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Unas son de cal y otras de arena. Para los maestros de obra en Carabobo la situación en el sector es positiva, mientras que la cámara de la construcción cree que todo está a medias.


Jean Carlo Troffa, dueño de una firma constructora, dice que este año la demanda creció entre 40% y 50%. En 2013 ejecutó dos obras y este año lleva 3 y todas con más de 6 pisos de altura. La empresa tiene 16 trabajadores entre albañiles, electricistas y obreros que han laborado todo el año.

 

Richard Terán, maestro de obra, dijo que hace un año el precio de construcción por metro cuadrado, se ubicó en bs. 1.300. A la fecha se cobra bs. 1.600, casi 18% más, pero ello no ha incidido en la demanda.

 

En la zona industrial de castillito se construye un centro empresarial. Allí, Yoegli Arquinzones, ayudante de albañilería, labora con un sueldo de bs 1.100 semanal más bs. 2.400 de bono alimenticio. Mario ruello trabaja por contrato y gana bs. 2.200 por semana trabajada, sin bonificaciones contractuales. Para ambos, la situación en el sector es positiva.

 

No obstante, Gerardo Toro Parrilli, presidente de la cámara de la construcción de Carabobo declaró, hace tres semanas, que las edificaciones comerciales se encuentran a medias. “la mayoría de proyectos por entregar se iniciaron en 2013”, aseguró.

 

 


Lázaro Yáñez / Últimas Noticias

Impreso Digital – 2014/10/15

Fuente: http://www.ultimasnoticias.com.ve


Desde hace más de ocho años, los habitantes de La Charneca, en San Agustín del Sur, municipio Libertador (DC), esperan la ayuda del Gobierno y del Ministerio de Transporte Terrestre y Obras Públicas, pues los deslizamientos de tierra amenazan con dejarlos incomunicados con la calle principal.

 

“Necesitamos que construyan una pantalla atirantada con desagüe. Estamos en peligro, las lluvias son cada vez más fuertes. Hay muchas filtraciones por las aguas servidas del sector, pues ni el Gobierno local ni nacional le han hecho mantenimiento respectivo a las alcantarillas y tuberías. Desde 2006, la situación empeora año tras año, el terreno cede poco a poco”, explicó Jolimar Márquez, CI 12.749.448, vecina y vocera de las más de 700 personas que viven en el sector.

 

El último deslizamiento fuerte ocurrió hace dos semanas. El suelo se sigue socavando y la acera principal está “casi en el aire”.

 

Márquez, una de las residentes más afectadas, aseguró que en varias oportunidades los cuatro consejos comunales de la zona se han dirigido a organismos del Estado a solicitar ayuda y no han recibido respuesta.

 

“Llevaron diversas comunicaciones al anterior Ministerio de Infraestructura, Gobierno del Distrito Capital, Vicepresidencia de la República, entre otros, planteando la situación y han presentado proyectos para hacer las obras pertinentes, pero solo les reciben los papeles”, dijo.

 

Asimismo, afirmó que la Alcaldía de Libertador conoce del caso, pues hace un año, durante una entrega de donativos, el consejo comunal Unimare les hizo llegar un comunicado a las autoridades municipales, estas quedaron en volver y aún las están esperando.

 

Además, la situación pone en riesgo a los chamos que asisten a colegio Juan Landaeta. “La acera es peligrosa, por ahí pasan muchos niños y adultos mayores”. Tlfs.: (0414) 280.5895/(0424) 169.1952.

 

 

 


Arnoldo Arcaya / Últimas Noticias

Impreso Digital – 2014/10/15

Fuente: http://www.ultimasnoticias.com.ve


Junta interventora tardó 2 años en protocolizar 265 apartamentos que tienen 3 tipos de tuberías sin anclaje en una columna y filtraciones

 

A finales de octubre de 2010 el presidente Hugo Chávez ordenó la expropiación de seis desarrollos urbanísticos y la ocupación temporal de otros ocho en defensa de las familias que denunciaron la paralización de las obras, cobros ilegales de ajustes por inflación e incumplimiento de contratos por parte de las inmobiliarias.

 

“El Estado les garantiza sus apartamentos a las familias que han adquirido viviendas en los seis conjuntos residenciales expropiados y los ocho con medidas de ocupación temporal (…) el Estado asumirá la conclusión de los proyectos, y los recursos para ello provendrán, en parte, de la banca pública y privada”, dijo unos días después el ministro de Vivienda y Hábitat, Ricardo Molina.

 

Sin embargo, cuatro años después las obras no han sido concluidas y los propietarios califican de negativa la intervención porque retrasó aun más la entrega de las viviendas.

 

“La junta interventora hace caso omiso a quienes supuestamente quieren proteger”, señaló Raniero Tassoni, coordinador del Frente Unido con Propiedad, una asociación civil en la que se organizaron los vecinos de La Encantada para resolver los problemas de su comunidad.

