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El presidente anunció nuevos montos para la mejora de viviendas, ampliación, autoconstrucción y adquisición de las mismas.

 

Tanto para oferta nueva como usada, el Dane reportó buen desempeño en el tercer trimestre del año.

De 1,9 billones de pesos desembolsados para financiar la compra de vivienda en Colombia en el tercer trimestre del año, 1,066 billones se destinaron a la adquisición de oferta nueva.

Según el Dane, junto con la usada –que movió el excedente–, esta cifra representó un incremento de 6,5 por ciento del monto entregado a los potenciales compradores frente al mismo trimestre del 2017.

“Los préstamos para la inversión en casas y apartamentos nuevos aumentaron 8,3 por ciento y para los de segunda, 4,4 por ciento”, agregó la entidad, que también destacó un alza de 2,1 por ciento en la cantidad de unidades negociadas: 32.402.

De estas, 20.518 fueron para estrenar y representaron un aumento de 2,6 por ciento en el lapso analizado, mientras que los inmuebles residenciales usados crecieron 1,3 por ciento.

La entidad estadística también tiene un capítulo para la vivienda de interés social (VIS), que, de hecho, en línea con el desempeño durante el año, participó con el 26,6 por ciento del valor otorgado y con el 50,2 por ciento de las unidades financiadas.

En el comportamiento por establecimientos crediticios, la banca hipotecaria fue la que movió más recursos (más de 1,7 billones de pesos, para un incremento de 4,5 por ciento en el periodo analizado). Sin embargo, un dato relevante fue el Fondo Nacional del Ahorro (FNA), que registró una variación de 25,8 por ciento, tras impulsar desembolsos por 227.784 millones de pesos.

El saldo en rojo estuvo por el lado de las cajas de compensación familiar y los fondos de vivienda, que, en conjunto, mostraron una variación de -21,8 por ciento en el monto movilizado en el periodo evaluado.

Incluso, la cantidad de inmuebles residenciales respaldados con créditos también reportaron una variación de -36,2 por ciento. Solo sumaron 44 viviendas.

En este punto el Dane retoma el caso particular del FNA, que a través del respaldo de préstamos para sus afiliados, les facilitó la adquisición de 4.930 casas y apartamentos durante el tercer trimestre del año. Esto, según la entidad, significó un aumento de 6,1 por ciento respecto al mismo periodo del 2017. La banca hipotecaria, por su parte, respaldó la inversión de 27.428 unidades para un alza de 1,6 por ciento.

Finalmente, está el dato por ciudades, en el cual Bogotá reportó un aumento de 4,5 por ciento en el monto de los créditos, con una contribución de 1,7 puntos porcentuales al total. Le siguen Antioquia, Valle del Cauca y Cundinamarca, que volvieron repartirse el liderazgo a la hora de analizar la financiación de vivienda en el país.

 

 


El Tiempo

Página Web - 2018/11/20

Fuente: https://www.eltiempo.com/


Se entregaron 21 subsidios a personas en proceso de reintegración y de reincorporación

Cali se convirtió en el primer municipio del país que entrega subsidios de vivienda a personas en proceso de reintegración y reincorporación que le apostaron a abandonar las armas.

Con el apoyo de la alcaldía de Cali y la secretaría de Vivienda Social, 18 personas en proceso de reintegración y tres de reincorporación recibieron un subsidio de vivienda.

La entrega del subsidio, que tiene una vigencia de 12 meses, se realizará este sábado a las 9 a.m. en el marco de la Feria de Servicios y Vivienda que se realizará en el Coliseo El Pueblo en Cali con la participación del Alcalde Maurice Armitage, la Secretaría de Vivienda y Hábitat Social de Cali y la coordinadora del Grupo Territorial Valle del Cauca ARN, María Isabel Barón.

