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El país recibió un reconocimiento económico en Cumbre del sector, en Copenhague (Dinamarca).

 

La transición a escala de las edificaciones en ahorro energético, que preparará a las ciudades para un futuro de cero carbono, será una realidad en Colombia, tras recibir 600.000 dólares del premio P4G en Copenhague (Dinamarca).

El galardón será compartido con México, que también recibió un reconocimiento en tal sentido, durante la Cumbre impulsada por el Consejo Mundial de Construcción Sostenible (WorldGBC). La idea es reforzar estrategias de la iniciativa Acción Climática de Ciudades, junto con el programa de certificación ‘verde’, Acelerador de Eficiencia en Edificaciones (BEA).

En Colombia, El Consejo Colombiano de Construcción Sostenible (CCCS) ha trabajado e impulsado esta iniciativa en Bogotá durante dos años; incluso, recientemente anunció que la ciudad adoptará una nueva política de eficiencia energética que busca reducir el uso de energía y agua en nuevos edificios en un 20 y 30 por ciento, respectivamente.

En línea con las normas

Por otra parte, la capital también integrará las metas de ahorro de estos recursos que traza el Código Nacional de Eficiencia de Construcción de Colombia en su plan maestro. Según, Juan Camilo González, asesor del alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, la ciudad está haciendo grandes avances para transformar la construcción y el desarrollo en búsqueda de ser más verde y sustentable.

“La estrategia y las políticas ayudarán a mitigar el impacto de nuestras edificaciones y habitantes en el medioambiente; así, se garantizará un desarrollo ambiental, social y económico sostenible”, explicó el directivo.

En línea con esto, tanto en Colombia como en México, el objetivo de los consejos de construcción sostenible –que son los encargados de promover las prácticas ‘verdes’ entre los empresarios del sector– es ayudar a reducir las emisiones de CO2 de la industria edificadora y garantizar que todos los edificios tengan cero emisiones netas para el 2050.

Al respecto, Ian de Cruz, director mundial de P4G, agregó que “un tercio de la energía que se consume en el mundo se destina a la calefacción, la iluminación y el enfriamiento de los edificios, por lo que reducir el uso de energía es indispensable para ahorrar dinero y, al mismo tiempo, respaldar las reducciones globales de carbono que están impulsando varios países”.

 

 


Redacción Vivienda / El Tiempo

Página Web -2018/11/09

Fuente: https://www.eltiempo.com/


Otros datos sectoriales del 2017 revelaron que el área de la oferta nueva en el país disminuyó.

 

Los datos preliminares del Censo Nacional de Población y Vivienda del Dane 2018 confirmaron que el tamaño de los hogares está disminuyendo, por lo que espera que los unipersonales se consoliden en los próximos años.

En el caso específico de la vivienda, el informe aún ubica en la punta de la lista a los grupos familiares de tres miembros, con una participación de 23,4 por ciento este año, contra menos del 20 por ciento del censo del 2005, seguidos de los de dos integrantes, con 21,7 por ciento; sin embargo, la cifra relevante está en los de una persona, con una participación de 18,1 por ciento contra casi el 12 por ciento del 2005 (ver gráfico).

Atado a esto, el censo confirmó otra tendencia: el crecimiento de las familias que habita apartamentos, que participaron con 33,1 por ciento este año, frente al 24,8 por ciento del 2005, mientras que en el caso de las casas la situación fue diferente, pues pasó de 68,6 por ciento a 61,3 por ciento.

EL TIEMPO consultó a la presidenta de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), Sandra Forero, quien dijo que “la situación denota la creciente demanda de vivienda y, con esto, el diseño de los nuevos productos inmobiliarios deberá satisfacer características como zonas comunes, áreas privadas más pequeñas y amenidades, entre las que se destacan los espacios de reuniones, etc.”.

Sobre la dinámica de la oferta en altura, la directiva agregó que el resultado sobre el tipo de unidad habitacional “evidencia una gran incidencia de la multifamiliar (en conjuntos de casas y, sobre todo, de edificios). Esto, desde luego, coincide con el creciente proceso de urbanización, la escasez de suelo y el desarrollo de urbanizaciones, donde el 87 por ciento corresponde a apartamentos; una tendencia que continuará los próximos años”, enfatizó.

La disminución del área

En este punto, vale retomar el censo de edificaciones del Dane, vigencia 2017, en el cual el indicador de iniciaciones evaluó el área por vivienda: “Para ese año, el metraje promedio de cada unidad iniciada fue de 84,7 metros cuadrados, es decir, 4,1 por ciento menos que los 88,3 metros cuadrados del 2016”.

