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El Presidente, junto con su esposa Angélica Rivera de Peña, participó en el armado de despensas para los afectados por el sismo en Oaxaca y Chiapas; el Centro de Acopio del DIF Nacional reunió 2 mil toneladas de víveres

El presidente Enrique Peña Nieto visitó el Centro de Acopio del DIF Nacional instalado en Campo Marte, a un costado del Auditorio Nacional, donde constató la ayuda que han hecho llegar miles familias de todo el país en respaldo a los damnificados de Chiapas y Oaxaca por el sismo del pasado 7 de septiembre.

"Yo les quiero agradecer a todos y a todas, este esfuerzo colectivo, no es el trabajo solamente del Gobierno, el Gobierno ha correspondido y por supuesto lo seguirá haciendo, darle cauce, orientación, orden y precisamente, dirección al trabajo que estamos realizando para apoyar a las familias damnificadas, pero este es un esfuerzo colectivo, es un esfuerzo de toda la sociedad”, destacó.

El mandatario fue recibido por su esposa Angélica Rivera, presidenta del Consejo Ciudadano de esta institución y responsable de coordinar el envío del apoyo en especie.  

"Hemos trabajado todos juntos y gracias a esta generosidad hemos podido reunir más de 2 mil toneladas de alimentos: ropa, zapatos, cobijas, artículos de limpieza y muchos otros artículos básicos que la gente lo necesita”, informó Rivera de Peña.

La pareja presidencial participó directamente en la cadena de armado de despensas que contienen productos de primera necesidad, como arroz, frijol, sopa, aceite, atún, sardinas, azúcar, entre otros y artículos de limpieza aun necesarios a 11 días de la tragedia.

"Estamos evitando en todo lo posible la intermediación, incluso de autoridades muy locales, porque no queremos que se pretenda lucrar o discriminar el tipo de apoyo que va a la población, sino que realmente llegue todo el apoyo a las personas afectadas”, dijo el mandatario.

El jefe del Ejecutivo refirió que, aunque al inicio se contabilizó hasta 2 millones de personas con afectaciones tras el sismo de 8.2 grados, la cifra se redujo a 300 mil que tuvieron daños mayores en sus viviendas, en algunos casos declaradas pérdida total. Para la atención en las tareas de apoyo, censo y reconstrucción, refirió se encuentran desplazados 24 mil servidores públicos, la mayoría de ellos elementos de las fuerzas armadas.

En presencia de las decenas de voluntarios del DIF y servidores públicos que participan en estas tareas de acopio, Peña Nieto apiló las cajas con las despensas y a un par de ellas les escribió el mensaje: “Con toda nuestra solidaridad y amor” acompañado de su firma.Instantes después, dio el banderazo de salida a cuatro camiones que llevaran la ayuda a Chiapas y Oaxaca.

 

 


Enrique Sánchez / Excélsior

Página Web - 2017/09/19

Fuente: http://www.excelsior.com.mx/


El temblor del 7 de septiembre revivió los problemas que arrastraba la construcción desde hace tres años, lo que la Secretaría de Protección Civil había advertido a la delegación Cuauhtémoc

 

Desde 2014 la Secretaría de Protección Civil de la Ciudad de México recomendó a la delegación Cuauhtémoc que tomara acciones para reforzar el edificio Centauro ante su evidente riesgo alto.

Tras el sismo del 30 de marzo de 2014, la delegación tuvo en sus manos el dictamen sobre el estado físico del edificio de 14 pisos elaborado por el Instituto para la Seguridad de las Construcciones, que determinó que era necesario reforzar el Centauro para evitar que los daños se acrecentaran.

La propuesta era cubrir el edificio con un reforzamiento de acero y concreto de al menos 10 centímetros de grosor.

“Podemos determinar que el edificio no cumple con los requisitos de seguridad y servicio señalados en el reglamento de construcciones y normas complementarias (...) durante un evento sísmico futuro de gran intensidad se pueden presentar agrietamientos importantes y, en su caso, fallas locales”, señala el dictamen elaborado por el Instituto para la Seguridad de las Construcciones y firmado por su titular, Renato Berrón.

El documento en poder de Excélsior detalla que el Centauro no tiene “la resistencia requerida”, que incumple el “estado límite de servicio y con riesgo de superar los estados límites de falla”, en sus muros divisorios interiores y fachadas.