Cada uno de los beneficiarios recibió ocho millones de pesos que, sumado a un ahorro programado para la cuota inicial y la pre-aprobación de un crédito de vivienda con una entidad financiera, alcanzaron el cierre financiero para la adquisición de su vivienda.

“Estamos ratificando el compromiso del Presidente Iván Duque de construir un país a través de la legalidad”, dijo Andrés Stapper, director de la Agencia para la Reincorporación y Normalización (ARN)

Para acceder a un subsidio de vivienda deben presentar la fotocopia de la cédula de quienes integran el hogar, copia del Registro civil con serial y número de identificación de los menores de 7 años; copia de la Tarjeta de identidad para los mayores de 7; copia del Registro Civil de matrimonio o declaración de la unión marital de hecho (escritura pública ante notario o acta de conciliación suscrita por los compañeros en un centro legalmente constituido o sentencia judicial).

También piden el certificado de vecindad, donde acredite el tiempo de residencia en Cali; copia de recibo de los servicios públicos; copia del carnet de SISBEN; carta laboral donde se indique el ingreso de quienes laboran en el hogar; certificación que acredite el aporte mínimo para la adquisición de la solución habitacional que permita el cierre financiero y copia de aprobación crédito hipotecario.

 

 


El Tiempo

Página Web - 2018/11/18

Fuente: https://www.eltiempo.com/


La actividad edificadora está revitalizando pero a qué costo. Urbanistas sugieren torres de 6 pisos.

 

La construcción de nuevos edificios para vivienda en el centro de Bogotá hace parte de la anhelada revitalización, un sueño que busca que los ciudadanos regresen a vivir al corazón de la ciudad, que aprovechen sus servicios y que se reactive la economía del sector.

Varias torres que se levantan en el cuadrante de la calle 19 a la 26, entre las carreras 3.ª y 7.ª, hacen parte de ese empuje que se ve con buenos ojos.

Sin embargo, también existe temor. Se siente cada vez menos espacio público aledaño y esto está afectando a algunos vecinos que se quejan también por la falta de sol, porque les taparon la vista o dicen que ahora hay unas corrientes de viento que les afectan.

A Elián Callejas, propietario de la cigarrería que está frente a un moderno edificio de la calle 23, eso poco o nada la importa. “Se reactivó la economía y eso es lo más importante para mí”, dice el comerciante al recordar que la depresión en la zona llevó a muchos a la quiebra.

Pero un estudio sobre el acceso solar en el barrio Las Nieves, realizado por Ricardo Franco Medina, docente asociado al programa de arquitectura de la Facultad de Artes de la Universidad Jorge Tadeo Lozano (UJTL), analizó el caso del impacto de la torre ubicada en la calle 19 con carrera 5.ª, en el que se concluye que en algunas partes se redujo el porcentaje de vista de cielo en un 23 por ciento.

En las simulaciones realizadas en la zona, el documento advierte que en los meses más fríos “se recibe entre un 38,7 % y un 71,3 % menos de horas de sol”.

Hugo Benavides, propietario de la encuadernadora y papelería ubicada en la esquina de la 5.ª con 20, se queja porque los 67 pisos de la edificación le quitaron el sol de la tarde, oscurecieron su negocio y lo obligaron a mantener tres bombillos encendidos.

Además, dice, “ahora tengo que llevar puestas dos chaquetas, un saco de lana y camiseta para no congelarme”.

Al arquitecto y urbanista Mario Noriega le preocupa el culto a la sombra, es decir, “edificios altos que piensan solo en la rentabilidad del constructor y no en el bienestar del ciudadano”, opina el experto.

El debate también se da en otros sectores donde los edificios altos en zonas residenciales no permiten que llegue la radiación necesaria para calentar las habitaciones de los predios aledaños que son afectados por la larga sombra que se proyecta.

Para el exsecretario de Planeación Distrital, Alberto Villate París, la altura máxima en Bogotá debería ser de seis pisos, “porque le dan a la ciudad una textura agradable para disfrutar y caminar”, dice el experto.