Por tipo de oferta, el área de la de interés social (VIS) correspondió a 58,8 metros cuadrados, mientras que en el 2016 fue de 58, lo que –según la entidad estadística– significó un crecimiento anual de 1,5 por ciento.

En el caso de los estratos medio y alto (no VIS), los espacios estuvieron en un promedio de 106,1 metros cuadrados (en el 2016 había sido de 107,7 metros cuadrados), dinámica que puede atribuirse, entre otros factores, a la contracción que ha experimentado la actividad en el último año.

Por su parte, Martha Moreno, gerente de Camacol Bogotá y Cundinamarca, región que participa con más del 50 por ciento de lo que se edifica en el país, también explicó que “conocer el territorio es indispensable para tener una visión de ciudad de calidad. Por eso, con estos datos y otros que tenemos (ver recuadro) podremos identificar cambios en términos sociales, económicos y de desarrollo urbano, y planificar con criterio a largo plazo”, anotó.

Cambios que se deben tener en cuenta

En línea con el Censo 2018, la gerente de Camacol Bogotá & Cundinamarca, Martha Moreno, destacó la Encuesta Multipropósito 2017 de la Secretaría Distrital de Planeación, que identificó cambios en Bogotá y la región.

Según Moreno, un cambio relevante fue el aumento del número de hogares unipersonales: pasó de 14,5 por ciento en el 2014 a 16,32 por ciento el año pasado. “Solo este dato obliga a los constructores de vivienda a repensar la manera en que se diseñan los proyectos y al sector público a proveer los servicios necesarios para satisfacer esa nueva demanda. “Esto significa hacer urbanismo que responda a las nuevas dinámicas”.

La financiación cuenta

EL TIEMPO consultó a Juan Sebastián Pardo, presidente de la entidad financiadora de vivienda Credifamilia, sobre la forma cómo estas nuevas familias unipersonales manejan los créditos hipotecarios.

“Hoy en día, hay muchos que lo hacen y aunque en algo cambia frente a quienes pagan con ingreso familiar (en el caso de una pareja, por ejemplo), lo que sucede es que al estar solos, tienen menos gastos y pueden manejar mejor su crédito. Al respecto, Felipe Noval, director de Leasing de Asobancaria, dijo que hoy las entidades tienen variedad de productos, y este tipo de clientes no está exento. “En la medida en que las necesidades se presenten, vendrá la oferta de servicios, como ya sucede”, dijo.

 

 


Gabriel E. Flórez G. / El Tiempo

Página Web -2018/11/09

Fuente: https://www.eltiempo.com/


Demanda de proyectos obligaron a las firmas edificadoras a ofrecer valores agregados.

 

El área aprobada para construir todo tipo de edificaciones en el país cayó 6,7 por ciento en los últimos doce meses, a septiembre, frente al periodo precedente. Sin embargo, al mirar por tipo de proyecto, los de educación aumentaron 18,4 por ciento, incluso, por encima de la vivienda y hotelería, entre otros.

Así lo reveló el Dane en su informe de licencias de construcción, en el cual da cuenta del buen desempeño de este segmento que tiene varias obras en proceso y otras a las cuales se les están haciendo intervenciones, a través del reforzamiento estructural.

Para tener una idea de cómo se está viendo está dinámica en el día a día de las firmas edificadoras, EL TIEMPO consultó a varios empresarios que participan de forma activa en este mercado. Por ejemplo, la gerente de la constructora Arpro, Claudia Samper, destacó el proyecto adjudicado recientemente a la compañía para desarrollar el centro cívico de la Universidad de los Andes, en Bogotá, que será el primero en la ciudad con aisladores sísmicos.

A este le suma la reciente inauguración de la sede de la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB) de Medellín en Bogotá, que cuenta con 24 pisos de altura y sigue la tendencia de integrar varios usos en las edificaciones. De hecho, además de los espacios educativos ofrecerá comercio y vivienda.

En línea con esta dinámica, Denia Sanabria Jaramillo, ejecutiva de Smartbrix, empresa que desarrolla construcciones modulares en el país, destacó que, efectivamente, las posibilidades en este segmento son grandes, “sobre todo para nuestro producto, ya que agiliza procesos y ofrece alternativas diferentes para las instituciones”.

Según Sanabria, “es ideal para universidades y colegios, debido a que su montaje es ágil, así los proyectos se pueden instalar y desarrollar en una temporada vacacional, para que al regreso de clases la comunidad educativa ya cuente con espacios listos y de calidad”.

Esta opción constructiva también tiene un sistema termoacústico, y, además, puede trasladarse, ampliarse o reformarse sin ningún inconveniente.

