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Este negocio aún es rentable, pero el mercado abrió espacio a quienes adquieren casa para habitarla.

 

Tras realizar 170 encuestas posventa en Bogotá en abril y mayo pasados, la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) reveló que el 78 por ciento compra vivienda para vivir en ella y solo 17 por ciento lo hace para alquilarla o revenderla.

Martha Moreno, gerente del gremio, aseguró que “si bien la posibilidad de contar un inmueble residencial nuevo con planes de inversión tiene una participación importante y sigue siendo un buen negocio, es la necesidad habitacional la que más motiva la intención de compra en estos momentos”.

La situación estaría ligada, en parte, a que actualmente las familias que viven en arriendo reconocen la efectividad de los programas impulsados a través de la política habitacional, cuyo fin es disminuir el déficit, algo que –según la directiva– “están aprovechando”.

Con base en la tendencia trazada por Camacol para Bogotá, EL TIEMPO también consultó a Guillermo Herrera, Secretario Distrital del Hábitat, quien anotó que la valorización real de la oferta residencial nueva es otra variable que estaría impulsando la tendencia de comprar inmuebles de uso residencial para quedarse a vivir en ellos.

Según el funcionario, “este indicador viene creciendo a una tasa real del 2,5 por ciento, cuando hace tres años lo hacía al 8 por ciento, lo que significa que la vivienda pierde atractivo como inversión, pero se vuelve interesante para habitarla”.

A esto, Herrera le sumó que las condiciones de acceso para los hogares han mejorado bastante, debido a que el ingreso está creciendo más rápido que el precio y eso es determinante (ver gráfico). “El ingreso promedio de los bogotanos creció 30 por ciento entre el 2010 y el 2017; además, los precios de los arriendos se han incrementado a tasas reales muy bajas, incluso, inferiores al 1 por ciento. Esto, por lo tanto, desestimula la compra para arrendar, por lo menos por ahora”, agregó.

Con base en esto, Herrera prevé que con programas como Mi Casa Ya, los hogares que tienen ingresos inferiores a 4 salarios mínimos mensuales pueden acceder a cuotas inferiores a los 300.000 pesos para comprar un inmueble residencial, siempre y cuando lo habiten.

“En contraste, estos mismos hogares pagarían entre 400.000 y 560.000 pesos si lo toman en arriendo”, explicó.

Por su parte, para el viceministro de Vivienda, Víctor Saavedra, la información de Camacol muestra que el porcentaje de hogares que manifestaron querer comprar vivienda para arrendarla o revenderla en Bogotá “se ha mantenido relativamente constante desde el 2012”.

Datos suministrados por el funcionario indican que en ese año el porcentaje fue 11,5 por ciento, mientras que en el 2017 y en el 2018 fue de fue 10,7 y 13,7 por ciento, respectivamente. “En este entorno, lo importante es mantener el equilibrio en el mercado y vemos que este indicador muestra estabilidad en el tipo de comprador en Bogotá”, concluyó.

 

Inversionistas, mayores de 51 años

Camacol también discrimina la dinámica de la compra para inversión por edades: “De las 170 personas encuestadas en Bogotá, luego de comprar, el 50 por ciento que adquirió la vivienda por inversión tiene más de 51 años, mientras que el resto está entre quienes tienen entre 25 y 50 años. Según la gerente de la regional, Martha Moreno, “ese 50 por ciento lo conforman personas que están en un buen momento económico y, aunque no necesariamente tienen más poder adquisitivo, sí han solucionado su necesidad de vivienda y, en consecuencia, buscan alternativas para aumentar su patrimonio”.

 

 


Gabriel E. Flórez G. / El Tiempo

Página Web -2018/10/02

Fuente: https://www.eltiempo.com/


Alcalde Alejandro Char asegura que la ciudad tiene terrenos para seguir con el programa Mi Casa Ya.

 

Barranquilla tiene disponibles 1.800 cupos del programa de vivienda del Gobierno Nacional, Mi Casa, anunció ayer el ministro de Vivienda, Ciudad y Territorio, Jonathan Malagón González.

El funcionario reveló la cifra o durante la entrega de 150 soluciones habitacionales de la Urbanización Cayenas, en el sur de esta capital, que hacen parte del programa, en donde además informó que  para el próximo año el gobierno destinará para este plan 32 mil millones de pesos.

