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Después de superar su noche más oscura, la capital antioqueña apeló a la intervención integral de sus comunas con mayores indicadores delictivos para tejer de nuevo la ciudad, en una especie de acupuntura barrial.

La estrategia, denominada urbanismo social, sacó del atolladero a la Villa y la hizo merecedora de premios mundiales, tanto, que en el exterior fue llamado “El Milagro de Medellín”. Después de dos décadas de obras de infraestructura, movilidad, cultura, educación y deporte, algunos sectores académicos plantean la necesidad de hacer una revisión colectiva de este proceso, con el propósito de actualizar la acciones futuras en zonas deprimidas que continuaron con altos índices de violencia.

Gerard Martin es un sociólogo de origen holandés, radicado en Washington. Es autor de varios libros sobre la actualidad colombiana, entre ellos, “Medellín, tragedia y resurrección. Mafias, ciudad y Estado. 1975 – 2012”. Actualmente es director de proyectos del Instituto Francés de Investigación para el Desarrollo, investigador senior para el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y Usaid. Además, es asesor de ciudades en temas de gobernabilidad y seguridad ciudadana.

En diálogo con EL COLOMBIANO, Martin habló de las últimas cuatro décadas de Medellín y de la necesidad de un urbanismo social 2.0.

Usted escribió un libro sobre el periodo más crítico de la historia de Medellín. ¿Qué conclusiones halló?

“El objetivo del libro no fue más que querer narrar cómo los medellinenses vivieron y confrontaron aquellos años; describir como una villa tan provinciana y conservadora permitió la degradación hacia la ciudad más homicida del país; y descifrar cómo los diferentes sectores de la sociedad, los partidos políticos y las mismas instituciones, actuaron ante la situación. Una conclusión, sin duda, es que es importante “desescobarizar” la narrativa. En particular, desmontar el mito de que en Medellín todo fue muy violento hasta que fue abatido Escobar y, que después todo se mejoró, porque ya no estaba el capo. La serie Narcos retoma aquel mito, pero los hechos lo contradicen”.

“Durante la época de Escobar hubo 45.000 asesinatos en Medellín y, en las dos décadas después, un número similar. O sea, un total de 90.000 medellinenses asesinados por medellinenses y no tanto por Escobar. Es que el factor causal central no era Escobar, ni tampoco la cocaína, sino el encuentro entre los flujos enormes de dólares provenientes del negocio y la permisividad político-institucional para que se diera la penetración de aquellos dineros en la economía, la política y la sociedad en general. La red mafiosa de Escobar ilustra muy bien el fenómeno, pero no fue la única. Una última conclusión es que en Medellín hubo formas de resiliencia y resistencia, desde organizaciones civiles, y bajo modalidades más creativas que en otras ciudades del país. Fue una minoría activa”.

¿La ciudad sigue siendo un caso de estudio y de referencia en el mundo?

“Sin duda. Aunque los problemas de Medellín son en parte sui géneris, incluso dentro del país, la metodología del urbanismo social, o sea la manera de intervenir en los barrios, bajo principios de contextualización, de articulación intersectorial e interinstitucional, es relevante para otras ciudades, incluso para otros países. Uno de los problemas en ciudades brasileñas como Río de Janeiro y Fortaleza, que acabo de visitar, y que confrontan en este momento un nuevo auge de violencias directamente relacionadas con la economía de la cocaína, es que no han encontrado la manera de llegar de forma articulada y contextualizada al territorio. Internacionalmente el urbanismo social de Medellín se identifica con sus obras más emblemáticas, las bibliotecas, los metrocables, las escaleras eléctricas, con la idea de que Medellín ha logrado reducir la violencia con arquitectura”.

“Pero entre los expertos en políticas urbanas o de políticas de prevención de la violencia, hay claridad que el urbanismo social es mucho más que obras. Este tiene tres componentes: obras físicas, sociales y la articulación institucional. Es fácil olvidarse de la tercera, pero es el secreto”.

¿Se agotó el denominado “Milagro de Medellín”?