La directiva recordó que “entre las instituciones que optaron por el sistema se encuentran la Universidad del Rosario, para sus sedes Norte y Mutis. Otros proyectos son la Corporación Universitaria de la Costa (CUC), las universidades Pública de Kennedy y de la Sabana, y los proyectos en obra del Colegio Fundación Alfonso Jaramillo y el Gimnasio Fontana”.

Negocio en expansión

Como complemento al sector educativo, el sector inmobiliario también está incursionado con éxito en las residencias estudiantiles o student housing, que permite la coexistencia de estudiantes, docentes y jóvenes empresarios y emprendedores en el mismo espacio compartido y que busca potenciar el trabajo en red, como lo demandan las nuevas generaciones.

Ejemplo de esta tendencia es LivinX21, un proyecto de la empresa estadounidense C.A Ventures, que presenta una apuesta por la renovación del centro de Bogotá con la inauguración de un edificio que –según Paola Bahamón, investigadora de mercados de la compañía– “pretende enseñar al consumidor las ventajas de vivir en un espacio colaborativo que integra varios servicios en un lugar”.

Al respecto, Miguel Eduardo García, especialista en ventas regionales de C.A Ventures, destacó que en estos espacios se incentiva la fuerza laboral joven. “Allí, el enlace y la creación de ideas es fundamental, porque se vive una experiencia diferente, se convive con personas que persiguen los mismos objetivos”.

Las obras en este sector también plantean retos en el mobiliario, debido a que aparecen, por ejemplo, mesas que se vuelven divisiones o tableros, o muebles que cambian de configuración o de altura.

Kassani es otra firma que comenzó haciendo mobiliario para el mercado corporativo y con el tiempo se convirtió en referente del sector educativo. Su director, Jorge Vergel, destacó que ahora se requieren espacios diferentes, con elementos que faciliten el aprendizaje y en esto es determinante el mobiliario. “La idea es que promuevan la interacción y los cambios de posición o de roles en las instituciones; algo que se logra con mucha investigación, donde la iluminación, la acústica y la ergonomía, entre otras, se vuelven imprescindibles.

“Los escenarios que vivimos las generaciones pasadas ya no tienen cabida; ahora, los Millennials y la generación Z, activos en redes sociales y preocupados por el medioambiente, buscan otros espacios y elementos que les permitan evolucionar”, explicó Vergel.

Aquí, lo importante es que los responsables del cambio entiendan la velocidad en que suceden las cosas. “Si no mejoramos y evolucionamos los modelos, corremos el riesgo de tener alumnos del siglo 21, con espacios del siglo 20, orientados por maestros del siglo 19”, dijo.

 

 


Diana M. Díaz G. / El Tiempo

Página Web -2018/11/09

Fuente: https://www.eltiempo.com/


Las probabilidades de nuevas emergencias se mantienen en el mes de noviembre.

 

El mes de octubre, considerado el más lluvioso de los últimos cinco años en Santa Marta, dejó múltiples emergencias por deslizamientos y desborde de los ríos con un saldo de casi tres mil damnificados, que motivó a la declaratoria de calamidad pública por parte de la Alcaldía Distrital.

El censo que adelanta la oficina de Gestión del Riesgo a la fecha indica que producto de la ola invernal hay 2.642 personas afectadas, 58 familias sin viviendas y 119 que necesitan ser reubicadas. El balance también precisa que un total de 176 viviendas sufrieron daños fuertes en su estructura.

En los cerros norientales se concentra el mayor número de damnificados, esa zona ha sido priorizada para entrega de ayudas e implementación de acciones de respuesta frente a la probabilidad de nuevas emergencias.

Jaime Avendaño, director del Comité de Gestión del Riesgo de la ciudad asegura que hasta el momento se han invertido 272 millones de pesos en maquinaria para remover sedimentos y $120 millones en ayudas humanitarias. “Hemos entregado kits de alimentos, aseo, de construcción y 57 subsidios de arriendo, la tarea continua diariamente con la visita a cada vivienda afectada”, señaló.

El lunes llegaron las ayudas de la Unidad Nacional de la Gestión del Riesgo, con las que también se están cubriendo las necesidades que presentan las comunidades que perdieron sus casas y enseres.

Lo que más preocupa según Avendaño es que noviembre es el segundo mes más lluvioso del año. Explicó que “los suelos están saturados por los aguaceros de octubre, por lo que las probabilidades de nuevos acontecimientos son inminentes”, precisó.

