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Con lo que hoy se compra un apartamento o casa era posible adquirir mínimo 2,5 hace 10 años.

 

Si se pudiera devolver el tiempo, quienes hace una década por una u otra razón no se animaron a tener vivienda propia hoy no dudarían en tomar esta decisión a ojo cerrado.

 

Ello, debido a que el incremento del 9,47 por ciento en los precios de la vivienda nueva en el 2014, que reportó hace unas semanas el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), es apenas una pequeña muestra de lo ‘venenosos’ que hoy están los precios en el mercado inmobiliario, en donde Bogotá se ha caracterizado por liderar las alzas en los últimos años.

 

Si bien la economía ha crecido y los colombianos han incrementado su poder de compra (en especial la clase media), un ejercicio realizado por la Lonja de Propiedad Raíz de Bogotá, muestra que en los inmuebles usados se ha sentido un efecto similar en materia de costos.

 

De acuerdo con el análisis, entre el 2005 y el 2015 en todos los estratos socioeconómicos de la capital el precio del metro cuadrado ha tenido una variación real (descontando la inflación), de por lo menos el 160 por ciento.

 

Por ejemplo, hace 10 años quienes querían comprar una vivienda de 400 millones de pesos en estrato cuatro podían aspirar a vivir a sus anchas, en un área generosa de unos 421 metros cuadrados, con lo que el precio del metro cuadrado, a precios de hoy le salía en 1’398.799 pesos aproximadamente.

 

Pero hoy, en el 2015, quienes buscan una vivienda o apartamento usado y les alcanza para una unidad habitacional del mismo valor, tendrán que vivir más apretados, ya que actualmente, por esos 400 millones se puede conseguir un inmueble casi tres veces más pequeño (108 metros cuadrados), a razón de 3’703.704 pesos el metro cuadrado, aproximadamente.

 

Visto de otra manera, con el mismo dinero que en la actualidad una familia de estrato cuatro compra hoy una vivienda usada, hace 10 años le habría alcanzado para adquirir dos viviendas y media más.

 

El presidente de la Lonja de Bogotá, Jorge Enrique Gómez, asegura que las razones fundamentales para tal disparada de precios ha sido la falta de suelo y la mayor demanda originada en el crecimiento de la economía y en el aumento de la capacidad de compra de los hogares, que al irles mejor deciden comprar casa o apartamento propio.

 

Según el directivo, el costo de los acabados de la vivienda ha seguido una curva de crecimiento normal, muy cerca a la del costo de vida (inflación) y solo en los de acabados de mayor lujo la diferencia es un poco mayor, pero no son extremos que impacten gravemente el costo final de la solución habitacional. (Lea también: Bogotá se raja en la calidad de las viviendas)

 

Los efectos

 

De acuerdo con la proyección realizada por la Lonja de Bogotá, los mayores aumentos reales en el costo del metro cuadrado se han dado en los estratos 3 y 6 de la población.

 

Es así como, para una vivienda de 200 millones de pesos en el estrato 3 el aumento real en el costo del metro cuadrado en los últimos 10 años ha sido del 207,7 por ciento, mientras en el caso de un inmueble de 400 millones de pesos el precio del metro cuadrado ha subido 3,09 veces, es decir, un 209,4 por ciento real, que implica que hoy, por este mismo precio, se hubieran comprado tres casas en el 2005.

 

“La familia de clase media colombiana, en los últimos 10 años, ha incrementado su poder adquisitivo en un 50 por ciento. Entonces, ese mayor poder adquisitivo y la menor oferta inducen a un incremento en los costos”, señala el presidente de la Lonja de Bogotá, Jorge Enrique Gómez.

 

Entre tanto, en el mismo período de tiempo el incremento en el valor del metro cuadrado para el estrato 6 ha sido del 177,5 por ciento en un inmueble de 200 millones de pesos, variación similar para uno de 400 millones de pesos.

