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Las 20 familias que aún no han dejado sus casas en el Barrio Colombia expresaron su preocupación por la implementación del Plan Parcial de Renovación Urbana, porque se sienten desorientadas y no saben en qué condiciones tendrán que abandonar sus viviendas y temen que hasta el nombre desaparezca.

Liliam Rúa Gil, residente del barrio, dijo que ya les notificaron que el sector se llamará Poblado Uno y no Barrio Colombia, como ellos lo identifican.

Manifestó que durante más de 40 años que llevan viviendo allí resistieron la polución de las empresas que había en los alrededores y ya se fueron para otras partes, el ruido, la construcción de vías y la partida de la mayoría de sus vecinos y ahora que la situación ambiental mejoró, los van a hacer salir, como ocurrió con los habitantes que le quedaban a Naranjal, donde ya se ejecuta uno de estos planes parciales.

Concluyó que a pesar de subsistir allí tan pocas familias, darán la lucha jurídica, porque Barrio Colombia comprende un vasto sector de industrias, medianas y pequeñas empresas y entidades de servicios que están organizados, al igual que ellos.

Edwin Velandia, presidente de la Asociación de Residentes de Barrio Colombia, dijo que el anuncio de esta declaratoria ha generado mucha especulación y algunas personas están vendiendo, pero hay otros habitantes, con muchos años en el barrio y de avanzada edad, que le han expresado que dejar el sector sería muy difícil, porque con la plata que les den por sus propiedades no van a adquirir otro inmueble similar en Medellín.

 

Buscan mayores valores

Nelson Valderrama Cuartas, líder de la Unidad de Formulación de Instrumentos de Gestión, del Departamento Administrativo de Planeación de Medellín, precisó que Barrio Colombia, en la comuna de El Poblado, hace parte de los 33 planes parciales de renovación urbana que plantea el Plan de Ordenamiento Territorial, vigente hasta 2027, para los sectores de influencia del río Medellín.

Recordó el funcionario que serán áreas de intervención estratégica que deberán reponteciarse para generar mayores valores urbanísticos.

Advirtió que para la adopción del plan parcial, el municipio de Medellín hizo un proceso de socialización con la comunidad, a través de varias reuniones llevadas a cabo en Plaza Mayor, para las cuales citaron uno a uno a todos los propietarios, para que se enteraran sobre el proceso que se realizará en este territorio.

El funcionario hizo énfasis en que de los 33 planes parciales del río, ninguno está en ejecución y no se puede decir quiénes salen y quiénes se quedan.

“Lo que le digo a esta comunidad es que en esta renovación urbana planteada por el POT para Medellín, quien tiene la propiedad del suelo puede negociar con el operador urbano para hacerse socio del proyecto y esta me parece la mejor alternativa”.

Relató que las otras dos opciones que tienen serán venderle la tierra al operador o recibir, en contraprestación y en parte de pago, algunas de las unidades habitacionales que se construyan.

Precisó que como está proyectado, el plan parcial de Barrio Colombia tendrá 58 unidades de actuación (van a ser bloques, según la ubicación de las manzanas), pero en estos momentos la Alcaldía no ha delimitado ninguna. Sin embargo, cuando esté aprobada esa delimitación será obligatoria y ello les impone a los propietarios a ponerse de acuerdo de qué manera van a entrar a participar, si como socios, le venden al operador o reciben inmuebles como parte de pago.

Dentro de estas 58 unidades hay predios industriales, viviendas, locales comerciales y de servicios.

Jairo Saldarriaga, presidente del Comité Cívico de Barrio Colombia, reconoció que los propietarios de las empresas y lotes grandes están muy preocupados por este plan parcial, debido a lo que se está viviendo en Naranjal.

Dijo que ya están haciendo las consultas con abogados para analizar el tema y saber qué decisiones tomar.

El Departamento de Administrativo de Planeación informó que los dueños de casas y predios en Barrio Colombia pueden acercarse a ese despacho, para darles a conocer a qué unidad pertenecen y si hay alguna iniciativa en ellas, para que tengan claridad sobre lo que deben hacer.

