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Corporación Financiera Internacional (IFC) del Banco Mundial y Camacol impulsan este reconocimiento.

 

Colombia ya suma seis proyectos inmobiliarios con el certificado internacional Edge y, por primera vez, uno de ellos es de vivienda de interés social (VIS).

Se trata de Alegra, un complejo residencial que a pesar de que aún está en etapa de diseño, recibió el reconocimiento en esta fase preliminar.

Vale recordar que en la categoría de certificado final hay dos: Verde Vivo Ariza, una obra residencial en Itagüí, a cargo de Conaltura, y el hotel Conrad en Cartagena, de Inmobiliaria Karibana, que también fue certificado en su etapa de diseño.

Por su parte, en el grupo de las que tienen el aval preliminar, es decir, el visto bueno en su etapa de diseño, están dos de vivienda: el proyecto Biel en Barranquilla, de la empresa Solider, y Verona en Valledupar, de Inversiones Inmobiliarias Verona.

Se suma Alturia, una obra de oficinas en Pereira de Núcleo Constructora, y por primera vez el de VIS, que es, precisamente, Alegra.

El proyecto beneficiará a 350 familias que habitarán unidades diseñadas y construidas con procesos que involucraron prácticas de construcción sostenible (ahorro de agua y energía, entre otras).

El reconocimiento a la iniciativa arquitectónica de la constructora CFC cobra más importancia, si se tiene en cuenta que la certificación es impulsada por la Corporación Financiera Internacional (IFC), del Banco Mundial. Incluso, para lograrla, la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), que representa a Edge en el país con el respaldo de SGS-Thinkstep, emitió un concepto favorable.

Entre los estándares validados están los ahorros de, por lo menos, 20 por ciento en el consumo de agua y energía, y el cuidado en la elección y el uso de los materiales.

Financiación verde

Algo relevante es que al obtener la certificación, el proyecto fue beneficiario de la línea de financiación verde que ofrece Bancolombia, con una tasa de interés menor, gracias a los recursos del primer bono verde emitido por este banco en el 2017. Los compradores, a su vez, podrán acceder a tasas diferenciales cuando tramiten su crédito hipotecario.

Para la presidenta de Camacol, Sandra Forero Ramírez, “la certificación de proyectos VIS es un logro importante, dado que uno de los retos del gremio desde que aceptó ser el socio local de IFC, ha sido validar este tipo de oferta y, de esa forma, aportar a mejorar la calidad de vida de sus habitantes en cuanto a confort y ahorro en servicios públicos”.

La directiva agregó que hay gran potencial, si se tiene en cuenta que el segmento residencial representa el 80 por ciento de las licencias del país y la vivienda social participa de forma importante: significa el 24 por ciento del total del área licenciada, es decir, aproximadamente 4,3 millones de metros cuadrados construidos por año.

A esto hay que agregarle que a la fecha, más de 400.000 metros cuadrados de 32 proyectos de construcción se encuentran en proceso de obtener su certificación, tres de ellos ya la tienen por su diseño: Alturia de Núcleo Constructora, en Pereira; Biel de Solider S.A., en Barranquilla, y Verona de Integra Gerencia y Construcción, en Valledupar.

En el sector educativo

De otro lado, instituciones de educación superior como las universidades Javeriana y Santo Tomás de Aquino, en Bogotá, decidieron implementar el sello Edge como parte integral de su infraestructura educativa.

Actualmente, nueve edificios, entre nuevos y existentes, se encuentran en proceso de certificación y esperan beneficiar a más de 40.000 de estudiantes en tres ciudades de Colombia.

Al respecto, Kristtian Rada, líder del Programa de Ciudades y Negocios Sostenibles del IFC para Latinoamérica y el Caribe, señaló que “los casos de la banca comercial y las universidades donde se está implementando Edge, son ejemplos concretos de cómo el sector privado puede realizar inversiones sostenibles; esto, con el valor agregado de que tienen alto impacto en la reducción de emisiones de carbono y, de esta forma, contribuyen al cumplimiento de las metas que se establecieron por varios países en el Acuerdo de París.

Para Rada, “el sector privado está contribuyendo cada vez más a la mitigación y a la adaptación del cambio climático de una forma inteligente, mostrando que ser sostenible es un buen negocio”.

 

 


Vivienda / El Tiempo

Página Web - 2018/06/29

Fuente: http://www.eltiempo.com/


Problemas con el administrador, no atender el manual de convivencia y ruido; quejas recurrentes.

En Bogotá, el 70 % de las edificaciones son conjuntos residenciales o comerciales que conforman la propiedad horizontal –es decir, viviendas o locales adquiridos por diferentes propietarios en edificios o terrenos en común en donde deben cumplir con ciertos derechos y obligaciones–. Del porcentaje anterior, el 50 % están ubicados en el sector norte de la ciudad.

