• +58 212 2388195
  • Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
  • Lunes - Viernes 8:00 am - 4:00 pm

El presidente electo hizo el anunció este martes a través de su cuenta de Twitter.

El presidente electo Iván Duque anunció este martes que en su gobierno el Ministerio de Vivienda estará a cargo de Jonathan Malagón.

"Un joven guajiro de 33 años, egresado de la Universidad Nacional, reconocido como mejor estudiante del país y uno de los 10 mejores economistas jóvenes de América Latina", aseguro Duque del nuevo encargado de la cartera.​

Malagón es economista, nació hace 33 años en Riohacha pero fue criado en Bogotá. Empezó a cosechar desde muy joven distinciones y reconocimientos. Tal vez las más importantes son Mejor estudiante en los Premios Portafolio (2006), Mejor ejecutivo del año en Colombia (2013) y uno de los 10 economistas del futuro en América Latina (2015).

Por su pasión por la economía -se lee todas las publicaciones sobre esta materia- sus amigos le dicen “ego-economista”.

Además de economista, es administrador del London School of Economics de Inglaterra, tiene un máster en gerencia de la política económica de Columbia University, una maestría en finanzas corporativas de la Universidad de Barcelona, un máster en banca de la Universidad Carlos III de Madrid y un doctorado en Economía de Tilburg University (Países Bajos).

Hasta el momento ejercía como vicepresidente técnico de Asobancaria. Antes de esto fue director de Análisis Económico de Fedesarrollo y gerente general de Compartel – MinTIC. También trabajó como investigador de Anif y como consultor del Pnud y el Banco Mundial, entre otras entidades.

Malagón fue designado por Duque para ser el secretario técnico de Vivienda en el equipo de empalme de gobierno.

 

 


El Tiempo

Página Web - 2018/07/17

Fuente: http://www.eltiempo.com/


Se edificarían más de 1.200 inmuebles sociales y otros 1.500 más de tipo prioritario.

 

La antigua fábrica de Bavaria, ubicada en la localidad de Kennedy, en Bogotá, se podría transformar en el espacio para 1.259 viviendas de interés social (VIS), según los datos proporcionados por la Empresa de Renovación y Desarrollo Urbano (ERU).

Para cumplir con esa meta, se estima que el proyecto estará dividido en seis etapas diferentes y tendrá un desarrollo progresivo durante los próximos 30 años, donde también está proyectada la construcción de aproximadamente 9.553 unidades residenciales de estratos 3 y 4.

Esta futura urbanización hace parte de los planes que tiene la Alcaldía de Bogotá para lograr remediar el problema de la falta de techo de muchas familias en la ciudad, ya que, aparte de las VIS también se ha pensado incluir 1.526 viviendas de interés prioritario (VIP).

Sin embargo, la discusión sobre qué hacer con este predio viene desde la administración pasada, la cual centró parte del debate en la conservación de un bosque con árboles de eucalipto que se encuentra ubicado en la propiedad.

De todas maneras, en julio del 2017 se aprobó el plan parcial ‘Fábrica Bavaria’, que estipularía el uso que se le puede dar al suelo donde esta se encuentra, cambiando, entre otras cosas, “el proceso de conservación del bosque, por el de plantación y sustitución de árboles nativos de la sabana”, afirmó Hernando Salazar, vocero de los desarrolladores de dicha iniciativa.

También agregó que “este ha sido uno de los puntos más difíciles de explicarles a los residentes del sector y, aún así, es una de la claves que pueden ayudar a impulsar todo lo que se ha propuesto para sacarle un mayor provecho a este espacio que, hoy en día, está casi abandonado, lo que implica tener un terreno perdido para la ciudad”.

A lo que hace referencia el encargado es a las diferentes manifestaciones que se han realizado por parte de los vecinos de Bavaria en contra de la tala de los eucaliptos, buscando que estos se incluyan en parte de lo que sería la propuesta de renovación.

No obstante, la idea de la sustitución de los árboles está incluida dentro de la hoja de ruta que ya se encuentra aprobada para seguir adelante con las diferentes obras que se llevarán a cabo en ese lugar, las cuales esperan tener un financiamiento por parte del sector privado, según lo estipulado en el Decreto 364 del 2017 que fue el que le dio luz verde a la propuesta.

Y es que para quienes defienden esta iniciativa, parte de su atractivo está justo en ese último punto, ya que el hecho de que la inversión provenga de empresas ajenas a las de la administración distrital “podría ser de suma importancia para los vecinos del sector y los ciudadanos, quienes se verán beneficiados con la parte de la construcción que incluye los espacios públicos, sin la necesidad de generarle un gran costo a la ciudad”, aseguró el vocero.

