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Las cartas ya están puestas sobre la mesa. Dos subastas, una para contratación de energías renovables no convencionales (solar y eólica) a largo plazo y otra de expansión, serán los medios utilizados por el Gobierno en 2019 para buscar actores que aporten la energía que no entregará al menos hasta 2020 EPM, un total de 2.400 megavatios (MW), por la crisis en Hidroituango (ver Paréntesis).

La firma XM, administradora del mercado de energía del país, advirtió a finales de mayo que de no suplirse esa oferta y de generarse condiciones de baja hidrología, como el Fenómeno del Niño, se podría generar un déficit en el sector eléctrico desde diciembre 2022 y 2023.

Así, ¿las subastas pueden evitar esa situación? Para Ángela Montoya, presidente ejecutiva de la Asociación Colombiana de Generadores de Energía Eléctrica (Acolgen), este esquema es idóneo pues el país contará el año que viene con un excedente de energía de unos 6 mil megavatios.

Dicho esto, Jaime Alejandro Zapata, gerente del Centro Nacional de Despacho de XM explicó que la demanda en Colombia es de unos 10 mil megavatios, la cual puede ser cubierta sin problemas pues la capacidad efectiva hasta julio de 2018 fue de 16.883 MW.

“En las condiciones actuales, el Sistema Interconectado Nacional (SIN) puede cubrir la demanda de energía siempre y cuando no se presenten más inconvenientes en otras plantas del país como, por ejemplo, la central hidroeléctrica de Guatapé que genera unos 560 MW”, apuntó.

Por su parte, Alejandro Castañeda, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Empresas Generadoras (Andeg), indicó que los proyectos inscritos hasta la fecha en la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme) aportarían al menos unos 5 mil megavatios de energía firme al SIN. “En el caso de las no convencionales es muy pequeño. Por ejemplo, un panel solar con capacidad instalada de 100 MW entregaría energía firme de apenas 13 MW, mientras que los eólicos de 25 MW. Una térmica te puede dar 90 y una hidráulica 50”, precisó.

En cuanto al tiempo de su ingreso, Castañeda recordó que la idea es que las plantas de energía firme (hidráulicas y térmicas) entren a operar en diciembre de 2022: “Es factible pues la idea es que se le agregue capacidad a las plantas de carbón que ya operan. Eso demoraría entre 25 y 30 meses, (a principios de 2021). Si es una central nueva sí tardaría un poco más, un promedio entre 36 y 42 meses, un escenario más apretado”.

 

Fenómeno de El Niño

Pero hay otro factor que podría afectar la oferta de energía: según el Ideam, el país tiene entre 75 % y 78 % de probabilidad de experimentar un fenómeno de El Niño entre finales de este año y principios de 2019, cuando se estimaba para 2020-2021. El gerente de Isagén, Camilo Marulanda, afirmó que por la información que se conoce hasta ahora se prevé un fenómeno leve. Además, destacó que el nivel de los embalses del país se encuentra históricamente alto. Cifras de XM, dan cuenta que los embalses tienen una capacidad útil de 80,3 % a la fecha.

La ministra de Minas y Energía, María Fernanda Suárez, invitó a los generadores a aprovechar el periodo de lluvias para asegurar que estén disponibles cuando así lo requiera el SIN .

*Invitada por Acolgen

En definitiva

El sector eléctrico aseguró que está preparado para enfrentar la ausencia de energía que generó la crisis en Hidroituango y ahora la anticipación del Fenómeno de El Niño en principios de 2019.

 

Contexto de la Noticia

Paréntesis

 

Cómo funcionarán las subastas?

La Creg abrió en agosto la convocatoria para que las empresas de energía firme participen en la subasta que se llevará a cabo el 24 de enero del 2019, sus resultados se conocerán un día después, con la publicación del precio de cierre y las asignaciones de energía para las plantas ganadoras. En el caso de la subasta a largo plazo, se ofrecerán contratos por 10 años, los cuales iniciarán sus obligaciones de entrega de energía en diciembre de 2022. La puja se realizará en enero de 2019 por una cantidad de 3.443 gigavatios al año, que equivale a unos 1.000 MW de capacidad instalada.