Malagón invitó a las familias barranquilleras que se postulen y puedan acceder a una casa nueva, como las entregadas en la Urbanización Cayenas etapa II y III, que contaron con una inversión de Fonvivienda por 7.500 millones de pesos y aportes de la Alcaldía de Barranquilla por 2.780 millones de pesos.

El funcionario aseguró que la inversión para Barranquilla en los proyectos de vivienda, Mi Casa Ya es de 150.000 millones de pesos.

“Estamos trabajando de la mano de la Alcaldía en garantizar que aquellas personas que han sido beneficiadas con los programas del Gobierno estén haciendo buen uso. Aquí no estamos haciendo nada diferente a cumplir el reglamento, y el reglamento demanda en materia de convivencia y aprovechamiento. Hay unas cosas que se pueden hacer y otras que francamente no están permitidas", agregó Malagón.

A su turno el alcalde de Barranquilla, Alejandro Char, aseguró que la ciudad cuenta con terrenos para seguir impulsando este proyecto de vivienda social para los habitantes que aún no tiene casa.

“El Gobierno distrital destinó los recursos para terminar los apartamentos y entregar una vivienda digna, en Las Cayenas. Pero fuimos mucho más que eso, se construyó el Colegio Vargas Cantillo, un hospital, una estación de bomberos, se pavimentaron todas las vías, se construyeron dos parques, se canalizó el arroyo cerca al proyecto y ahora sí los habitantes de Cayenas viven de manera digna”, dijo el mandatario.

En la Urbanización Las Cayenas fue la gran beneficiada con esta iniciativa, aquí 150 familias recibieron vivienda nueva.

 

 


Leonardo Herrera Delgans / El Tiempo

Página Web -2018/10/03

Fuente: https://www.eltiempo.com/


El galardón latinoamericano se entregó a la recuperación del frente de agua de Mompox.

 

Con la revitalización de la albarrada (muro) sobre el Río Magdalena, en el municipio de Mompox (Bolívar), la compañía colombiana Opus Estudio logró un reconocimiento internacional. Se trata del premio de la Bienal Latinoamericana de Arquitectura de Paisaje 2018, cuya premiación se realizó esta semana en Ciudad de México. Allí, la recuperación del frente de agua, que tiene una extensión de 2,7 kilómetros y un área aproximada de 180.000 metros cuadrados, fue exaltada por el jurado.

Uno de los arquitectos de Opus Estudio, Carlos Alberto Cano, le contó a EL TIEMPO lo que significa este logro: “Es un reconocimiento para la comunidad de Mompox, que enriqueció y se apropió del proyecto, tanto en sus fases de diseño y construcción, y ahora en su uso”.

Sobre la propuesta –que se llevó el galardón Obra Construida, en la categoría parques y áreas recreativas- Cano agregó que incluye trabajos en las plazas de Santa Bárbara, San Francisco y La Concepción. “Todo el proyecto parte del Plan Especial de Manejo y Protección (PEMP), mediante el cual se establecen las acciones necesarias para garantizar la protección, conservación y sostenibilidad de su centro histórico”, anota.

Con este proyecto paisajístico, urbano y arquitectónico, Opus Estudio había recibido otro reconocimiento en el 2016: el premio Karl Brunner en la categoría de Paisaje y Urbanismo de la Bienal Colombiana de Arquitectura.

EL TIEMPO consultó a Flavio Romero, presidente de la Sociedad Colombiana de Arquitectos (SCA), quien destacó que el premio en México “demuestra que en el país se están haciendo buenas cosas, cada vez más con mayor trascendencia internacional”. Según el directivo, “la obra aporta un espacio público de calidad, creando áreas y puntos de encuentro de libre acceso para que la gente interactúe. También es una demostración de que a través de la renovación estas ciudades intermedias –que, además, son patrimonio– pueden reactivar su potencial turístico y económico”.

Respeto al patrimonio

Acerca de esto, Cano recordó que Mompox integra la lista de patrimonio histórico de la humanidad de Unesco. “Su historia está ligada al río Magdalena, pero cambios en las dinámicas comerciales y de la navegación fluvial hicieron que perdiera jerarquía como puerto. En los años recientes, también su rivera entró en un creciente proceso de deterioro como espacio activo en la vida urbana”, señaló.