 

 


El Colombiano

Página Web - 2017/11/13

Fuente: http://www.elcolombiano.com/


La construcción de cinco escenarios y su puesta en servicio en los últimos tres meses ha adicionado un total de 4.650 metros cuadrados de nuevo espacio público para el disfrute ciudadano en el municipio de Envigado.

Adicional al Megaplán Vial de Movilidad, que ha acondicionado nuevas vías, la Administración Municipal abocó la construcción de varios parques y ecoparques que buscan brindar espacios de esparcimiento para las comunidades.

Desde agosto se han entregado una piscina semiolímpica y los parques La Heliodora, La Guayacana, Alcalá y El Chinguí, con inversiones que suman $8.637 millones.

El plan de nuevos parques ha calado en la comunidad, que ya disfruta las obras.

“Hemos planteado la importancia de aumentar el espacio público y esta Administración le apuesta a escenarios para el disfrute de la comunidad”, reconoció el presidente del Concejo, Jorge Correa.
Los escenarios

Uno de los últimos escenarios puesto en uso fue el Parque La Mantellina, en el barrio Alcalá, donde se invirtieron $307 millones y se adecuaron 400 m2 de espacio público, con juegos infantiles, gimnasio al aire libre, zonas verdes y una terraza de madera para uso comunitario.

“Este espacio se usaba para consumo de drogas y fue recuperado para la gente”, expresó el secretario de Obras Públicas, Sergio Ríos. La iluminación Led genera seguridad.

“Este espacio llena de vida el barrio y nos apropiaremos de él”, anticipó José Ricaurte, presidente de la JAC Alcalá.

En el barrio El Chinguí se estrenó un parque con juegos infantiles, zonas de descanso, parasoles, bancas, gimnasio, corredores y zonas verdes. Son cerca de 500 m2 de espacio urbano con una inversión de $580 millones. “Acá se genera espacio público y equipamiento colectivo para goce especialmente de niños y jóvenes”, subrayó el jefe de Planeación, Esteban Salazar.

Otra obra ejecutada es el parque La Heliodora, donde se terminó la segunda etapa con una inversión total de $3.800 millones y más de 2.050 m2 de espacio público. Conecta los parques de las Artes y Badalona, en un sendero de 5 metros para que, entre árboles, circulen bicicletas y peatones. Está dotado con gimnasios al aire libre, juegos infantiles, teatrino y otros espacios naturales.

Adicional, en la vereda Las Palmas, se puso al servicio una piscina semiolímpica con una inversión de $2.100 millones y un escenario deportivo cubierto de más de 1.000 metros cuadrados. La obra beneficia a los habitantes de Las Palmas, Perico y Pantanillo.

“Espacios deportivos y recreativos como este permiten el aprovechamiento del tiempo libre y generan oportunidades laborales para sus habitantes”, apuntó el alcalde envigadeño, Raúl Cardona.

En Definitiva

La comunidad de Envigado ha empezado a disfrutar, en los últimos meses, de obras cuya finalidad es proporcionar más espacio público para actividades recreativas, deportivas y culturales.

Contexto de la Noticia

Paréntesis

Comunidad pidió La Guayacana

Una de las obras más celebradas por la comunidad es el parque La Guayacana, en la vereda El Esmeraldal, donde se habilitaron 700 m2 de espacio natural. La obra incluyó la recuperación de un predio que estaba destinado a la construcción de un edificio habitacional y fue posible gracias al aporte de la misma comunidad que, unida en el colectivo Ciudadanos Envigado, logró frenar el proyecto para ganar un espacio ambiental y cultural. La inversión fue de $1.850 millones y hoy la comunidad disfruta de un escenario para actividades físicas, culturales, talleres y zona de picnic con mirador.