“El politólogo norteamericano Francis Fukuyama visitó Medellín en 2011 para conocer las políticas de transformación y concluyó que hubo “medio milagro” por todo lo que se había logrado. Ahora bien, milagro por supuesto no hubo. Lo que es cierto es que coincidieron un par de contingencias que mejoraron radicalmente la seguridad en la ciudad. En el 2003, Medellín registró un descenso récord en asesinatos y otras violencias de toda su historia. Fue producto del cese al fuego pactado entre el gobierno Uribe y las autodefensas y otras redes narco-paramilitares, además de la expulsión de milicias de las Farc, en particular en la comuna 13. Es decir, la revolución en la administración urbana coincide y se aprovecha de la política de seguridad de Uribe, que a su vez no hubiera sido posible sin el Plan Colombia, el extraordinario apoyo norteamericano para la modernización y fortalecimiento de las fuerzas públicas y la justicia criminal acordado entre los presidentes Clinton y Pastrana. Por eso milagro no fue”.

“Fue producto de invertir una enorme cantidad de trabajo y de pensar no solamente en el rigor de los proyectos y programas, sino en la articulación con los diferentes niveles de gobierno, con la agenda de seguridad democrática del gobierno, entre ellos, los esfuerzos para ayudar a la resocialización y reintegración de los excombatientes de las Auc, pero también la de la atención y priorización de las víctimas, que fue más bien una agenda de la sociedad civil, antes de serlo del Estado. De manera que el tal “milagro” no cayó del cielo, sino que fue construido en el territorio, por rigor en la gestión”.

¿Estamos experimentando hoy una etapa de declive?

“El declive del urbanismo social no es producto de aquellas circunstancias, sino de decisiones políticas de las siguientes dos alcaldías. La de (Aníbal) Gaviria, ha realizado obras interesantes, como las UVA, pero decidió abandonar el lenguaje del urbanismo social – la palabra misma no se vuelve a mencionar – y afloja su esencia: los procesos articulados de planificación e implementación articulada, y también la modalidad los Proyectos Urbanos Integrales, los PUI. Los temas de vivienda, de educación y de regulación de barrios subnormales perdieron prioridad ante obras muy costosa, pero mucho menos prioritarias como el soterrado del río. Ha surgido además un urbanismo ramplón, urbanísticamente catastrófico y la negación total de los principios del urbanismo social: torres de vivienda monstruosos de 20 o más pisos en sectores populares como Manrique y Castilla, en total desarmonía con su contexto. Es un crimen contra aquellos barrios”.

Hace 20 años la ciudad apostó por inversiones en las comunas con mayores falencias; sin embargo, estas comunas siguen presentando graves problemas de violencia. ¿Qué falló?

“Es cierto que sigue habiendo serios problemas de violencia, y que hay que confrontarlos mejor, pero también es cierto que las inseguridades y violencias de hoy no son idénticas, o una simple continuidad, de las de hace dos décadas. Los actores no son los mismos, la violencia no tiene la misma intensidad, y la problemática es confrontada de manera diferente por las instituciones y por los ciudadanos. La tasa de homicidios sigue siendo demasiado alta – 20 veces mayor a la de cualquier ciudad Europea -, pero a su vez es 10 veces menor que hace dos décadas, lo mismo es cierto por otros indicadores de criminalidad. El principal motor de las violencias en Medellín nunca fueron las falencias sociales”.

“Vi una camiseta en Río que decía: Las favelas no son sinónimos de violencia, así como la riqueza no es sinónimo de honestidad. Lo que hay que hacer para avanzar hacia ciudades menos violentas y más equitativas es modernizar las instituciones, hacerlas más transparentes, inclusivas, respetuosas de los derechos y próximas con los ciudadanos”.

“De manera que las inversiones sociales no tienen garantizado un impacto directo y en corto plazo sobre las violencias y la inseguridad. Una década posterior a la inversión, una cancha, una biblioteca o un colegio pueden contribuir a mejorar las oportunidades de los jóvenes que lograron aprovecharse de dichas obras y programas, y puede contribuir a disminuir los riesgos de que los jóvenes entren en carreras delincuenciales. Hay algo de evidencia de lo que está pasando en Medellín: entre los integrantes de las pandillas de hoy hay menos menores de edad que antes”.

