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Sumando todos los condados hay unas 100,000 vivienda que están a punto de ser desregularizadas

Mery Medina, una colombiana de 65 años residente en Jackson Heights, Queens, es una de los dos millones de inquilinos que viven en apartamentos regulados y cuya estabilidad está en riesgo, si la Legislatura estatal no refuerza las leyes de renta estabilizada que expiran el 15 de junio.

Para esta mujer, que tiene artritis y problemas en la espalda, su departamento de renta estabilizada es clave. "Yo por acá tengo mis médicos a cuatro o cinco cuadras. Estoy muy feliz en este barrio”. Sin renta regulada, Medina sabe que tendrá que irse a otro barrio, más lejos de la ciudad y de sus doctores.

Además del vecindario donde vive la colombiana, en todo Queens hay por lo menos 10,000 apartamentos que están en riesgo de ser desregularizados. En este condado hay unos 184,380 departamentos bajo renta estabilizada, y la mayoría están ubicados en Astoria y Long Island City, con 31,811; y Flushing, Whitestone y College Point, con 23,427.

En toda la ciudad de Nueva York son poco más de un millón las viviendas que se rigen por las leyes de renta estabilizada, lo que permite que se mantengan a un precio asequible, algo que beneficia a unos dos millones de inquilinos. Sin embargo, uno de cada 10 de estos departamentos estaría muy cerca de dejar esa condición, lo que que sumarían unos 100,000.

La principal razón por la cual esos apartamentos están a punto de ser desregularizados, es porque en las leyes de renta estabilizada hay un llamado “bono de vacancia”, que permite a los dueños subir un 20% el monto del arriendo cada vez que un inquilino deja la propiedad. Esto se suma a la norma que indica que, una vez que un alquiler alcanza el monto tope de los $2,500 al mes, el departamento puede salir del sistema regulado.

Este "techo" y el bono de vacancia son parte de los elementos en la actual legislación que el alcalde Bill de Blasio y los demócratas en Albany están intentando remover de la ley. Sin embargo, aún no está claro si se lograrán esas modificaciones, cuando quedan sólo días para que termine el periodo legislativo, el 17 de junio.

“A no ser que aseguremos leyes de renta más fuertes en la próxima semana, estas familias serán las últimas en vivir en estos departamentos con arriendos asequibles”, dijo el Alcalde en un comunicado. “Miles de inquilinos están enfrentando acosos ilegales y desalojos debido a que se puede conseguir mucho dinero cambiando los departamentos de renta estabilizada al precio de mercado”.

Una situación similar ha vivido Medina, quien cuenta que luego de casi dos décadas pagando renta al día, no recibe un buen servicio: "En 18 años nunca me pintaron el departamento. Yo pinto, yo arreglo. Uno se cansa de llamar al súper y nunca aparece. Nunca contesta el teléfono. Pero para pagar la renta, tiene que estar al día. Uno no puede dejar que abusen así".

Cifras por condados


Brooklyn es el condado con más unidades de vivienda asequible, con 295,557. Los vecindarios de Flatbush y Crown Heights South cuentan con poco más de 30,000 de este tipo de viviendas, pero son otros barrios los que están perdiendo estos departamentos con más rapidez. De acuerdo a datos del Departamento de Preservación y Desarrollo de Vivienda, en Greenpoint y Williamsburg, 6,327 departamentos, es decir el 28% de los disponibles, saldrían del régimen de renta estabilizada si se mudara un nuevo arrendatario.

En otros apreciados lugares de Brooklyn, como Brooklyn Heights, el Downtown, Red Hook y Cobble Hill, más del 30% de los departamentos asequibles están en esta situación de riesgo.

Entre tanto, Manhattan cuenta con un total de 283,907 viviendas con renta regulada, incluyendo las zonas con más unidades en toda la ciudad: Washington Heights e Inwood. Ahí se cuenta, en la actualidad, con 53,587 departamentos de este tipo, pero sólo un 10% está en situación de riesgo. Sin embargo, son los vecindarios de Chelsea, Upper West Side y Upper East Side los que tienen más unidades a punto de salir de la renta estabilizada, siendo en total más de 11,000 viviendas en esta situación. En el caso específico de Lincoln Square y Upper West Side, un 42% de los departamentos están en este riesgo, es decir, 13,388 unidades.

En El Bronx habrían 222,281 de este tipo de viviendas, destacando la junta comunitaria de Kingsbridge Heights, Bedford Park, Fordham y University Heights como una de las que tiene más unidades de renta estabilizada en la ciudad, con 41,589 departamentos. Ahí se concentra casi el 18% de los departamentos regulados del condado. La cantidad de viviendas en riesgo aquí es mucho menor que en Brooklyn y Manhattan.

