivienda de interés social (VIS) y 31.624 son vivienda de interés prioritario (VIP), cifras que representan el máximo histórico desde la definición del programa de vivienda por la Ley 3 de 1991”.

 

Y fue el mismo gremio, como lanzando una alerta premonitorio a la administración nacional, el que advirtió que “a la escasez de suelo se suman los tiempos extensos y los gastos en trámites para la construcción. De acuerdo con cálculos del Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, el tiempo total que le toma a una compañía iniciar un proyecto de edificación, contando desde la presentación del plan parcial hasta la expedición de las licencias de construcción, era de 96 meses”.

 

Entonces, entrado el gobierno de Juan Manuel Santos, la vivienda se puso sobre la mesa y se aseguró que al final del mandato se habría iniciado la construcción de 1 millón de nuevas unidades habitacionales. De ellas, el Gobierno regalaría 100.000 a los colombianos con escasos recursos económicos. Casi cuatro años pasaron y Luis Felipe Henao, ministro de esa cartera, le dijo a El Espectador que no se iba a cumplir la promesa. “La meta del Plan Nacional de Desarrollo era iniciar un millón de viviendas, que van desde las de interés prioritario, pasando por las de interés social, clase media y alta. El gobierno anterior desarrolló en su período 540 mil unidades y en este cuatrienio vamos a llegar a 920 mil”.

 

Aclaró que no lograron cumplir “básicamente por Bogotá”, donde tuvieron problemas con la alcaldía de Gustavo Petro y tan sólo en 2013 se dejaron de construir 120.000 unidades en la capital colombiana.

 

Y en el caso de las 100.000 gratis, Henao aseguró que “vamos a tener 80.000 terminadas en dos meses, hoy contamos con 60.000. Empleamos a 1,2 millones de colombianos el año pasado. Terminamos el tercer trimestre pasado, que es la última cifra que tenemos, con un crecimiento en edificaciones del 24,3% y de construcción del 21%, siendo el sector que más jalonó la economía”. Unos $10 billones que, según el Gobierno, fueron los necesarios para poder multiplicar la cobertura. Esa misma de la que tanto habló el Banco Mundial en su informe hecho 8 años atrás.

 

 

 


El Espectador

Página Web - 2014/05/31

Fuente: http://www.elespectador.com