 

César Llano, presidente de la Federación Colombiana de Lonjas de Propiedad Raíz (Fedelonjas), destaca como positivo que en medio de los aumentos de los últimos años, para el caso de Bogotá se ha registrado una leve desaceleración en el incremento de la vivienda nueva en el 2014, que se había previsto y resulta sano. El directivo señala que los casos de Barranquilla y Cali, que en el 2014 tuvieron las mayores variaciones en los precios de vivienda nueva, con 15,34 por ciento y 11,21 por ciento, respectivamente, muestran que el mercado inmobiliario se está reacomodando. (Lea: Construcción de vivienda particular en Bogotá cayó 14 % en el 2014)

 

Vivienda social subió 20 millones en seis años

 

Según el Ministerio de Vivienda, el impacto del precio del suelo en los topes de vivienda de interés social (VIS) ha sido significativo entre el 2009 y el 2015. Este año, un comprador de VIS tiene que pagar casi 20 millones más que en el 2009, pues en ese año el precio era de 67 millones de pesos y hoy se ubica en 86,9 millones, una variación del 29,6 %.

 

No obstante, frente al 2009 la tasa de interés para este segmento ha bajado, toda vez que está en 11,9 % efectivo anual para un crédito en pesos, mientras hace seis años el interés era de 16,5 %.

 

Según la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), a febrero, el mercado de vivienda nueva registró un total de 91.453 unidades disponibles, de las cuales 30.760 son VIS y 60.693 no VIS, lo que refleja la evolución de la oferta de vivienda social. El sistema Coordenada Urbana del gremio destaca la cuota de la Vivienda de Interés Prioritario, que, comparada con los datos de febrero del 2014, se ha incrementado en 12,2 %.

 

 

 


ÓMAR G. AHUMADA ROJAS / El Tiempo

Página Web – 2015/04/05

Fuente: http://www.eltiempo.com


Ciudad Bolívar, Usme y Bosa, las localidades con más cambios en sus predios para 2015.

 

Ya no son los barrios de antes. Las casas tradicionales cada vez son menos y los conjuntos residenciales muchos más.

 

Hoy los barrios del sur de la ciudad están viviendo el boom de la propiedad horizontal, que hace un tiempo era exclusivo en sectores del norte y el occidente de Bogotá.

 

Las localidades de Ciudad Bolívar, Usme y Bosa fueron donde más se evidenciaron los cambios en los terrenos en toda la ciudad para este 2015.

 

La primera localidad presentó cambios en el 34 % de sus predios; la segunda, en el 37 %, y la tercera los manifestó en el 24 %, según estadísticas de la unidad de Catastro.

 

Las cifras revelan la acelerada transformación: para este año cerca de 18.039 predios cambiaron ya sea en su área total, su proporción de espacio construido o el uso que se le da a las viviendas y lotes.

 

Esto se demostró en 31 barrios de Bosa, 25 de Ciudad Bolívar y 21 de Usme.

 

Hoy, en Bogotá, el 75 por ciento de los predios está bajo propiedad horizontal y la tendencia de reconversión de las casas para la construcción de edificios sigue en aumento, como asegura Gustavo Marulanda, director de Catastro.

 

En el caso de estas localidades, en 84 barrios 222 predios dejaron de tener un uso residencial para estar hoy como lotes urbanizados, susceptibles de ser construidos.

 

Estos espacios equivalen a cerca de 19.985 metros cuadrados, 7.000 metros más que un espacio como la plaza de Bolívar.

 

En barrios como San Bernarnido, en Bosa, o Bolonia en Usme, cada vez es más frecuente encontrar varios lotes desde 200 metros cuadrados, donde se levantarían nuevos edificios.

 

A estos espacios repartidos por los barrios de las tres localidades, tendría que sumárseles los proyectos de nueva vivienda que ya se construyen, como los más de 15 conjuntos que hoy se edifican sobre la avenida Villavicencio en Ciudad Bolívar.

 

Los nuevos vecinos

 

El corredor comercial del barrio Isla del Sol, en Ciudad Bolívar, ha sido desde hace varios años la calle 67 sur. Esa misma que la mayoría de vecinos demarcaron a punta de piedras 20 años atrás, cuando empezaron a construir sus casas.

 

Hoy esta calle, ya pavimentada, es el tramo por el que más pasan los nuevos vecinos del barrio: los habitantes de los conjuntos residenciales de Madelena.

 

“Hace 20 años esto era una invasión, hoy ya tenemos vecinos estrato 3 y 4, y nosotros seguimos siendo 2”, cuenta uno de los comerciantes del sector, para quien la construcción de los nuevos apartamentos, desde hace tres años, ha mejorado el comercio.

 

Sectores como Madelena o el Perdomo, que hace unas décadas no estaban en la mira de los constructores, hoy tienen varias edificaciones en proceso.

