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100.000 hogares resultaron afectados por las inundaciones (ESTADOS UNIDOS)

El grupo francés Arkema reportó que su fábrica, en la que elaboran plásticos y productos farmacéuticos, registró una serie de explosiones porque los cortes eléctricos le impiden una refrigeración adecuada para sus materiales


El riesgo de polución química se cernía ayer en el área del sur de Estados Unidos azotada por la tormenta Harvey, después de las explosiones que hubo en una fábrica cerca de Houston, cuarta mayor ciudad del país y epicentro del desastre donde las inundaciones comenzaban a retroceder.

Casi una semana después de que Harvey impactara en la costa estadounidense del golfo de México como huracán de categoría cuatro, funcionarios y voluntarios todavía luchaban por rescatar a las víctimas de inundaciones sin precedentes, que causaron hasta ahora 33 muertos y decenas de millardos de dólares de daños.

El vicepresidente Mike Pence visitó Texas para evaluar los destrozos ocasionados por la devastadora tormenta y reunirse con las víctimas.

Aunque las aguas empezaron a descender en Houston, lo que da algo de alivio a sus 2,3 millones de habitantes, una preocupante humareda se produjo luego de una serie de explosiones nocturnas en una planta química inundada en Crosby, a 40 kilómetros al noreste de la metrópoli.

El grupo francés Arkema, que opera esta fábrica de peróxidos orgánicos usados en la elaboración de plásticos y productos farmacéuticos, ya había alertado del peligro por el corte de electricidad, que impide la adecuada refrigeración de materiales altamente inflamables.

Como medida de precaución las autoridades habían ordenado el desalojo de los residentes a menos de tres kilómetros de las instalaciones. “Este humo es extremadamente peligroso”, afirmó Brock Long, director de la Agencia Federal de Emergencias.

Pero la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos descartó por el momento señales de toxicidad peligrosa en la humareda, tras recibir información de una aeronave en la zona.

“No hay concentraciones preocupantes por los materiales tóxicos reportados en este momento”, indicó la agencia en un comunicado.

Richard Rennard, alto ejecutivo de Arkema, cree que nadie está en peligro, pero advirtió que anticipan más incendios en otros ocho contenedores que están en la planta.

Rennard explicó que el humo provocado por esas reacciones químicas ayer en la mañana es irritante para los ojos y los pulmones e instó a quienes puedan haberlo inhalado a acudir a un médico, pues el humo es nocivo.

Fondos. La Casa Blanca anunció que pedirá al Congreso fondos de emergencia para financiar la recuperación de infraestructura en los estados de Texas y Luisiana, devastados por la tormenta Harvey, y cifró en 100.000 el número de hogares afectados.

“Vamos a tener daños en infraestructura pública”, aseveró Tom Bossert, asesor de seguridad interna de Donald Trump, y debido a ello el gobierno preparará una petición adicional de fondos al Congreso.

Bossert no especificó cuánto dinero será solicitado, pero podrían ser millardos de dólares, lo que agregaría presión a las finanzas ya de por sí muy ajustadas y cuando aún falta por conocer la magnitud de los daños de Harvey.

“Solo existen cálculos en este momento, pero parece que alrededor de 100.000 viviendas fueron afectadas”, dijo Bossert.

“Es un número muy alto. Tendremos 100.000 casas afectadas, todas ellas con diferentes coberturas de seguros, algunas aseguradas contra inundaciones, otras por debajo de su valor y algunas sin seguro”, añadió.

La Casa Blanca informó que Donald Trump donará de sus finanzas personales 1 millón de dólares para ayudar en los esfuerzos de reconstrucción.

El dato

El papa Francisco dijo que está profundamente conmovido por las víctimas y los enormes daños causados por el huracán Harvey en Texas y en Luisiana. “Rezo por las víctimas y sus familias y por todos aquellos que participan en las actividades de socorro, recuperación y reconstrucción”, dice un telegrama enviado por el pontífice al arzobispo de Galveston-Houston, cardenal Daniel DiNardo.

Estragos

Hasta ayer Luisiana había recibido 45 centímetros de lluvia, aunque se esperaba que siguieran las precipitaciones por la debilitada depresión tropical Harvey.

Más de 30.000 personas se refugiaron en albergues en Texas y en el enorme centro de convenciones de Houston como en pequeñas iglesias, según la Agencia Federal de Emergencias.

En Houston, donde se decretó un toque de queda nocturno para ayudar en los esfuerzos de búsqueda y frenar potenciales saqueos, los dos aeropuertos principales operaban de manera limitada.

La firma Enki Research calcula que el daño de Harvey estará entre 48 millardos y 75 millardos de dólares.

 

 

 


 

AFP / El Nacional

Página Web - 2017/09/01

Fuente: http://www.el-nacional.com/