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La baja sostenida en la cantidad de metros cuadrados autorizados para futuras edificaciones es la consecuencia lógica de otro indicador: la caída en la compraventa de departamentos en la Ciudad.

 

Según el Colegio de Escribanos porteño, entre enero y mayo de este año se firmaron 11.828 escrituras, un 6,5% menos que en el mismo período del año pasado, que a su vez ya mostraba números negativos. Respecto del valor de las propiedades, se encarecieron un 45,3% en pesos y un 2,3% en dólares al cambio oficial.

 

Esta falta de operaciones hizo que muchos propietarios prefirieran volcar sus unidades al mercado de alquileres, lo que aumentó la oferta y en parte evitó que la suba de lo que pagan los inquilinos fuera aún mayor: de acuerdo a un informe de la Dirección de Estadísticas y Censos de la Ciudad, el año pasado los alquileres aumentaron un 25%. Si la cantidad de departamentos disponibles hubiera sido menor, es muy probable que el salto en lo que piden los dueños hubiera sido mayor.

 

Las turbulencias en la economía vienen afectando al mercado inmobiliario en varios frentes. Por ejemplo, el Instituto de la Vivienda de la Ciudad y el Banco Ciudad llevan entregados más de 1.000 créditos hipotecarios con el programa “Primera Casa BA”, de préstamos subsidiados, pero muchos beneficiarios tuvieron problemas para concretar la compra de las unidades por la disparada del dólar blue. Por otra parte, al menos en la Ciudad es muy baja todavía la influencia del plan Procrear, del Gobierno nacional.

 

El lado más brutal de la falta de acceso a la vivienda digna es el crecimiento de la población en las villas y asentamientos, que subió 52,3% entre 2001 y 2010.

 

 

 


Clarín

Página Web – 2014/07/21

Fuente: http://www.clarin.com


El sector tuvo una caída de la actividad de 3% en los primeros cinco meses del año; se despacha menos cemento, desaparecen empresas y se eliminan puestos de trabajo

 

Cae el nivel de actividad, disminuye el número de empresas del sector, desaparecen puestos de trabajo, se reduce la venta de materiales y se derrumba el número de escrituras, tanto en la Capital Federal como en el conurbano. Ésa es la realidad actual de la construcción, uno de los motores de los que se enorgulleció el kirchnerismo en los últimos diez años, según los propios datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

 

La actividad de la construcción se contrajo un 4,6% en mayo (últimos datos conocidos), en la comparación interanual. Por su parte, en los primeros cinco meses del año acumula una contracción que se ubica en 3%. En lo que va de 2014 se observa una caída en todos los bloques de la construcción con excepción de "Obras viales", que avanza 1,22%. Incluso el rubro "Otras obras de infraestructura", también en parte vinculado a la construcción pública, se hundió por segundo mes consecutivo en terreno negativo y acumula una caída de 2,2%.

 

"La situación de la construcción de viviendas en general no pasa hoy por un buen momento, básicamente por la dificultad de la gente para acceder a un crédito", dice Gustavo Llambías, vicepresidente de la Asociación de Empresarios de la Vivienda (AEV). "El plan oficial ProCreAr es insignificante -acota-, ya que representa sólo 10 por ciento de las 200.000 casas que se levantan por año en el país; al tiempo que el sector más rico de la sociedad tampoco invierte en ladrillos porque la coyuntura no es atractiva."

 

Esto se ve reflejado en el mercado. En los cuatro primeros meses de este año el volumen de transacciones inmobiliarias en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ascendió a 8928, lo que representa una caída de 3,2 por ciento en la comparación con el mismo período de un año atrás, que ya había sido malo debido al pernicioso efecto del cepo cambiario.

 

El mal momento de la actividad, que según la consultora Abeceb.com terminará el año con una caída interanual de 3,4%, queda en evidencia también en la comercialización de su principal insumo: el consumo de cemento acumula una caída de 3,9% en la comparación interanual. Como consecuencia, el nivel de ventas de este producto quedó por debajo de los valores de 2011.

 

Si se analiza el consumo de cemento por tipo de envase, se ve que la disminución mensual e interanual de los despachos en "bolsa" (-10,5% y -5,4%, respectivamente) más que duplica la correspondiente a "granel" (-5% y -2,4%), lo que denota que la contracción es más marcada entre las obras privadas (residencial, reformas y ampliaciones) que en la obra pública y en los grandes emprendimientos.