 

La explicación a esto, de acuerdo con la Subsecretaría de Planeación Territorial de la Secretaría Distrital de Planeación, es que el mercado de altos ingresos ya está saturado, es decir, los hogares que en Bogotá tienen la capacidad para acceder a una vivienda de ese rango, en general ya tienen inmueble.

 

Por lo tanto el mercado se empieza a reacomodar y los proyectos inmobiliarios que se están licenciando están dirigiéndose en mayor proporción a vivienda de bajo precio o para clase media.

 

Según un análisis de la Secretaría, durante el 2014, la ciudad licenció 6’225.119 metros cuadrados que aún no han iniciado obra; sin embargo, las ventas y las iniciaciones de obra han decaído, a excepción del segmento del estrato 2, que creció en un 36 por ciento y reafirma la tendencia que supone el Distrito.

 

Para Diego Velandia, investigador del Observatorio de Calidad en la Vivienda Nueva de la Universidad de los Andes, en los últimos dos años sí ha regresado la confianza en los estratos 5 y 6 para comprar, pero el factor clave para que se haya concentrado la construcción en el sur tiene que ver con el hecho de que el precio de la tierra es mucho menor y hay más lotes de expansión en estos sectores.

 

No obstante, el cambio en los barrios no solo responde a proyectos de nueva vivienda, sino también a que en estos sectores se mantiene la tradición de ir levantando por pisos las viviendas y que muchas construcciones ilegales se formalizan y se incorporan al catastro de la ciudad.

 

En Ciudad Bolívar, Usme y Bosa en el último año se incorporaron 8.156 predios, que equivalen a 439.006 metros cuadrados en estos sectores.

 

De acuerdo con la Unidad Administrativa de Catastro, otro factor que ha impulsado el boom de la propiedad horizontal son los proyectos de viviendas de interés social y prioritaria y la infraestructura educativa y de transporte para estas zonas de la ciudad.

 

Por ejemplo, en Bosa, distintos sectores, como Las Margaritas, aledaño a colegios distritales, han venido recibiendo proyectos multifamiliares, que hoy logran que esta zona de la ciudad, caracterizada por las autoconstrucciones, tenga un 31 por ciento en propiedad horizontal.

 

¿Y la calidad?

 

De acuerdo con un estudio del Observatorio de Calidad de Vivienda Nueva de la Universidad de los Andes, la calidad de las viviendas de interés prioritario e interés social es la más crítica, porque representa los porcentajes más bajos y se ubica en las localidades de Bogotá con mayores deficiencias en equipamiento sociales y urbanos.

 

El estudio evalúa 110 indicadores sobre la relación de la vivienda con la ciudad, la estructura de la urbanización y las condiciones y acabados de los apartamentos.

 

Al comparar las estadísticas de la Unidad Administrativa de Catastro sobre el cambio en los predios con los indicadores del estudio de los Andes, las localidades donde más han cambiado los usos y las áreas de los terrenos son las que ostentan los peores indicadores en calidad de la vivienda nueva.

 

Por ejemplo, en una localidad como Ciudad Bolívar, que tiene una transformación del 34 por ciento en sus predios, las nuevas viviendas que allí se construyen solo tienen el 43,3 por ciento de las condiciones óptimas de calidad de vivienda.

 

Caso similar ocurre en Usme y Bosa, que tienen un 38,9 por ciento y un 41,7 por ciento, respectivamente. Esto quiere decir que, en ambas localidades, la mayoría de viviendas nuevas no cumplen ni con la mitad de características necesarias para ser espacios habitables.

 

El salto del valor del metro cuadrado

 

La transformación de los barrios también conlleva cambios en los valores del metro cuadrado. Para 2013, por ejemplo, la mayoría de los predios en Bosa tenían un valor del metro cuadrado entre los 200.000 y 500.000 pesos, un año después, esta cifra subió al rango entre 500.000 y 1’000.000 de pesos en casi toda la localidad y, para este año, cerca de dos millones de metros cuadrados tienen valores entre 1’100.000 y 1’500.000 pesos.