En este contexto –agregó el arquitecto– “el mayor reto fue conservar la imagen de la ciudad histórica, introduciendo elementos que lograran inducir nuevos usos y fortalecer las dinámicas existentes del espacio público en tres de sus plazas y su emblemático paseo de la albarrada”.

A propósito de las plazas, se destacan la de Santa Bárbara o plaza abierta al río; de San Francisco, identificada –también– como atrio del templo, y la Plaza de La Concepción. A estas se suma el Paseo de La Albarrada, o balcón sobre el río, donde se destaca el mobiliario, la identidad y la participación local, por ejemplo, a través de un proceso de participación con la comunidad que –explica Cano– enriqueció el proyecto.

Desde la concepción del proyecto se estableció el criterio de incorporar técnicas artesanales locales como la forja y la filigrana momposina. Pero uno de los logros del proceso de participación fue definir la forma para incorporar artesanos egresados de la escuela taller de Mompox, en la elaboración de los componentes del proyecto, entre otras novedades identificadas en la memoria descriptiva del proyecto.

En representación del equipo de Opus Estudio, el arquitecto Carlos Cano aprovechó la ocasión para ofrecer varios consejos para quienes desean trascender en el país y en el exterior.

-El arquitecto debe reconocer los valores de su cultura, fortalecerlos y plantearlos como elementos de referencia y de construcción de identidad.

-Importante aproximarse desde una mirada interdisciplinaria las complejidades del territorio.

-Hay que entender las posibilidades que dan los concursos, y trabajar colaborativamente para acceder de manera democrática a proyectos con gran posibilidad de transformación.

-Clave reconocer la profesión del paisaje, la arquitectura y el urbanismo como un elemento más en la transformación de la sociedad. Esto, en un engranaje complejo, no individual, conectado con lo público, lo privado y con otras disciplinas.

-Hay que estar atentos a ferias, congresos y seminarios, y estar en actividad constante en la academia.

-Se deben usar los nuevos sistemas de información sin desconocer las herramientas tradicionales del oficio.

Finalmente, y a propósito del premio Karl Brunner recibido en el 2016 por Opus Estudio en la categoría de Paisaje y Urbanismo de la Bienal Colombiana de Arquitectura, vale recordar que el pasado 25 de septiembre falleció Konrad Brunner, hijo de Karl, quien -como su padre- deja un legado en el país, que, de hecho, ha guiado a las nuevas generaciones de arquitectos.

 

 


Gabriel E. Flórez G. / El Tiempo

Página Web -2018/09/29

Fuente: https://www.eltiempo.com/


Transformar el diseño de proyectos para reducir su impacto ambiental es tendencia en construcción.

 

Estudios del U. S. Green Building Council, organización que promueve la construcción y operación sostenible de las edificaciones, sugieren que las obras de infraestructura y la operación de los edificios aportan al ambiente hasta el 40 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero y consumen cerca del 70 por ciento del total de la energía eléctrica que se produce en el mundo.

Esto ocurre porque, en su desarrollo y montaje, las construcciones consumen grandes cantidades de recursos naturales, como madera, minerales (hierro, aluminio, cobre, entre otros), agua y combustibles fósiles.

A su vez, generan erosión, deforestación y alteraciones de los ecosistemas y el suelo, según la zona donde se emplacen, y, una vez finalizada la obra, continúan consumiendo agua y energía para su operación y mantenimiento. Además, al final de su vida útil, cuando son demolidas, originan una gran cantidad de residuos en forma de escombros.

Si a esto se le suma que la urbanización mundial va en aumento y se prevé que el 68 por ciento de la población vivirá en zonas urbanas en el 2050, el panorama no es muy alentador: para esa fecha, según el informe ‘Una visión global’, del World Sustainable Building 2014, tan solo el sector constructor estaría generando todas las emisiones globales permitidas para no incrementar la temperatura del planeta en más de 2 grados centígrados, como se estableció en los Acuerdos de París.

El documento añade que, para evitar el “colapso climático”, el sector debe lograr reducir sus emisiones en un 77 % para el 2050.

Así las cosas, organizaciones como el Consejo Mundial de Construcción Verde, ONU-Hábitat y la International Initiative for a Sustainable Built Environment han empezado a demandar una profunda transformación del sector de la edificación, de tal manera que se logre reducir su huella ecológica.