¿Son suficientes las grandes obras de infraestructura, movilidad y urbanismo para mejorar la calidad de vida de los habitantes?

“No son suficientes, pero una ciudad del tamaño de Medellín, con dos veces más habitantes que Barcelona, y tres veces más que Amsterdam, las necesita. Las bibliotecas públicas, escuelas públicas de calidad, escenarios deportivos modernizados, parques y plazuelas, centros culturales, el metro, los metrocables, el tranvía, el Metroplús, y también las UVA contribuyen a disminuir inequidades, a ampliar oportunidades, y a mejorar la calidad de vida para muchos habitantes de la ciudad. Contribuyen a garantizar una oferta más cercana y de mejor calidad de acceso a los derechos en educación, en cultura, en justicia, en seguridad”.

¿Cuál debe ser la ruta a seguir para reducir la brecha de desigualdad que aún persiste?

“Los recursos siempre son limitados. Hay que seguir priorizando obras para las poblaciones y barrios más necesitadas. En lo social, seguir priorizando lo educativo. La Universidad de Los Andes, en un estudio reciente, concluye que la educación está más segregada en Colombia hoy que en los Estados Unidos en la época de la segregación racial. Segregada, porque los ricos van a lo privado y los pobres a lo oficial, casi sin excepción. Desigual, porque los colegios oficiales tienen doble jornada, más de 40 alumnos por profesor. Medellín ya está muy posicionado en lo educativo. ¿Por qué no hacer de Medellín la primera ciudad colombiana que garantiza una verdadera jornada única a sus alumnos de la educación oficial? En vez descartar el urbanismo social, se deben retomar sus lecciones aprendidas y apuntar a un urbanismo social 2.0, como está proponiendo el urbanista Alejandro Echeverri.

En definitiva

El profesor y sociólogo de origen holandés, Gerard Martin, propone retomar las lecciones aprendidas por Medellín en las últimas dos décadas e implementar un nuevo urbanismo social en sus barrios.

 

Contexto de la Noticia

SINTESIS

¿CÓMO REDISEÑAR LAS CIUDADES?

Durante siete años Martin se desempeñó como director académico y director del Programa Colombia del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Georgetown, Washington D.C. También ha dirigido investigaciones en Bogotá y Medellín en procesos de transformación urbana y social. Recientemente se ha enfocado en abordar los desafíos de las políticas públicas en los territorios fronterizos y rurales durante el postconflicto. Desde el pasado lunes 23 y hasta hoy está en Medellín participando en un curso de urbanismo social en la Universidad Eafit, en el que la pregunta a debatir fue: ¿cómo diseñar ciudades equitativas?

 

 


Juan Diego Ortiz Jiménez / El Colombiano

Página Web - 2018/07/27

Fuente: http://www.elcolombiano.com/


Los constructores ahora pueden adoptar medidas tecnológicas para desarrollar sus proyectos.

 

En Bogotá hay 2.363 edificaciones diagnosticadas en riesgo estructural por el Instituto Distrital de Gestión del Riesgo y Cambio Climático (Idiger), lo cual representa un inminente peligro para la vida de cientos de familias y un problema para los constructores de los proyectos inmobiliarios que tarde o temprano deben responder.

De acuerdo con el informe del Idiger, estas fallas estructurales afectan todo tipo de inmuebles en más de 900 zonas de la ciudad debido a deficiencias en la construcción y mala calidad de los materiales. Hecho que difiere de lo que ocurre en ciudades como Medellín donde las autoridades locales han tenido que evacuar a varias familias de construcciones mal construidas y con materiales de pésima calidad.

En Colombia, el sector de la construcción tiene la clara necesidad de que se adopten medidas apoyadas en tecnología para que tanto los desarrolladores de proyectos como los constructores puedan proteger sus actividades mitigando los riesgos asociados al ejercicio de la construcción y que a su vez las familias que invierten en un inmueble cuenten con la tranquilidad de que su dinero está bien invertido.