 

Estos precios se concentran en barrios como Escocia, San Pablo Bosa, Villa del Río, Jorge Uribe Botero, San Bernardino II y Las Margaritas. (Lea: Estratos 3 y 6, los más perjudicados con alzas de la vivienda)

 

Caso similar ha sucedido en barrios como el Perdomo, donde sus tradicionales habitantes han visto cuánto se han valorizado sus propiedades, pero también cómo la movilidad en el sector resulta un caos por la falta de nuevas vías y espacio público, que algunos proyectos de vivienda no contemplan, a pesar de que atraen a cientos de familias que requieren nuevos equipamientos.

 

Como reconoce la misma Secretaría de Planeación, la ciudad, según sus indicadores de licenciamiento, viene densificándose de una manera importante, pero lo ha hecho de manera desordenada y sin generar infraestructura o espacios públicos.

 

Con la nueva reglamentación de renovación urbana (decreto 562 de 2014), la intención de la Alcaldía es que los constructores tengan libertad para la densificación, pero le cumplan a la ciudad con la entrega de cargas. Sin embargo, voces críticas han llamado la atención de que esto podría disparar más la construcción desmedida en altura, cambiándole el paisaje a la ciudad.

 

 

 


BOGOTÁ / El Tiempo

Página Web – 2015/04/05

Fuente: http://www.eltiempo.com


El gobierno regional ha dispuesto diversos mecanismos para enfrentar la tragedia.

 

El número de familias afectadas por la inclemencia de las lluvias asciende a 350. Es por ello que los 27 municipios que conforman el departamento se encuentran en máxima alerta para evitar que la cifra de afectados siga creciendo.

 

Luz Clemencia Hincapié, directora de la Unidad de Gestión del Riesgo del departamento, señaló que continúa de forma permanente la declaración de Alerta Roja por el Ideam en el departamento.

 

La funcionaria también informó que los municipios que más han sido afectados por la lluvia han sido Pensilvania, Samaná, Belalcázar entre otros, donde los esfuerzos de los organismos de socorro se han intensificado en puntos críticos como las riberas de los ríos.

 

En Manizales se decretó la alerta naranja por el alto nivel de lluvias.

 

Los organismos de socorro hicieron un llamado a los habitantes y pobladores del departamento para que no boten basura a los desagües y alcantarillas, así mismo que estén atentos a los ríos que se encuentran cerca a sus viviendas, además pidieron estar alertas a las personas que están en zonas propicias de deslizamientos.

 

Cada año el departamento es fuertemente golpeado por este fenómeno natural.

 

 

 


REDACCIÓN NACIONAL / El Espectador

Página Web – 2015/04/04

Fuente: http://www.elespectador.com


Aseguran que no podrá cumplir con las metas trazadas en el Plan de Desarrollo.

 

La concejal María Victoria Vargas hizo fuertes cuestionamientos a la política de Vivienda de Interés Prioritario que adelanta la administración de Gustavo Petro. Según la cabildante, no se podrán cumplir las metas determinadas en el Plan de Desarrollo.

 

El debate de control político que se realizó en el Cabildo se enfocó en analizar la propuesta de la administración Petro de construir 372 Viviendas de Interés Prioritario –VIP para las víctimas del conflicto en siete predios públicos, que funcionan como parqueaderos en las UPZs Santa Bárbara, el Refugio y Chico-Lago, además de 356 parqueaderos, jardines y espacios comerciales, con una inversión de 30.000 millones de pesos.

 

“Con todas las cifras expuestas es difícil determinar su grado de viabilidad social, económica y jurídica e identificar posibles riesgos para la ciudad”, puntualizó Vargas Silva.

 

Para Vargas de la meta de 70.000 VIP, 66.718 corresponden a la gestión de subsidios en especie, 19.385 solo se programaron para el periodo 2012-2015, 47.333 quedaron para ser gestionados por el próximo alcalde.

 

“Significa que el alcalde Gustavo Petro promete 70.000 viviendas y ejecuta sólo el 29,1 por ciento y le deja al próximo alcalde la tarea de responder por el 70,9 por ciento”, explicó la concejal.

 

Pese a las críticas de la cabildante del Partido Liberal, cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE), que parten del Censo de Edificaciones, indican que durante 2014 se iniciaron en Bogotá 7.668 viviendas de interés prioritario, que representaron un crecimiento del 11% respecto al 2013.

