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Bautizado como "Tuna", el fuego ya afectó a más de 2 mil hectáreas. Hasta el momento, solo se logró controlar el 10% de las llamas.

Un incendio sin precedentes el sábado pasado causó miles de evacuaciones en el estado de Washington y centenares más en un suburbio de Los Ángeles, la segunda ciudad de Estados Unidos y donde el fuego alcanzaba una dimensión "histórica".

En California, Montana y el estado de Washington se declaró estado de emergencia, que permite activar recursos federales.

El alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, declaró durante una conferencia de prensa que el incendio, bautizado "Tuna", ya afectó unas 2.000 hectáreas y que era "el mayor de la historia" de esta ciudad, donde declaró el estado de emergencia e instó a hacer los mismo al gobernador de California.

Según los bomberos de Los Ángeles, tres estructuras fueron destruidas, incluidas dos casas, y unas 700 viviendas fueron evacuadas en la ciudad y en varios suburbios cercanos como el de Burbank, donde se veían lenguas de fuego sobre las colinas y sede de los estudios Disney y Warner Bros.

Más de 800 bomberos y aviones para rociar material ignífugo fueron desplegados. Otros cien bomberos que fueron enviados a Houston, Texas, para ayudar durante el paso del huracán Harvey, regresarán a Los Ángeles en las próximas horas para reforzar el combate al incendio.

Sólo el 10% de las llamas ha sido controlado, en un fin de semana largo por el "Día del Trabajo" en Estados Unidos. A causa del fuego, algunas rutas de acceso al conocido parque Yosemite así como sus senderos fueron cerrados.

La zona oeste de EE.UU. está atravesando un final de verano inusualmente caluroso. En San Francisco el sábado se estableció un récord de calor antes del mediodía, alcanzando los 34° C. Entrada la tarde, se reportaban 38° en la ciudad costera, más caliente que en Phoenix.

El viernes se alcanzó un récord histórico de 41°. Las temperaturas alcanzaron 46° al sur de la ciudad. Se trata de una inusual ola de calor en San Francisco, donde por lo general en agosto hay neblina.

La situación llegó a tal punto que las autoridades de tránsito de San Francisco ordenaron que los trenes bajaran la velocidad en los rieles expuestos al sol ante la posibilidad de que el calor expanda ligeramente el metal, dijo la portavoz Alicia Trost.

En el estado Washington varios incendios cubrían una superficie cercana a las 6 mil hectáreas y causaron la evacuación de unos 4 mil habitantes. Las previsiones meteorológicas anticipan altas temperaturas en el estado durante los siguientes siete días, lo cual podría complicar el despliegue de bomberos.

Otros dos incendios forestales masivos provocaron evacuaciones en Oregon, más de 20 incendios afectaban Montana, donde se registraban altas temperaturas, vientos, una humedad relativamente baja y lluvias por debajo de lo normal.

 

 


Agencias / Clarín

Página Web - 2017/09/04

Fuente: https://www.clarin.com/


Los habitantes del área metropolitana de Houston (Texas) han iniciado ya el camino a lo que las autoridades prevén como un largo proceso de recuperación y poco a poco retornan a sus hogares para evaluar los daños causados por el paso del huracán Harvey.

En el condado Harris, donde se asienta Houston y que contabiliza por lo menos 130.000 estructuras afectadas por las inundaciones, a la par que aún hay zonas bajo orden de evacuación obligatoria en otras localidades sus habitantes empiezan a remover escombros y muebles inservibles de sus casas.

“A nosotros, los que estamos cerca del retiro, la casa es el patrimonio familiar que nos da seguridad durante nuestra vejez, y a pesar del deterioro no nos queda otra que la renovación”, señala a Efe Johnny Meyberg, natural de Colombia y residente de la ciudad de Katy, al este de Houston.

Este maestro de escuela otea los escombros y restos que se acumulan en la acera de su vivienda, en montículos de láminas de yeso enmohecidas, aislantes y pedazos descoloridos de muebles de sala, comedor y alfombras que solían reposar en los tres dormitorios del inmueble.

 

Meyberg se ha abocado a la reconstrucción de su vivienda, adquirida hace 18 años y que la semana pasada recibió más de 3 pies (900 milímetros) de agua, una labor para la que ha contado con la ayuda de una cuadrilla de voluntarios de la Iglesia Bautista de Kingsland que tocaron a su puerta ofreciendo ayuda.

“Ellos han colocado nuevas láminas de yeso y todo lo que eso conlleva, desde clavos especiales hasta la pasta para unirlas”, explica, mientras sus vecinos también arrojan escombros en los jardines de sus fachadas.