Asimismo, rescató: “que se contará con una superficie bastante amplia de zonas verdes disponibles y dirigidas a los diferentes usos que se les pueda dar y no serán exclusivas para los futuros habitantes del predio, sino que estarán dispuestas para todos los residentes de Kennedy y la ciudad”.

Parte de la afirmación coincide con los datos promulgados en el plan parcial, ya que, una vez finalizadas las obras, se estima que habrá 12,71 hectáreas de zonas verdes, las cuales estarán distribuidas entre parques, alamedas y áreas públicas.

Además, la iniciativa le aportará a la infraestructura de la ciudad, ya que se tiene presupuestado que con la inversión privada se pueda construir el puente vehicular de tres carriles de la avenida Alsacia y cuatro puentes peatonales, dentro de las 78,5 hectáreas que actualmente ocupa la antigua fábrica de Bavaria, según los datos consignados en la ERU.

“Estas vías, si bien no solucionan en su totalidad el problema de movilidad en Bogotá, pueden ayudar a interconectar la localidad con otros puntos de acceso, como la avenida Boyacá”, explicó Salazar.

Por ahora, se está esperando a que las diferentes evaluaciones técnicas del proyecto presenten un parte positivo, pues con estas se daría el inicio a las obras que, para el vocero, tendrán un valor agregado y diferencial.

“Las construcciones de las edificaciones están pensadas alrededor de los distintos conceptos ‘verdes’, ya que contarán con energía producida mediante paneles solares y se plantará una mayor cantidad de árboles de los que se encuentran actualmente en ese lugar, incluyendo un tipo de fachadas más amigables con el medio ambiente”, concluyó.

Hasta este momento no se han revelado cuáles son las empresas encargadas de ejecutar este plan de renovación con el que la administración quiere atacar el problema del déficit habitacional, sin embargo, se espera que con este, Bogotá pueda contar con espacios más amplios que ayuden a promover el desarrollo de la ciudad.

 

 


Jorge Alfredo Piñeros / El Tiempo

Página Web - 2018/07/13

Fuente: http://www.eltiempo.com/


En el 2006, familias de ese municipio le confiaron ahorros a la Alcaldía que les incumplió.

 

Tras 12 años de espera, los damnificados del proyecto de Vivienda de Interés Prioritario (VIP) que se debió construir en el 2006 bajo el nombre de Altos de Bellavista y a quienes la Alcaldía de Floridablanca, propietaria de la obra, no les cumplió, ya ven una luz al final del camino y todo indica que sus viviendas serán realidad.

Actualmente, la Alcaldía adelanta la construcción de lo que será la solución habitacional para estas familias, el proyecto ‘Villa Renacer’, en el sector de Zapamanga. Allí se edificarán 13 torres de cinco pisos que ofrecerán 260 unidades familiares para quienes fueron afectados por Altos de Bellavista.

“Hoy no estamos anunciando un proyecto sino que ya estamos en ejecución de ‘Villa Renacer’, la oportunidad para 260 familias, unas 1.000 personas, que se van a beneficiar y que después de 12 años de haberlos engañado por la administración en el fallido proyecto de Altos de Bellavista, hoy encuentran en ‘Villa Renacer’ una realidad”, señaló el alcalde de Floridablanca, Héctor Guillermo Mantilla Rueda.

José del Carmen Santamaría, uno de los afectados, calificó el anuncio del alcalde como “excelente” porque después de 12 años de espera esta “es la mejor oportunidad que hemos tenido”, apuntó.

Sin embargo, esta oportunidad llegó de la mano de los mismos afectados, quienes interpusieron una acción de tutela cuyo fallo obligó al municipio a buscar un predio, financiar el proyecto de vivienda con las mismas condiciones que les habían prometido en el 2006 a los florideños, y construir las soluciones habitacionales.

Fue así como, tras una búsqueda de lotes de propiedad del municipio, incluso entre aquellos que tenían otros dueños, se halló un predio del Ministerio de Vivienda en el barrio Zapamanga.

Tras su identificación, la Alcaldía hizo la gestión para que el Minvivienda le cediera el lote. La cesión se hizo efectiva con el compromiso de que dicho predio solo se podía usar para construir vivienda y el proyecto debía ejecutarse en los próximos dos años.

