• +58 212 2388195
  • Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
  • Lunes - Viernes 8:00 am - 4:00 pm

Hoy en día, las leyes de renta actuales permiten que perdamos miles de apartamentos asequibles cada año tras la desregulación

Muchos neoyorquinos inmigrantes ya conocen esta situación: reciben dos cheques por mes de su trabajo. Uno va directamente para pagar la renta. El segundo tiene que cubrir el resto de los gastos de la familia.

Las familias inmigrantes en esta ciudad hemos venido para trabajar duro y salir adelante. Pero con la falta de vivienda asequible que enfrentamos en esta ciudad, nos vuelve muy difícil.

Es por eso que es tan importante que, este año renovemos y fortalezcamos las leyes de renta de Albany. Si no lo hacemos, un millón de apartamentos con rentas reguladas en la ciudad estarán en riesgo cuando expiren las leyes de renta el 15 de junio. Y, sin esos apartamentos, nuestro futuro en esta ciudad estará demasiado incierto.

Todos saben que la situación de la vivienda en Nueva York es muy difícil. Pero es aún más difícil para la comunidad inmigrante. Los inmigrantes somos 38% de la población de esta ciudad. En promedio, pagamos más de nuestros ingresos en renta (34%) que el resto de los neoyorquinos (que pagan 31%) según un informe reciente del grupo comunitario Se Hace Camino Nueva York.

Y el mismo informe muestra que los inmigrantes de bajos recursos pagan un promedio de 58% de sus ingresos en renta, mientras que también vivimos con más hacinamiento que los demás neoyorquinos.

El 50% de los apartamentos con renta regulada son ocupados por familias inmigrantes, y sin las regulaciones que las protegen, mas de 400,000 familias inmigrantes estarían en riesgo. Sólo en mi distrito de Sunset Park, donde se concentran muchos inmigrantes latinos y asiáticos, hay más de 17,000 familias viviendo en estos apartamentos.

Por lo tanto, hay que renovar y fortalecer las protecciones estatales sobre estos apartamentos para asegurar que las familias inmigrantes tienen donde vivir.

Hoy en día, las leyes de renta actuales permiten que perdamos miles de apartamentos asequibles cada año tras la desregulación, donde un apartamento con una renta mensual encima de $2,500 sale del sistema. Tenemos que eliminar esta desregulación y recuperar los miles de apartamentos que hemos perdidos.

A la vez, sabemos que muchas veces los dueños se aprovechan de provisiones dañinas en las leyes para subir las rentas—por ejemplo, pueden subir la renta más de 20% si sacan a un inquilino y consiguen otro, y pueden subir la renta demasiado para siempre si hacen ciertas reparaciones.

El futuro de la comunidad inmigrante en esta ciudad depende de poder acceder a viviendas asequibles para nuestras familias. Los líderes en Albany tienen que mostrar que están con nosotros y atender nuestras necesidades.

 

 


CARLOS MENCHACA / La Opinión
Página Web – 2015/05/27
Fuente: http://www.laopinion.com

 


Gran parte de la ciudad de Houston amaneció ayer inundada

Las tormentas que han azotado durante los últimos tres días los estados de Texas y Oklahoma han dejado miles de viviendas destruídas y un balance provisional de 12 muertos, que se teme pueda aumentar según prosigue la búsqueda de una docena de desaparecidos.

La ciudad de Houston amaneció ayer inundada tras una noche de fuertes tormentas que dejaron dos muertos en la urbe, cerca de 60 mil personas sin energía eléctrica y unos 500 rescates, según informó su alcaldesa, Annise Parker.

Además, decenas de personas quedaron atrapadas y pasaron la noche en el Toyota Center.

En Houston se suspendieron ayer las clases de más de 215 mil estudiantes.

Por otro lado, la Oficina de Emergencias del condado de Hays, en el centro de Texas, uno de los más afectados por las tormentas, informó de la muerte de un hombre a causa de las inundaciones.

Precisamente en el condado de Hays, los equipos de rescate buscan a una docena de personas, la mayoría familias que pasaban las vacaciones en la localidad de Wimberley, que desaparecieron tras la crecida del río Blanco.

El gobernador de Texas, Greg Abbott, declaró el lunes estado de emergencia en 24 condados por los tornados, que se suman a otros 13 que ya lo habían sido a principios de mes.

