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Han entregado 81.296 de las casas de las 400.000 prometidas para 2014. La escasez de cemento y cabillas junto con la falta de tierras urbanizadas y de recursos, han desacelerado el ritmo de ejecución de las obras. Afirman que la gerencia e ingeniería son deficientes lo que se refleja en la precariedad de las obra

 

El programa habitacional del Estado, Gran Misión Vivienda Venezuela, tiene como meta este año entregar 400.000 viviendas. Según cifras del Ministerio de Vivienda y Hábitat, en lo que va de 2014 han adjudicado 81.296. Para alcanzar el objetivo que se han propuesto, este año el gobierno debería construir y entregar 318.704 unidades en 75 días, lo que significa que hasta la fecha solo ha cumplido 20,4% de lo prometido.

 

El jueves 9 de octubre el presidente Nicolás Maduro anunció la asignación de la vivienda número 100.000, sin embargo, ese inmueble se suma en las cuentas del poder popular y no corresponde a la meta trazada por el Ejecutivo. "Se calcula concluir la número 125.000 construida por el poder popular, antes de que finalice 2014", dijo Ricardo Molina, ministro de Vivienda y Hábitat, en el acto de entrega de la vivienda 100.000. No obstante, hasta ahora no ha aclarado si el Ejecutivo podrá concretar la otra meta, la de 400.000 unidades antes de finalizar el año.

 

La Gran Misión Vivienda, lanzada en abril de 2011, no ha podido resolver el déficit. Para ese año consideraba que hacían falta 2,7 millones de unidades. Sin embargo, entre 2011 y lo que va de 2014 han entregado 628.464 viviendas, según cifras oficiales. Faltarían más de 2 millones y habría que agregar el incremento de la demanda registrado en 3 años.

 

El ritmo de ejecución de las obras ha descendido considerablemente con respecto al año pasado. En el primer trimestre de 2014, el gobierno entregó 8.127 viviendas, es decir, 15.570 menos que las adjudicadas en el mismo período de 2013.

El objetivo final de la misión es la construcción de 3 millones de unidades para 2019, pero el ímpetu que mostró el programa durante 2011 y 2012 no se repitió en 2013 y tampoco en lo que va de año, aseguró Aquiles Martini, presidente de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela.

 

Obstáculos. El representante del sector inmobiliario indicó que la caída en los resultados del programa quedó reflejada en el incumplimiento de la meta del año pasado: de las 380.000 prometidas entregaron 201.075 unidades. Martini Pietri añadió que dos tercios de estas viviendas no eran nuevas. Fueron unidades remozadas, es decir sustitución de rancho por casa.

 

Entre los obstáculos que han retrasado el avance del programa de viviendas figura la falta de tierras urbanizadas. Terrenos que tengan servicios, salud, puestos de trabajo, escuelas, vías de acceso y transporte. "Ya tomaron los estacionamientos e insertaron conjuntos habitacionales en los espacios residenciales libres", señaló.

 

A esto se suma la falta de insumo, principalmente de cemento y cabilla. La caída de la producción de Sidor ha generado un descenso en el suministro de estructuras metálicas, perfiles, mallas y alambrón, entre otros materiales, refirió Martini.

 

Nacionales, fuera. La gerencia, ingeniería y los materiales de la Gran Misión Vivienda Venezuela son deficientes, aseguró David Morán, ingeniero y profesor universitario de Planificación Estratégica. Dijo que el proyecto social dejó por fuera a las empresas privadas venezolanas de la construcción y a sus profesionales con lo que perdieron su experiencia, contactos, control de calidad y conocimientos.

 

Expresó que las empresas extranjeras desconocen las normativas legales de construcción y laborales del país; no tienen contactos, no saben quiénes son los proveedores o cuál es la mano de obra calificada para cada tarea.

 

El ingeniero enumeró las consecuencias: un ritmo constructivo deficiente y obras precarias; no es óptima la calidad de las instalaciones mecánicas, sanitaria y eléctrica; y carecen de estructura contra incendio, ventilación adecuada, estacionamiento, tendederos, áreas verdes u ascensores. Sin embargo, les otorgaron la habitabilidad.

 

Las edificaciones, sostuvo, se han levantado en terrenos de alta densidad poblacional lo que viola los programas de desarrollo urbano. Además, han generado problemas de tránsito, servicios, seguridad y convivencia por la sobrepoblación en las zonas.

"El gobierno con su política habitacional ha ocasionado la perdida de la capacidad de construcción. Cada obra era una industria.

 

Creaba empleos directos y miles más indirectos de relativa baja calificación. Los empresarios del sector perdieron el ánimo, muchos se fueron del país y lamentan que hayan puesto en manos extranjeras los desarrollos habitacionales que requiere el país", dijo Morán.

 

Bases instaladas

 

Recientemente el presidente Nicolás Maduro instó a acelerar el paso en la construcción de las bases de misiones socialistas en los urbanismos de la Gran Misión Vivienda Venezuela.