En este tipo de viviendas, los residentes padecen más dolores de cabeza por cuenta de sus vecinos o administradores; por eso, El TIEMPO se contactó con Olga Lucía Serrano, coordinadora de Propiedad Horizontal del Idpac, con las secretarías de Gobierno y Seguridad, y con la Policía Nacional, para establecer un top de los conflictos más comunes y las multas con las que pueden ser sancionados los infractores.

De acuerdo con estudios realizados por el Idpac, entre enero y junio del 2018, los conflictos que más reportó la comunidad de Bogotá –en el área de atención al usuario– están relacionadas con el administrador (25 %), manual de convivencia (12 %), ruido (8 %), multas y sanciones (5 %), manejo de dinero (5 %) y revisor fiscal (5 %).
Ahora bien, con base en las 281 personas que se comunicaron con el Idpac en Bogotá, las localidades que más han presentado problemáticas son Engativá (13 %), Fontibón (9 %), Chapinero (8 %), Suba (7 %), Usme y Tunjuelito (6 %), y la que menos, Los Mártires (1 %).

 

1. Problemas con el administrador

La queja más frecuente tiene que ver con los administradores, en un 25 %. Elcira María denunció en el Facebook Live de la sección Bogotá de este periódico que “algunos son deshonestos y se lucran con el pago mensual de la administración sin invertir en los conjuntos residenciales”.

De acuerdo con la Ley 675 de 2001, el administrador debe llevar los libros de actas, la contabilidad del edificio y conservar y mantener el proyecto constructivo. De no cumplir estas normas, los copropietarios pueden demandar estos casos ante la justicia ordinaria.

 

2. No cumplir con el manual de convivencia

De acuerdo con Andrés Martínez, experto en propiedad horizontal, según el artículo 3 de la Ley 675 de 2001, desde los propietarios hasta los residentes y los visitantes deben cumplir con derechos y obligaciones que están en el reglamento de propiedad horizontal.

De no ser así, se les restringe el uso y goce de zonas comunes, y se publica en lugares de amplia circulación la lista de infractores con el porqué de la sanción. Sin embargo, para poder hacerlo se les debe exigir por escrito la no repetición de sus conductas para otorgarles un plazo.

 

3. Exceso de volumen en conjunto residencial

De acuerdo con datos del Registro Nacional de Medidas Correctivas suministrados por la Secretaría de Gobierno y Seguridad, entre el 1.° de agosto del 2017 y el 14 de junio del 2018, por medio del Código de Policía –artículo 33: comportamientos que afectan la tranquilidad y relaciones respetuosas entre las personas– se impuso un total de 386 comparendos por actividades, fiestas, reuniones o eventos similares que afectaron la convivencia del vecindario.

Según el Código, esta infracción tiene una multa de $ 393.440, que se debe pagar en un plazo máximo de 30 días calendario.

 

4. Conductas indebidas entre los vecinos

Durante el 1.° de agosto del 2017 y el 14 de junio del 2018, la Policía ha impuesto 7.932 comparendos por enfrentamiento (riñas). En este mismo periodo se sancionaron alrededor de 1.335 ciudadanos por agredir físicamente a otra persona. El valor promedio de este comparendo es de 133.000 pesos mensuales.

Además, se calcula que se han presentado 204 casos de lanzamiento de objetos que pueden causar daño a las personas. A pesar de que esta multa no tiene ningún valor, sí se debe asistir a cursos o actividades pedagógicas.

 

5. Mal manejo de presupuestos

De las 281 personas que se comunican con el Idpac en Bogotá, el 5 % se quejan por el inadecuado uso del dinero. Argumentan que hay una gestión indebida de recursos sociales, abuso de confianza, hurto agravado calificado, corrupción y deslealtad administrativa.

“En el conjunto Jardines de Tibabuyes había un administrador que llevaba unos 12 años, pero luego decidieron cambiarlo y allí hallaron inconsistencias en los presupuestos y la forma como se asignaban los parqueaderos comunales a los residentes”, menciona Estefanía Guerrero.

6. Conflictos entre vecinos y constructoras

Los principales problemas que se presentan son por falencias constructivas e incumplimientos entre lo ofertado y lo entregado. Así mismo, por publicidad engañosa e información incompleta. Por esta razón, la constructora debe informar las fechas en las que se entregarán los bienes comunes.