 

El análisis del Indicador Sintético de Actividad de la Construcción (ISAC), que publica el Indec, arroja también datos interesantes sobre otros insumos. La caída más significativa corresponde a las "Pinturas para la construcción", lo que haría pensar que la tipología de obra más afectada sería la vinculada a las remodelaciones y refacciones. Los "Pisos y revestimientos cerámicos", también muy ligados a esas obras, mostraron un alza de más del 23% en el primer cuatrimestre, pero su evolución está afectada por el descenso de más de 40% ocurrido en igual período de 2013.

 

En tanto, el asfalto tuvo una caída interanual en sus despachos de 4,6%, el cemento portland disminuyó 2% y los ladrillos huecos cayeron 0,9. Sólo subió el despacho de hierro redondo para hormigón, que creció 8,6% y que en igual período de 2013 había tenido una caída de 2,7 por ciento.

 

Para peor, los precios no dejan de subir. En junio, los costos de la construcción aumentaron, según el Indec, 0,9% frente a mayo. Así, para el acumulado del primer semestre del año estos costos registraron una suba de 18,9%. Los mayores incrementos se dieron en los materiales de construcción (24,9%) y en los gastos generales (21,6%). Los costos de la mano de obra, en tanto, crecieron 14,7%. Si se analiza desde junio de 2013, se puede ver que estos costos aumentaron 26,2 por ciento.

 

Soledad Pérez Duhalde, de Abeceb.com, comenta que la construcción acusa el impacto de la suba de costos causada por la devaluación de enero y la elevada incertidumbre respecto del rumbo económico. "Para el segundo semestre esperamos una profundización de la caída en la actividad. A la retracción que están mostrando aquellos rubros vinculados a emprendimientos privados, se sumará el ajuste de la obra pública", opina la economista.

 

En la Argentina, es el sector privado el que impulsa la construcción de viviendas, ya que es el responsable de edificar tres cuartas partes de las 200.000 casas que se construyen en promedio por año en el país; pero, tal como comenta Llambías, si éste no tiene crédito para construir, depende de su propio fondeo. "En los últimos años, los desarrolladores privados consiguieron capital a través de inversores y de los famosos fideicomisos al costo -acota el directivo-. Pero eso sólo pueden pagarlo los sectores más ricos, que también están dejando de invertir, desalentados por la coyuntura económica local."

 

Esta situación comenzó a pegar en las empresas del sector, muchas de las cuales ya desaparecieron. En efecto, según muestra el proceso de renovación anual de credenciales ante el Ieric, el número de firmas en actividad cayó. Mayo registró 17.832 firmas en esa condición, lo que representó una contracción de 12,2% respecto del nivel de un año atrás. "Ésta constituye la primera caída para un mes de mayo desde el año 2009, cuando en el centro de la crisis económica internacional desatada a partir de la quiebra de Lehman Brothers tuvo lugar una merma del 13,3%", se señala en el Informe de Coyuntura del Ieric.

 

No es de extrañar que esta situación haya comenzado a minar los puestos de trabajo en esta actividad, con lo que durante el mes de abril la evolución del empleo sectorial mantuvo la tendencia contractiva verificada en los meses previos. El promedio de ocupación fue de 382.216 puestos de trabajo registrados (ver infografía), un 0,5% inferior al observado en marzo pasado y un 4,6% por debajo de igual mes de 2013, según el Ieric. Con los resultados de abril se completan cuatro meses consecutivos de variaciones interanuales de signo negativo, con la particularidad de que, adicionalmente, se verifica una aceleración del ritmo de la contracción.

 

En tanto, el salario promedio de los trabajadores registrados en la industria de la construcción durante abril fue de $ 7048, con un incremento de 11,9% mensual y de 28,2% en comparación con igual mes de 2013, hecho que representa un importante salto en la dinámica salarial luego de la puesta en vigencia del primer tramo del último acuerdo paritario del sector. En consecuencia, el primer cuatrimestre de 2014 culmina con un promedio de remuneraciones de $ 6330, un 20% más elevado que en igual período de 2013.

 

Política pendiente

 

Llambías dice que el sector va a estar bien cuando vuelva el crédito y la inflación sea de un dígito. "Sigue pendiente una política de Estado para la vivienda; el ProCreAr es una aspirina para un enfermo terminal. Lo que se necesita es estabilidad económica, pleno empleo, inflación baja. Con eso, el sector privado se las arregla para dar respuesta a las necesidades de viviendas de la población", agrega.