“La industria de la construcción tiene un rol trascendental a la hora de combatir los efectos del cambio climático y preservar el planeta. Dados los Acuerdos de París, se hace necesario rescatar la importancia de la construcción sostenible como una oportunidad de mejora de los procesos, como un garante de la calidad de las obras y como un factor diferenciador en el que las acciones orientadas al uso racional de los recursos son primordiales en las edificaciones”, señala Cristina Gamboa, directora ejecutiva del Consejo Colombiano de Construcción Sostenible (CCCS).

Para lograrlo existen parámetros internacionales que deberían cumplir las construcciones sostenibles, con el fin de mitigar el impacto negativo que producen. ¿Cuáles son y cómo reconocer los edificios verdes en su ciudad? Estas son sus características.

Construverde, en Bogotá

Los próximos 3 y 4 de octubre, Bogotá será sede del foro internacional de diseño y construcción sostenible Construverde, que se llevará a cabo en el Cubo de Colsubsidio (carrera 30 n.° 52-77).

El evento, cuya organización está a cargo del Consejo Colombiano de Construcción Sostenible (CCCS), contará con conferencistas destacados a nivel mundial como Mahesh Ramanujam, CEO de U. S. Green Building Council, y Rick Fredizzi, presidente y director ejecutivo de USGBC.

La agenda contempla diversos foros, salas temáticas y talleres, desde las 8 a. m. hasta las 5:30 p. m., que abordarán asuntos como el ecourbanismo, la sostenibilidad integral en las edificaciones y la innovación en la eficiencia energética. Además, se presentarán las tendencias de vanguardia que permiten materializar proyectos inmobiliarios de alto desempeño ambiental.

 

 


Lizeth Viviana Salamanca Galvis / El Tiempo

Página Web -2018/09/30

Fuente: https://www.eltiempo.com/


La 19.ª edición de Walk 21 se llevará a cabo del 15 al 19 de octubre.

 

Hace 19 años empezó en Londres (Reino Unido) un movimiento que luego se convirtió en organización para promover la caminata como una forma de transporte diario a nivel mundial. Su nombre es Walk 21, y desde entonces han realizado 18 encuentros internacionales en distintos países.

Ahora, Bogotá acogerá la 19.ª edición de la conferencia, que por primera vez tendrá lugar en una urbe suramericana. Del 15 al 19 de octubre, el principal escenario será el teatro Jorge Eliécer Gaitán, escogido a propósito de su ubicación sobre la carrera 7.ª (centro de la ciudad), que aspira convertirse en uno de los principales corredores peatonales de la zona urbana, e infortunadamente hoy presenta retrasos en su construcción.

Los auditorios de las universidades Jorge Tadeo Lozano, los Andes y el Rosario también ofrecerán charlas y ponencias, además de que múltiples plazas públicas y senderos ecológicos acogerán actividades.

“Bogotá está cumpliendo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible a nivel mundial, con mejoras demostrables para la salud pública y el bienestar; equidad para las mujeres, los niños y la revitalización económica”, explica Jim Walker, director de Walk 21, para referirse a las razones por las cuales escogieron a la capital colombiana como sede.

Las cifras de caminabilidad en el Distrito han sido variables en los últimos años. Mediciones de la Encuesta de Movilidad y del programa Bogotá Cómo Vamos, entre el 2011 y el 2017, han mostrado fluctuaciones en cuanto a los hábitos de los bogotanos. Por ejemplo, en el 2011 se hacían 3’186.483 viajes a pie diarios, número que bajó a 2’623.036 en el 2015 y volvió a subir a 3’500.000 en el 2017.

Según la Defensoría del Espacio Público (Dadep), la ciudad cuenta con un área de 26’246.967 metros cuadrados de andenes, además del espacio que suman los parques, 30’189.204 m²; zonas verdes, 4’096.520 m²; plazas y plazoletas, 458.898 m². Precisamente, “en estas áreas, los habitantes de la ciudad empiezan y terminan cada viaje caminando”, recalca el Dadep.

De Viena (Austria), que ha sido catalogada como la ciudad más caminable del mundo, la capital colombiana puede emular la constancia en los planes maestros de movilidad (1980, 1993, 2003 y 2014), que han priorizado tanto los espacios peatonales como la bicicleta y el transporte público; en otras palabras, la movilidad sostenible, para lograr que no solo quienes no tengan carro particular, sino toda la población, sigan esas alternativas.