Mientras que la mirada en Bogotá apunta al desarrollo ecoeficiente con bajos consumos de energía artificial y un alto porcentaje de densificación, muchos consideran que la altura debe ser moderada de tal manera que permita a los vecinos disfrutar de la luz solar. Y esto solo se logra si hay un espacio proporcional alrededor de las edificaciones

En Bogotá, el promedio de espacio público por persona es de 4,4 metros, mientras que los estándares internacionales señalan que como mínimo debe ser de 10 metros cuadrados. Y esto es lo que propone la Administración Distrital en desarrollos como Lagos de Torca.

Mariano Pinilla Poveda, curador urbano 5 y presidente de la corporación de Curadores Urbanos de Bogotá, dijo que ni la inclinación del sol ni la vista están reglamentadas como una norma urbanística.

De hecho, los mayores problemas con los vecinos, dice el Curador, ocurren porque se les tapa la vista. “Cuando dicen que le quitaron la vista a la Sabana, ¿el que llegó primero compró la vista? Eso no es equitativo. ¿O el que llegó primero compró el sol?”, cuestiona Pinilla.

En un reciente informe, el diario 'The New York Times' reveló cómo, a través de una aplicación para encontrar vivienda en la Gran Manzana, la persona puede saber si el sector tiene luz solar o no. Hay diez zonas con sombra, lo que puede incidir en el costo final del inmueble. Pero a muchos no les importa, lo que vale es vivir en Manhattan.

Hoy, en Bogotá, cada Unidad de Planeación Zonal (UPZ) tiene su propia reglamentación, que va desde edificios de tres pisos en adelante. Falta ver cuál será la propuesta de la Administración Distrital en el Plan de Ordenamiento Distrital (POT).

 

‘Se deben definir con claridad las alturas’: Camacol

Martha Moreno Mesa, gerente de Camacol Bogotá y Cundinamarca, dijo que el artículo 3 del Decreto 080 de 2016, prevé criterios en habitabilidad y especificaciones para dotar a los espacios de luz natural. Señaló que, de igual manera, “el Reglamento Técnico de Iluminación y Alumbrado Público (Retilap), incluye un capítulo sobre el aprovechamiento de la luz natural en espacios públicos”.

Considera que la norma urbana contenida en el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) “debe brindar claridad absoluta como instrumento encargado de definir la altura de las edificaciones en los diferentes sectores de la ciudad, para que se definan los espacios teniendo en cuenta la infraestructura de soporte y las condiciones de movilidad y demás aspectos que permitan hacer un desarrollo de calidad para los habitantes”.

 

 


Hugo Parra / El Tiempo

Página Web - 2018/11/18

Fuente: https://www.eltiempo.com/


Según Jorge Bustamante, censo 2018 tiene deficiencias o los anteriores quedaron mal realizados.

 

Tal cual suena: parecería que vivíamos en otro país, a la luz de los resultados arrojados por el censo de población del 2018, pues mientras en este somos 45’500.000 habitantes (censo ajustado preliminarmente), con el 99,8 por ciento de los hogares del país censados, en el censo del 2005 éramos 42’888.592 colombianos (censo ajustado).

Es decir, una diferencia de 2’611.471 habitantes más en 13 años. En promedio aritmético daría un incremento de 200.882 habitantes más por año, lo cual es bien distinto a los resultados de las proyecciones que venía haciendo el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), según las cuales, para el 30 de junio del 2018, Colombia tendría una población de 49’823.517 (reloj de población). Esta cifra representa una diferencia de 6’934.925 con respecto al del 2005 –que en promedio aritmético anual sería 533.455 habitantes por año–. Más del doble del crecimiento registrado en el actual censo.