 

Contemplan siete dimensiones de trabajo: la estética, la productiva, cultural-educativa, salud, organizativa, juvenil, y convivencia pacífica y solidaria.

 

Ya fueron instaladas 1.500 bases con el fin de atender a más de 3 millones de personas, lo que equivale aproximadamente a 800.000 familias.

 

Las bases de misiones se suman a las primeras 1.500 instaladas en sectores priorizados del país para prestar asistencia, según el gobierno, a las familias en pobreza extrema y garantizarles el servicio de salud, alimentación, atención social y educación.

 

 

 


El Nacional

Página Web – 2014/10/13

Fuente: http://www.el-nacional.com


Residentes piden reubicación en viviendas de Caracas y no en refugios

 

En marzo de 2014, cuando todos los intentos por mantener los terrenos estables fallaron, se ordenó el desalojo total de las 300 familias que quedaban en las terrazas 10, 11 y 12 del complejo urbanístico El Morro (Petare). Siete meses han pasado desde entonces y allí se mantienen 246 familias en edificios a medio demoler, sorteando el traqueteo de los suelos, la fetidez de cloacas estancadas, y la angustia que produce la lluvia.

 

"La opción es desalojo pero el proceso ha sido muy lento. ¿Qué más vamos a esperar, que se nos vengan los edificios encima?", cuestiona una vecina de la terraza 12. Allí las aguas residuales se han acumulado en los estacionamientos, lo cual se ha traducido en la inutilización de áreas comunes así como la aparición de 40 casos sospechosos de Chikungunya y enfermedades respiratorias.

 

El urbanismo fue levantado por ocho empresas contratistas de la Fundación Misión Hábitat (ente adscrito al Ministerio para Vivienda y Ecosocialismo), y los apartamentos se adjudicaron en el marco de la Gran Misión Vivienda a familias damnificadas y a la comunidad. Los terrenos en El Morro son geológicamente inestables y, con la llegada de los edificios, se adicionaron fallas en los drenajes y torrenteras, y se provocó la fractura de un tubo matriz de 24 pulgadas que en dos oportunidades ha colapsado la vía de Paulo VI.

 

La terraza 11 fue la primera en presentar problemas apenas cuatro meses después de la mudanza ocurrida en abril 2012. Ya para septiembre de 2013 se desplomó una pared en la planta baja del edificio 2 y se ordenó la salida a refugios de las 20 familias que lo habitaban; en noviembre del mismo año se pidió el desalojo de las torres 3 y 4.

 

Paralelamente habían empezado a resquebrajarse las estructuras en las terrazas 12 y 10 y en esta última uno de los edificios, conocido como "Titanic, se hundió sin ser ocupado.

 

Aunque la Fundación colocó 54 pilotes y una viga en la terraza 11, no se pudo paralizar el movimiento de tierras, lo cual obligó a decretar el desalojo definitivo de los 17 edificios de las tres terrazas. Los apartamentos desocupados fueron demolidos para evitar invasiones.

 

"Somos revolucionarios y exigimos nuestros derechos. Que el ministro Ricardo Molina venga a darnos la cara", agrega la vocera tras explicar que las alternativas ofrecidas hasta ahora son en Caucagua y Valles del Tuy. Se oponen porque sus empleos y escuelas están en Caracas, y también se niegan a ir a refugios.

 

 


ANYIMAR COVA LUGO / El Universal

Página Web – 2014/10/13

Fuente: http://www.eluniversal.com


Las fuertes lluvias de los últimos días causaron el desplome de parte de la acera que usan para salir de la zona

 

Treinta y nueve familias del sector Cogollal-Los Mangos, en Las Clavellinas, Guarenas, están a punto de quedar incomunicadas, pues la caminería principal del sector perdió 100 metros.


Las fuertes lluvias de los últimos días causaron el desplome de parte de la acera que usan para salir de la zona.


Milagros Hidalgo, vocera del consejo comunal, señaló que el pasado 27 agosto, luego del torrencial aguacero, se cayó un talud y causó el desplome de un ranchito de madera. Esa familia quedó en un refugio solidario en casa de vecinos.


A los pocos días, escucharon un fuerte ruido como el de una explosión y, cuando fueron a ver, la caminería estaba fracturada y socavada.


Las bases de tres viviendas que están al frente también perdieron el soporte. A una se le fracturó la fachada hace dos semanas. En ellas viven 10 familias que temen quedar a la intemperie. Los propietarios, para evitar que se siga humedeciendo, la forraron con un plástico.


Yoli Ramos, otra vocera comunal, informó que Protección Civil Plaza inspeccionó e hizo un informe fotográfico que entregaron ante la dirección de Ingeniería Municipal.


Recibieron la visita de técnicos de esta dependencia, quienes hicieron un informe general y recomendaron la reestructuración de toda la acera.