 

 


Gustavo Ospina Zapata / El Colombiano

Página Web - 2017/11/11

Fuente: http://www.elcolombiano.com/


Si los ciudadanos fueran conscientes de que 90 % de todo lo que arrojan a la basura es aprovechable, posiblemente serían más exitosas las campañas que invitan a separar en la fuente, es decir, en sus casas empacarían en bolsas distintas lo útil y lo que, definitivamente, no es aprovechable, porque no permite su reutilización o recuperación.

En este momento, Medellín genera entre 1.800 y 2.000 toneladas diarias de basura (entre 657.000 y 730.000 anuales, según la Secretaría del Medio Ambiente), pero su porcentaje de recuperación -lo que recicla- apenas es del 18.7%, una cifra que la Alcaldía quiere elevar al 25 % con dos estrategias: educación ciudadana y dignificación de los recicladores.

Sin embargo, la capital antioqueña (con 2’464.000 habitantes, según proyecciones del Dane a 2017) se ajusta a la media nacional que, para el Ministerio del Medio Ambiente, es de 17 % de recuperación. Bogotá, con una población de 8’081.000 habitantes (Dane, 2017), genera 6.308 toneladas por día; y el total del país es de 27.000 toneladas, como si se juntaran en un solo lugar 5.400 elefantes a un peso promedio de 5 toneladas.

Pero la idea es bajar ese tonelaje ya que “la ciudad más limpia es la que menos ensucia”, según Jorge Mario Ramírez, jefe del área de Servicios de Aseo de Emvarias, entidad que realiza la operación de recolección y transporte de los desechos hasta el relleno sanitario La Pradera, en el municipio de Donmatías, subregión Norte.

La idea de la Secretaría del Medio Ambiente es bajar la carga de material que va al relleno e intentar alargar su vida útil, que va hasta el 2028. Esto espera lograrlo con la ampliación del vaso receptor de basura, llamado Altair, (que recibe 87.000 toneladas al mes, 60.000 de Medellín y el resto proveniente de otros 20 municipios de Antioquia) y reduciendo la carga que se deposita allí.

 

Cadena de valor

Santiago Sepúlveda, líder de Residuos de la Secretaría del Medio Ambiente, sostiene que su dependencia adelanta el Plan de Gestión Integral de los Residuos Sólidos -Pgirs-, que articula los aspectos educativo, social y de sanciones.

“Trabajamos con las organizaciones de recicladores, a las cuales les hacemos acompañamiento y fortalecimiento, pues los identificamos como población vulnerable, les dignificamos la labor y les reconocemos el valor de su actividad”, explica Sepúlveda.

La esencia del Plan parte de convertir al reciclador en empresario. Así, si este se profesionaliza, se constituyen más empresas de reciclaje y se genera empleo. A más recicladores, más material se recuperará y menos desechos se llevarán al relleno.

En la ciudad, según la Secretaría del Medio Ambiente, hay cerca de 3.000 recicladores, gran parte de ellos habitantes de calle a los que, por esta condición, pocas personas les valoran su labor.

Por eso, Yesid Ramírez, desde la Subsecretaría de Gestión Ambiental, lidera el programa Empresarios del Aprovechamiento, que consiste en capacitar a los recicladores y garantizarles acceso a derechos laborales, como cotización a pensión, salud y demás aspectos de seguridad social. El fin es que vean que la actividad es rentable y se profesionalicen.

“La Alcaldía, en 2007, puso en marcha el Acuerdo 46, que establece la política pública para el fomento de la recuperación de residuos sólidos, con un enfoque productivo, de inclusión social, visibilización y dignificación de los recuperadores”, señala Ramírez.

En el momento, un grupo de seis profesionales, en aulas del ITM (Instituto Tecnológico Metropolitano), les dicta clases a más de 1.240 recicladores de 32 organizaciones que la Alcaldía tiene identificadas y certificadas por la seriedad con la que laboran.

Ya hay 252 recicladores capacitados en normas de competencia laboral a través del Servicio Nacional de Aprendizaje -Sena- que recibieron instrucción en recolección de residuos sólidos reciclables.