En la capital austriaca, su sistema metro pasó de 40 kilómetros a 80 entre 1990 y 2015, reduciendo tiempos de espera entre dos y tres minutos durante las horas pico, expone un artículo de WRI Institute. Esas mejoras en el transporte público incentivan los desplazamientos a pie, que suelen ser usados para finalizar el último o primer kilómetro y medio de los viajes.

“Incluso, aparte de los planes a largo plazo, medidas de sanción también han sido impuestas en esta urbe europea y otras; se trata de una suerte de comparendos a los peatones que no respetan las señales de tránsito, en especial aquellos que se pasan los semáforos cuando la luz no se los permite”, ha reseñado WRI.

En Bogotá, según las estadísticas del Dadep, el reto aparece a la hora de involucrar más a los estratos 4, 5 y 6, toda vez que en el 1, 2 y 3 suman el 90 por ciento de los recorridos a pie. Entre tanto, las mujeres son líderes en esta tendencia, pues realizan el 60 por ciento de los viajes.

Otros atractivos que le dieron a Bogotá la sede de Walk 21 son su ciclovía dominical y su red de senderos ecológicos, repartidos en diversos puntos de las 13.000 hectáreas de los cerros orientales. Su uso frecuente por los ciudadanos ha llevado, de hecho, a que las autoridades implementen planes de manejo eficientes para garantizar la sostenibilidad de esos espacios naturales.

 

Expertos

Según la Secretaría de Movilidad, del total de personas que caminan por la ciudad, el 23 por ciento tienen entre 5 y 14 años; 19 por ciento, entre 15 y 24, y 43 por ciento, entre 35 y 74 años.

La relevancia que las autoridades le han dado a Walk 21 Bogotá, Ciudad Caminable, como se llamará el evento, es que servirá para escuchar a los gurús de esta movilidad reflexionar sobre las prácticas, políticas e infraestructura que se deben mejorar en el Distrito –como los andenes– para seguir el ejemplo de las capitales del viaje a pie: París (Francia), Buenos Aires (Argentina), New York y Washington (EE. UU.), Copenhague (Dinamarca) y Oslo (Noruega).

Entre otros expertos que dictarán conferencias y participarán en talleres, se destacan Seleta Reynold, gerente general del Departamento de Transporte de Los Ángeles (Ladot) y miembro de la Junta de Profesionales de Peatones y Bicicletas.

Ha supervisado la construcción de más de 33.600 pies cuadrados de plazas y plazoletas, además del lanzamiento de la iniciativa Visión Cero, para reducir las muertes por siniestros viales.

David Sim, director creativo y socio en Gehl Architects; experto en urbanismo sostenible, que se enfoca en las personas. Jim Walker, fundador y director de Walk 21. Desde hace más de 20 años dirige la red y actividades de esta organización. Trabaja como asesor de políticas internacionales y gerencia proyectos especiales que buscan generar entornos seguros, atractivos y accesibles para la movilidad a pie.

Skye Duncan, directora de la Iniciativa Global de Ciudades de Diseño en Nacto (sigla en inglés de Asociación Nacional de Oficiales de Movilidad). Trabajó siete años en el Departamento de Planeación Urbana de New York, donde impulsó programas y lineamientos de diseño urbano para el espacio público saludable. Leonardo Yánez, representante sénior de la Fundación Bernard van Leer para América Latina (que promueve el cuidado infantil).

La calle es el espacio público por excelencia, y promover su uso, una demanda que cada vez toma más fuerza en los grandes centros urbanos, no solo por razones arquitectónicas sino de salud y bienestar para los habitantes.

El acceso a todas las actividades de Walk21 será gratuito. Los interesados en acceder a las conferencias y talleres de Walk 21 Bogotá, Ciudad Caminable, que se realizará del 15 al 19 de octubre, pueden inscribirse en www.walk21bogota.com de manera gratuita.

En la APP walk21bogota se encuentran agenda, conferencistas y los recorridos de experiencia de ciudad. Además, los ciudadanos podrán apreciar en distintos puntos del Distrito las 20 fotos finalistas del reto ‘Bogotá, ciudad caminable’.

 

 


Bogotá / El Tiempo

Página Web -2018/09/29

Fuente: https://www.eltiempo.com/