 

Javier Rius, gerente general de Ayres Desarrollos, cuenta que hay mucha incertidumbre a la hora de vender los proyectos a los inversores finales. "Sin embargo, como desarrollador -aclara-, veo que los precios para la construcción están muy buenos, porque la crisis ha hecho que las empresas constructoras deban ajustar sus márgenes."

 

En tanto, no se puede buscar una solución a este mal momento del sector por el lado de la obra pública, puesto que la billetera para impulsarla no goza de buena salud. Esteban Ymaz, socio de Ymaz Varela Abogados, estudio que asesora a varias empresas contratistas de obra pública, dice que los proyectos hidráulicos, civiles y viales están parados, porque hay una restricción de fondos presupuestarios.

 

Desde 2005 hasta 2010 hubo un gran flujo de fondos para la obra pública, algo que fue récord histórico, destaca Ymaz, pero a medida que aumentó la inflación, ese dinero comenzó a dirigirse más al pago de ajustes de precios que a la concreción de la obra en sí. "La inversión aumentó en términos nominales, pero el efecto de la gran inflación hizo que la cantidad de proyectos terminados fuera menor", señala el abogado.

 

En lo que hace a proyectos particulares, hay planes de grandes obras, como las dos centrales en el Sur o el soterramiento del Sarmiento, que están pendientes de lograr financiamiento de organismos internacionales o de bancos de desarrollo de países exportadores de capital.

 

Hay una luz de esperanza en lo que respecta a obras públicas, puesto que en algún momento deberá saciarse la sed de infraestructura que reina en la Argentina desde hace varias décadas. "Ahora hay una perspectiva que ilusiona, puesto que hace falta mucha infraestructura para sacar la producción del país, con lo que en algún momento se tendrá que reactivar la obra pública", estima Ymaz.

 

 

 


CARLOS MANZONI / La Nación

Página Web – 2014/07/20

Fuente: http://www.lanacion.com.ar


La construcción padece desde hace tiempo una falta de impulso por parte del sector público, algo que no logra solucionar el plan ProCreAr, que levanta sólo 10% de las viviendas que se construyen por año en el país y que, si bien anuncia que son 200.000 las casas que lleva edificadas, lo cierto es que esa cifra corresponde a las familias que han sido sorteadas, pero que aún deben pasar por la aprobación definitiva del Banco Hipotecario.

 

"El ProCreAr no debe de haber llegado en dos años de existencia a 40.000 viviendas en obra, y no sé si tiene alguna terminada", afirma Gustavo Llambías, vicepresidente de la Asociación de Empresarios de la Vivienda (AEV).

 

Esto ha llevado a que desde hace mucho tiempo el sector construya para el 25% más rico de la población; porque el resto de la población, que no dispone de crédito, no puede acceder a la vivienda. "Son muy pocos los que pueden pagar al contado o en el breve plazo de lo que tarda la vivienda en construirse, porque la clase media necesita financiamiento y la clase baja, ayuda del Estado", explica Llambías.

 

Entonces, el ProCreAr es un intento del Gobierno de atender algunas necesidades puntuales y últimamente de reactivar la construcción de viviendas. Pero el Estado no tiene fondos para suplir al sector privado en la construcción de viviendas para la clase media y media alta. Entre 2001 y 2010, en la Argentina se construyeron 200.000 viviendas en promedio por año. De esas 200.000 hay 50.000 que producen todos los planes oficiales (entre los que se cuenta el ProCreAr, que sólo levanta 20.000 por año).

 

Según precisa Llambías, cerca del 60% de las familias argentinas que constituyen la clase media está fuera de la posibilidad de acceder a una casa nueva y tiene mucha dificultad para llegar a la usada. "Sin crédito sólo puede comprar alguien ayudado por los padres o alguien que está en buena posición económica", dice.

 

Pero la situación se agrava aún más a la hora de pensar en "curar" el déficit habitacional (un millón de viviendas) que sufre el país, si se tiene en cuenta que el 25% más rico también dejó de invertir, desalentado por el cepo cambiario y demás problemas de la economía local. "Por eso cayó más el número de escrituras en la Capital Federal", subraya el también director de Red, una desarrolladora.

 

La mala noticia es que todos los años la generación de nuevos hogares es mayor que la de la cantidad de viviendas que se construye; con lo cual, la falta de casas crece todos los años. "Hay un gran mercado, pero el problema es que la gente no tiene el dinero ni el financiamiento ni la ayuda del Estado para pagar su vivienda", destaca Llambías.