Es decir, se les enseñó a diferenciar bien los tipos de material útil para reciclar, saber cómo empacarlo, separarlo y aprender a desechar lo que no tiene valor comercial. Antes, los recicladores solo recogían el material y le revendían en empresas informales. Ya se les considera agentes importantes de una cadena de valor y se dimension ó su aporte al medio ambiente.

 

Enfoque más humano

Lo anterior, el proceso de dignificar al recilador, se refleja en testimonios de vida como el de Érika Quintero, de 35 años y madre cabeza de hogar con tres hijos, residente en el barrio La Milagrosa, quien vive del reciclaje y lo ve como un oficio digno.

“Mi hijo mayor tiene 17 años y le digo que mi trabajo es tan respetable como cualquiera, que se sienta orgulloso de mí”, dice Érika, que pertenece hace ocho años a la cooperativa Cornambiente (comuna 9) junto a 60 compañeros más. Ella asegura que en esta empresa su labor cobró una dimensión más formal, que se refleja en mejores ingresos y seguridad social.

El líder de esta cooperativa, Carlos Andrés Valencia, afirma que su grupo recupera 30 toneladas semanales.

“La actividad de reciclar es difícil, porque este material no es estable en el precio, el plástico está a menos de la mitad, porque entra uno de Venezuela mucho más barato”, afirma.

Pero para darle más seguridad a su actividad, que no dependa de los vaivenes del mercado, se crearon el Decreto 1077 de 2015 y la Resolución 720 de 2015, de la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico, que establece pagos a los recuperadores con dineros recaudados en las cuentas de servicios públicos. Es una cuota que les llega fija. En su aplicación, ya Emvarias Grupo EPM hizo el primer pago a favor de 700 familias por su contribución al aprovechamiento. Los aportes se hicieron a través de las cooperativas Arreciclar ($32’711.604) y Recimed ($35’544.591), que por mes están captando 207 toneladas de residuos para reciclaje, material que deja de ir a La Pradera.

 

Otros modelos

El concejal Simón Molina, que lidera una comisión de vigilancia al Pgirs, exige aprender del modelo de Holanda.

Allí, 80 % de los residuos sólidos son aprovechados como materias primas para la industria, 18 % va a plantas de incineración y solo se lleva 2 % a los rellenos; además, se aplica la política de reducir el consumo, reciclar y reutilizar.

En Suecia hay fábricas donde 66 % de su energía se genera con desechos. Según el centro de estudios Waste to Energy, Dinamarca y Suecia son los países que más aprovechan los residuos sólidos, con 55 % y 50 %, respectivamente.

 

Una operación milimétrica

Medellín tiene como ventaja contar con una empresa de alta eficiencia en el transporte de los residuos, en una operación coordinada y que abarca todos los sectores.

Para la recolección de la basura, Emvarias tiene dividida la ciudad en 7 zonas y a cada una va dos veces por semana, excepto a la 7 (el Centro), que se atiende a diario por ser donde más residuos se generan.

Para su recolección cuenta con 119 vehículos compactadores, 6 barredoras y 3 minicargadores. En los barrios de difícil acceso se contrata a las juntas comunales, que recogen la basura casa por casa, la suben a volquetas y la llevan a lugares intermedios para que los compactadores los recojan.

Lo recolectado se lleva al relleno o parque ambiental La Pradera, en un recorrido de 80 kilómetros -ida y regreso- que genera congestión en la movilidad y contaminación.

Jorge Mario Ramírez, líder del Área de Servicios de Aseo de Emvarias, aclara que 60 % de los camiones de la entidad son a gas y el resto a Diesel. Admite que llevar menos material a La Pradera significa más material aprovechado, menos saturación del relleno y menos vehículos transportando la carga.

“En la pasada Feria de las Flores y durante la visita del Papa iniciamos un piloto en el que detrás de los vehículos compactadores iban volquetas para arrojar en ellas las bolsas con reciclaje, que no fueron al relleno sino a los centros de acopio Barrio Colombia y barrio Jesús Nazareno”, señala. Aún se evalúa cómo fue el impacto. Si funciona como se espera, la ciudad podrá registrar un porcentaje más alto de recuperación de los residuos.

