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El Distrito tiene listo el proyecto que reglamenta la urbanización del borde norte de la ciudad y que contempla la financiación de vías y de servicios públicos por particulares, que aportarían $3,5 billones. Revive la polémica por la Van der Hammen.

Una de las apuestas más grandes de la administración de Enrique Peñalosa es la urbanización del borde norte de la ciudad, y la propuesta para edificar en ese sector, que se viene anunciando desde que el alcalde era candidato, empieza a tomar forma. Ya está listo el proyecto del decreto que sería la hoja de ruta para la construcción de 110.000 viviendas (40.000 de interés social) en lo que se denominará Ciudad Lagos de Torca, que, junto con la reserva Thomas Van der Hammen, es la tierra donde la administración pretende darle un desahogo al crecimiento urbanístico de la ciudad.

La iniciativa no es nueva. Las últimas tres administraciones habían intentado, a su manera, desarrollar el Plan de Ordenamiento Zonal del Norte (POZ Norte), contemplado desde el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) del 2000. Sin embargo, la propuesta de la alcaldía Peñalosa tiene elementos novedosos. El principal es el papel de los privados en el proyecto, pues serían ellos los llamados a poner los recursos, la tierra y la plata para construir la infraestructura básica (vías y redes de servicios públicos) que permita el desarrollo de la Ciudad Lagos de Torca.

El Distrito pretende reunir $3,5 billones de las arcas privadas. Una tarea sin precedentes para un proyecto de este tipo en la ciudad y que parece una labor titánica, pero en la administración están confiados. Saben que lograr la meta depende, en esencia, del interés que genere, sobre todo a las firmas constructoras, la valorización de los predios e inmuebles, como consecuencia del plan que quiere desarrollar la administración.

Desde Camacol, gremio que reúne a los constructores, señalan que, si bien apenas están analizando la propuesta, de entrada califican el modelo de financiación como novedoso y resaltan que la noticia importante es que finalmente “se libera para el beneficio de la ciudad ese suelo que estuvo congelado por años y que sólo trajo ocupación y deterioro del mismo”.

Para captar esos recursos privados, el Distrito montó su propia fórmula. En principio, los particulares pueden construir hasta en el 20 % del área de sus predios. En adelante, para aumentar sus derechos de edificabilidad, que pueden llegar hasta el 220 % del tamaño del lote (en edificios de hasta 15 pisos), los propietarios tendrán que pagar con tierra o dinero. Lo recaudado iría a parar a un fideicomiso, en el que se reunirían las tierras y el dinero para construir las vías, las redes de servicios públicos necesarias para esa zona y un gran parque metropolitano, que sería más grande que el Simón Bolívar.

Los recursos estarían quietos hasta lograr el punto de equilibrio, tasado en $700.000 millones, el monto base para empezar con la construcción de un anillo vial conformado por la extensión de la avenida Boyacá y la construcción de la avenida Santa Bárbara y Guaymaral, que, junto con la prolongación de la autopista Norte y la carrera Séptima (que se gestionarán por asociaciones público-privadas), serían la primera etapa del trazado vial de esa zona.

Aunque el plazo para tener esos $700.000 millones es de 30 meses, Andrés Ortiz, secretario de Planeación, cree que incluso los podrían recoger en los seis meses después de la estructuración del fideicomiso. Lo dice porque, en la socialización, notó un buen ambiente entre privados y propietarios alrededor del proyecto. Así es como el Distrito planea desarrollar su plan sin tener que aportar grandes recursos públicos.

Sin embargo, la cuestión financiera no es la única clave del proyecto. Ciudad Lago de Torca limita con la Reserva Thomas van der Hammen, la manzana de la discordia entre partidarios de la urbanización y ambientalistas. Y aunque el POZ no incluye las 1.400 hectáreas de la reserva, varias de las vías, como la extensión de la Boyacá y algunas transversales, pasarían por esas tierras sobre las que, hasta hoy, no se puede construir.