El estudio concluye que se debe elaborar un proyecto para reforzar la estructura y desligar las escaleras del edificio, mientras que en los muros divisores interiores se deberían construir trabes en los puntos de agrietamiento, reforzar el muro con maya y un rellenado de concreto de tres centímetros de grosor.

El “encamisamiento” del edificio era la propuesta más importante que debía realizarse y consistía en construir en todo el edificio una estructura de varilla metálica y la aplicación de un revestimiento de concreto de 10 centímetros, para devolverle estabilidad a todos los muros de carga.

El procedimiento era similar al que se ejecutó en los edificios de Tlatelolco tras los sismos de 1985. Sin embargo, el proyecto no se ejecutó.

El entonces jefe delegacional, Alejandro Fernández, visitó en varias ocasiones a los vecinos para plantearles la posibilidad de reforzar el edificio, pero no les presentó el dictamen elaborado por el instituto ni se planteó la posibilidad de reforzar los 14 pisos del inmueble.
resurgen daños

Tras el sismo del pasado 7 de septiembre, Excélsior platicó con varios vecinos de los pisos superiores del edificio, quienes consideraron que no se necesitaba reforzar el inmueble, pese al evidente  desprendimiento de aplanado que exponía fracturas en los muros, al desmoronamiento de secciones de escaleras, los barandales salidos de sus bases y al desplome evidente con mayor amplitud en los pisos superiores.

Algunos vecinos expusieron que hubo desprendimientos de losa dentro de los propios departamentos,  y se registró la caída de mampostería y de las cenefas de áreas de lavado.

Pese al contenido del dictamen elaborado en 2014 y al evidente estado del inmueble, de acuerdo con Cynthia Murrieta, directora de Protección Civil de la  Delegación Cuauhtémoc, los inquilinos no consideran necesario el reforzamiento.

“Están peor que hace años y los inquilinos piensan que con una remodelada queda listo, pero no es así”, destacó Murrieta.

Actualmente se elabora un nuevo dictamen al Centauro por parte del instituto, con el fin de conocer a qué grado han avanzado los desperfectos, sobre todo tras el sismo del pasado 7 de septiembre, y emitir nuevas recomendaciones.

"Hay riesgos inocultables, tenemos que dialogar mucho con los vecinos. Por el momento sí hay desprendimientos que pueden matar a alguien”, puntualizó la funcionaria delegacional.

Además, se elabora un dictamen para el Osa Mayor, gemelo del Centauro y que presenta semejantes fallas.

En el caso del Osa Mayor, los inquilinos ya elaboraron un censo de cuántos vecinos tienen afectaciones evidentes y han tenido reuniones con el Instituto de Vivienda de la Ciudad de México (Invi), para iniciar el trámite de créditos para ellos.

Excélsior informó el pasado 11 de septiembre que alrededor de 30 familias que habitan en el Osa Mayor están en riesgo, ya que se niegan a desalojar el inmueble hasta que el gobierno capitalino les ofrezca una opción digna.

Cynthia Murrieta explicó que en caso de otro sismo no podrían hacer uso del elevador o las escaleras, “entonces tendríamos gente atrapada en el piso 14, en el piso 13, entonces no es seguro que vivan aquí”.

El próximo lunes,  el diputado Néstor Núñez ingresará un punto de acuerdo a la Asamblea Legislativa para que en el próximo presupuesto se haga una asignación de recursos para que el Invi apoye a los vecinos con alguno de sus programas.

Estudio

Tras el sismo del 30 de marzo de 2014, el Instituto para la Seguridad de las Construcciones determinó que era necesario reforzar el Centauro para evitar que los daños crecieran.

  • La propuesta era cubrir el edificio con un reforzamiento de acero y concreto de al menos 10 centímetros de grosor.

  • El Centauro no tiene “la resistencia requerida”, incumple el “estado límite de servicio y con riesgo de superar los estados límites de falla”, en sus muros divisorios interiores y fachadas.

  • El estudio concluye en que se debe elaborar un proyecto para reforzar la estructura y desligar las escaleras del edificio.

  • En los muros divisores interiores se deberían construir trabes en los puntos de agrietamiento, reforzar el muro con maya y un rellenado de concreto de tres centímetros de grosor.