 

Raniero indicó que 75% de las variables urbanas del conjunto está por terminar. Faltan drenajes, torrentes, iluminación, vialidad, urbanismo y áreas verdes. A las obras, dependiendo de la urbanización, les faltan entre 75% y 30% por construir. La razón del retraso dicen es el cambio de junta interventora, falta de materiales y de recursos. Les trasladan la culpa al banco, la constructora, la urbanizadora y la junta.

 

Retrasos. María Da Roche, residente de la torre Uruyen Sur del Conjunto Auyantepuy, señaló que en 2008 comenzó a pagar la inicial fraccionada de su apartamento que le entregarían en 2010, pero fue tres años después cuando firmó. “Comencé a remodelar el apartamento antes de la protocolización. Estaba a punto de dar a luz y necesitaba mudarme lo más pronto posible. Como yo, muchos han hecho lo mismo”, expresó.

 

Reconoció que el edificio no debería contar con la habitabilidad, debido a las fallas de ingeniería y a los vicios ocultos de los apartamentos. “En una sola columna de la vivienda ubicaron las tuberías de aguas blancas, negras, y electricidad, y no están ancladas. Las paredes de la cocina tienen filtraciones. De los cuatro sótanos de estacionamiento, funciona uno. No hay caminerías, áreas verdes ni zonas de recreación para los niños.

Abundan los desechos de la construcción, vigas rotas y restos de materiales”.

 

Indicó que la junta interventora tardó 2 años en protocolizar 265 apartamentos. Los propietarios desesperados reciben los apartamentos sin puertas en las habitaciones ni vidrios en las ventanas y sin cilindro en la puerta principal, para ellos resolver las faltas.

 

Arturo López, otro residente de La Encantada, contó que están a la espera de la respuesta del Tribunal Supremo de Justicia sobre la demanda de nulidad de la resolución del ministerio de Vivienda y Hábitat que establece que los inmuebles de los urbanismos intervenidos o expropiados solo podrán ser vendidos a la Inmobiliaria Nacional S. A. durante los primeros cinco años desde la fecha de la protocolización del documento de venta.

 

El Dato

 

El precio de un apartamento en el Conjunto Auyantepuy fue 351.500 bolívares en 2008. Instalarle una cocina empotrada, dos clósets, la reja de la puerta principal y las de las ventanas requiere de una inversión de 700.000 bolívares aproximadamente en 2014. “Aunque el gobierno dice que hay que agradecerle que el inmueble se haya comprado a precio de 6 años atrás, el retraso en la entrega ha generado que la inflación encarezca su equipamiento y remodelación”, dijo Maria da Roche.

 

 

 


El Nacional

Página Web – 2014/10/15

Fuente: http://www.el-nacional.com


Veinte familias levantaron casas ilegalmente en la urbanización


Desde hace cinco años las invasiones de terrenos se han convertido en la pesadilla de los habitantes del conjunto residencial Valle Alto, en esta ciudad.


Residentes refirieron que la toma forzosa de tierras empezó en 2009 y a la fecha ya son 20 las familias que han levantado casas ilegalmente en el sector.


“Al principio eran solo unos cuantos, pero desde 2012 un montón de gente quiere construir en nuestras tierras”, dijo la vocera comunal Ilda Torres.


Agregó que llegó a conocimiento suyo que, en diciembre, 19 familias más se sumarán a la invasión. “Nos ha llegado información de que venden parcelas a gente de Retamal”, indicó.


Subrayó que la comunidad ha puesto la queja ante la Alcaldía de Guaicaipuro en varias ocasiones, pero no les han dado respuesta. “Una vez vino Poliguaicaipuro para verificar la denuncia. Tomaron unas fotos y nunca más se aparecieron por acá”, detalló.


Añadió que hace un año le solicitaron al Ministerio de Vivienda que emprenda un proyecto habitacional, pero tampoco les han contestado. “Nuestra idea es que edifiquen casas que se vendan a precios solidarios”, precisó.


Eugenio Álvarez, residente, destacó que han perdido la tranquilidad. “A cada rato se escuchan disparos y los fines de semana no nos dejan dormir, porque esa gente arma unas rumbas hasta bien avanzada la madrugada”, detalló.


Gustavo Hernández, lugareño, añadió que han intentando negociar con los sintecho. “Pero ellos se rehusan a abandonar nuestras propiedades y el problema se escapa de nuestras manos”, precisó.


Acuerdos. La presidenta de la Comisión de Ordenamiento Territorial de Guaicaipuro, María Lorca, informó que tratarán de hablar con los invasores. “Haremos un estudio socioeconómico y les propondremos hacer gestiones para que los incluyan en la Gran Misión Vivienda”, afirmó.


ÚN intentó hablar con el presidente del Instituto Municipal de Vivienda, Leoner Azuaje. El departamento de prensa quedó en enviar la respuesta por escrito, pero no llegó antes del cierre de la edición.