Lo que ocurre en Katy se replica en otras partes del área metropolitana de la devastada Houston, la cuarta ciudad más poblada de Estados Unidos y que este sábado recibió por segunda vez la visita del presidente estadounidense, Donald Trump, y de la primera dama, Melania, quienes estuvieron en un refugio en el centro de la ciudad.

A 20 millas al suroeste de ahí, en el vecindario de Meyerland, Carolina Medina, una pequeña empresaria de origen mexicano, retorna al complejo de apartamentos en el que reside desde hace dos años solo para escuchar que todavía no puede pasar la noche en su hogar.

“Vivimos en una zona propensa a las inundaciones y hemos tenido muchos problemas en el pasado, pero nada parecido a lo que hemos vivido desde hace una semana”, reconoció en declaraciones a Efe.

Relata que cuando las autoridades municipales emitieron una orden de evacuación obligatoria, decidió refugiarse en una iglesia local con su familia y sus mascotas porque “temía lo peor”.

“Nos han dicho que no es posible (regresar) por la gran cantidad de moho presente, ya que podría existir algún tipo de inseguridad ambiental”, comenta a Efe Fernando Palomino, un mexicano que trabaja como guardia de seguridad y que no ha podido regresar al trabajo, entre otras razones porque su automóvil quedó bajo el agua.

Palomino no ha percibido remuneración en los últimos siete días y se debate si lo poco que tiene ahorrado lo destina a pagar el alquiler, que venció el pasado 1 de septiembre, o a comprar víveres para su familia.

“Lo peor es que no sé si hay opciones para gente como nosotros”, se pregunta Medina, cuya situación migratoria es irregular.

La lucha contra los efectos de Harvey, que el pasado 25 de agosto tocó tierra en Texas como huracán de categoría 4, de un máximo de 5 en la escala de intensidad Saffir-Simpson, prosigue también en localidades como Beaumont, al este del condado Harris y cuyos habitantes no cuentan con agua potable tras el desborde del río Neches que estropeó las bombas y la planta de tratamiento.

Por su parte, el distrito escolar de Houston ha informado de que el inicio de clases se ha pospuesto hasta el 11 de septiembre y que en los próximos días concretarán la transferencia de los estudiantes cuyos planteles han sufrido daños extensivos, los cuales suman más de una veintena.

Autoridades y organizaciones han resaltado que muchos damnificados por el huracán Harvey, que hasta el momento se ha cobrado 46 víctimas mortales, requerirán asistencia “por años”.

De acuerdo a un estudio preliminar del Greater Houston Partnership, una organización que aglomera a más de 1,200 empresas de once condados del área, el impacto económico de Harvey en esa ciudad podría superar los 10,000 millones de dólares.

 

 


Alicia L. Pérez - EFE / El Nuevo Herald

Página Web - 2017/09/04

Fuente: http://www.elnuevoherald.com/


Alrededor de 100.000 viviendas han resultado dañadas en mayor o menor medida por el huracán Harvey a su paso por Texas y Luisiana, según indicó hoy la Casa Blanca, por lo que la Administración Trump solicitará al Congreso fondos de emergencia para responder a los estragos de la catástrofe.

El asesor de Seguridad Nacional y Antiterrorismo de la Casa Blanca, Thomas Bossert, indicó hoy en rueda de prensa que los fondos de emergencias con los que cuenta el Gobierno aun tienen liquidez, pero anunció que la Casa Blanca solicitará financiación adicional.

En el caso del huracán Sandy en 2012, que anegó las costas de Nueva Jersey y Nueva York aunque con menor impacto que Harvey en el Golfo de México, el Congreso aprobó 60.000 millones de dólares de ayuda adicional para la recuperación tras el ciclón.

Aunque Bossert no dio cifras concretas sobre la cantidad que solicitará el Gobierno de Donald Trump, el gobernador de Texas, Greg Abbott, estimó que la cantidad requerida puede ascender a unos 100.000 millones de dólares.

Los expertos señalan que el Fondo de Alivio de Desastres Naturales de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias, actualmente de 2.200 millones de dólares, se agotará con rapidez dada la magnitud de los daños.

Curiosamente, los dos senadores por Texas, los republicanos Ted Cruz y John Cornyn, que ahora han solicitado ayuda del gobierno federal, votaron en contra de una legislación similar para apoyar la respuesta al huracán Sandy.