  • El “encamisamiento” consistía en construir en todo el edificio una estructura de varilla metálica y la aplicación de un revestimiento de concreto de 10 centímetros.

  • El procedimiento era similar al de Tlatelolco, tras el terremoto de 1985.

 

 

 


Arturo Páramo / Excélsior

Página Web - 2017/09/19

Fuente: http://www.excelsior.com.mx/


Algo que los seres humanos hemos aprendido a lo largo de la vida es que los desastres naturales siempre “sacan a flote” las carencias de una sociedad que ha sido abandonada durante décadas por sus autoridades, las cuales sólo se acuerdan de ella cuando hay elecciones o cuando un terremoto o huracán “destapan” la forma desastrosa en que vive de manera cotidiana su pobreza y la indiferencia de quienes la gobiernan. Cuando ocurre una desgracia provocada por la naturaleza, entonces salen a la luz no sólo los damnificados que sufrieron el derrumbe de sus precarias viviendas o la inundación de sus comunidades, sino también volvemos a ver a los otros damnificados, que por cierto suman varios millones: los que llevan generaciones viviendo en la pobreza y en la carencia de la infraestructura básica para sobrevivir.

Generaciones de mexicanos que han vivido en la pobreza, cuyos hijos y nietos muy probablemente seguirán viviendo con carencias durante muchas décadas más. Es ahí donde se comprueba que los programas gubernamentales implementados desde hace muchos años, dizque para sacarlos de la inopia, simple y sencillamente no han funcionado. Han fracasado completamente porque son los damnificados de siempre. Cada que hay un fenómeno natural que los devasta, vuelven a “salir a la luz” y siempre en el mismo lugar: Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Veracruz, Tabasco, etcétera.

Es ahí donde los programas sociales de ayuda a los que menos tienen tendrán que permanecer por siempre, porque esas familias van heredando su pobreza de generación en generación a hijos, nietos y bisnietos que no tienen más futuro que la indigencia y el desempleo. Por lo menos, así lo hemos visto en los últimos 40 años; casi medio siglo.

Me platica el secretario de Turismo, Enrique de la Madrid, enviado por parte del gobierno federal a recorrer varias comunidades de Oaxaca severamente dañadas por el sismo del 7 de septiembre pasado, que en zonas muy dispersas del estado habitan familias que prácticamente perdieron lo poco que tenían. Les han instalado comedores comunitarios, coordinados por el Ejército, a donde acuden los otros “damnificados”, los de la vida. Aquellos que desde hace varias generaciones no tienen ni siquiera para alimentarse como “Dios manda”. Ni modo de decirles que no coman, me dice el secretario, quien coordina las acciones de apoyo del gobierno federal en comunidades donde falta todo, como en Santa María del Mar, población juchiteca de poco más de medio millón de habitantes, la cual el único acceso que tiene es por mar o por aire.

Organismos internacionales como Oxfam, que es una confederación de 17 organizaciones no gubernamentales que realizan labores humanitarias en 90 países del mundo, entre ellos el nuestro, y que observa con lupa lo que sucede en las economías, ha señalado recientemente que “si se mantiene la tendencia observada en los ingresos de 2014 a 2016, tomará 120 años reducir la diferencia monetaria entre los más pobres y los más ricos en México”. En los últimos 3 años, los ingresos del 10 por ciento más pobre del país crecieron a una tasa de 8.46 por ciento, mientras que el 10 por ciento más rico incrementó sus ingresos a una tasa de 4.07 por ciento. Queda claro que los esfuerzos para reducir la pobreza y la desigualad aún son insuficientes para mejorar el bienestar de la población mexicana.

De tal manera que la posibilidad de reducir la desigualdad no radica en “hacer que todos los mexicanos ganemos lo mismo”, sino en impedir que la brecha económica entre el más pobre y el más rico se haga más profunda.

 

 


Martín Espinosa / Excélsior

Página Web - 2017/09/19

Fuente: http://www.excelsior.com.mx/


CIUDAD DE MÉXICO.- Los trabajos de reconstrucción en los estados afectados por el sismo y los huracanes recientes iniciarán antes de que termine septiembre.

El secretario de Hacienda, José Antonio Meade, explicó que para hacer frente a estos retos se tiene una arquitectura financiera y presupuestal suficiente.