Estas proyecciones se hicieron teniendo en cuenta las tasas de crecimiento poblacional corregidas o ajustadas hasta el 2013, a partir de los resultados del censo del 2005. Es decir, no se corrigieron las tasas de crecimiento del reloj poblacional del Dane en el período 2014-2018, tal como lo dijo el actual director de esa entidad, Juan Daniel Oviedo, lo que podría explicar parte de la diferencia entre los resultados del censo 2018 y las proyecciones para este mismo año.

Diferencias

En el Dane, entre los años 2011 y 2013, tuvimos la oportunidad de corregir e incorporar las tasas de crecimiento poblacional con las nuevas revisiones hechas por el experto en demografía Eduardo Arriaga, exasesor de la Oficina de Censos de Estados Unidos, contratado exclusivamente para esa labor. Las tasas de crecimiento poblacional han venido disminuyendo y siguen cayendo.

Pues bien, al hacer el barrido completo de estos 13 años, con base en los resultados del censo del 2005 y de los registros administrativos de los certificados de nacimientos (8’422.432), defunciones (2’555.870) y migración neta (-1’775.317) (entradas menos salidas al exterior), nos encontramos con una población de 47’239.869, que es el resultado que realmente se debe comparar con el censo del 2018, pues un censo mide la población residente en el momento de su realización. No mide ni incorpora los residentes colombianos en el exterior.

Por eso es que el reloj poblacional del Dane sobrestima la población residente, pues tiene en cuenta nacimientos y defunciones, pero en su metodología no descuenta la migración de connacionales.

La diferencia real entre el censo de residentes del 2018 y las proyecciones con la metodología descrita arriba (47’239.869 menos 45’500.000) es solo de 1’739.869 habitantes.

Reconteo

Sin perjuicio de que los resultados que arrojó el censo del 2018 sean revisados por la mesa de expertos convocada por Juan Daniel Oviedo, habida cuenta de los problemas logísticos de recolección de información, lo cierto es que aún la diferencia es considerable y más aún si seguimos planeando con un denominador poblacional que no descuente la población de migrantes.

Se debe tener en cuenta que en Cali, por ejemplo, la disminución es de casi medio millón de habitantes; en Bogotá, la población prácticamente no creció en el periodo intercensal; en la región del Catatumbo, en Norte de Santander, ocurrieron problemas de acceso a la zona, y en la costa Atlántica se generaron dificultades en los operativos de recolección de información, especialmente en Barranquilla. A eso se suma la no disponibilidad de cartografías prediales actualizadas en algunas regiones del país.

Es necesario hacer un reconteo y una muestra poscensal.

En otras palabras, la información enviada al FMI, BM, BID, Cepal, Ocde, CAF, Pnud, entre otras, y utilizada en Colombia para calcular todos los indicadores sociales, como los de salud, Sisbén, educación, seguridad, movilidad, víctimas, tenencia de vivienda, delincuencia, entre otros; económicos, entre los que destacan el PIB per cápita, el Sistema General de Participación y el de Transferencias; políticos, que tienen que ver con los umbrales de consultas, de registros en el censo electoral, de representación política congresional si se incorporan los resultados del censo poblacional, entre otras, debe ser replanteada metodológicamente, pues es claro que todos los indicadores por la diferencia intercensal tan grande deben ser recalculados.

Prueba de ello es que el censo arrojó una población de 45’500.000, mientras que los registrados actualmente en el régimen de salud sobrepasan los 47’000.000, o se habría aprobado la consulta anticorrupción, pues no podría ser que la proporción del censo electoral sea similar para una población de 48’823.517 que para una de 45’500.000, pues a pesar de que las proporciones de los segmentos de población varían, no podrían ser todos niños.

En su defecto, sería necesario reconstruir todas las series estadísticas de todos los indicadores de 30 o más años atrás, pues al devolvernos con los resultados del censo del 2018, las series estadísticas no cuadrarían.