Añadió que a pesar de las advertencias que se han hecho y los casos de emergencia evidenciados, la invasión en los cerros continúa. “El fenómeno de invasiones sigue siendo agresivo en la ciudad. Todos los días encontramos nuevas construcciones de cambuches y casas en la parte alta de los cerros, lo cual pone en riesgo a quienes viven en el sector medio y bajo”.

Frente a este problema, la oficina de Gestión del Riesgo adelanta acciones con la Secretaría de Gobierno para evitar la ocupación ilegal en zonas de alto riesgo. Así mismo dentro del plan de contingencia adoptado hay un trabajo permanente con la red comunitaria de alerta y emergencia y los comités barriales samarios que tienen la tarea de estar atentos a cualquier signo de alerta para ordenar la evacuación de las áreas que revistan peligro.

 

 


Roger Urieles Velásquez / El Tiempo

Página Web -2018/11/07

Fuente: https://www.eltiempo.com/


El 61,4% del total de habitantes del país vive en una casa y el 33,1% lo hacen en un apartamento.

 

Según los datos preliminares entregados por el Dane sobre el censo poblacional, en Colombia habitan 45,5 millones y no 50 millones, como estaba previsto.

De esa estadística de población, además, se desprenden varias conclusiones para entender quiénes viven en el país y en qué condiciones lo hacen.
Población por grupos de edad

El 22,5% de los 45,5 millones de habitantes del país corresponden a personas entre 0 y 14 años. El 68,3% del total son personas entre 15 y 64 años y el 9,2% son mayores de 65 años.

Esto, según las estimaciones del Dane, quiere decir que “por cada 100 personas mayores de 64 años hay 245 personas menores de 15 años” y “por cada 100 personas menores de 15 años hay 41 personas mayores de 64 años”.

¿Dónde están los menores?

Los departamentos de Colombia en los que hay mayor población de personas entre los 0 y 14 años son: Vichada, La Guajira, Vaupés, Guainía, Amazonas y Chocó, con más del 30% del total de la población en sus territorios.

Los lugares Donde menos personas de ese rango de edad hay son: Bogotá, Antioquia, Valle del Cauca, Risaralda, Caldas y Quindío, con menos del 20% de la población.

¿Dónde están los mayores?

Los departamentos donde más población mayor de 65 años hay son: Valle del Cauca, Nariño, Tolima, Boyacá y Risaralda, Caldas y Quindío, con más del 10% del total de su población.

La Guajira, Amazonas, Arauca, Casanare, Vichada, Guainía, Guaviare y Vaupés, con menos del 6% de su población, son los lugares donde hay menos adultos mayores.

Personas por hogar

Bogotá, Cundinamarca, Tolima, Quindío, Casanare, Valle del Cauca, Nariño y Putumayo, los departamentos donde predominan hogares con menos de 3 personas.

En Vaupés, Guainía, Vichada, La Guajira, Magdalena, Atlántico y Sucre, donde hay más familias con más de 4 integrantes.

Dificultades funcionales

El 7,2% del total de la población aseguró que tienen alguna dificultad funcional para hacer sus actividades.

Porcentaje alfabetismo

Bogotá, Cundinamarca, Atlántico, Valle del Cauca, Amazonas y San Andrés tienen una tasa de alfabetismo mayor al 96%.

Al contrario, La Guajira, Sucre, Córdoba, Vichada y Chocó son los que registran tasa de alfabetización más baja: menor al 92%.

Emigrar y migrar

Chocó, Putumayo, Caquetá, Amazonas, Guaviare, Meta y Vichada son de donde más migraron sus habitantes en los últimos 12 meses: más de 75 por cada 1.000 personas.

Antioquia, Cundinamarca, Putumayo, Vichada, Meta, Casanare, Guaviare y Vaupés son a donde más migran personas: más de 22 por cada 1.000 personas.

Distribución de las viviendas

El 61,4% del total de habitantes del país vive en una casa, mientras que el 33,1% lo hacen en un apartamento.

El 4,4% vive en un cuarto; el 0,9% lo hace en una vivienda tradicional indígena, el 0,1% habita en viviendas tradicionales afrocolombianas, isleñas y Rrom, y el 0,1% lo hace en contenedores, carpas, embarcaciones, vagones, cuevas o refugios naturales.

Acceso a servicios

24 viviendas de cada 100 no cuentan con alcantarillado, 33 de cada 100 no tienen acceso a gas natural y 58 de cada 100, a internet fijo o móvil.

Entre los servicios de más acceso están la energía eléctrica (96 viviendas por cada 100), acueducto (87 por cada 100) y recolección de basuras (81 por cada 100).

 

 

 


El Tiempo

Página Web -2018/11/07

Fuente: https://www.eltiempo.com/