 

 



CLAUDIO VARGAS / Últimas Noticias

Página Web – 2014/10/15

Fuente: http://www.ultimasnoticias.com.ve


Apartamentos recién estrenados tienen filtraciones en paredes y tuberías tapadas. Construcciones con un año de antigüedad no cuentan con bajante de basura

 

Al entrar al conjunto Valle Nuevo FNC de la Gran Misión Vivienda, en el Valle, pareciera que la comunidad tiene al menos 20 años viviendo allí por el estado de deterioro del lugar. Sin embargo, hace menos de 365 días les adjudicaron los apartamentos.

 

La mayoría de sus residentes provienen de refugios y, a pesar de lo inconclusa de la obra, agradecen el techo bajo el que duermen. No obstante, la vida allí no es fácil. “Tengo que caminar dos cuadras con las bolsas de basura en la mano para echarlas en el contenedor más cercano, porque no podemos utilizar el bajante”, contó Leonor Perdomo, residente de la Torre 3.

 

Ella tiene un año viviendo en el conjunto. Sube las escaleras a diario con las compras del mercado porque nunca han funcionado los ascensores. La entrada al lugar en el cual deberían estar los elevadores tiene un pedazo de reja atravesado para evitar que los niños caigan en el hueco.

 

No tienen gas directo ni teléfono fijo porque la constructora contratada no dejó las tuberías. No pagan servicio de luz y agua porque no les han instalado los medidores. Perdomo justifica las omisiones en las instalaciones del edificio porque les adjudicaron las viviendas antes de finalizada la obra, pues hubo varios intentos de invasión. “Era eso o nada. Yo tenia tres años viviendo en el refugio de la Guardia Nacional Bolivariana de El Paraíso, donde nos trataban muy bien, pero ya la situación era insostenible”.

 

Sin embargo, Perdomo está agradecida. Dijo que por lo menos llegó Fundarte y las niñas reciben clases de danza en las tardes.

 

Otro habitante del complejo, que pidió no ser identificado, señaló: “Desde la autocrítica y en el marco de las 3 R: revisión, reimpulso y rectificación, pregunto adónde fueron a parar los recursos asignados para ejecutar el proyecto original de este complejo. Los entes competentes no se responsabilizan de los resultados. No se construyó con eficiencia, no se cuido la calidad ni se respetó el plan original”.

 

Luis Felipe Soto, residente de la Torre 1, dijo: “Aquí faltó la cancha deportiva, el parque infantil, las áreas verdes y el Simoncito”.

 

El complejo habitacional tiene 3 torres con 84 apartamentos habitados. Falta un edificio por terminar por la escasez de materiales.

 

En la torre en construcción hay agua estancada, desechos, moho y abunda la plaga. En la comunidad se han presentado casos de dengue y chikungunya, de acuerdo con vecinos. En la Torre 3 le pagan a una vecina para que limpie pasillos y escaleras.

 

“Cada edificio lo levantó una constructora diferente y no hay quien dé la cara”, indicó un residente de la Torre 1. Sin embargo, voceros vecinales de las tres torres manifestaron que están agrupados en consejos comunales para solucionar los problemas.

 

Filtraciones y humedad. En la vía entre Santa Mónica y Cumbres de Curumo inauguraron en febrero de este año el Urbanismo Nelson Mandela. Son 6 torres, de las cuales han entregado 3 con 210 apartamentos. Las viviendas recién estrenadas presentan problemas en las tuberías de aguas blancas, filtraciones y humedad en las paredes. Además, la placa del estacionamiento de la Torre C se está hundiendo.

 

“Después de bañarme tengo que salir a secar el pasillo porque se fuga el agua de la ducha por la pared. Del otro lado está llena de moho por la humedad. Le avisé al ingeniero y me dijo que la tubería de la ducha está rota, pero no la ha reparado”, dijo Dayana Garcés.

 

Los vecinos se han organizado en comités multifamiliares de gestión y alertan sobre las fallas en la obra. En la puerta de las escaleras de la Torre C pegaron un aviso en el que se lee: “En reunión sostenida con ingenieros de la Oficina Presidencial de Proyectos Especiales se acordó que se realizaría inspección a aquellos apartamentos que presentaron falla de acabado (…)”. Solicitarán informe al propietario para que el comité multifamiliar de gestión lo certifique y se haga la reparación.

 

Los problemas persisten

 

“El desagüe de la cocina está tapado. Por allí no ha bajado el agua nunca. Todo el piso del apartamento es de cemento y cuando lo lavo me toca escurrir el agua en el baño. Viví en el refugio de Parque Central tres años y dos meses. Allí pase mucha necesidad, ahora mi vida y la de mis hijos cambió radicalmente”.

 

Jennifer González, ama de casa.

 

"No puedo lavar porque se devuelve el agua con jabón por el centro del piso de la cocina cuando escurre la ropa. Si no estoy pendiente se me inunda el apartamento y me toca dejar la espalda sacando el agua. Son varios apartamentos con ese problema. Le avisé al ingeniero y vinieron a revisar, pero todavía no me han solucionado el problema”.

 

Maritza Riva, ama de casa.

 

 

 


El Nacional

Página Web – 2014/10/14

Fuente: http://www.el-nacional.com