Finalmente, Staten Island cuenta con sólo 7,371 departamentos de renta regulada, todos ubicados en la parte norte de la isla.

 


JUAN GARNHAM  / La Opinión
Página Web – 2015/06/11
Fuente: http://www.laopinion.com


En la década de los 70, cuando muchos barrios de la ciudad de Nueva York sufrían de un completo abandono y desinversión, la idea de una crisis de la vivienda asequible parecía inconcebible. En las cuatro décadas siguientes, barrios enteros se han transformado, creando vibrantes centros de negocios locales y calles más seguras. Esos cambios también han significado que el costo de los alquileres subiera grandemente haciendo que la clase trabajadora y las familias de ingresos medios pierdan competitividad. Para poder satisfacer la creciente demanda de vivienda asequible, tenemos que aprovechar todos los recursos, todas las herramientas disponibles, y reformar el programa de vivienda 421-a de deducciones impositivas para cubrir de la mejor forma las actuales necesidades de vivienda en Nueva York.

Creado en la década de los 70 para estimular la producción de viviendas, el programa 421-a fue reformado en el 2006 para reflejar la creciente necesidad de viviendas asequibles, al exigir a los promotores inmobiliarios reservar un porcentaje de apartamentos para la vivienda asequible. Como resultado, más de 70,000 unidades de viviendas de alquiler asequible han sido creadas con el programa 421-a.

Considerando que el actual programa 421-a está por expirar el 15 de junio, se nos presenta una excelente oportunidad para mejorar el programa que ha sido durante mucho tiempo fundamental en la creación de viviendas asequibles. Como lo propusiera el Alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, necesitamos separar un mayor porcentaje de unidades destinadas para vivienda asequible, y asegurar que estos beneficios fiscales sean destinados a proyectos para alquiler en donde vive el 65% de las familias, y no para los condominios. Incluso el Alcalde impuso un “impuesto a la mansión” a las ventas de casas sobre $1,750,000, lo cual generaría más ingresos para financiar los programas de vivienda. Estas mejoras razonables y muy necesitadas llegan en un momento en que Nueva York se encuentra experimentando una crisis alarmante de vivienda.

A medida que la fecha límite para tomar acción sobre el programa 421-a se acerca, algunos han argumentado que un mandato a los salarios actuales debería estar vinculado a construcciones del programa 421-a. Dado el ya elevado costo del terreno y la construcción, este requisito podría hacer en extremo difícil la búsqueda de nuevos proyectos de apartamentos de alquiler, y podría reducir el número de unidades asequibles que pudieran crearse. Dado que el salario actual es un salario sindical, esto también aumentaría drásticamente el costo de la construcción y sería una carga para los promotores inmobiliarios de pequeños barrios, quienes contratan dentro de sus comunidades y a quienes el programa tiene como objetivo incentivar. Como tal, es fundamental que se acepte el programa 421-a debidamente mejorado sin incluir el mandato al salario actual.

La crisis de la vivienda asequible no es una preocupación vaga e intangible de nuestro futuro– al contrario, para la inmensa mayoría de los neoyorquinos, en este momento es su principal preocupación. Y con la ciudad de Nueva York prevista a que alcance los nueve millones de habitantes en el 2040, no podemos simplemente renovar el programa 421-a; tenemos que reformarlo para inmediatamente satisfacer las necesidades de nuestra ciudad.

 

 


RAFAEL CESTERO / La Opinión
Página Web – 2015/06/10
Fuente: http://www.laopinion.com


El Concejo de Hialeah ratificó el martes el cambio de zonificación de un terreno de 10 acres para desarrollar un complejo de apartamentos de alquiler en el oeste de esa ciudad, en medio de gritos de decenas de vecinos que amenazaron con impulsar un revocatorio en las elecciones de noviembre contra los concejales que respaldaron la medida.

Con el voto de cinco concejales a favor y dos en contra, el Concejo “dio luz verde” para iniciar el desarrollo del proyecto de Villa de Las Palmas, un complejo de apartamentos en el 3400 de la avenida 9 del oeste.

“Esto no se va a quedar así, nos movilizaremos para destituir a quienes le dieron la espalda al pueblo”, dijo Tania García, vecina que se opone al proyecto.

Una vez culminada la controversial sesión, el alcalde de Hialeah, Carlos Hernández, expresó públicamente por primera vez su respaldo al proyecto impulsado por Cayon Development Group, LLC, empresa que integra un grupo que contribuyó con miles de dólares a su campaña de reelección del 2013.