Ayer, el presidente estadunidense, Barack Obama, mostró su apoyo a Abbott y le ofreció recursos federales para paliar los daños del temporal.

“Le prometí que puede contar con el gobierno. Ya tenemos personal en tierra y están coordinando con las autoridades en Texas para responder a sus peticiones”, dijo.

Por su parte, en el vecino estado de Oklahoma, las autoridades reportaron la muerte de cuatro personas entre el fin de semana y el lunes.

 

 

 


AFP / Excélsior
Página Web – 2015/05/27
Fuente: http://www.excelsior.com.mx


Los precios de las viviendas en Estados Unidos aumentaron en marzo, impulsados por la oferta limitada de casas en venta.


El índice de precios en 20 ciudades Standard & Poor's/Case-Shiller aumentó 5% en marzo con respecto al mismo mes del año anterior, manteniendo la tendencia de febrero, dijo S&P el martes.


Los valores de las viviendas están aumentando a paso mayor que los ingresos, lo cual en teoría deja a muchos compradores en potencia fuera del mercado. Con todo, los aumentos son mucho menores que a fines de 2013 y comienzos de 2014, cuando llegaron a los dobles dígitos.


Los aumentos de precios no han convencido a muchos propietarios de la conveniencia de vender, lo cual reduciría la oferta en la temporada de ventas de primavera, de abril a junio. Los compradores tienen menos casas para elegir, lo cual genera guerras de precios en muchas ciudades. La vivienda media se vendió en 39 días en abril, comparado con 52 días en marzo, según la Asociación Nacional de Inmobiliarios.


Al paso actual de las ventas, la oferta de viviendas duraría 5,3 meses en lugar de seis meses como sucede en un mercado equilibrado. El número de viviendas en venta bajó 0,9% en abril comparado con el año anterior, según la cámara inmobiliaria.

 



CHRISTOPHER S. RUGABER - THE ASSOCIATED PRESS / El Nuevo Herald

Página Web – 2015/05/26

Fuente: http://www.elnuevoherald.com


Más de 40 vecinos de Hialeah se reunieron para plantear el inicio de una cruzada contra tres de los cuatro concejales que en noviembre aspirarán a la reelección en el cargo y quienes la semana pasada dieron “luz verde” a un polémico complejo de apartamentos de renta en esa ciudad.

 

Los indignados vecinos dijeron que planean buscar candidatos contra Vivian Casals-Muñoz, Lourdes Lozano y José Caragol, quienes junto con otros dos concejales votaron a favor de cambiar la zonificación de un terreno de 10 acres para convertirlo en un complejo de apartamentos de alquiler.

 

La cuarta candidata que aspira a la reelección en el Concejo es Isis García-Martínez, pero ella votó en contra del proyecto.

 

“Si nada cambia me postularé al Concejo”, dijo Tania García, una de las vecinas que se opone al proyecto. “Lo que ha pasado aquí es frustrante y por eso los vecinos hemos decidido organizarnos para defendernos”.

 

Vestidos con camisetas que dicen “no al proyecto de alta densidad”, los vecinos se reunieron el jueves en el patio de la casa de García y todos coincidieron en que “se sienten traicionados por sus autoridades”.

 

El lunes, el Nuevo Herald reveló el testimonio del consultor político David Custin quien alegó que Casals-Muñoz había “vendido su voto” a favor del proyecto a pesar de haberse comprometido a no respaldarlo. Custin condujo de manera exitosa las campañas electorales de Casals Muñoz en el 2007 y el 2011.

 

Custin dijo que hasta las 6 p.m., del martes 12, Casals-Muñoz mantenía en vigor su palabra de no votar a favor del proyecto, pero un par de horas después hizo lo contrario. Según el consultor, el caso de Casals-Muñoz representa “un ejemplo clásico de cómo un político se vende a intereses creados”.

 

La decisión deberá ser ratificada en una segunda audiencia pública el próximo martes 9 de junio.

 

Durante una ceremonia en Hialeah por el Día de la Recordación, Casals-Muñoz rechazó la acusación de Custin.

 

“Yo soy incapaz de vender el voto mío”, dijo Casals-Muñoz a un reportero de el Nuevo Herald. “Pueden mirar el récord mío para ver cómo yo voto constantemente en ciertas áreas”.

 

Casals-Muñoz sostuvo que aunque se mostraba en contra del crecimiento de ese vecindario, no consideraba apropiado esperar un año para hacer correcciones a un proyecto cuando en realidad se puede “trabajar con los inversionistas”.

