Industria y construcción, claves para la economía en 2018 (COLOMBIA)
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Lo que hay tras cifras del 2017 y lo que dicen expertos que se debe hacer para que el país crezca.
El crecimiento de la economía en el 2017, de 1,8 por ciento, liderado por los sectores agropecuario, de servicios financieros, y de servicios sociales, comunales y personales, ha sido catalogado por algunos analistas como ‘muy pobre’, teniendo en cuenta que el país puede acelerar su producción a un ritmo potencial del 4 por ciento.
Las ramas que, por el contrario, jugaron en contra de más expansión fueron las de minerales, industria y construcción, alrededor de las cuales debe haber una intervención puntual para que la economía tenga mayor dinamismo en el 2018.
La apuesta del Gobierno para este año apunta a un crecimiento de 2,7 por ciento en el producto interno bruto (PIB). Para ello, quienes tomen las riendas del Estado en los próximos 4 años deberán aprender de las lecciones del 2017 y poner en práctica toda la maquinaria posible para encender la caldera.
Empezando por la industria, que en 2017 cayó en 1 por ciento y en el último trimestre del año pasado se contrajo aún más, en 1,4 por ciento, aunque tuvo subramas que hicieron la tarea. Si bien solo 13 de 39 subsectores subieron su escala de producción, una de las estrategias meritorias fue la del papel y cartón, que creció a un ritmo del 4,4 por ciento.
Isabel Riveros, directora de la Cámara de Papel y Cartón de la Andi, expresa que los empresarios de este sector, al ver que la demanda interna se deprimía, tanto por el incremento del IVA como por la desaceleración generalizada de la economía, optaron por buscar nuevos nichos en el exterior. “El crecimiento de este segmento se ha dado, en general, por las exportaciones de papeles, con sus nuevos destinos: Centroamérica, el Caribe, Ecuador y Estados Unidos”.
Como la economía es una cadena que arrastra todo lo que encuentra a su paso, el buen momento de la agricultura, que se impulsó en un 4,9 por ciento en el año, propició que se necesitaran más empaques para que, además de las flores y el banano que tradicionalmente lleva Colombia al exterior, entraran a jugar nuevos productos, como el aguacate y la piña, que requirieron del cartón.
Lo usado, de moda
Detrás de los números de cada rama de la producción hay detalles que evidencian fenómenos sociales y económicos sucedidos en el país y el mundo, que impactaron a favor o en contra.
Así, el paro de Avianca ayudó a que el transporte aéreo cayera (-7,1 %) en el último trimestre del 2017.
La reducción en venta de vehículos impulsó el segmento de autopartes, para reparar en vez de estrenar.
Aunque el mayor peso en el resultado final fue el aportado por los establecimientos financieros, que crecieron en 3,8 por ciento, pero pusieron 0,8 puntos –casi la mitad– del total del PIB, dentro de sus subramas también hay detalles. Las actividades inmobiliarias y de alquiler de vivienda (2,8 %), fueron una de las que ayudaron a hacer crecer el PIB de este sector, después de la de la intermediación financiera (6,7 %). Este resultado se enlaza con el de la construcción -0,7 %), en el que la mayor presión a la baja la ejerció la construcción de edificaciones (-10,4 %).
“Mientras la construcción de vivienda bajó -6,2 por ciento y las edificaciones no residenciales se cayeron en 16,2 por ciento, las remodelaciones y reparaciones crecieron 0,9 por ciento. Esto evidencia que en el 2017 más familias le apostaron a la compra de vivienda usada e invirtieron para actualizar esos inmuebles y dejarlos como nuevos”, indicó María Clara Luque, presidenta de Fedelonjas.
Otro grano de arena al PIB fue aportado por actividades de servicios sociales y comunales, que pusieron 0,5 puntos al total, al igual que la agricultura, a la que se le deben 0,3 puntos del PIB final. Para el presidente de la Sociedad de Agricultores, Jorge Bedoya, “esto se debió al programa Colombia Siembra, que buscaba incentivar la oferta, mas no la rentabilidad para el agricultor”.
En consecuencia, la bonanza de productos como el arroz fue contraproducente para los cultivadores. Según Rafael Hernández, presidente de Fedearroz, “se sembraron 600.000 hectáreas, algo sin precedentes porque el promedio era de 450.000 hectáreas. El inventario sobrepasó lo que el país necesitaba, lo cual coincidió con el hecho de que la industria no quiso participar del incentivo al almacenamiento, creado para sacar del mercado la oferta excedente y proteger el precio al agricultor”.
Ese panorama llevó a que los arroceros perdieran entre 16 y 17 por ciento de ganancias, y por ello piden bajar el área de producción.
El comercio, que creció 1,2 por ciento, sumó otro 0,1 punto al PIB total, mientras que la construcción restó 0,1 por ciento; los minerales le quitaron 0,2 por ciento y la industria, 0,1, por lo que la Andi pide “que continúe el proceso de simplificación de gravámenes para hacer atractiva la inversión y formalización económica”.
Qué refleja la minería
Considerado uno de los sectores más golpeados en el 2017, el minero-energético cayó 3,6 por ciento, lo cual es reflejo de una producción de petróleo reducida (de 900.000 barriles diarios en promedio en 2016 pasó a 851.000 en el 2017), precisamente cuando el precio del crudo de referencia Brent se ha recuperado. Hay que recordar que los hidrocarburos aportan el 70 por ciento del PIB de la rama de minas y canteras.
No menos impactante fue la situación del gas, que, después de un fenómeno del Niño, en 2016, que mermó las aguas de las represas, pasó a un 2017 en el que el 83 por ciento de la energía se generó con hidroeléctricas, reduciendo así las posibilidades de uso del gas en las térmoeléctricas.Así que la economía del 2018 requiere de la mano del clima, del entorno mundial y de acertadas decisiones internas.
Oportunidades a la mano, según la Andi
Para que la economía avance, según el gremio de empresarios, Andi, existen oportunidades que atañen a todos los sectores y se deben aprovechar. Es el caso de la transformación digital. Para ello, “en lo impositivo, debe reducirse el IVA a dispositivos inteligentes y eliminarse el impuesto al consumo de datos”.
También ponen como una prioridad el abordaje de “una reglamentación de los modelos disruptivos de negocio, como son los de economía compartida”.
Para empujar la agroindustria se requieren “la creación de observatorios de consumo, la promoción de un manejo empresarial del campo y la profundización de espacios para lograr compras y negociaciones con mayores volúmenes”.
Martha Morales Manchego / El Tiempo
Página Web - 2018/02/18
Fuente: http://www.eltiempo.com/