“El lote no era un área de cesión, tampoco un parque ni zona de protección ambiental, y las viviendas contarán con los servicios públicos. El proyecto no es una fachada, tiene cierre financiero con aportes de la Nación y el municipio. Ya 134 personas cumplieron con su aporte, porque no es vivienda gratuita sino de interés prioritario para ahorradores, y estamos a la espera de que 126 familias restantes hagan el crédito hipotecario para que tenga su vivienda”, señaló el alcalde de Floridablanca.

Solón Peñaloza, otro de los afectados, dijo que en el 2006 fueron engañados, les pidieron el dinero y no les cumplieron con el proyecto.

“Pusimos la tutela, la ganamos y el Alcalde se puso las pilas a hacer la obra que será una realidad. El proyecto es bueno para que los hijos tengan techo”, apuntó Peñaloza.

 

El lío de Altos de Bellavista

El alcalde de Floridablanca en el 2006, Jairo Ulloa Cadena, compró el predio en el sector de Bellavista por 6.600 millones de pesos para construir el proyecto de vivienda Altos de Bellavista en 142.088 metros cuadrados.

La iniciativa se le ofreció a la comunidad y quienes aplicaron entregaron 2 millones 700 mil pesos para cofinanciar las obras, pero nunca les cumplieron.

Y no se cumplió porque el lote que adquirió Ulloa Cadena a nombre del municipio requería obras de estabilización que cuestan a hoy 12.000 millones de pesos.

Los alcaldes siguientes a Ulloa Cadena tampoco ofrecieron soluciones a esta problemática, y fue hasta ahora que se logró concretar.

Este proceso cursa en Fiscalía y Procuraduría.

El lote donde se construirán las torres tiene 8.000 m2 pero se usarán solo 3.059.  Contará con una cancha para todo el sector y 56 parqueaderos.

la construcción de Villa Renacer cuesta 14.000 millones de pesos, recursos que son desembolsados por la Nación, el municipio y los adjudicatarios.

En el 2006 la vivienda costaba 24 millones, la que se entregará cuesta 54. Los metros cuadrados del anterior proyecto por apartamento eran de 42 y los del actual serán de 44.

La financiación del proyecto quedó así: 23 millones de pesos aporta la Nación a través del subsidio ‘Mi casa ya’; 13 millones, el municipio; 2 millones 700 mil, el ahorro programado, más 14 millones de un crédito que deben tramitar los beneficiarios.

 

 


Bucaramanga / El Tiempo

Página Web - 2018/07/12

Fuente: http://www.eltiempo.com/


Según un estudio, la densidad poblacional llega a 24.643 personas por kilómetro cuadrado.

Stephen Wheeler, profesor de la Universidad de California (en Davis), publicó recientemente un estudio en la revista Journal of the American Planning Association, en el cual analiza la forma urbana de 24 áreas metropolitanas en cinco continentes, incluida Bogotá.

El resultado sorprende: Bogotá y la Sabana, con 24.643 personas por kilómetro cuadrado, es la región de mayor densidad entre todas las del estudio. Esta cifra es tres veces la densidad de París, más de veinte la de Atlanta y el doble de Ciudad de México. Las únicas metrópolis que se acercan a Bogotá son Nueva Delhi, en India, y Lagos, en África, ambas con más habitantes que la capital.

Esta densidad es producto de una decisión de planeación tomada en 1979. En aquella época, Bogotá crecía con rapidez y se expandía desordenadamente por la Sabana. Los planificadores le cerraron la puerta a la expansión trazando una línea (perímetro de servicios) que contuviera la urbanización. Las áreas aún libres dentro del perímetro se destinaron a vivienda de interés social, sin restricciones de altura o densidad.

Para la vivienda de grupos de mayor ingreso dentro de la ciudad se permitió la transformación de casas, que entonces eran mayoría, en edificios multifamiliares. Esta decisión, formalizada a través del acuerdo 7, fue muy popular entre los constructores y dueños de la tierra y permitió que en los siguientes 40 años, Bogotá se densificara como ninguna otra en el mundo. Sin embargo, a partir del 2000, este proceso se intensificó por la escasez de suelo.

En estratos altos aparecieron edificios de apartamentos de cinco, diez y hasta veinte pisos. En estratos bajos, la gente amplió verticalmente sus casas. En la periferia aparecieron bloques de apartamentos cada vez más pequeños y costosos.

El proceso de densificación tiene impactos positivos y negativos. En el primer caso, al existir distancias más cortas, se estimula el uso del transporte público y de medios no motorizados; también protege las áreas periféricas de la ciudad de la urbanización, preservando tierras para agricultura y para la conservación de especies vegetales y animales. Impactos negativos: encarece y disminuye la calidad de la vivienda, limita la oferta de espacios verdes y lleva al límite la capacidad de las vías y transporte público.

