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Según Anif, los nuevos proyectos en arriendo están teniendo que ajustar a la baja los cánones de arrendamiento para enfrentar la tendencia alcista en la vacancia.

La rentabilidad inmobiliaria de largo plazo suele estar determinada por la escasez de terrenos y por su atractivo en términos de localización geográfica.

Las crecientes aglomeraciones urbanas explican la tendencia secular en la escalada de precios de la vivienda, tales como las que se registran actualmente en Londres, Nueva York o Shanghai.

Sin embargo, dicha tendencia en la rentabilidad suele verse afectada por el ciclo económico, donde las llamadas ‘burbujas hipotecarias’ han jugado papeles históricos, por ejemplo, en Londres en 1990- 1994 y nuevamente en 2014-2016; o en Nueva York tras la quiebra de Lehman en 2008-2012.

Según Anif, la valoración de los inmuebles, en cada ciclo, suele determinar su precio de venta y/o sus cánones de arrendamiento, estos últimos usualmente a tasas del 1 % mensual en épocas de auge o de 0,3 por ciento en épocas de crisis respecto de ese valor comercial.

Estos cánones tienden a interpretarse como valores de retorno real (del orden del 12 % anual en auge o del 4 % anual en crisis), suponiendo que el inmueble se valoriza por lo menos al ritmo de la inflación (en promedio anual).

Sin embargo, una variable clave en la fase de ajuste bajista del ciclo inmobiliario es la llamada ‘vacancia’, porcentaje de la oferta total de inmuebles que se encuentra vacío-cesante en un período de tiempo.

En este caso, ante la presencia de vacancia, el propietario no solo deja de recibir la renta del inmueble, sino que también debe asumir todos los gastos operativos del mismo (administración, etc.), aparte del pago del predial que le corresponde.

En Colombia, la burbuja hipotecaria, inflada durante 1993-1997, llevó los precios de la vivienda a cerca de un 40 % real por encima de su media histórica. Tras el pinchazo de dicha burbuja, durante 1998-2002, estos se corrigieron a la baja en cerca de un 30 % real.

Pero, dado el alto apalancamiento en crédito bancario, dicha crisis hipotecaria tuvo un serio efecto sistémico que llevó la economía a contraerse cerca del 4 por ciento real en 1999, dejando lastres en el país hasta el año 2002.

Durante 2005-2014, nuevamente la inflación de vivienda terminó desbordando el incremento en el ingreso disponible de los hogares colombianos.

Afortunadamente, la actual crisis hipotecaria del período 2015-2016 no tiene un carácter sistémico.

Inicialmente el grueso de las inversiones se había concentrado en el frente residencial (2005-2010) y solo posteriormente se vio un auge en el frente de la hotelería, las bodegas y las oficinas (2010-2015).

AJUSTE EN LA RENTABILIDAD

Como en cualquier ciclo hipotecario, las variables de ajuste han sido los precios y el incremento de las vacancias.

Por ejemplo, el índice de vivienda nueva de Galería Inmobiliaria indica que dichos precios se han estabilizado en niveles de cerca de un 25 % real por encima de su media durante 2014-2015, pero sin que aún caigan.

En materia de vacancias se ha observado que, en la franja de oficinas, este pasó de 5,2 % a 16,6 % durante 2013-2015 en lo referente a la tasa de vacancia estructural, mientras que la vacancia total subió del 9 % al 19 % durante el mismo período.

Aquí, debe destacarse que, en este caso, la vacancia total se refiere al total de inmuebles vacíos dentro de la oferta generada entre diciembre de 2008 y agosto de 2015, mientras que la vacancia estructural es el mismo porcentaje sobre el total de proyectos hasta mayo de 2015.

Este salto en la vacancia es consistente con la sobreoferta generada por crecimientos de más del 100 % en el área licenciada recientemente.

Algunos arriendos no residenciales todavía crecen sus cánones de arrendamiento cerca del IPC, pero ello se debe a la elevada indexación de contratos antiguos.

En cambio los nuevos proyectos en arriendo están teniendo que ajustarlos a la baja para enfrentar la tendencia alcistas en la vacancia.

A este respecto cabe recordar que un aumento de vacancias del orden del 2 % termina reduciendo en 25 puntos básicos la rentabilidad de los inmuebles no-residenciales.