En Emvarias son 1.500 personas: mientras unas se encargan de la recolección y traslado de los residuos, 989 trabajan como escobitas, se dedican a barrer las calles.

“El material recuperable de las calles es menos del 5 % del total”, precisa. Este se recupera porque los escobitas sí distribuyen en bolsas distintas lo que sirve y lo inservible. En el Pgirs, en el último año la ciudad ha invertido $10.446 millones

Luis Aníbal Sepúlveda, director ejecutivo de la seccional Noroccidente de Acodal -Asociación Colombiana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental-, que organiza el evento Expo Residuos, reconoce el progreso en la recuperación, pero señala que el proceso va lento y debería estar más articulado en todo el Valle de Aburrá, “porque cada municipio ha hecho la gestión a su manera y es hora de pensar como una región”.

En Definitiva

Aunque está un poco por encima de la media nacional en recuperación de residuos (18,7%), Medellín proyecta subir a 25 % el total recuperado con un plan de gestión empresarial de la basura.

Contexto de la Noticia

Paréntesis

Escombros, otras 10.000 toneladas

Aparte de los residuos recuperables, como plástico, vidrio, cartón y papel, Medellín también produce al día 10.000 toneladas de escombros de construcción y demolición, el 90 % de los cuales corresponde a las grandes constructoras de edificios y obras civiles. El resto lo generan los hogares, que producen 1.100 toneladas día. A la Alcaldía le corresponde recoger los de los hogares, pero solo los que estos, irresponsablemente, llevan a las esquinas, aceras y separadores viales. Para esto dispone de tres Cate (Centros de Acopio Temporal de Escombros) a donde son llevados por una flota de 221 motocargueros, que antes trabajaban como cocheros hasta que se les cambiaron sus animales por motos para que siguieran su labor. Los escombros de las grandes constructoras se llevan a escombreras fuera de la ciudad, ubicadas al norte y al sur del Valle de Aburrá. Y el costo lo asumen las constructoras.

 

 


Gustavo Ospina Zapata / El Colombiano

Página Web - 2017/11/10

Fuente: http://www.elcolombiano.com/


Tras cinco años en abandono, el edificio más alto de la calle 42, de cinco pisos, en el barrio Bellavista en Buenaventura, retomó labores hace pocos días para terminar los últimos dos niveles.

Sin embargo, el peso de los años, más los materiales dejados en la estructura esquelética, causaron que las placas cedieran y el edificio se viniera abajo, lo que generó terror en el vecindario que dijo haber sentido movimientos en el armatoste en días pasados.

Esta es la primera hipótesis que se maneja frente al hecho, aunque se encuentra aún en verificación si la construcción tenía licencia vigente para retomar las obras.

“Vamos a definir las condiciones económicas para reubicar las familias de manera temporal mientras se determina el derribo del resto de la estructura que está en pie y lógicamente iniciar con el proceso de reparación de las viviendas que resultaron afectadas”, dijo Luis Fernando Ramos, secretario de Seguridad del Distrito.

El hecho no dejó pérdidas humanas pero sí cuatro heridos que fueron trasladados a la Clínica Santa Sofía de este municipio del Valle del Cauca.

Además de eso, dos viviendas vecinas a la edificación caída también resultaron afectadas, pues en el lugar, las casas se encuentran muy cercanas las unas de las otras.

Con este nuevo hecho llegan a tres los desplomes que han ocurrido en el país de edificios en los que se han presentado serias irregularidades.

De paso, renace la necesidad de aumentar el control sobre las edificaciones y las licencias para realizarlas.

El primero del año, con el que se reavivó el sentido de la urgencia para el control de licencias de construcción tras la tragedia del Space en Medellín, fue el edificio Blas de Lezo en Cartagena.

18 personas murieron y 23 más resultaron heridas producto del desplome de esta edificación que tenía licencias falsas de construcción, el 27 de abril pasado.