Al parecer se está rompiendo el viejo perímetro de servicios a través de Ciudad Lagos de Torca, Nuevo Usme o la urbanización de la reserva Van der Hammen. En las próximas décadas sabremos si perderemos nuestra inusual densidad y si esto será para beneficio o detrimento del medio ambiente o de la calidad de vida de los bogotanos.

 

 


Juan Guillermo Yunda / El Tiempo

Página Web - 2018/07/06

Fuente: http://www.eltiempo.com/


Parte de las preocupaciones están relacionadas con la falta de una reglamentación clara

 

La propietaria de un apartamento que se encuentra dentro de un conjunto residencial tiene problemas de filtraciones de agua por las ventanas de su unidad residencial, debido a la lluvia, y también presenta otros tipos de humedad al interior de su vivienda.

Como consecuencia de lo anterior, contrató las reparaciones necesarias y obras pertinentes, aprovechando para hacer otro tipo de adecuaciones principalmente de pintura.

Por su parte, la administradora de la copropiedad, se puso en contacto con ella para lograr determinar cuáles obras debían ser asumidas por la consultante y cuáles por la administración.

La consultante no conoce las precauciones que debe tomar para no perjudicar a los vecinos y, al parecer, en ninguna parte están escritas. Sus preocupaciones se encuentran ligadas al acceso del personal contratado por parte de los administradores, al interior de su de su propiedad y cómo esto puede causar inconvenientes con los otros residentes, debido a las posibles molestias que les puedan causar los arreglos. Pide una orientación al respecto.

 

Respuesta

De acuerdo con la descripción que hace la propietaria, no se trata de unas modificaciones que requieran licencia de construcción, sino de unas reparaciones locativas, que según las normas no necesitan del requisito anterior.

Al tratarse de este tipo de obras tampoco debe obtener la aprobación de ninguno de los órganos de la administración. Sin embargo, deberá consultar el reglamento de la propiedad horizontal y, si es el caso, mirar con los encargados los estatutos internos que determinan los pasos a seguir, tanto por la consultante como la misma administración.

Dichas disposiciones se refieren al respeto de los derechos de sus vecinos a la salud, la tranquilidad, la seguridad y un ambiente sano. Estas previsiones se consagran en la Constitución, en el Código Nacional de Policía y otras normas como las que regulan el control de ruidos. Ello significa que aún si estas no se encuentran incluidas en el reglamento, deben ser observadas por quienes quieran adelantar cualquier tipo de adecuación. Desde luego, la administradora debe coordinar con la propietaria todo lo relacionado con la obra y constituir las garantías necesarias.

Para ampliaciones y modificaciones

Según los casos de reforma de bienes privados y comunes es necesario obtener la licencia urbanística ante una de las curadurías urbanas o ante la oficina de planeación o entidad competente, según se necesité, y la aprobación del órgano de administración facultado por el reglamento.

La administración puede solicitar la asesoría de un profesional experto para que determine si la nueva obra no altera la seguridad y solidez del edificio, ni vulnera los derechos de los demás propietarios. De igual forma se deberá determinar si la obra afectará bienes comunes.

Debe tenerse en cuenta que si se alteran estos, será necesaria la aprobación en la asamblea de propietarios.

En todos los casos de ejecución de obras y por motivos de seguridad se deberán tomar medidas como coordinar con el administrador las fechas en que se va a realizar la obra, los horarios de entrada y salida de materiales, informar los nombres de las personas que van a ejecutar los trabajos, con su respectiva identificación. Y el uso de ascensores y zonas comunes requeridas, manejo de escombros, entre otros.

Sugiero que, con base en lo dispuesto por el Código Nacional de Policía, se redacte un manual de construcciones y adecuaciones o incluir esta regulación en las normas internas, que se someterá al reglamento de propiedad horizontal, el cual debe ser aprobado por la asamblea de propietarios para que sea una herramienta adicional para el administrador y una guía para los propietarios.

Las normas –vale decirlo– prevén sanciones que se impondrán por las alcaldías, por adelantar las obras sin los requisitos enunciados; ello sin perjuicio de las sanciones contempladas en los reglamentos de propiedad horizontal y que podrá imponer el consejo o la asamblea según lo establezca cada reglamento.

 

 


Nora Pabón Gómez / El Tiempo

Página Web - 2018/07/06

Fuente: http://www.eltiempo.com/