Por otra parte, el asesor presidencial indicó que aquellos que “traten de aprovecharse de una víctima del desastre”, en alusión a posibles saqueos derivados de las inundaciones sin precedentes en algunas zonas de Texas, deben esperar que caiga sobre ellos todo el peso de la ley.

Asimismo, instó a todos los afectados a que insistan en llamar a sus aseguradoras para obtener toda la ayuda posible a la hora de recuperar sus bienes.

Las tareas de rescate siguen hoy en numerosas localidades de Texas tras el paso del devastador ciclón, que ha causado ya más de 30 muertos y decenas de miles de desplazados, y ahora amenaza la zona fronteriza con la vecina Luisiana.

En Houston, la ciudad más afectada y donde afortunadamente no ha llovido en las últimas 24 horas, lo que ha permitido iniciar la recuperación, más de 32.000 personas se encuentran alojadas en refugios temporales mientras prosiguen las labores de búsqueda y rescate de damnificados.

 

 


EFE / El Carabobeño

Página Web - 2017/08/31

Fuente: https://www.el-carabobeno.com/


Como si fuera una película de terror, los venezolanos residentes en Texas, Estados Unidos, vivieron casi una semana de pánico y estrés por el paso del huracán Harvey, considerado el más catastrófico en el estado, en los últimos 50 años.

Nairis Pérez, de 40 años, es una marabina que vive en Texas desde hace ocho meses; asegura que el encierro que vivió junto a su hijo de 5 años y hermana “estuvo lleno de mucha presión”.

“No podíamos salir por la falta de acceso a las carreteras y las recomendaciones de las autoridades. Después de cuatro días en esa situación, se empezaba a acabar la comida y el agua potable”, refirió.

“Horror”, es la palabra que mejor describe lo que experimentaron durante el paso de Harvey, que, hasta el momento, lleva 31 fallecidos encontrados y más de 32 mil personas que tuvieron que salir de sus hogares.

La tarde del miércoles se iluminó con los rayos del sol. Entonces, la familia Pérez logró salir y, luego de dos horas de cola por la falta de personal, entraron al supermercado más cercano.

La impresión por las secuelas de las inundaciones a su alrededor es enorme, tanto como el dolor de quienes lo perdieron todo en el desastre. “Gracias a Dios, no fuimos afectados por la inundación. Tuvimos mucha suerte de estar en un lugar un poco más alto. Pero todo alrededor fue un caos”, expresó Pérez a PANORAMA.

Para esta familia, el peligro ya pasó. Sin embargo, continúan a “medio motor” por la devastación de Harvey. “Todavía no he comenzado a trabajar y mi hijo estará sin clases hasta nuevo aviso porque las escuelas están sirviendo como refugio”, indicó la zuliana.

Metida en un traje de “supermamá”, aunque por dentro se moría de miedo, Claudia Guzmán, una caraqueña de 40 años que vive en Katy con su hijo marabino, de 7 años, contó a este diario cómo se las ingenió para que su pequeño no se asustara: “Le dije que éramos reporteros del clima y que por eso salíamos a excursiones y a tomar fotos”.

Su celular registraba cómo las intensas lluvias copaban de agua todo a su alrededor. Aunque en pocas oportunidades se habían presentado inundaciones en la zona, esta vez, la furia de la naturaleza no perdonó.

“En el medio del conjunto residencial hay un lago y, al cruzar la calle, pasa un río. Las lluvias fueron tan fuertes que ambos se desbordaron. Toda esa agua se vino al estacionamiento y hasta los apartamentos. Fueron momentos bastante angustiosos porque yo vivo en planta baja”, relató.

Los niveles de agua subían rápidamente y las medidas de evacuación fueron casi improvisadas. El personal de administración resolvió con abrir los inmuebles vacíos de los pisos superiores para que los niños, animales y objetos personales estuvieran a salvo.

El sábado por la noche, en un “maratón” de sobrevivencia los vecinos montaron sus vehículos sobre las aceras, para evitar mayores daños. Sin embargo, muchos quedaron bajo las aguas.

 

“Era un ambiente de tensión gigante, nunca imaginé que eso nos pasaría. Afortunadamente, a mi vivienda solo entró un poco de agua porque da al estacionamiento”, expresó la caraqueña que agradece porque las consecuencias solo fueron materiales.