 

7. Uso inadecuado en zonas comunes

En mi conjunto instalaron un parque que desde un principio se acordó que solo era para los adultos. Sin embargo, los niños hacen uso inadecuado de las máquinas, ocasionando daños”, dijo Juan Sebastián González. Estas conductas pueden ser sancionadas por el consejo de administración, con multas o la restricción del uso de estas zonas.

 

 


EL TIEMPO ZONA / El Tiempo

Página Web - 2018/06/30

Fuente: http://www.eltiempo.com/


Los grandes retos que enfrenta Bogotá al 2050 requieren de estrategias con visión de largo alcance y compromiso con el desarrollo sostenible. De acuerdo con las proyecciones del Dane y el Departamento de Planeación, ese año, la capital y municipios aledaños sumarán 13 millones de habitantes y 5,7 millones de hogares, más o menos el doble del stock actual ya edificado.

Un crecimiento urbano así, en ausencia de una planeación integral, aumentaría las emisiones de gases de efecto invernadero y la vulnerabilidad al cambio climático, deterioraría el aire, agravaría problemas de movilidad y fomentaría asentamientos informales y la segregación social.

Desde el Consejo Colombiano de Construcción Sostenible (CCCS) hemos acompañado al Distrito en su gestión por una ciudad que asegure alta calidad de vida y oriente su progreso hacia el desarrollo sostenible. Por un lado, en tres principales planteamientos del nuevo Plan de Ordenamiento Territorial (POT), resaltamos la política de ecoeficiencia contenida en el programa Building Efficiency Accelerator (BEA) del World Resources Institute, al cual se adhirió el Distrito en 2016 y que ha contado con el apoyo técnico del CCCS.

En este, el Distrito promueve un protocolo de implementación de la resolución 549 del 2015 –guía para el ahorro en agua y energía, del Minvivienda–, el cual debe utilizarse desde su expedición para todas las nuevas edificaciones, incluso vivienda social. Junto a la masificación de estas mejores prácticas y sus incentivos se promoverán las energías renovables.

Como resultado, los bogotanos ahorrarán en facturas de servicios públicos y beneficios en calidad de vida; la ciudad será resiliente al cambio climático.
De otro lado, el Distrito plantea un desarrollo planificado frente a las presiones demográficas, y la cuidadosa atención a la interacción con el entorno natural. Por ejemplo, la iniciativa de ampliar en 314 hectáreas el área de la reserva Van der Hammen y elevar su categoría de productora a protectora.

El CCCS la considera una solución de planeación integral y de restauración ecológica ambiciosa, con componentes de desarrollo sostenible: corredores verdes, vivienda con mezcla de usos y estratos, e implementación de transporte intermodal con viabilidad financiera.

La propuesta plantea la recuperación y creación de 133 hectáreas de humedales y 994 de bosques, la obligatoriedad en la implementación de porcentajes mínimos de Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible (SUDS) en el espacio público, la gestión de la huella ecológica a través de la reglamentación de ahorros obligatorios de agua y energía en la escala de la edificación, por medio del programa BEA de Bogotá, y espacio público de calidad (la reserva hoy es casi privada, pero se propone que el 80 % de esta sea pública).

Así, los habitantes del norte tendrán acceso a un área de parques de más de diez veces el parque Simón Bolívar, y un diseño de vías con pasos de fauna que asegurará la conectividad ecológica y la descongestión del norte. Será fundamental que estos desarrollos vayan acompañados de la incorporación de una flota de buses con tecnologías limpias, y de un sistema de manejo de residuos in situ.

En el CCCS deseamos que la ciudad avance con la agenda de desarrollo sostenible, y es muy importante continuar los esfuerzos por una planificación territorial con todos los municipios.

 

*Directora ejecutiva Consejo Colombiano de Construcción Sostenible.

 

 


*Cristina Gamboa / El Tiempo

Página Web - 2018/07/01

Fuente: http://www.eltiempo.com/


Al menos 1.300 familias del departamento colombiano de Arauca, fronterizo con Venezuela, resultaron damnificadas por las intensas lluvias que azotan la región, especialmente en las últimas horas, informaron hoy fuentes oficiales.

Los más afectados han sido los pobladores cercanos al río Arauca, que en varios trayectos se desbordó anegando cultivos y cortando vías regionales.

Según Daniel Ortiz, de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) de Arauca, hay un número superior a mil 300 familias damnificadas solo en Arauca, la capital departamental.

En declaraciones a periodistas, Ortiz añadió que en otros municipios también hay damnificados que están siendo censados y que por el momento se han traslado a improvisados albergues.

Los afectados, que han perdido casi todos sus enseres por las inundaciones, piden ayuda de los gobiernos departamental y nacional. “Por motivos de la ola invernal, nosotros estamos en la carretera porque todas las casas están totalmente inundadas”, explicó Alberto Ortega, uno de los afectados a Noticias Caracol.