 

Además de Casals-Muñoz, Lozano y Caragol quienes votaron a favor del proyecto fueron los concejales Katharine Cue-Fuente y Luis González, pero ellos no enfrentan plebiscitos este año.

 

Custin dijo que decidió revelar detalles que involucran a Casals-Muñoz debido a que la octogenaria abuela de éste vive desde hace casi cuatro décadas en el mismo vecindario donde se pretende desarrollar el proyecto que impulsa Cayon Development Group. La firma le pertenece a Maurice Cayón, quien integra un conglomerado que efectuó importantes contribuciones financieras a las campañas del alcalde Carlos Hernández y de varios de sus concejales.

 

Una segunda fuente municipal que pidió no revelar su identidad mostró a un reportero de el Nuevo Herald un mensaje de texto enviado por Casals-Muñoz que coincide con la versión de Custin y que muestra que la concejal expresó su negativa a respaldar el proyecto.

 

El voto de Casals-Muñoz fue decisivo para que se cambiara la zonificación del terreno localizado en el 3510 de la avenida 10 del oeste, donde se busca desarrollar Villa Las Palmas, un complejo de 14 edificios de tres pisos con un total de 252 apartamentos de renta.

 

Durante la reunión vecinal, García enfiló duramente contra el veterano concejal Caragol, a quien acusó de “quedarse dormido” durante pasajes del debate.

 

El jueves, Caragol dijo que respetaba la reacción vecinal y los planes de buscar candidatos opositores en el Concejo, pero enfatizó que su respaldo al proyecto inmobiliario apuntaba a encontrar mayores ingresos a las arcas municipales de Hialeah.

 

“Entiendo y respeto la decisión de los vecinos”, dijo Caragol. “Pero en épocas de dificultades económicas debemos buscar mayores ingresos y la construcción de ese proyecto de viviendas es una alternativa”.

 

En tal sentido, la concejal Lozano dijo que su voto de respaldo al proyecto buscaba evitar un aumento de los impuestos en Hialeah.

 

“Yo no trabajo para un grupo de vecinos sino para toda la población de Hialeah”, resaltó Lozano. “Creo que al final este proyecto va a favorecer a todos los ciudadanos [...] porque evitará que suban los impuestos al obtener más ingresos tributarios que tanta falta nos hacen”.

 

El vecino Víctor Gámez, de 77 años, dijo que los electores de ese barrio respaldarán rotundamente la reelección de la concejal Isis García Martínez, quien hasta ahora es la única que tiene un retador registrado: John Salvador Molloy.

 

“Nosotros somos votantes agradecidos”, aseguró Gámez. “Ella contará con todo nuestro apoyo porque ha sabido escuchar nuestro malestar como comunidad”.

 

García Martínez junto con Paul “Pablito” Hernández fueron los únicos concejales que respaldaron la oposición vecinal contra el proyecto. Según las normas municipales el cambio de zonificación requería el voto mínimo de cinco de los siete miembros del Concejo.

 

“Votar en contra [del proyecto] fue una decisión que, desde mi punto de vista, era la más apropiada”, dijo el concejal Hernández. “El proyecto no es compatible con esa zona residencial”.

 

A la reunión vecinal del jueves también acudió Alice Sargent, residente del este de Hialeah. Sargent teme que el caso de Villas Las Palmas desatará un “efecto dominó” ya que las autoridades municipales planearían dar “luz verde” a varios otros proyectos que habían quedado congelados tras las críticas vecinales.

 

Es el caso de Shoma Village, proyecto impulsado por la urbanizadora Shoma Homes, para desarrollar un complejo de tres edificios en la esquina de Hialeah Drive y la avenida 4 del este. El complejo busca construir un total de 350 apartamentos y 70,000 pies cuadrados de zona comercial.

 

Esa urbanizadora donó $4,000 a un comité de acción política que apoyaba la reelección del alcalde Hernández en el 2013.

 

“Este proyecto volverá a ser discutido en la Junta de Planificación y Zonificación este miércoles”, dijo Sargent. “Al ver lo que ha ocurrido con el caso de Villas Las Palmas, ahora nosotros estamos muy preocupados”.