Esto quiere decir que si la vacancia en Colombia llegara al mismo 18 % observado en la era pos-Lehman (vs. el 16,6 % de hoy), entonces la rentabilidad de algunos de esos proyecto inmobiliarios en vez de rentar el 12 % real anual histórico bajarían a niveles del 10,5 % real anual, suponiendo que el inmueble mantiene su valor real.

Con información de Anif

 


Portafolio
Página Web - 2016/02/17
Fuente:  http://www.portafolio.co


El reciente reporte del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) sobre la evolución del Índice de Costos de Construcción de Vivienda (ICCV) a enero de 2016, registra un aumento de 5,17% en los últimos 12 meses, cifra superior en  2,73 puntos porcentuales al registro de enero de 2015.

El mayor aporte a esa  variación se dio por  el componente de materiales (3.61%) seguido de  mano de obra (1.44%).      

Se trata del registro de enero más alto desde el año 2012. La  creciente importación de insumos  y materiales, sumado al profundo fenómeno de devaluación de  la tasa de cambio explican  este comportamiento.

De los  84 grupos de materiales usados en la construcción de la vivienda, 33 registraron aumentos superiores a la inflación. Los  de mayor aumento en el mes de enero de 2016 fueron los ascensores, sistemas de aire acondicionado y calentadores, los cuales registraron aumentos de su precio de 29%, 23% y 16% respectivamente. Así mismo, materiales  básicos  como griferías, sanitarios, cementos, tanques y tuberías evidenciaron un incremento de 10%.

Por regiones, los mayores aumentos  se evidenciaron en Pasto (7.34%), Santa Marta (6.34%) y Medellín (6.23%); mientras que los menores crecimientos se dieron en Cartagena (3.60%), Cúcuta (3.93%) y Neiva (4.42%).

Para la presidente de Camacol, Sandra Forero Ramírez, este resultado hace parte de la tendencia al alza de los precios que vive el país por cuenta de la devaluación.

“Nuestro sector importa de forma  directa el 20% del valor de los insumos  demandados, que sumado al consumo de materias primas importadas de muchas industrias  que producen bienes intermedios, hacen que se tenga ese efecto sobre los costos”.

Explica que las empresas del sector deben buscar eficiencias y estrategias que permitan mitigar ese efecto, ya que muchos proyectos de vivienda fueron comercializados sobre planos hace aproximadamente un año sin contemplar tal aumento en el costo de los materiales, el cual deberán asumir en medio del  proceso constructivo.

“Eso constituye un reto para las firmas, y algunas eficiencias saldrán del proceso constructivo y la gestión en las obras. Sin embargo, desde el  punto de vista  de los trámites y otros factores exógenos que en los últimos años han incidido de forma importante en la promoción y construcción de los proyectos hay mucho por hacer”, concluye.

 


Hsbnoticias
Página Web - 2016/02/16
Fuente: http://hsbnoticias.com

 


Expertos celebran que el valor de los inmuebles se está estabilizando, pues consideran que, aun con este fenómeno, sigue siendo buen negocio.

Cada vez que se habla del mercado de bienes raíces de la capital, por lo general alguien dice que en Bogotá hay una burbuja inmobiliaria y argumenta que los precios de la vivienda están muy elevados. Aunque este fue un debate que libraron los mejores centros de estudios y expertos del sector por años, y que nunca se resolvió, la realidad es que en el último año el valor de los inmuebles ha caído de manera sustancial. Una muestra de ello es la disminución de 2,31% en el Índice de Precios de la Vivienda Nueva (IPVN) realizado por el Banco de la República durante el año pasado.

¿Cómo fue que los precios de la vivienda pasaron de tener tasas de crecimiento anual de 15% (registrada en 2013) a caer hasta el 6% en el último registro? Hasta el momento el debate gira en torno a la reducción de la oferta de vivienda en los últimos años.

Para Sandra Forero, presidenta de la Cámara Colombina de la Construcción (Camacol), “en los últimos años, la oferta de vivienda nueva en la ciudad se ha venido reduciendo. Entre el año 2010 y el año 2015, la oferta para estratos medios y bajos se contrajo en 27%. La principal explicación de ese comportamiento es la escasez de suelo urbanizable, lo que ha generado un desplazamiento de la inversión de las firmas y los hogares hacia la Sabana y los municipios aledaños, donde la oferta en los últimos años ha aumentado en 64%. Este efecto ha limitado la capacidad de acceso de la población a la vivienda a pesar de la moderación en la evolución del Índice de Precios, que, de acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), a septiembre de 2015 reflejó un 6,18% de variación anual”.