“Este es un proyecto en el que la ciudad trabajó y pidió mucho a estos urbanizadores para hacer un proyecto como nunca se ha hecho en la ciudad de Hialeah”, dijo Hernández. “Yo no voy a vetar ese proyecto porque creo que es un gran proyecto […] porque permitirá que nuestros nietos, personas jóvenes tengan la opción de apartamentos más modernos”.

La moción de apoyo al proyecto inmobiliario fue presentada por el vicepresidente del Concejo, Luis González, y luego respaldada por los concejales Katharine Cue-Fuente, Lourdes Lozano, Vivian Casals-Muñoz y José Caragol.

Votaron en contra la presidenta del Concejo, Isis García-Martínez, y Paul Hernández.

Durante la audiencia municipal varios vecinos críticos al proyecto le gritaron a los concejales, “¿Cuánto les habían pagado?”

Los residentes opositores acudieron a la sala de audiencias vistiendo camisetas blancas con el lema “No a [proyectos] de alta densidad”. Pero fueron ampliamente superados por decenas de asistentes que acudieron con camisetas rojas con letras blancas que decían: “Hialeah la ciudad que da trabajo”.

La mayoría de quienes vestían las camisetas rojas eran contratistas y empleados de empresas de construcción. Las camisetas fueron facilitadas por el grupo inmobiliario que impulsa el proyecto, dijo Alex Ruiz, representante de ese conglomerado.

Ruiz enfatizó que los vecinos cambiarán de opinión una vez la obra haya sido culminada.

“Los vecinos pueden estar en contra del proyecto pero cuando se culmine la construcción van a ver un producto de primera clase y quedarán muy contentos”, dijo Ruiz. “Creo que este proceso ha sido muy político por parte de un grupo vecinos y no enfocado en lo que es lo mejor para la ciudad”.

Ruiz rechazó que el grupo de empresarios haya “comprado votos” de los miembros del Concejo en referencia a la declaración ofrecida hace unas semanas por el consultor político David Custin, ex jefe de campaña de la concejal Casals-Muñoz.

Custin había acusado a Casals-Muñoz de haber vendido su voto a favor de los urbanizadores. Casals-Muñoz negó esa acusación.

“Nunca hemos comprado ningún voto”, aseguró Ruiz sobre ese tema. “La calidad de los proyectos que hemos realizado hablan por sí mismo”.

En el 2013, el grupo representado por Ruiz contribuyó con $31,500 a la campaña de Hernández, a través del Comité de Acción Política (PAC) Citizens for Efficient Government, encabezado por Glenn Rice, un ex policía de Hialeah del círculo íntimo del alcalde.

Ese año, el grupo de Ruiz obtuvo el visto bueno para el cambio de uso de un terreno de cuatro acres ubicado en una zona industrial en el noroeste de Hialeah para desarrollar un complejo de 108 apartamentos de alquiler, para lo cual se invirtieron $10 millones.

Ruiz dijo que la contribución a campañas políticas no implica la compra de candidatos.

“Nosotros contribuimos a campañas locales, condales, estatales y hasta nacionales”, dijo Ruiz. “Pero lo hacemos porque creemos en líderes que pueden beneficiar a una comunidad”.

Juan Carlos Hernández, un obrero de construcción que reside desde hace 19 años en Hialeah, dijo que acudió a la sesión municipal porque está convencido en que el proyecto beneficiará a la comunidad.

“Este es el tipo de proyectos que generará trabajo”, dijo el obrero. “Y es importante apoyarlo porque nos da la oportunidad de salir adelante”.

El abogado Hugo Arza, representante del proyecto, indicó que el proyecto fue reducido de 252 apartamentos a 240. También aseguró que la empresa trabajará en la mejora del sistema de bombeo de agua y alcantarillado en esa área.

Por su parte, el abogado de los vecinos, Michael Rodríguez, dijo que apelarán el caso ante la División Administrativa del Estado de la Florida.

“Nosotros seguiremos peleando por nuestros derechos”, reiteró la vecina Tania García. “Además los vecinos responderemos con nuestro voto en noviembre contra los concejales que nos han dado la espalda”.

 


ENRIQUE FLOR / El Nuevo Herald
Página Web – 2015/06/09
Fuente: http://www.elnuevoherald.com


La legislación que protege a más de 2 millones de inquilinos vence el próximo 15 de junio

A menos de una semana para que expiren las leyes de alquiler de la ciudad el próximo 15 de junio, aún no se vislumbra un acuerdo en Albany para aprobar una legislación más fuerte para preservar el millón de apartamentos con renta estabilizada.