Solo dos días después, en Turbaco, Bolívar, a tres horas de Cartagena colapsó un edificio en momentos en los que se fundía una de sus placas. El hecho dejó cinco heridos y serias dudas sobre si se trató de un error humano.

Con ese sentido de urgencia, desde el mes de julio pasado, la Superintendencia de Notariado y Registro instaló un grupo élite de 12 funcionarios para vigilar las 72 curadurías urbanas que funcionan en el país para evitar que se presenten desplomes.

En poco menos de cuatro meses, el grupo ha hecho visitas periódicas y ha arrojado sus primeros resultados, aunque solo para Cartagena, en donde se presenta la problemática más apremiante.

En la capital de Bolívar se han identificado 47 licencias falsas, lo que corresponde a 532 unidades privadas.

En Definitiva

Aunque desde julio inició labores el grupo de veeduría del Gobierno a las curadurías, no existe aún un diagnóstico sobre las falencias en el control a la construcción en el país.

Contexto de la Noticia

INFORME

Balance del desplome

· Al cierre de esta edición, el cuerpo de Bomberos de Buenaventura continua en el sitio del desplome, removiendo escombros para asegurarse que no quedan personas atrapadas allí.

· Por la hora a la que ocurrió el incidente, 6:55 a.m. de ayer, aún no habían obreros trabajando dentro de la construcción. Esto evitó más afectados.

· Fanny Torres, Catherine Caicedo, Liz Portocarrero y Jorge Gómez son los heridos que han sido identificados.

· Las condiciones climáticas son evaluadas como un factor que aceleró el deterioro de la construcción.

 

 


Julián Amorocho Becerra / El Colombiano

Página Web - 2017/11/10

Fuente: http://www.elcolombiano.com/


Para definir el pago de cuotas se debe revisar el reglamento de copropiedades.

El propietario de una casa ubicada en un conjunto cerca de Pereira, que también tiene apartamentos, explica que estos últimos se entregaron hace años, pero hay varios lotes libres porque las casas no han sido construidas. En vista de que los coeficientes de copropiedad fueron calculados de acuerdo con el área, los lotes están pagando de acuerdo con esta.

Pregunta: “¿Cómo se cobra la cuota de administración a los lotes que estando dentro del condominio, aún no se han construido?, ¿existe alguna norma que establezca cómo hacerlo?, ¿la asamblea puede establecer cómo cobrar?”.

Respuesta. Lo primero que se debe hacer es indagar el contenido del reglamento de propiedad horizontal, pues es de obligatorio cumplimiento para los propietarios y residentes del conjunto.

De igual manera, es necesario establecer la forma en que el reglamento previó la integración de las diferentes construcciones, pues son muchos los casos en los cuales los conjuntos permanecen durante mucho tiempo con los coeficientes determinados teniendo en cuenta el área de los lotes. Por analogía, este tipo de conjuntos se estructura como si se tratara de una construcción por etapas; ante esto, los coeficientes serían provisionales.

Si el conjunto ya fue entregado porque ya se transfirieron y construyeron unidades privadas que representan al menos el 51 por ciento del total de unidades privadas, significa que ya hay una administración definitiva y se ha reunido la asamblea; es decir, los coeficientes se podrán revisar para ajustarlos.

Es claro que estos solo pueden ser modificados con aprobación de la asamblea en los casos que dicta la ley y bajo los criterios allí fijados. La situación es diferente si se trata de inmuebles de uso residencial o si es comercial o mixto, pues en estos casos se tienen en cuenta otros criterios, además del área.

Con base en estos criterios el reglamento podrá prever la incorporación de cada casa que se construya. Es pertinente considerar que, si bien los propietarios de lotes libres deben contribuir con expensas comunes si están integrados al régimen de propiedad horizontal del conjunto, este valor debe ser proporcional e inferior debido a que no están utilizando los bienes comunes, ni generando gastos. Se sugiere un estudio más exhaustivo y con mayores elementos.

 

*Abogada, asesora externa

 

 


Nora Pabón Gómez* / El Tiermpo

Página Web - 2017/11/03

Fuente: http://www.eltiempo.com/