Las lluvias también se han dejado sentir en otros departamentos del país pero no se reportan damnificados y tampoco muertos o heridos, aunque si derrumbes que han obstruido el normal flujo de vehículos por algunas carreteras.

Colombia registra normalmente dos temporadas de lluvias, una de finales de marzo y comienzos de abril hasta julio y la segunda que se inicia entre septiembre y octubre y se prolonga hasta mediados de diciembre.

 

 


EFE / El Carabobeño

Página Web - 2018/07/01

Fuente: https://www.el-carabobeno.com/


Un trabajo de la Universidad EAN ayudó a que la temperatura de 21 viviendas de Guatavita mejorara.

 

Cada vez que Blanca Velandia salía a la puerta de su casa, un ventarrón lavaba la fachada de la vivienda. Las paredes estaban llenándose de humedad y el frío en las noches les helaba hasta los huesos. “Así es como se vive en el páramo”, recuerda la mujer.

Hoy esa misma fachada se convirtió en un espacio cálido, que su hijo menor usa como estudio, y en el que ella y su esposo reciben las visitas que llegan.

El cambio se debe a un proyecto de la Universidad EAN que implementó arquitectura bioclimática que retiene el sol del día, para que en las noches la temperatura en las casas no disminuya tanto.

Son 21 viviendas de la vereda Monquentiva, de la zona rural del municipio de Guatavita, que colinda con otras poblaciones de Cundinamarca como Gachetá y Junín. En esta población viven cerca de 77 personas, en un territorio de 47 kilómetros cuadrados, aproximadamente, que están a 2.900 metros de altura.

El proyecto se gestó a finales del año pasado, cuando las directivas de la Universidad EAN se reunieron con los representantes de la Facultad de Ingeniería en Energías, y buscaban qué hacer con los ventanales del antiguo Colegio Alvernia, que hace parte del complejo académico de la institución.

David Felipe Rodríguez es uno de los estudiantes de la carrera de Ingeniería en Energías que participó de estas reuniones y a quien se le ocurrió que podrían reutilizarse realizando muros Trombe, que se crean sobre una base de rocas volcánicas, hormigón y vidrios que se ubican a 70 grados para retener la luz solar.

También con la instalación de marquesinas, que son unas cubiertas sobre las fachadas de las casas, que además, sirven de áreas comunes para las viviendas. A este proyecto se le bautizó entonces como ‘Calor de Hogar’.

Entre las directivas de la institución se eligió la vereda Monquentiva como la beneficiaria del proyecto y entre febrero y mayo que estudiantes voluntarios de la EAN viajaran, cada sábado y durante nueve semanas, a ayudar a la construcción con cada una de las familias de la zona rural de Guatavita.

“En la vereda se respira un aire de tranquilidad, y los campesinos nos recibieron muy bien; nos compartieron sus saberes y forjamos relaciones con ellos, nosotros sabíamos de ingeniería, y ellos de construcción, e intercambiamos roles. El proyecto tuvo varias etapas y también retos que nos tocó ir superando poco a poco”, explicó el joven.

“No queríamos un diseño uniforme para todas las viviendas, sino que con cada uno de las familias comenzamos a definir qué sería lo mejor, implementando arquitectura bioclimática”, reseñó.

La iniciativa logró otros cometidos que no se esperaban. Por ejemplo, en la casa de Jairo Díaz y María Eunise Beltrán, quienes habitan una de las casas más alejadas de la vereda, el muro trasero vivía húmedo, por las frecuentes precipitaciones de la región.

“Aquí llueve casi que nueve de los 12 meses. Entonces por el viento, el agua pegaba en la pared y se formaban charcos adentro. Eso nos tocaba cada nada ir a escurrir y a secar, y en las noches el frío era impresionante”, recuerda María Eunise, de 42 años y madre de seis hijos que viven con ella.

En su casa hay un muro Trombe a las afueras del cuarto de su hija Laura. “Se nota el cambio de temperatura en la noche. Ya no hace tanto frío”, señaló la joven beneficiaria.

Y es que según las mediciones aleatorias realizadas en varias viviendas, su sensación térmica adentro aumenta entre tres y ocho grados centígrados, gracias a la infraestructura implementada.

Para José Dagoberto Ortiz, el docente de Ingeniería en Energías que acompañó el desarrollo del proyecto, es destacable que este fue propuesto y desarrollado por estudiantes, quienes según él se están formando para desarrollar problemas reales de la sociedad.

 

 


Michael Cruz Roa / El Tiempo

Página Web - 2018/06/28

Fuente: http://www.eltiempo.com/