 

 

 


Andrea Salas / Panorama

Página Web - 2017/09/03

Fuente: http://www.panorama.com.ve/


El grupo francés Arkema reportó que su fábrica, en la que elaboran plásticos y productos farmacéuticos, registró una serie de explosiones porque los cortes eléctricos le impiden una refrigeración adecuada para sus materiales


El riesgo de polución química se cernía ayer en el área del sur de Estados Unidos azotada por la tormenta Harvey, después de las explosiones que hubo en una fábrica cerca de Houston, cuarta mayor ciudad del país y epicentro del desastre donde las inundaciones comenzaban a retroceder.

Casi una semana después de que Harvey impactara en la costa estadounidense del golfo de México como huracán de categoría cuatro, funcionarios y voluntarios todavía luchaban por rescatar a las víctimas de inundaciones sin precedentes, que causaron hasta ahora 33 muertos y decenas de millardos de dólares de daños.

El vicepresidente Mike Pence visitó Texas para evaluar los destrozos ocasionados por la devastadora tormenta y reunirse con las víctimas.

Aunque las aguas empezaron a descender en Houston, lo que da algo de alivio a sus 2,3 millones de habitantes, una preocupante humareda se produjo luego de una serie de explosiones nocturnas en una planta química inundada en Crosby, a 40 kilómetros al noreste de la metrópoli.

El grupo francés Arkema, que opera esta fábrica de peróxidos orgánicos usados en la elaboración de plásticos y productos farmacéuticos, ya había alertado del peligro por el corte de electricidad, que impide la adecuada refrigeración de materiales altamente inflamables.

Como medida de precaución las autoridades habían ordenado el desalojo de los residentes a menos de tres kilómetros de las instalaciones. “Este humo es extremadamente peligroso”, afirmó Brock Long, director de la Agencia Federal de Emergencias.

Pero la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos descartó por el momento señales de toxicidad peligrosa en la humareda, tras recibir información de una aeronave en la zona.

“No hay concentraciones preocupantes por los materiales tóxicos reportados en este momento”, indicó la agencia en un comunicado.

Richard Rennard, alto ejecutivo de Arkema, cree que nadie está en peligro, pero advirtió que anticipan más incendios en otros ocho contenedores que están en la planta.

Rennard explicó que el humo provocado por esas reacciones químicas ayer en la mañana es irritante para los ojos y los pulmones e instó a quienes puedan haberlo inhalado a acudir a un médico, pues el humo es nocivo.

Fondos. La Casa Blanca anunció que pedirá al Congreso fondos de emergencia para financiar la recuperación de infraestructura en los estados de Texas y Luisiana, devastados por la tormenta Harvey, y cifró en 100.000 el número de hogares afectados.

“Vamos a tener daños en infraestructura pública”, aseveró Tom Bossert, asesor de seguridad interna de Donald Trump, y debido a ello el gobierno preparará una petición adicional de fondos al Congreso.

Bossert no especificó cuánto dinero será solicitado, pero podrían ser millardos de dólares, lo que agregaría presión a las finanzas ya de por sí muy ajustadas y cuando aún falta por conocer la magnitud de los daños de Harvey.

“Solo existen cálculos en este momento, pero parece que alrededor de 100.000 viviendas fueron afectadas”, dijo Bossert.

“Es un número muy alto. Tendremos 100.000 casas afectadas, todas ellas con diferentes coberturas de seguros, algunas aseguradas contra inundaciones, otras por debajo de su valor y algunas sin seguro”, añadió.

La Casa Blanca informó que Donald Trump donará de sus finanzas personales 1 millón de dólares para ayudar en los esfuerzos de reconstrucción.

El dato

El papa Francisco dijo que está profundamente conmovido por las víctimas y los enormes daños causados por el huracán Harvey en Texas y en Luisiana. “Rezo por las víctimas y sus familias y por todos aquellos que participan en las actividades de socorro, recuperación y reconstrucción”, dice un telegrama enviado por el pontífice al arzobispo de Galveston-Houston, cardenal Daniel DiNardo.

Estragos

Hasta ayer Luisiana había recibido 45 centímetros de lluvia, aunque se esperaba que siguieran las precipitaciones por la debilitada depresión tropical Harvey.

Más de 30.000 personas se refugiaron en albergues en Texas y en el enorme centro de convenciones de Houston como en pequeñas iglesias, según la Agencia Federal de Emergencias.

En Houston, donde se decretó un toque de queda nocturno para ayudar en los esfuerzos de búsqueda y frenar potenciales saqueos, los dos aeropuertos principales operaban de manera limitada.

La firma Enki Research calcula que el daño de Harvey estará entre 48 millardos y 75 millardos de dólares.

 

 

 


 

AFP / El Nacional

Página Web - 2017/09/01

Fuente: http://www.el-nacional.com/