Esa incidencia del POZ en la Van der Hammen, de hecho, ya generó voces de protesta. “Una vez más, el gobierno de Enrique Peñalosa hace gala de su analfabetismo ambiental para favorecer a especuladores inmobiliarios y urbanizar la Reserva Thomas van der Hammen”, sostuvo el concejal Manuel Sarmiento, del Polo Democrático, haciendo referencia al hecho de que en el proyecto de decreto del POZ no se tuvo en cuenta la Van der Hammen como parte de la estructura ecológica principal del borde norte de la ciudad.

Sin embargo, el secretario Ortiz sostiene que la reserva no fue tenida en cuenta como tal porque se reglamentó en el 2011 y el último POT data del 2000, es decir, aún no ha habido oportunidad para hacerlo, y sólo se incluiría como parte de esa estructura en la elaboración del nuevo POT, que tendría que ser presentado el próximo año. Lo concreto es que el Distrito, según Ortiz, adelantará los estudios necesarios para solicitar ante la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) la sustracción de una parte de la reserva para construir esas vías. Una vez se haga la petición, será la autoridad ambiental la que determine qué y cómo se puede construir.

Desde el Distrito dicen, además, que la Ciudad Lagos de Torca es una gran apuesta ambiental, pues incluye la restauración de 34 hectáreas adicionales para el humedal Torca Guaymaral, la siembra de 95.000 árboles (hoy hay 5.000 en la zona) y, sobre todo, la construcción del Parque Metropolitano Guaymaral, un área de 150 hectáreas con alamedas y senderos. Por ahora, la CAR está estudiando el proyecto de decreto del POZ y se espera que el mes siguiente entregue su veredicto. De ser positivo, se elaboraría el decreto definitivo y se le daría vía libre a la constitución del fideicomiso adonde irían a parar los recursos privados para financiar uno de los proyectos más ambiciosos de la administración Peñalosa.



Jaime Flórez Suárez / El Espectador
Página Web - 2016/09/13
Fuente: http://www.elespectador.com


Doña Ángela García de Berrío ya ni recuerda cuánto tiempo fue que su casa demoró sumergida bajo el agua. Lo que si no puede borrar de su mente fueron aquellos momentos de desolación y de angustia cuando la ola invernal del 2010 y 2011 la dejó literalmente en la calle.

En aquella época, miles de familias ribereñas de distintos pueblos sobre el Canal del Dique sufrieron inundaciones sin precedentes en la historia del departamento. Justamente, Soplaviento, el pueblo de doña Ángela, en el norte de Bolívar, también sufrió las consecuencias y muchas casas fueron afectadas e incluso quedaron invivibles, pues eran hechas de bahareque.

Llegaron algunas ayudas y con ellas las promesas de que sus casas serían reparadas y en otros casos les darían casas nuevas por el estado lamentable en el que quedaron.

“El barrio Manga es uno de los que más sufre con las lluvias y si se crece el Dique, peor, porque somos los primeros que nos inundamos. Después del censo que hizo el alcalde de la época, Luis Ramírez, nos dijo que iban a dar una ayuda, a través del Fondo Adaptación, para adecuar las viviendas”, relató la mujer.

Y añadió: “Remodelaron las casas que fueron afectadas; pero el problema fue que también dejaron por fuera a muchas otras y dieron prioridad a unas que sufrieron afectaciones mínimas, comparada con la mía que aún está que se me cae”, relató Ángela.

El testimonio de la humilde señora lo corrobora Jainer Cueto, hijo de Orlando Cueto Camargo, quien alega que la vivienda de sus padres también está que se va al suelo.

“Nosotros vivimos por el estadio de sóftbol y esa vivienda prácticamente no se ha intervenido. Que se haga esa revisión y entreguen las ayudas que prometieron esa vez”, añadió el joven mototaxista.