 

 

 


Andrea Ballesteros Altuve - Enviada especial a Bogotá* / El Colombiano

Página Web -2018/09/05

Fuente: http://www.elcolombiano.com/


Los desarrollos urbanísticos en los barrios Sevilla, Chagualo, Jesús de Nazareno y Miranda, de Medellín, no se han materializado, como esperaba la administración municipal dentro del plan de expansión de Ruta N, y la consolidación del Distrito de Innovación en esa zona del norte de la ciudad.

El plan parcial del que se habla hace una década, buscando integrar la Universidad de Antioquia, los parques Explora y Norte, Ruta N y la Sede de Investigación Universitaria (SIU), entre otros espacios de entretenimiento, cultura y ciencia, aún no alza vuelo, no obstante el trabajo esmerado y los avances en socialización y proyectos de emprendimiento con las comunidades.

Para Iván Rendón, líder de Gestión Social del Distrito de Innovación de Ruta N, el principal logro desde 2016, cuando inició el trabajo social para plantear las intervenciones en la zona, en la que la mayoría de asentamientos son estrato 2,3 y 4, es la de superar la percepción, en habitantes, de que renovar implica desplazar.

“El gran miedo de la gente cuando se va a desarrollar un distrito es a que lo desplacen y reducimos esas tensiones. Más allá de grandes edificios necesitamos actividades dinámicas, creativas, de innovación entre comunidades tradicionales. La transformación no son solo edificios”, dijo.

 

Mejor ambiente

Ruta N, el centro de la innovación de Medellín, adscrito a la Alcaldía, es el encargado del diseño y trabajo social para la creación del plan parcial. La Empresa de Desarrollo Urbano (EDU), es el operador del proyecto (gestión predial y contratación de obras).

En un comienzo, cuando se empezó a hablar del Distrito, las molestias en la comunidad por la renovación que se venía, eran evidentes, aceptó Rendón. Hoy, aclaró, “la totalidad de habitantes y comerciantes de la zona, 6.800, según cálculos de Ruta N, están de acuerdo con el proceso”.

Ese consenso, añadió, se dio producto de un trabajo de identificación de características económicas de la zona y entendiendo las vocaciones, que son asociadas a autopartes, mecánica de vehículos, famihoteles o residencias de estudiantes, y gastronomía.

“Esos factores mueven la economía local. Queremos que se entienda que vivir en un Distrito no implica que se desplacen sus actividades, sino que pueden prestar un mejor servicio”, apuntó.

Rendón agregó que son conscientes de que “la gente se va de la zona, porque no tiene cómo sostener un nuevo tipo de vida” y reportó que están buscando el asentamiento de proyectos detonantes, “que se gestionan con bancas para tener pronto los desarrollos urbanísticos de la zona”.

 

Entre escepticismo e ilusión

De las dificultades prediales que enfrenten los proyectos de planes parcial, como en el caso de El Naranjal, occidente de Medellín, no se escapa el Distrito de la Innovación.

Aunque la EDU no entregó información sobre propuestas económicas para compra de predios, la comunidad se muestra escéptica con las ofertas económicas que les vayan a hacer los urbanizadores.

Carlos Salazar, presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Miranda, uno de los que se intervendrá, enfatizó que les han comunicado sobre el plan, pero los habitantes temen que “los saquen a las malas y sin plata”.

“En estos casos le dan a uno lo que quieran y no lo que vale la propiedad. Conformamos un consejo con habitantes para defendernos”, apuntó.

El líder comunitario comentó que hay expectativa por la ampliación de vías, como sucedería en la carrera 51 c, entre las calle 78 a la 72. Además, explicó, los talleres y bodegas, muchas de reciclaje, que predominan en el sector, serían modernizadas o adquiridas para dar paso a nuevas edificaciones de oficinas y viviendas.