 

 

 


La Nación

Página Web – 2014/07/20

Fuente: http://www.lanacion.com.ar


La Agencia de Recaudación de la provincia de Buenos Aires (ARBA) detectó mediante un dron fiscalizador 97 propiedades y 71 piletas sin declarar en un country de General Rodríguez, en el comienzo del operativo de control impositivo por el receso de invierno.

 

El dron forma parte del sistema Monitoreo Estratégico Satelital Integrado (MESI), una herramienta tecnológica que ARBA utiliza para combatir el incumplimiento fiscal.

 

Las acciones comprendieron al lujoso complejo habitacional Terravista, ubicado en el kilómetro 47 del Acceso Oeste, donde los fiscalizadores detectaron más de 47.000 metros cuadrados construidos no declarados, en su mayoría correspondientes a viviendas que figuraban como baldíos, motivo por el cual evadían el pago del Impuesto Inmobiliario.

 

Las casas detectadas poseen un promedio de 350 metros cuadrados, y se encuentran enmarcadas en un paisaje de plazas temáticas, lagunas, zonas deportivas, piscinas y otros detalles de categoría del country, que también cuenta con un moderno club house, que incluye restaurante, gimnasio, spa y sauna.

 

Al frente del operativo estuvo el director de ARBA, Iván Budassi, quien afirmó que detectaron "irregularidades en el 75% de las propiedades del country, los contribuyentes en infracción fueron intimados y deberán hacerse cargo de las multas e intereses correspondientes".

 

En ese sentido, subrayó que "la maniobra de evasión implica una deuda acumulada de $2 millones en concepto de Impuesto Inmobiliario".

 

"El dron y la tecnología satelital de ARBA se integran en una misma plataforma de fiscalización, el sistema MESI, que nos ha permitido una mayor eficacia para detectar construcciones no declaradas", explicó.

 

Las imágenes provistas por la pequeña nave posibilitaron, gracias a su nivel de precisión, relevar detalles de edificación y dimensiones de las propiedades no registradas, que son datos útiles para estimar su valor fiscal.

 

"La detección de irregularidades catastrales comienza con el análisis del material que nos proveen 18 satélites en órbita. Una vez que identificamos las propiedades en infracción, utilizamos al dron fiscalizador para sobrevolar aquellos lugares que son de difícil acceso y captar imágenes precisas que permiten determinar antigüedad y características de cada construcción", puntualizó Budassi.

 

 

 


Télam

Página Web – 2014/07/17

Fuente: http://www.telam.com.ar


El nivel del río bajó seis centímetros en las últimas horas y quedó estacionado en 7,79 metros en esa localidad formoseña, donde permanecían evacuadas más de 5.200 personas, informaron autoridades locales.

 

En el puerto de Formosa el río se mantuvo en 9,28 metros en las últimas 24 horas, mientras que en Bouvier la marca era de 8,02 metros según registros de la Prefectura Naval.

 

Las últimas lluvias en Clorinda y la crecida de los ríos Paraguay y Pilcomayo afectaron a más de 12.000 pobladores de esa ciudad a 115 kilómetros al este de la capital formoseña, donde los evacuados eran unos 6.800, indicó el Comando de Emergencias provincial.

 

Personal de organismos nacionales y provinciales continuaban con los trabajos de asistencia a los damnificados en los centros de evacuados y asentamientos habitacionales.

 

La Municipalidad de Formosa anunció la construcción de "soluciones habitacionales" para residentes fuera del anillo de contención, en un tiempo estimando en "10 meses una vez que empiece a bajar el agua", a fin de relocalizar a esas familias.

 

El gobierno formoseño firmó días atrás convenios con la Nación para construir 1.200 viviendas para los damnificados, 250 de estas en Clorinda, a donde en las últimas horas arribó el Camión Fábrica de DNI, que depende del Registro Nacional de las Personas y puede realizar 500 documentos diarios.

 

"La idea es que la mayor cantidad de personas posibles puedan encarar este trámite", en el que tendrán prioridad "los afectados por la inundación", dijo a Télam un vocero municipal.

 

Los pobladores de Clorinda reciben atención médica, pastillas potabilizadoras de agua, repelentes, métodos anticonceptivos y se llevan adelante trabajos de fumigación.

 

El Servicio Meteorológico Nacional emitió un alerta por lluvias y tormentas los próximos dos días en el este de la provincia.

 

 

 

 


Télam

Página Web – 2014/07/17

Fuente: http://www.telam.com.ar