El Espectador habló con el ministro de Vivienda, Luis Felipe Henao, quien explicó que “cuando se cerró la construcción durante el período del alcalde Petro, se provocó que el insumo de vivienda subiera casi 30%, en donde el que ganaba no era el constructor sino el dueño del terreno, a través de la especulación. Pese a la corrección que se ha venido presentando en el último año, pensamos que en la nueva administración los precios de las viviendas no van a bajar sino que se estabilizarán. Además consideramos que el retorno de la inversión en este sector seguirá siendo buena, pero lo importante de la nueva dinámica del mercado en la capital es que se van a reactivar las viviendas de interés social, por lo que vamos a apoyar al Distrito con nuestros programas como el subsidio a la tasa de interés”.

Por su parte, María Mercedes Maldonado, exsecretaria de Hábitat de Bogotá, señaló que “la oferta de vivienda para estratos medios y altos se ha mantenido y no es cierto que la construcción se haya cerrado durante la administración Petro. De hecho, la caída en los precios de los inmuebles el último año es una muestra de la sobreoferta que hay en la ciudad, pues es un fenómeno que provoca que los tiempos para rentar un apartamento sean mayores, lo que motiva a los propietarios a bajar el valor del arriendo”.

A medida que transcurren los primeros meses de la administración de Enrique Peñalosa, aumenta la expectativa en torno al Plan de Ordenamiento Territorial (POT). Si bien ya se anunció la construcción de 80.000 viviendas en los próximos años, todavía no está claro cuál será la hoja de ruta para lograr esa meta. Y el fantasma de los efectos sobre el POT de Petro todavía inquieta a los constructores.

“La ciudad ha estado inmersa en pérdida de eficiencia para atender las necesidades de vivienda de la población y una ausencia de planeación efectiva del territorio. Un nuevo POT será una nueva oportunidad para los bogotanos, no sólo para generar más proyectos y recuperar la inversión, sino para tener una visión clara del desarrollo urbano y territorial, además de consolidar las actividades económicas y productivas. Oferta para todos los estratos, que permita que los hogares accedan de forma efectiva a los programas de vivienda y encuentren solución a su necesidad habitacional, son efectos positivos previstos de un correcto ordenamiento”, señaló Forero.

Por su parte, Henao afirmó que “el POT lo único que tiene que garantizar es la seguridad jurídica, para que los constructores vuelvan a invertir en la ciudad y no en la Sabana. Ese fue el error de la anterior administración, porque no había reglas de juego, lo que provocó que la vivienda de interés social cayera en 27%. Yo creo que la ciudad debe tener un crecimiento ordenado, amigable con el medio ambiente y con mayor fluidez. Además, es fundamental trazar una buena renovación urbana que cree espacio público y mayor movilidad”.




CAMILO VEGA BARBOSA / El Espectador
Página Web - 2016/02/16
Fuente: http://www.elespectador.com


De acuerdo con el reporte oficial, los costos de la construcción de vivienda aumentaron en 5.17%, el registro de enero más alto desde el año 2012. La creciente importación de insumos y materiales, sumado al profundo fenómeno de devaluación de la tasa de cambio explican este comportamiento.

De los 84 grupos de materiales usados en la construcción de la vivienda, 33 registraron aumentos superiores a la inflación. Los de mayor aumento en el mes de enero de 2016 fueron los ascensores, sistemas de aire acondicionado y calentadores, los cuales registraron aumentos de su precio de 29%, 23% y 16% respectivamente. Así mismo, materiales básicos como griferías, sanitarios, cementos, tanques y tuberías evidenciaron un incremento de 10%.

Por regiones, los mayores aumentos se evidenciaron en Pasto (7.34%), Santa Marta (6.34%) y Medellín (6.23%); mientras que los menores crecimientos se dieron en Cartagena (3.60%), Cúcuta (3.93%) y Neiva (4.42%).

Para la Presidente de Camacol, Sandra Forero Ramírez, este resultado hace parte de la tendencia al alza de los precios que vive el país por cuenta de la devaluación.

“Nuestro sector importa de forma directa el 20% del valor de los insumos demandados, que sumado al consumo de materias primas importadas de muchas industrias que producen bienes intermedios, hacen que se tenga ese efecto sobre los costos”.