Ángela García de Berrío sostiene que entre tanta diligencia pendiente, se ha convertido en una líder para hacer los reclamos que tiene la comunidad. “Tengo una cantidad de papeles míos y de personas que fueron censadas y que tienen cómo demostrar que fueron incluidas y que nunca han recibido una ayuda. Calculo que somos como 20 personas las que estamos pidiendo esas remodelaciones porque las seguimos necesitando”, indicó.

Se adelantan gestiones

De manera extraoficial, El Universal conoció que el alcalde de Soplaviento, Willinton Romero, adelanta gestiones para saber porqué las personas que fueron censadas y que aparecen como familias que sufrieron serias afectaciones en la base de datos del Fondo Adaptación, no han recibido las ayudas.

De la misma manera se logró establecer que el mandatario tiene proyectado adelantar un proyecto de vivienda para cientos de familias necesitadas de esta población y en donde se podrían incluir estas personas que hasta ahora fueron excluidas de las ayudas que ofreció el Gobierno nacional en su momento.

Las familias que hoy están esperando las ayudas para reconstruir sus viviendas esperan que las acciones que se adelantan desde la Alcaldía surtan su efecto, pero piden no darle un manejo político si estas se concretan y llegan a feliz término.

Otras viviendas, como la de la familia Cueto, también exigen las ayudas prometidas.




SAMUEL ÁLVAREZ BELEÑO / El Universal
Página Web - 2016/09/14
Fuente: http://www.eluniversal.com.co


Desde hace ocho meses Yency Yirid no duerme imaginándose cómo será su casa nueva. Esta mujer chocoana, madre de dos hijos, conforma una de las 1.500 familias que desde ayer comenzaron a vivir en la ciudadela Mía, un conglomerado de edificios que se construyó en las afueras de Quibdó y que busca generar desarrollo en la región.

Yency cuenta que hasta ayer vivió en el barrio Cristo Rey de Quibdó, en unas condiciones que no eran dignas. “Yo me sentía feliz en ese barrio, pero nunca estuve feliz con mi casa. No quiero ser malagradecida porque sí tenía un techo, pero ese techo no tenía condiciones dignas. Por ejemplo, siempre he soñado con tener una habitación en la que me pueda cambiar de ropa con tranquilidad, sin que me vean de la calle, esa es la felicidad”.

Cuando se le pregunta cómo consiguió esta nueva casa, su rostro cambia por completo e inmediatamente comienza a gritar: “ayyyyyyyyyyyyyy esto es lo mejor, ayyy esto es lo más feliz que me ha pasado en la vida”. Y comienza a brincar y de repente abraza a todos los que estamos a su alrededor mientras sigue gritando: “ayyyy esto es lo mejor”.

La felicidad de Yency es contagiosa. Y su historia es una copia de la de Luz Gamboa y Sara Padilla, quienes también cuentan eufóricas el cómo llegaron acá, a estas nuevas casas. Coinciden en que aunque todavía tienen muchas necesidades, el futuro de sus hijos está asegurado al tener una casa que no se inunda, en la que no llueve por dentro y la que no tiene el suelo de barro.

“Ahora que vengo a la ciudadela, me siento en otro país, estoy muy emocionada. Sí, sí, esto es otro país, aquí no me va a faltar nada. Aquí todo es muy bonito, hay condiciones de vida que nunca hemos tenido. Vamos a poder tomar agua sin ningún miedo. Además, nos enseñaron a pintar nuestras propias casas y eso fue una experiencia inolvidable”, dijo la señora Luz, quien a sus 35 años expresó que esta será una felicidad eterna.

Actos oficiales


La entrega de las viviendas la hizo ayer el presidente Juan Manuel Santos quien llegó a Quibdó insistiendo en el monto total de inversiones hechas por su Gobierno en Chocó. Advirtió que durante los seis años de su administración ha hecho una inversión total de 8 billones de pesos.