 

Ruta N 2 aún no va

La meta planteada hace dos años por la EDU, operador urbanístico, era de intervenir 1,5 millones de metros cuadrados en los cuatro barrios que hacen parte del Distrito de Innovación a 2030.

Ese generación de espacio tenía como punto de partida la construcción de Ruta N 2, en un área de 37.000 metros cuadrados, y que iniciaría obras en junio de 2016, pero que hoy sigue sobre el papel.

El retraso de la megaobra, que tendrá además de oficinas, hoteles y vivienda, y en la que se esperaba alojar 150 empresas, es atribuido a dificultades del desarrollador inicial para lograr el cierre financiero del proyecto.

Alejandro Franco, gerente de Ruta N, confirmó que actualmente buscan la manera que el proyecto detone, con inversión pública, “y más adelante privada”.

 

Contexto de la Noticia

¿Qué sigue?

Programas con la comunidad

El trabajo social de Ruta N para sacar adelante el Distrito de Innovación comprende la puesta en marcha de programas como Cocina Abierta con el que se forma en gastronomía a los restaurantes del sector, para que aprovechen las más de 1.800 personas que hoy trabajan en el complejo.

Además se realizó la caracterización de las dinámicas empresariales en el territorio, la cual arrojó los siguientes datos:

2.007 empresas en la zona, de las cuales 70% son formales y 30% informales, 17,8% son negocios de atención de vehículos y maquinaria y 15 % de comida.

 

 


Víctor Andrés Álvarez C. / El Colombiano

Página Web -2018/09/05

Fuente: http://www.elcolombiano.com/


Más de dos veces de lo que costaría construir el tranvía de la 80 es el monto que, a la fecha, requeriría EPM para sobreponerse a la contingencia de las obras en la hidroeléctrica Ituango.

El dato, entregado por el gerente de EPM, Jorge Londoño de la Cuesta, se conoció el mismo día que iniciaron los debates del proyecto de acuerdo 150, a través del cual la entidad pública busca la autorización del Concejo de Medellín para enajenar algunas participaciones accionarias y de varias empresas filiales.

De acuerdo con el funcionario, los contratiempos del proyecto le representarán a EPM cerca de siete billones de pesos.

De ese total, entre 3,5 billones y 4 billones de pesos corresponden a los ingresos que se dejarán de percibir en los próximos 36 meses, o sea hasta 2021, año en el que se espera comience la operación de la primera unidad de generación.

Además, entre 1,5 billones a 2 billones de pesos se requerirán para ejecutar los trabajos necesarios para culminar las obras y, finalmente, entre 500 mil millones a un billón de pesos para atender a las comunidades afectadas por la eventualidad.

Para mitigar los efectos de esas cuentas, Londoño insistió en la necesidad de vender una serie de activos de EPM en Colombia y Chile, que le permitirán sortear exitosamente esta coyuntura, sin poner en riesgo sus finanzas y el grado de inversión otorgado por las firmas calificadoras de riesgo internacionales.

Del plan también hace parte el aplazamiento de inversiones de mantenimiento y modernización de redes eléctricas, de acueducto y de alcantarillado por dos billones de pesos, con lo que el plan inicial de 14 billones baja a 12 billones de pesos, sin poner en riesgo la operatividad de estos sistemas.

También indicó que la empresa ya adelanta un plan de ahorro interno, que contempla reducciones de costo y gastos que liberarían entre 500 mil millones y un billón de pesos en tres años.

 

La propuesta

EPM le solicitó al Concejo la autorización para enajenar su participación accionaria en diferentes empresas: entre ellas el 10 % de las acciones de ISA y otras del Banco Davivienda.

El gerente de EPM recordó que la intención es vender las filiales en Chile: Aguas de Antofagasta y el parque eólico Los Cururos.

Londoño enfatizó que el capital por las enajenaciones asegurará el flujo de caja para cubrir los tres años de retraso que tendría el proyecto, estimando que el primer generador de Hidroituango empiece a funcionar en 2021.