El Fondo de Desastres Naturales (Fonden) dispone en estos momentos de 9,000 millones de pesos, pero hasta ahora no se ha cuantificado lo que implicarán los esfuerzos de reconstrucción, explicó el funcionario en entrevista, luego de clausurar el Foro Forbes 2017 “Reinventando México”.

Señaló que la atención a los efectos del sismo ocurrido el pasado 7 de septiembre y los huracanes tiene diferentes etapas: primero la de emergencia, para la cual ha habido suficiencia presupuestal.

La segunda parte, agregó, son los apoyos parciales de infraestructura, los cuales sientan las bases de la reconstrucción y rehabilitación de las zonas afectadas, y la tercera etapa es la propia rehabilitación de estas zonas.

“Tenemos una arquitectura financiera robusta, una arquitectura presupuestal en donde tenemos dinero en los fondos”, afirmó el encargado de las finanzas públicas del país.

Meade Kuribreña detalló que entre las coberturas, los seguros y los recursos presupuestales, “tendremos capacidad de hacerle frente a los daños que han implicado hasta este año huracanes y terremotos”.

Subrayó que la recuperación y rehabilitación de las zonas afectadas será mucho más rápida y eficiente, si a los esfuerzos del gobierno se junta la solidaridad del sector privado y social. Ante ello, el Ejecutivo federal ha hecho la invitación para que a este proceso de reconstrucción se sumen otros actores.

"Si podemos sumar más voluntades, además de los gobiernos federal, estatal y municipal, este proceso de reconstrucción patrimonial de estos dos estados (Oaxaca y Chiapas) se dará de manera mucho más expedita y ágil”, confió Meade.

Precisó que la rehabilitación del patrimonio cultural e inmobiliario de Oaxaca y Chiapas tomará tiempo, pero estos trabajos ya se están realizando y en particular en el caso del patrimonio inmobiliario-histórico, todo estaba asegurado, por lo cual el despliegue de recursos empezará esta semana.

El titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) mencionó que algunas otras afectaciones ya se corrigieron, pues prácticamente toda la red eléctrica y la de abasto de agua potable se reestableció en su totalidad.

Además ya hay trabajos que se están haciendo en todas las escuelas dañadas y los procesos de reconstrucción de vivienda irán tomando tiempo, "pero todos deben empezar antes de que termine el mes".

"Entonces, el calendario específico dependerá de la infraestructura puntual, pero en todos los casos el trabajo de reconstrucción se empezará antes de que termine el mes, y en casi todos ya se empezó”, reiteró.

Por otra parte, durante su discurso, Meade Kuribreña apuntó que hacia el cierre de la administración, lo que se puede esperar es que las reformas estructurales se complementen con reformas importantes en materia de Estado de derecho.

“Es un tema donde la arquitectura la estamos cambiando, no lo hemos logrado consolidar, y si lo hacemos, tendremos una plataforma que dé un gran impulso a nuestra productividad, traduciéndose en mayor inversión, más crecimiento, más empleo y más inclusión”, concluyó.

kgb

 

 


Notimex / Excélsior

Página Web - 2017/09/18

Fuente: http://www.dineroenimagen.com/


El gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, afirmó que se han restablecido todos los servicios básicos y no ha habido disturbios de inseguridad

El gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, detalló el informe de daños tras el sismo de 8.2 grados Richter.

"Tenemos 51 mil viviendas con daños parciales o totales”, señaló en entrevista televisiva, precisó: “hay 107 edificios catalogados por el INAH con afectaciones”.

El mandatario estatal mencionó que hasta el momento se han “restablecido todos los servicios básicos y no ha habido disturbios de inseguridad”.

Sobre la reconstrucción de viviendas, adelantó que se va a “verificar que modelos y estándares de construcción estén apegados a los de una zona sísmica”.

Además de que “cualquier persona que siga en estado de vulnerabilidad, tendrá acceso a los albergues y comedores”.

Estimó que “ya pasó la fase de emergencia en el estado tras el sismo”, aunque las autoridades se mantienen en alerta al superar las dos mil réplicas; hasta el momento se han entregado más de 600 mil despensas a los damnificados por el sismo.

 

 


Redacción / Excélsior

Página Web - 2017/09/18

Fuente: http://www.excelsior.com.mx/