 

Otro proyecto que se encuentra en suspenso le pertenece a José Orcasita, un médico que había propuesto desarrollar un edificio de 10 pisos. El proyecto de Orcasita contemplaba la inversión de unos $20 millones para construir 80 apartamentos de un máximo de dos dormitorios y para personas mayores de 55 años, dos pisos de unos 220 estacionamientos vehiculares, además de oficinas y consultorios.

 

Para Pedro Romero, quien reside hace 26 años cerca del terreno donde se plantea desarrollar Villas Las Palmas, el proceder de las autoridades municipales ha despertado una masiva indignación que apunta a traducirse en un evidente “rechazo” en las urnas.

 

“Yo soy un vecino que lleva muchos años viviendo aquí y que recomendaré a todos mis familiares y amigos que voten contra quienes nos han dado la espalda”, dijo Romero. “Y eso haremos todos aquí. Porque durante las campañas, cuando los candidatos buscaban nuestros votos, siempre nos dijeron que trabajarían por nosotros, por el pueblo, pero lo que han hecho es beneficiar a los que les dan dinero en sus campañas”.

 

 


Enrique Flor y C.M. Guerrero / El Nuevo Herald

Página Web - 2015/05/25

Fuente: http://www.elnuevoherald.com/


Los altos precios de la vivienda empujan a los trabajadores hacia lugares más baratos y menos productivos


Compren terrenos, aconsejaba Mark Twain; ya no lo están haciendo.


De hecho, los terrenos realmente no son escasos. Toda la población de Estados Unidos cabría en Texas con más de 4,000 metros cuadrados para que disfrute cada familia. Lo que dispara los precios es una colisión entre la demanda desenfrenada y la oferta limitada en las grandes metrópolis como Londres, Mumbai y Nueva York.

 

En los últimos 10 años, los precios reales en Hong Kong han aumentado en 150 por ciento. La propiedad residencial en Mayfair, en el centro de Londres, puede ascender a 82,000 dólares por metro cuadrado. Una milla cuadrada (2.6 kilómetros cuadrados) de propiedad residencial en Manhattan costaría 16,500 millones de dólares.

 

Incluso en estas grandes ciudades, la escasez es artificial. Los límites regulatorios sobre la altura y densidad de los edificios restringen la oferta e inflan los precios. Un análisis reciente realizado por académicos de la Escuela de Economía de Londres estima que las regulaciones de uso de suelo en el West End de Londres inflan los precios del espacio de oficinas en alrededor de 800 por ciento.

 

En Milán y París, las reglas elevan los precios en alrededor de 300 por ciento. La mayor parte del enorme valor capturado por lo terratenientes existe porque es casi imposible construir nuevas oficinas para que hagan bajar esas utilidades.

 

Los costos de este mercado inmobiliario fallido son enormes, principalmente debido a sus efectos sobre los individuos. Los altos precios de la vivienda empujan a los trabajadores hacia lugares más baratos y menos productivos.

 

Según un estudio, el empleo en el Área de la Bahía en torno a San Francisco sería cinco veces más grande de lo que es salvo por los límites estrictos a la construcción.

 

Si se suman estos costos en ingresos perdidos y potencial humano no realizado, las cifras llegan a causar aturdimiento. Levantar todas las barreras al crecimiento urbano en Estados Unidos pudiera elevar el PIB del país en entre 6.5 y 13.5 por ciento, o en hasta 2 billones de dólares. Es difícil pensar en muchas otras políticas que redituaran algo similar.

 

Dos antiguas tendencias han llevado a este mercado fracturado. Una es el renacimiento de la ciudad como el engrane central en la maquinaria económica mundial. En el siglo XX, los declinantes costos en el transporte debilitaron la fuerza gravitacional de la ciudad, pero en el siglo XXI la revolución digital la ha restablecido.

 

Las industrias intensivas en conocimiento como la tecnología y las finanzas prosperan en el agrupamiento de los empleados que comparten ideas y experiencias. Las economías y las poblaciones de las metrópolis como Londres, Nueva York y San Francisco se han recuperado como resultado.

 

Lo que esas ciudades no han recuperado es su capacidad histórica de extenderse para dar cabida a todos aquellos que quieren llegar. Hay una buena razón para ello: El crecimiento urbano irrestricto a fines del siglo XIX fomentó la delincuencia y las enfermedades. De ahí la segunda tendencia, la proliferación de cinturones verdes y reglas de zonificación.