Explica que las empresas del sector deben buscar eficiencias y estrategias que permitan mitigar ese efecto, ya que muchos proyectos de vivienda fueron comercializados sobre planos hace aproximadamente un año sin contemplar tal aumento en el costo de los materiales, el cual deberán asumir en medio del proceso constructivo.

“Eso constituye un reto para las firmas, y algunas eficiencias saldrán del proceso constructivo y la gestión en las obras. Sin embargo, desde el punto de vista de los trámites y otros factores exógenos que en los últimos años han incidido de forma importante en la promoción y construcción de los proyectos hay mucho por hacer”, dice Sandra Forero Ramírez,

Y concluye “Qué bueno que a nivel local se adopten acciones y planes de choque para acelerar los trámites que afectan al sector y que se han convertido en un problema estructural para muchas firmas. Eso sin duda ayudaría a compensar los efectos en el costo de los insumos”.





Radio Santa Fe
Página Web - 2016/02/16
Fuente: http://www.radiosantafe.com

 


El uso de materiales, muchos de ellos importados, impacta los presupuestos de obra. Aun así, los desarrolladores deben cumplir precios con los que vendieron.

El incremento en los precios de algunos materiales e insumos para la construcción de casas y apartamentos está afectando los presupuestos de obra en Colombia y esto, en consecuencia, también impacta a los constructores.


De hecho, este lunes el Dane dio a conocer el Índice de Costos de la Construcción de Vivienda (ICCV) que, precisamente, confirmó un alza de 5,17 por ciento durante los doce meses, a enero, frente al periodo precedente.

Hay aumentos importantes en elementos como los ascensores, cuyos valores crecieron 29,3 por ciento entre febrero del 2015 y enero del 2016, frente al 4,08 por ciento del mismo lapso, a enero del 2015.

Igualmente, están la ventanería, la carpintería y las instalaciones en PVC, que también llegan del exterior.

A estos hay que sumarles los sistemas de aire acondicionado, los lavamanos y la tubería hidráulica, entre otros, que tienen la ventaja de que ya se están fabricando por la industria nacional.

En este entorno alcista, y a pesar de que siempre se dice que los constructores no pierden, la devaluación no los ha perdonado cuando se habla de insumos importados.

Juan Antonio Pardo, presidente de la constructora Prodesa, asegura que “tenemos que asumir los aumentos, especialmente en las viviendas que ya vendimos, ya sea de interés social o de estratos altos (no hay ninguna distinción) porque no les podemos cambiar el precio pactado”.

EL IMPACTO EN LA VIS

Por ejemplo, los valores de los materiales para la vivienda de interés social (VIS) aumentaron 5,61 por ciento, pero el precio de esta oferta es único, según lo traza la ley vigente.

En los rangos altos tampoco es mucho lo que se puede hacer, si la casa o el apartamento ya fue separado con un valor determinado.

El Dane también analiza el ICCV según el tipo de vivienda y en los últimos doce meses, a enero, para la oferta multifamiliar registró una variación de 5,20 por ciento, mientras que para la unifamiliar acumuló un alza de 5,11 por ciento.

Por ciudades, Pasto fue la que reportó el mayor incremento en los costos de construcción de vivienda: 7,34 por ciento entre febrero del 2015 y enero pasado, frente al 3,12 por ciento del periodo precedente.

Le siguen, por encima del promedio nacional (5,17 por ciento), Santa Marta, con 6,34 por ciento; Medellín, 6,23 por ciento; Cali, 5,97 por ciento y Manizales, 5,95 por ciento, entre otras.

Por su parte, Bogotá registró una variación de 4,56 por ciento, por debajo del total nacional.

‘PARA LAS VENTAS FUTURAS SÍ SE AJUSTARÁN LOS PRECIOS’

Hay consenso en que las viviendas que ya se vendieron no pueden ajustarse al alza, pues debe respetarse el valor inicial pactado entre las partes. Sin embargo, los precios de venta nuevos sí cambiarán. Así lo prevé el presidente de la constructora Prodesa, Juan Antonio Pardo, quien considera que no se puede ocultar el efecto de la devaluación en los materiales importados que se utilizan en los proyectos, especialmente en los de rango medio-alto y alto. En el caso de la vivienda de interés social –asegura Pardo–, “nosotros preferimos entregar más área y cuadrar los presupuestos a través de menos acabados. Es algo más manejable, ya que para los compradores será más fácil adecuarlos progresivamente. De hecho, los compradores aprecian tener más espacio”.




El Portafolio
Página Web - 2016/02/16
Fuente: http://www.portafolio.co