Al principio pensaron que el derrumbe se produjo por el colapso de las redes de tuberías de aguas blancas o servidas, pero el estudio de expertos determinó que fue consecuencia de la fuerza del aguacero.


La dirección de prensa de la Alcaldía de Plaza informó que el alcalde Rodolfo Sanz fue quien ordenó el levantamiento técnico. Ahora pidió un presupuesto para el arreglo. Del monto dependerá que lo aborden en el corto plazo.

 

 

 


MIRIAM BLANCO / Últimas Noticias

Página Web – 2014/10/13

Fuente: http://www.ultimasnoticias.com.ve


Ocho familias pueden quedarse sin techo de un momento a otro


En zozobra pasan sus días ocho familias de la calle Fermín Toro, sector Golillas de La Matica, ya que sus casas están al borde del desplome desde hace 11 meses.


El 6 noviembre del año pasado, Protección Civil declaró el área en alto riesgo, luego de que se cayera una vivienda en horas de la madrugada.


El desplome dejó a ocho casas guindando sin ser mango, porque están muy cerca del despeñadero.


La causa de esta situación es un bote de aguas negras a la que se suman las fuertes lluvias, que han saturado el terreno circundante.


Incumplidos. Los afectados refirieron que, hace siete meses, la Corporación de Desarrollo de la Cuenca del Río Tuy Francisco de Miranda (Corpomiranda) se comprometió a solucionar este problema.


“Ingenieros, geólogos y topógrafos se han apersonado unas siete veces, pero nunca nos dan esperanzas de que ejecutarán el proyecto”, subrayó Arnaldo Martínez, residente.


Eduardo Mendoza, habitante, advirtió que si de aquí a diciembre no ven un cambio, optarán por la protesta pública. “Nuestra situación es sumamente grave, ya que en cualquier momento se nos puede venir el techo encima”, dijo.


María Ramírez señaló que ya no saben de qué manera llamar la atención de los organismos locales.


“Hemos ido a todas partes denunciando este asunto, pero nada”, acotó la vecina.


Análisis. El coordinador de Corpomiranda en Altos Mirandinos, Oswaldo Rojas, aseguró que está semana revisarán los resultados geológicos, para posteriormente presupuestar el costo del proyecto.


Adelantó el funcionario que estos trabajos de envergadura los realizará la corporación junto con el ayuntamiento guaicaipureño.

 


 


CLAUDIO VARGAS - NOTIPREM / Últimas Noticias

Página Web – 2014/10/13

Fuente: http://www.ultimasnoticias.com.ve


Unidades se negocian entre Bs 300 mil y Bs 600 mil


Ochenta casos de venta de apartamentos ha detectado en la entidad el Movimiento de Mujeres José María España, grupo que apoya a 150 familias damnificadas en la búsqueda de techos propios.


Jaqueline Zúñiga, vocera del movimiento, aseveró que “los inmuebles son vendidos entre Bs 300 mil y Bs 600 mil. Siempre aconsejamos a la gente no comprarlos, pero muchos, por la gran necesidad que tienen, acceden a hacer los negocios”.


Destacó que conoce de un caso reciente en el urbanismo Oppp29 de la parroquia Macuto, donde una familia varguense, que se encontraba hacinada en otro apartamento perteneciente a un familiar en el mismo edificio, pactó la compra con un hombre que había sido reubicado allí.


Debilidad. Para Zúñiga, quien ha hecho un seguimiento amplio, junto con otras voceras del movimiento, al proceso de adjudicaciones en la entidad, el mecanismo para otorgar el beneficio “es muy ingenuo y fácil de vulnerar”.


Asegura que en las oficinas de Min-Vivienda, ubicadas en Playa Grande, “a quienes acuden a presentar sus documentos les exigen ir acompañados por un representante comunal de sus sectores. Pues, a quienes fungen como voceros para atestiguar la necesidad de viviendas no les piden ni un papel. Cualquiera puede hacerse pasar como vocero”, criticó.


Leidis González, una joven ubicada en las residencias Oppp30 de Caraballeda, asegura vivir arrimada y hacinada con sus suegros.


“Cumplo con todos los requisitos para obtener un beneficio porque soy damnificada. He presentado todos los documentos exigidos, pero aún no me toman en cuenta. No hace mucho trataron de venderme un apartamento en Bs 300 mil”.


Elixa Brazón, miembro del movimiento, también padece una situación de hacinamiento en un urbanismo de Tanaguarena (Carablleda), ya que dos familias habitan el mismo inmueble y sobrepasan las 10 personas. “Tuvimos que dividir la sala y en un cuarto la gente se acomoda como puede para dormir”, contó.

 

 



FRANK HERNÁNDEZ - SERVINECO / Últimas Noticias

Página Web – 2014/10/13

Fuente: http://www.ultimasnoticias.com.ve