 

Esto significa que en cuanto a Viviendas de Interés Prioritario (VIP), la capital del país creció un 26% al reportar 7.668 unidades habitacionales iniciadas, cifra que en promedio es superior a la de los últimos nueve años. En el resto del país la cifra bajó un 27%, determinado por las disminuciones registradas en Cali (-4.757 VIP menos), Medellín (-4.622), Soacha (-3.060) y Cartagena (-2.621).

 

Bogotá fue la ciudad que más aportó al crecimiento de VIP con 13 puntos porcentuales contrarrestando parte de la caída nacional junto a Bucaramanga (3pp), Villavicencio (2pp) y Jamundí (2pp).

 

 

 


REDACCIÓN BOGOTÁ / El Espectador

Página Web – 2015/03/26

Fuente: http://www.elespectador.com


Este sector pasó de crecer 12,7 a 5,9% entre el tercer y el cuarto trimestre de 2014.

 

No hace mucho tiempo la industria petrolera era el principal motor de la economía colombiana, pero tras la caída de más del 50% que sufrió el precio del petróleo desde agosto de 2014, el sector de la construcción ha surgido como la nueva promesa económica del país. Por el momento esta rama no ha fallado en su labor, pues en el último año ha mantenido un crecimiento constante; sin embargo, el ritmo al que lo está haciendo se ha venido moderando en los últimos meses.

 

De acuerdo con un reporte del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), la construcción en Colombia cambió su crecimiento de 11,6% en 2013 a 9,9% en 2014, una reducción no muy significativa. Pero al descomponer los datos anuales se encuentra que este sector pasó de 12,7 a 5,9% entre el tercer y el cuarto trimestre del año pasado. Además, los dos componentes del sector: edificaciones y obras civiles, bajaron su tasa de crecimiento de 14 a 7,5%, y de 11 a 3,8%, respectivamente, en el mismo período.

 

Santiago Álvarez, analista de Alianza Valores, comentó que “las edificaciones y las obras civiles pesan prácticamente lo mismo en el sector de la construcción del país. Se observa que el primer componente sigue presentando un buen dinamismo como resultado de la gran inversión del Gobierno en políticas habitacionales. Pero los proyectos de infraestructura sí muestran mayores signos de moderación, si bien este segmento sigue creciendo, lo está haciendo a un ritmo menor con respecto a las tasas de 17% que tenía antes”.

 

Es una posición con la que coincide Camila Pérez, directora de análisis macroeconómico y sectorial de Fedesarrollo, ya que explicó “que la mayor parte de la moderación del ritmo de crecimiento de la construcción en el país se debió principalmente al componente de las obras civiles. Si se analizan los gastos de ejecución en estos proyectos, se observa un comportamiento letárgico al final de 2014, lo cual pudo ser consecuencia de que el presupuesto de inversión del Gobierno no se ejecutó tan rápido como se pensaba inicialmente”.

 

El comienzo de la construcción de las carreteras 4G será el principal factor que reactivará el crecimiento del componente de las obras civiles, pues se trata de un programa de más de $50 billones, y que demorará varios años. Sin embargo, “la devaluación del peso podría ser un factor a considerar, porque se trata de un proyecto que requiere una inversión importante en maquinaria y en otros productos importados”, advirtió Pérez.

 

A pesar de que el componente de las edificaciones tuvo mejor desempeño que el de las obras civiles, de todas formas su crecimiento se redujo en casi la mitad entre el tercer y cuarto trimestre del año pasado. Fue un comportamiento que para el ministro de Vivienda, Luis Felipe Henao, “se debió al agotamiento de los incentivos que se venían dando para la compra y adquisición de propiedades, porque al final de 2014 ya se había terminado el subsidio a la tasa de interés hipotecaria y el programa de las 100 mil viviendas”.

 

A pesar de la reducción del crecimiento el Gobierno es todavía optimista sobre la construcción, pues se espera que “por medio de incentivos este sector suba entre 9 y 9,7% en 2015. Para esto se invertirán más de $37 billones en políticas que ayuden a dinamizar la compra y adquisición de Vivienda de Interés Social (VIS), ya que fue una de las ramas que más aportó al crecimiento económico del país en 2014. De manera que este año se volverá a reactivar el subsidio de la tasa de interés, y se complementará con programas como el de “Casa Ahorro”, “Mi Casa Ya” y “Casa Gratis”, agregó el ministro.

 

 

 


JUAN CAMILO VEGA BARBOSA / El Espectador

Página Web – 2015/03/26

Fuente: http://www.elespectador.com