Por estas razones, expertos de Multivista, empresa canadiense especializada en servicios de documentación visual de construcción y que anunció la apertura de su oficina en Colombia, explican los puntos clave que se deben tener en cuenta para desarrollar obras con calidad.

“El éxito de nuestra empresa en Estados Unidos ha llevado a que los entes estatales encargados de la construcción de hospitales en todo el país, exigen esta tecnología de manera obligatoria a los contratistas de sus proyectos como una manera de garantizar la transparencia y trazabilidad a la sociedad”, explicó José Fernando Cárdenas, gerente de Multivista.

Esta firma ha sido contratada en más de 230 millones de metros cuadrados para proyectos de construcción en todo el mundo, ganándose la confianza de las compañías líderes de la industria para mitigar el riesgo, generar eficiencias y crear un mayor nivel de visualización del proyecto a lo largo del ciclo de vida de un edificio.

 

Control de calidad

Entre los puntos destacados que se deben tener en cuenta para desarrollar obras con calidad, la firma indica que hay que realizar una verificación del ciento por ciento de los materiales que llegan a la obra y que estos concuerden con las especificaciones y cantidades requeridas en el proyecto.

De igual forma se debe consolidar un archivo fotográfico digital de los elementos instalados en la obra en cada etapa del proyecto. De esta manera, se logra evidenciar la trazabilidad y soporte de la ejecución de un proyecto desde la cimentación y estructura, involucrando las redes y acabados hasta el último detalle.

Esta práctica no solo permite tener un ágil y detallado control de calidad, sino que además otorga pruebas objetivas para adjudicar responsabilidades y evitar sobrecostos por reprocesos.

La firma canadiense también resalta que se debe hacer un control de calidad digital con comunicación interna entre miembros del proyecto para solucionar y evidenciar las no conformidades que pudieran llegar a ocasionar defectos de construcción, al igual que se debe haber un sistema de seguimiento y supervisión remoto en tiempo real para apoyar la toma de decisiones basado en evidencias.

“Esta buena práctica es fundamental para proyectos de gran complejidad y en los que está involucrado personal que tiene responsabilidades en diferentes frentes de obra o varios proyectos. Típicamente, la ausencia de estas herramientas contribuye a que se tomen decisiones apresuradas debido a la necesidad de cumplir con cronogramas de obra apretados”, enfatiza el gerente de Multivista.

La compañía ofrece una gama completa de servicios de documentación visual para la construcción en una plataforma web intuitiva basada en la nube con soporte local en más de 75 mercados internacionales.

Esta compañía especializada hace parte de Hexagon, proveedor y líder mundial de soluciones de tecnologías de la información que impulsa la productividad y la calidad en temas geoespacial e industrial.

 

 


REDACCIÓN / El Tiempo

Página Web - 2018/07/22

Fuente: http://www.eltiempo.com/


El megaproyecto que ya inició contempla varios usos y solución de vivienda para 280.000 personas.

El norte de Bogotá evolucionará en los próximos diez años. Desde la calle 183 hasta los límites con Chía, y entre la carrera 7.a y la avenida Boyacá (que se alargará hasta la calle 200) tomará forma Lagos de Torca: 1.800 hectáreas de barrios con parques, avenidas nuevas y extendidas, seis troncales, múltiples usos del suelo, una alameda de 15 kilómetros y hasta un parque metropolitano de 150 hectáreas (más grande que el Simón Bolívar).

Sin duda, este es uno de los planes más ambiciosos de Bogotá. Y de hecho, ya empieza a tejerse gracias a la vinculación del capital privado, que será el encargado de apalancar las obras con una inversión de 4 billones de pesos, bajo la planeación y los diseños de entidades como el IDU, el IDRD y la Empresa de Acueducto.

A la fecha, al Distrito los privados le han entregado alrededor de 100 hectáreas de tierra en la zona, por escritura pública. Esto representa aportes por cerca de un billón de pesos, consagrados a través de un fideicomiso, que apenas está funcionando desde enero y que sin embargo ha recogido el triple de lo que se recaudó entre los años 2000 y 2018.