 

En el curso del último siglo, las reglas de uso de suelo se han acumulado tan abundantemente que obtener un permiso de planeación es más difícil que encontrar un taxi en una tarde de lluvia. Londres tiene reglas estrictas que evitan que nuevas estructuras bloqueen ciertas vistas de la Catedral de San Pablo.

 

Los planes de Google para construir viviendas en su campus de Mountain View en Silicon Valley están siendo resistidos con base en que los residentes podrían tener mascotas, las cuales pudieran perjudicar a la población local de búhos. Los residentes que se oponen a las construcciones en los distritos de baja densidad se pueden valer de las reglas de planeación acerca de todo, desde los niveles de iluminación hasta los espacios de estacionamiento, para bloquear dichas construcciones.

 

Esto también es bueno, dicen muchos. Las avenidas y vías férreas que cruzan las grandes ciudades ya crujen bajo la presión de las poblaciones crecientes. Debilitar los precios inmobiliarios perjudica a una de las pocas vías para la acumulación de riqueza aún disponibles para las clases medias. Un enfoque cauteloso ante el desarrollo es la forma más segura de preservas espacios públicos y el patrimonio de una ciudad: Si se diera libertad a los economistas, rápidamente arrasarían con el Central Park.

 

No obstante lo bien que suenen estos argumentos en las reuniones de planificación local, no resisten un escrutinio más detallado. La propiedad de casas no es especialmente igualitaria. Muchas familias son excluidas de los lugares más vibrantes por los precios. No es coincidencia que la tasa de propiedad de viviendas en el área metropolitana de la deteriorada Detroit, en 71 por ciento, esté muy por encima del 55 por ciento en el San Francisco en auge.

 

No se necesita construir un bosque de rascacielos para que muchas más personas tengan su hogar en las grandes ciudades. San Francisco podría dar cabida al doble de habitantes y seguir teniendo una densidad de la mitad que Manhattan.

 

Los códigos de zonificación fueron concebidos como una forma de equilibrar el bien social de una ciudad creciente y productiva y los costos privados que ese crecimiento impone en ocasiones. Sin embargo, las reglas de uso de suelo han evolucionado en algo más pernicioso: un mecanismo a través del cual los dueños de terrenos reciben beneficios no justificados y los medios para evitar que otros ejerzan el control sobre su propiedad.

 

Incluso medidas pequeñas para restaurar un equilibrio más sano entre el bien privado y público producirían buenos resultados. Los formuladores de políticas deberían enfocarse en dos cosas.

 

Primero, deberían asegurarse de que las decisiones de planificación urbana se tomen de arriba hacia abajo. Cuando las decisiones se toman a nivel local, las reglas de uso de suelo tienden a ser más estrictas. Los distritos individuales reciben menos de beneficios que la población metropolitana más grande, incluidos empleos e impuestos, y más de sus costos, como vistas bloqueadas y calles congestionadas.

 

Trasladar las decisiones de oferta inmobiliaria al nivel municipal debería significar que se dé su debido peso a los beneficios del crecimiento. Cualquier restricción sobre la construcción ganada por un distrito debería ser compensada por aumentos en otras partes, de manera que la ciudad en general cumpla con su presupuesto de desarrollo.

 

Segundo, los gobiernos deberían imponer impuestos más altos sobre el valor de los terrenos. En la mayoría de los países ricos, los impuestos al valor de los terrenos representan una parte pequeña de los ingresos fiscales totales. Los impuestos sobre los terrenos son eficientes. Son difíciles de evadir:

 

No se puede esconder un terreno en una caja fuerte bancaria en Luxemburgo. Aunque un impuesto alto sobre la propiedad puede desalentar la inversión, un impuesto alto sobre los terrenos crea un incentivo para desarrollar los sitios no utilizados.

 

Los impuestos al valor de los terrenos también pueden ayudar a los recién llegados. La nueva infraestructura eleva el valor de los terrenos cercanos, aumentando automáticamente los ingresos fiscales, lo cual ayuda a pagar esas mejoras.

 

Ni una mejor zonificación ni los impuestos a los terrenos son fáciles de imponer. Hay obstáculos logísticos, como evaluar el valor de los terrenos excluyendo a la propiedad. El aspecto político es más difícil aún.

 

 

 


THE ECONOMIST – COLABORADOR / Excélsior – Dinero en Imagen

Página Web – 2015/05/21

Fuente: http://www.dineroenimagen.com