“Hemos hecho esfuerzos monumentales para cumplirle a Chocó. Desde cuando llegamos al Gobierno hace seis años hemos invertido 8 billones en obras concretas y en proyectos concretos”, dijo el Jefe de Estado y destacó que en Mía estarán viviendo las familias que están en condición de pobreza extrema.

“Desde la primera vez que vine a Chocó dije que el departamento había vivido de promesas y no de resultados. Y desde el 2010 nos propusimos cambiar esa situación”, agregó.

Santos además puso la primera piedra de un mega colegio dentro de la ciudadela para 940 niños y jóvenes. Además se construirá en el interior del colegio un Centro de Desarrollo Infantil para 160 niños que costará más de $16.000 millones de pesos, de los cuales $13.800 millones provendrán del Ministerio de Vivienda y más de $2.400 millones de la Fundación Argos.

Entretanto, el alcalde de Quibdó, Isaías Chalá, hizo un discurso centrado en el proceso de paz y en el plebiscito. Además manifestó que la entrega de estas viviendas son el primer paso hacia la paz.

“El fin del conflicto armado apenas comienza, este es el punto de partida para la construcción de una Colombia en paz. Tenemos el deber de garantizar una paz sólida”. Recordó que Quibdó es uno de los municipios del país con presencia de todos los grupos armados ilegales y destacó que un 80 por ciento de los habitantes han sido víctimas de la violencia y del desplazamiento forzado.

Por último, el alcalde Chalá le pidió al presidente Santos desarrollar en el municipio dos obras claves para el desarrollo local: la circunvalar y la central de abastos.* Por invitación de Orbis.

En Definitiva

Con la entrega de 1.500 viviendas en Quibdó, el Gobierno Nacional buscará que las familias en condición de extrema pobreza mejoren su calidad de vida. Presidente defendió inversiones.

OPINIÓN

Recomponer el tejido social

Rodolfo Bayona

Presidente del Grupo Orbis

La fundación Orbis se ha involucrado en el proyecto Mía en tratar de participar y componer el tejido social. La fundación tiene un programa para cambiar los territorios y la apropiación de la comunidad por el territorio a través del color. Hemos tenido esa experiencia en varias ciudades del país y hemos visto que cuando se le pinta el hogar y el entorno a una familia ellos sienten una apropiación mucho mayor y se sienten parte del proceso. Nuestro desafío acá es el trabajar con la comunidad, involucrarnos con los líderes comunitarios para que ellos nos ayuden y las comunidades se apersonen de su vivienda, que aprendan a compartir con los vecinos. El reto es que todo funcione como una comunidad”.




María Victoria Correa Escobar / El Colombiano
Página Web - 2016/09/14
Fuente: http://www.elcolombiano.com


Las 120 viviendas que están sobre la margen izquierda del río Magdalena, sobre la calle La Albarrada, en el municipio de Zambrano, podrían colapsar por los constantes deslizamiento de tierra que se vienen presentando desde hace varios años.

Para Yarlis Ballestas Sarmiento, habitante del sector y afectada por la erosión, cada día que pasa es de completa zozobra, ya que se agudiza más la situación, sobre todo cuando las aguas del río comienzan a bajar de nivel.

Agregó que las casas se han quedado sin patios, y viven con una permanente preocupación porque en cualquier momento el agua y los deslizamientos pueden llevarse las humildes viviendas.

“En mi casa vivimos cinco personas y de perder la vivienda no tendríamos para dónde irnos, porque este es nuestro único patrimonio”, dijo la ama de casa.

El río se “tragó” $13.000 millones

Otros habitantes del sector señalan que los espigones que fueron instalado en 2013, por un valor de 13 mil millones de pesos, para frenar la erosión no han servido de nada. Algunos se han roto y el peso de la tierra con que los llenaron está hundiendo el poco espacio que hay entre las casas y el río.