La mayoría de los que abogan por un cambio en las leyes de renta piden que se elimine el monto límite de arriendo por $2,500, que hoy en día se toma en cuenta para determinar que sólo los apartamentos por debajo de ese alquiler mensual califican para la renta estabilizada. Una vez que la renta alcanza esa suma, y si la vivienda queda vacante, los propietarios pueden desregularizar el apartamento y rentarlo a precio del mercado.

Además de la renta estabilizada, hay otra ley relacionada con vivienda que deberá ser discutida antes de que se acabe el periodo legislativo, la conocida como 421a, la cual se creó en los años setenta para fomentar el desarrollo inmobiliario, entregando beneficios fiscales a los desarrolladores. Esta norma ha sido cuestionada porque no obliga a los constructores a otorgar porcentajes de apartamentos asequibles en sus edificios, que es el punto que se quiere cambiar.

El alcalde Bill de Blasio dijo el domingo, por primera vez, que está a favor de eliminar el programa 421a, si los legisladores estatales no modifican esa ley para incluir la creación de más vivienda asequible.

De Blasio ha propuesto una extensión a este viejo programa, pero con modificaciones para exigir viviendas asequibles en cada proyecto. “Si Albany no la enmienda, pues que la termine,” dijo el alcalde durante un servicio religioso en una iglesia en Harlem.

El Alcalde instó además a la Legislatura a actuar más rápidamente: “Si ellos actúan, ellos van a proteger a por lo menos dos millones de personas. Ellos van a proteger accesibilidad. Ellos van a proteger nuestra economía. Nuestro futuro”.

La Legislatura tendrá su última sesión el 17 de junio antes de salir a receso de verano, sin embargo las leyes actuales expiran el lunes 15 de junio.

 

 


REDACCIÓN / La Opinión
Página Web – 2015/06/08

Fuente: http://www.laopinion.com


En un foro sobre la situación de la vivienda organizado por mi oficina el jueves pasado, el asambleísta Herman D. Farrell recordó el caos que vivió Nueva York en 1972, cuando en Albany le pusieron fin al control del alquiler.

Por un año —contó Farrell— los caseros actuaron de manera inescrupulosa, aumentaron el alquiler como les dio la gana y muchos daban contratos de alquiler de un mes (no de un año o dos) con el propósito de que los inquilinos no se quejaran de falta de mantenimiento, falta de calefacción o de agua caliente, bajo la amenaza de no renovarles el contrato al siguiente mes.

En ese año de 1972, debido a la falta de regulación de alquileres, muchos caseros dejaron de poner a funcionar las calderas para no ofrecer los servicios de calefacción y agua caliente, no cumplían con el mantenimiento de los edificios… El caos fue tan mayúsculo, que incluso los republicanos (que fueron los que lo provocaron), tuvieron que admitir que la situación se había salido de control, y establecieron la Ley de Estabilización de Alquileres que tenemos ahora.

Yo tengo 51 años viviendo en el Alto Manhattan. Yo conocí a los miembros de las comunidades que nos precedieron: los puertorriqueños, los judíos, los irlandeses… En aquel entonces, la seguridad ciudadana era pésima, abundaban las balaceras, los puntos de droga, lo que provocó que muchos se marcharan. Y ahora, que nuestros vecindarios están más seguros, que nos está yendo un poquito mejor, que se puede caminar por las calles de noche, que los parques están rehabilitados, que se han construido 17 escuelas…, ahora quieren sacarnos de aquí.

En el Alto Manhattan hay 85,000 unidades de vivienda bajo alquiler estabilizado, la mayor concentración, junto con Buffalo, que hay en Nueva York. De no renovarse las leyes que regulan el alquiler, miles de familias, que pagan más del 50% de su salario en alquiler, perderán sus hogares por el aumento indiscriminado del alquiler.

Por eso he dicho que el 15 de junio es de vida o muerte para nuestros vecindarios.

Estamos demandando la renovación de las Leyes del Alquiler que regulan a más de 1 millón de apartamentos en Nueva York (lo que afecta a más de 2.5 millones de inquilinos), y pidiendo mayores protecciones para los inquilinos.

Con este fin, he organizado marchas, dos foros de vivienda, el martes pasado participé en un acto de desobediencia civil frente a las oficinas del Gobernador Cuomo y me hice arrestar por la policía, y este martes encabezaré un rally multitudinario en Albany.

Tengo la firme creencia, que si luchamos unidos como comunidad, podemos ganar esta pelea.

 


ADRIANO ESPAILLAT / La Opinión
Página Web – 2015/06/08
Fuente: http://www.laopinion.com