¿Cómo así que le entregan tierra al Distrito? La Administración, a través de la Secretaría de Planeación, se ha ceñido a lo que dispone la Ley 388 de 1997 –sobre reparto equitativo de cargas y beneficios– para diseñar el proyecto. Así, los dueños de la tierra y potenciales desarrolladores deben aportar los terrenos y recursos para las vías locales (pequeñas e intermedias) y arteriales (grandes avenidas), lo mismo que para los parques locales y metropolitanos. Eso entre sus cargas. Una vez hagan tales aportes, tendrán el beneficio de acceder a las licencias de construcción que les permitirá edificar en altura y conseguir los beneficios económicos.

“Lo que se verá en Lagos de Torca serán edificios de vivienda de interés prioritario de seis pisos, y de interés social, de 12 pisos. Estos serán el 50 por ciento del total de 180.000 viviendas que se edificarán”, explica el titular de Planeación, Andrés Ortiz. “En estratos medios y medio altos, podrán pasar de 12 pisos”.

Unas 280.000 personas vivirán allí, lo que es alrededor del 65 por ciento de la población total que tiene una ciudad intermedia como Manizales. Esto quiere decir que Lagos de Torca será una ciudadela. Para lograr que sea sostenible, Planeación habla de múltiples usos del suelo, lo que se traduce en zonas de trabajo, empleo, estudio y esparcimiento.

“Una de las estrategias de movilidad es no solo construir infraestructura sino evitar que la gente se tenga que desplazar mucho”, concreta Ortiz.

“La tasa de crecimiento poblacional de Bogotá muestra que cada año son 100.000 habitantes más, y en la Sabana son 132.000 más; por eso hay que buscar un equilibrio entre la expansión urbana (como el señalado megaproyecto) y la renovación urbana al interior, para densificar, generando espacio público y transporte masivo”. Se estima que la culminación de este proceso se tome entre ocho y diez años.

 

 


Bogotá / El Tiempo

Página Web - 2018/07/22

Fuente: http://www.eltiempo.com/


Plataformas de clasificados en línea se convierten en la herramienta más útil para buscar vivienda.

 

El auge de las plataformas virtuales para la búsqueda de cualquier producto sigue creciendo entre los ciudadanos, aún más cuando se trata de los portales de clasificados en línea para la compra y arriendo de inmuebles en el país.

Una de las ventajas principales de estas herramientas es que la búsqueda puede realizarse desde cualquier lugar del mundo, sin ningún costo ni compromiso.

Según Andrés Buitrago, gerente para Colombia y centroamérica de OLX -portal de clasificados en línea-, los colombianos han publicado más de 7.000 inmuebles para venta o alquiler en esta plataforma. En promedio, la oferta de casas y apartamentos que se encuentran para la venta es de 154.970 viviendas mientras que 53.544 son para arriendo.

Pero, ¿cómo encontrar la vivienda ideal dentro de la oferta tan amplia que ofrecen las distintas plataformas? Para responder a esto, OLX le brinda algunas recomendaciones:

  1. Realice un listado de los aspectos que definitivamente debe tener su vivienda ideal. Divídalos entre los que son indispensables y los que pueden llegar a ser negociables. Por ejemplo, si tiene balcón, buena iluminación, distribución de espacios, ascensor, entre otros.

  2. Cuando realice la búsqueda en plataformas virtuales, revise los filtros que le ofrecen, con el fin de reducir las opciones y encontrar la que se adapte a sus necesidades e intereses. Entre los más comunes se encuentran la ubicación, rango de precio, número de habitaciones y baños, metros cuadrados, tipo de vivienda, entre otros.

  3. El material audiovisual relacionado con la vivienda es fundamental en la búsqueda. En caso de que alguna despierte su interés, solicite más fotografías de la misma o en caso de que sea posible, una videollamada en el lugar para conocerla en tiempo real.