Igualmente, Dioselina Guerrero Sánchez, quien también está afectada, resaltó que una vez se termine de “hundir la tierra” con que fueron llenados los geocontenedores, seguidamente se pueden ir las casas a pique.

La preocupada mujer indicó que lo más urgente sería que se adelantara un proceso de reubicación para otro sector del pueblo a las familias, porque allí han invertido muchos recursos y de nada han servido, pues todo se ha ido al fondo del río.

Situación grave

El alcalde de Zambrano, Alberto Murillo Palmera, aseguró, ante esta situación, que esa es una problemática que se recrudeció durante la ola invernal de 2010 y 2011. Desde entonces, todas la viviendas aledañas a la calle La Albarrada se han deteriorado y es muy poco lo que queda de la vía, explicó.

Murillo Palmera añadió que de continuar el río con el comportamiento en el aumento de su nivel, y encontrándose este sector desprotegido y sin estabilidad para la defensa, la inundación del municipio será inevitable.
Indicó que a raíz de esta grave situación, la Administración comenzó a tocar puertas a nivel departamental y nacional. “Le solicitamos a la Gobernación apoyo con el

Banco de Maquinaria para restablecer la calle y reforzar los jarillones que se perdieron en su totalidad, ya que estos sirven de protección para evitar inundaciones. Estamos a la espera que la envíen”, indicó el mandatario.

También solicitó a la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo (UNGR), apoyo para la viabilización y priorización de los proyectos para mitigar los efectos que se pueden presentar por la ola invernal que afectaría a las comunidades del casco urbano.

El Alcalde resaltó que la UNGR le informó que para que exista la viabilidad del proyecto, el municipio debe estar a paz y salvo con cualquier convenio que haya firmado con esa entidad, pero esa petición los afecta, porque el municipio le adeuda $180 millones producto del convenio que la Administración anterior firmó para la colocación de los espigones sobre la margen izquierda del río.

Murillo agregó que en procura de obtener soluciones de fondo a esta problemática han presentado varios proyectos, sin obtener una solución definitiva.





LILA LEYVA VILLARREAL / El Universal
Página Web - 2016/09/13
Fuente: http://www.eluniversal.com.co


Tras el incendio que arrasó 19 viviendas del barrio Villatina, la corporación Antioquia Presente habilitó una cuenta con la que busca recoger ayudas para los afectados: 23 familias entre las que hay varios niños y una mujer en avanzado estado de gestación, según el censo entregado por la Alcaldía de Medellín.

Las donaciones en dinero se pueden hacer a la Cuenta Corriente Bancolombia #003 666-666 61, a través de las oficinas del banco o mediante la sucursal virtual y la App Móvil, usando el nit de la corporación: 890.984.783.

Además se recibirán donaciones en especie en las oficinas de Antioquia Presente en el barrio El Diamante de Medellín, entre las 8:00 a.m. y 5:00 p.m. La dirección exacta es calle 16B sur 41-16.

Los elementos que más se requieren son ropa de niños y de hombre, ropa de hogar, utensilios de cocina y artículos plásticos para el hogar y alimentos no perecederos para cubrir necesidades inmediatas. “Importante resaltar que las donaciones deben ser nuevas por la dignidad y el respeto a las personas”, informó la entidad en un comunicado.

Ayudas para la familia de los niños

Otro grupo de particulares, liderados por la empresa Contacto E para la que trabaja Ricardo Barrientos, padre de los tres menores de edad fallecidos, habilitaron otro canal de donaciones para la familia.

La convocatoria pide ropa, zapatos y elementos de casa como utensilios de cocina. Este tipo de elementos se reciben en la sede de la empresa, ubicada en la Cra. 50C # 10sur 35, sector La Aguacatala. También en la cuenta de ahorros #015 54 44 06 02 de Bancolombia.


 


El Colombiano
Página Web - 2016/09/12
Fuente: http://www.elcolombiano.com