 

Dinero para Medellín sigue

Jorge Londoño aseguró que dentro de los escenarios planteados no está la posibilidad de suspender las transferencias por excedentes que llegarían a Medellín.

Al respecto, Orlando Uribe, secretario de Hacienda de la ciudad, indicó que no se verán afectados dichos recursos al Municipio ni para este cuatrenio (que finaliza en 2019) ni para el siguiente. “Sólo se espera que en el año 2020 sean inferiores a lo que se tenía previsto, en casi 400 mil millones de pesos, dinero que se recuperaría en el 2024, cuando se retome la operación del proyecto”, indicó Uribe.

No obstante, la concejal María Paulina Aguinaga replicó que las transferencias a Medellín se realizan sobre excedentes y no por ventas de activos.

Además aseguró que “EPM tiene que seguir invirtiendo en redes y garantizar servicios, no en nuevos proyectos el más importante era Hidroituango, y aún así se metió en Antofagasta y ahora tiene que venderlo”.

Hasta el viernes continuarán las sesiones de socialización del proyecto de acuerdo .

 

En definitiva

EPM entregó detalles sobre los costos que hoy registra la contingencia en Hidroituango y los planes que implementa e implementará para reducir costos y garantizar recursos futuros.

 

Contexto de la Noticia

Paréntesis

En qué va el proyecto

Hoy, el muro de la presa alcanza 418 metros sobre el nivel del mar y el vertedero está habilitado, pero sólo hasta que el embalse alcance la cota de 401 metros (está en 367 metros) es que el agua del río Cauca podrá circular a través de este y dejará de llegar a la casa de máquinas (lo que permitiría evaluar los daños registrados en esta). Aunque se tiene proyectado que eso ocurra en octubre, no es una fecha segura. Según el Centro Regional de Pronósticos y Alertas de Antioquia, convenio entre Ideam y el Dapard, de acuerdo a la climatología, se espera que haya un incremento progresivo de las lluvias desde este mes. No obstante, el pico más alto se registraría en octubre.

 

 

 


Valentina Herrera Cardona / El Colombiano

Página Web -2018/09/04

Fuente: http://www.elcolombiano.com/


Volcar la mirada hacia un mercado gigante, convirtiendo lo intelectual en productos tangibles.

El presidente Iván Duque prometió fomentar en el país la “economía naranja”, cuyo máximo exponente en el mundo es John Howkins.

También conocida como economía creativa, comprende los sectores en los que el valor de sus bienes y servicios se fundamenta en la propiedad intelectual, y allí, precisamente, la arquitectura y el diseño tienen oportunidades como fuente de ingresos, en donde el límite es solo el tiempo para responder los encargos que nos hagan. Lo que sigue es trascender fronteras, llevar el conocimiento y saber venderse en un mundo globalizado y conectado a través de las redes.

A esto hay que agregarle la necesidad de volcar la mirada hacia un mercado gigante convirtiendo lo intelectual en productos tangibles. El campo de lo creativo es menos susceptible al de las materias primas y lo demuestran las cifras: en el 2009, la caída del petróleo, según la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), fue del 40 por ciento, mientras que las exportaciones de bienes y servicios creativos –parte de la economía naranja– apenas se contrajeron 12 por ciento.

Incluso, datos del libro del BID La economía naranja, una oportunidad infinita, de Iván Duque y Felipe Buitrago, cuentan que en el 2011 las exportaciones de bienes y servicios creativos sumaron 646.000 millones de dólares en el mundo; pero los segundos crecieron 70 por ciento más rápido que los bienes, gracias a internet.

Estados Unidos lidera este mercado, por encima de países de Latinoamérica y el Caribe, haciendo –así– que el déficit comercial tenga una brecha muy grande en relación con las exportaciones de bienes y servicios creativos. La cifra es tan baja que las exportaciones de bienes creativos en Latinoamérica apenas llegan al 1,77 por ciento, direccionándose un porcentaje muy alto a las economías desarrolladas y dejando solo un 3 por ciento al enorme potencial de los países en desarrollo.