  4. Por lo general, las viviendas que se encuentran en zonas geográficas cercanas entre sí tienen precios similares, sospeche de las publicaciones con precios más económicos que los del mercado. Lo más probable es que el inmueble esté deteriorado, tenga deudas sin saldar, o las características que se ofrecen sean diferentes.

  5. Realice una búsqueda ordenada por zonas. Comience por el barrio que usted quiere, pero no se preocupe si no encuentra su vivienda lugar allí, puede encontrar más ubicaciones que pueden cumplir sus expectativas y presupuesto.

  6. Si ve un lugar que no se ve inicialmente muy cuidado o atractivo, antes de descartarlo, revise si cumple sus requisitos básicos, y mire las opciones de mejora y remodelación.

 

En cualquier caso, siga estas recomendaciones y haga este tipo de búsquedas con calma y con antelación. Es muy importante que elija bien cómo será su próxima vivienda, de acuerdo a su presupuesto y a sus necesidades, para que la decisión sea ideal y no se arrepienta en un futuro.

 

 

 


Redacción Economía y Negocios / El Tiempo

Página Web - 2018/07/19

Fuente: http://www.eltiempo.com/


Creación de política para vivienda y planificación del territorio, retos según sector constructor.

 

Con la designación del economista guajiro Jonathan Malagón como ministro de Vivienda, confirmada este martes por el presidente electo, Iván Duque, los empresarios del sector, tras resaltar la preparación y las cualidades del nuevo funcionario, señalaron los aspectos más relevantes que tiene que abordar esta cartera.

En particular, Sandra Forero, presidenta de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), señaló que además de la necesidad de dar continuidad a los instrumentos de acceso a la vivienda formal, debido a que han tenido un impacto positivo en materia económica y social, el cargo que asume Malagón tiene dos desafíos grandes para enfrentar.

El primero, según la dirigente gremial, es convertir la política de vivienda en una política de Estado que incluya el arrendamiento social como un nuevo instrumento que promueve el acceso a la vivienda de los hogares.

Asimismo, el gremio sostuvo que un aspecto transversal en todo el país debe ser la vinculación del desarrollo de instrumentos para la construcción de ciudades de calidad, que consideren la planificación del territorio y la provisión de suelo urbanizable con servicios públicos, para consolidar el proceso de urbanización.

“Desde el gremio, además del apoyo institucional, el nuevo ministro cuenta con la disponibilidad de un robusto tejido empresarial para la ejecución de las nuevas iniciativas, tal y como lo establece nuestra visión”, recalcó la presidenta de Camacol.

Entre tanto, el gremio ratificó que continuará impulsando las acciones contenidas en el documento ‘Propuestas sectoriales 2018-2022’ para buscar esos objetivos, así como la promoción de proyectos de construcción y seguridad jurídica.

También, la creación del modelo único de articulación de subsidios de vivienda en el país, de tal forma que mediante una ley de la república se garantice su continuidad y ejecución permanente, así como su priorización y financiación, es otro de los aspectos por trabajar para el sector.

Y también Camacol insistirá en la definición de un nuevo marco legal para la financiación de vivienda, de acuerdo con las condiciones actuales del mercado, la gestión de riesgos del sistema financiero y el nuevo contexto macroeconómico del país. El propósito es adecuar las condiciones de ingresos requeridos, relación préstamo-garantía, plazos, entre otros elementos.

El ministro más joven del gabinete, hasta ahora

Jonathan Malagón es un economista de 33 años, oriundo de Riohacha, pero criado en Bogotá.

Empezó a cosechar, desde muy joven, distinciones y reconocimientos. Entre los más importantes figura el de haber sido mejor estudiante en los Premios Portafolio (2006), mejor ejecutivo del año en Colombia (2013) y uno de los 10 economistas del futuro en América Latina (2015).

También es administrador del London School of Economics de Inglaterra, con un máster en Gerencia de la Política Económica de Columbia University y una maestría en Finanzas Corporativas de la Universidad de Barcelona, entre otros. Hasta el momento ejercía como vicepresidente técnico de Asobancaria.

 

 


Economía y Negocios / El Tiempo

Página Web - 2018/07/17

Fuente: http://www.eltiempo.com/