En otras palabras, el censo 2018 tiene indefectiblemente serias deficiencias o los anteriores censos quedaron malos y los registros administrativos de certificados de nacimientos, defunciones y migración neta, con los cuales se han ido ajustando esos censos, están malos y son espúreos. Es decir, en una argumentación de extremo, es como si dijéramos: revisamos el censo o cambiamos de país para que el censo quede bueno, pues un registro de certificados de nacimientos es un hecho tangible que no se puede desconocer.

Se podría argumentar que pueden pasar las dos cosas: los censos tienen deficiencias y las proyecciones han sobrestimado las tasas de crecimiento reales. Es posible; sin embargo, es más factible lo primero, pues los registros administrativos de los certificados de nacimientos y defunciones son incontrovertibles, que es con la información con la que se ajustan las tasas de crecimiento poblacional.

Como son tan complejas las operaciones de recolección de información en un censo y en general el manejo estadístico, los institutos nacionales de estadísticas no pueden ser dependencias del gobierno de turno que tienen intereses directos en presentar buenos resultados, menos aún intentar convertirlos transitoriamente, en épocas electorales, en directorios políticos, como sucedió en los censos del 2014 y el 2018.

En esas coyunturas quedó claro que se cometieron errores logísticos, técnicos, metodológicos, de contratación, de cobertura, entre otros. Deben ser entidades independientes, sin interferencia política ni gubernamental, pues la información es un bien público; es decir, es del Estado, de los ciudadanos y no de los gobiernos.

 

 

*Exdirector del Dane


Jorge Bustamante* / El Tiempo

Página Web - 2018/11/18

Fuente: https://www.eltiempo.com/


Transcender Cooperativa y la Universidad Cooperativa de Colombia organizan encabezan el evento.

Cali será la sede del primer encuentro del Proyecto de Vivienda Cooperativa 'Sarachay'. Este será un espacio que busca la posibilidad de vivenciar los valores y la filosofía Cooperativa, de construir espacios de convivencia y construcción de comunidad.

El evento organizado por Trascender Cooperativa, el proyecto 'Sarachay' WEEFFECT-COLOMBIA y la Universidad Cooperativa de Colombia, le apuesta a la organización y la implementación de un proyecto de vida fundamentado en la solidaridad, vecindad, ayuda mutua, autogestión y propiedad colectiva.

Transcender Cooperativa la integran gestores de proyectos de vida en torno a planes y programas de vivienda y hábitat, mediante la educación cooperativa, el fortalecimiento de la persona, la familia y la comunidad basados en los principios y valores de la economía solidaria.

'Sarachay', ubicado en Potrerito-Jamundí con acceso a través de vía pavimentada y limitados por el Río Claro, está conformado por 56 familias que son beneficiadas y están creando vecindad y conciencia ambiental desde antes de construir sus soluciones habitacionales. Por otra parte, implementan tecnologías que garanticen minimizar el impacto ambiental en el Territorio.

Asistirán como invitados y ponentes La Federación Uruguaya de Cooperativas y la Federación Salvadoreña de Cooperativas de Vivienda de Ayuda Mutua-FESCOVAM, Cooperativas del ámbito local regional y nacional, la cooperativa Fundadores y por el gobierno nacional los Ministerios de Vivienda y Desarrollo Rural, Findeter y ONU-HABITAT capitulo Colombia.

En el encuentro elaborararán propuestas desde los actores del sector solidario para formular una política pública, orientada a promover y desarrollar los métodos e instrumentos de la vivienda cooperativa, aplicados al déficit cuantitativo y cualitativo de vivienda en Colombia.

 

El evento se llevará a cabo en la Universidad Cooperativa de Colombia en la carrera 73 N. 2 A-80, el próximo miércoles 21 y jueves 22 de noviembre.

Para confirmar asistencia escribir al correo Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. o a los teléfonos 317 666 9219 y 345 0602.

 

 


El Tiempo

Página Web - 2018/11/19

Fuente: https://www.eltiempo.com/