Así, la promesa del Presidente nos obliga a prepararnos y estar a la vanguardia en tecnología, en software de tipo colaborativo que nos ofrezca posibilidades de intercambio de trabajo y conceptos en tiempo real y trabajar en línea, sorprendiendo a nuestros empleadores internacionales. Tenemos un enorme potencial y sabemos que la arquitectura y el diseño colombianos son atractivos y aclamados en el mundo, pero aún hay mucho por hacer y explotar.

 

 


Gerson Duplat / El Tiempo

Página Web -2018/08/31

Fuente: https://www.eltiempo.com/


Llegada de acreditaciones ambientales a Colombia impulsa compromiso sostenible de los constructores.

 

La construcción en Colombia está mostrando una evolución que gira alrededor de los estándares internacionales de sostenibilidad. Así lo confirman las construcciones que se siguen sumando a los listados de certificados verdes, de los cuales ya hay varias filiales en el país.

Tras aportar al ahorro de agua y energía, y a la reducción de las emisiones de carbono, entre otras variables, estas obras han logrado distinciones, como el Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental (LEED, por sus siglas en inglés), que –como ya lo había registrado esta sección– tiene 353 inmuebles con este sello de origen estadounidense.

Al grupo se sumó esta semana otro proyecto: las oficinas de la multinacional Johnson & Johnson, en Bogotá, de la firma Arquitectura e Interiores, que con el desarrollo del proyecto confirmó su apuesta en el diseño de este tipo de oferta. De hecho, el trabajo cumplió a cabalidad con todos los requisitos para obtener un LEED platino, que en el país ya tiene siete proyectos con ese aval.

Entre los puntos que se evaluaron estaban la optimización en el uso de aguas, es decir, que se hayan tenido en cuenta diferentes sistemas para que el líquido no se desperdicie. Por otro lado, presentaron una buena puntuación en innovación y diseño.

En este punto, Johnson & Johnson y sus gestores recibieron buena calificación por la creación y el aprovechamiento de espacios adecuados –10.500 metros cuadrados– para desarrollar diferentes tareas. Además, logró la más alta calificación en Sustainables Sites, por su integración al entorno.

Nueva certificación Edge

De otro lado, en Santa Marta se dio a conocer la primera certificación preliminar Edge para esta ciudad, a través del edificio residencial Ámbar Infinity.

Lo que sigue es contar con el visto bueno definitivo, para, de esta forma, sea el séptimo del país con esta distinción. La edificación –que tendrá 15 pisos en los que estarán distribuidos 38 apartamentos– se encuentra ubicada en el sector de El Murujuy, en El Rodadero.

El desarrollo del inmueble está a cargo de la empresa 3G Constructores, que recibió la mención que en el país cuenta con el respaldo de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol).

De hecho, la presidenta del gremio, Sandra Forero, aseguró: “Vemos con gran satisfacción que constructoras como 3G le apuesten a la certificación Edge en proyectos de vivienda, pues, de esta manera estamos acercando a las familias colombianas a los verdaderos beneficios y ahorros de la construcción sostenible; además, contribuimos a las metas que se comprometió el país en el marco del COP21 (la conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático)”.

Las ventajas del reconocimiento no solo son para quienes realizaron el proyecto, sino también para sus futuros compradores, ya que parte de los beneficios los impactan positivamente.

Así, con el cuidado al medioambiente, enmarcados en política empresariales como la de Bancolombia, se les darán 65 puntos básicos en la tasa efectiva por los primeros siete años del crédito o del leasing, según informó la entidad.

También, voceros de 3G Constructores aseguraron que al tener el certificado Edge, se abre la puerta al momento de economizar en aspectos relacionados con el pago de servicios públicos, sobre todo en lo que tiene que ver con el consumo de agua.

 

 


Jorge Piñeros / El Tiempo

Página Web - 2018/08/31

Fuente: https://www.eltiempo.com/