• +58 212 2388195
  • Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
  • Lunes - Viernes 8:00 am - 4:00 pm

Los dueños de esta preciosa propiedad pasaron varios meses recogiendo ventanas desechadas y las armaron juntas para crear un hogar lejos de la ciudad, sustentable y usando los principios de construcción responsable.

 

El fotógrafo Nick Olson y la diseñadora Lilah Horwitz construyeron en las montañas de Virginia Occidental, Estados Unidos, una vivienda en la que básicamente reciclan ventanas con carpintería de madera colocadas en una estructura muy básica de madera.

 

El proyecto tomó meses y les llevó mucho tiempo, por lo que ambos tuvieron que dejar de trabajar en sus oficios. En lugar de ello, vivieron austeramente, a puro arroz y frijoles: “Hemos sido capaces de hacer que sea una realidad porque primeros primero somos artistas y creadores. Tuvimos que ser ingeniosos para hacer la casa de una forma barata.”

 

Los resultados son excelentes. La casa no tiene plomería o electricidad, tiene su estilo propio y es a la vez moderna y rústica, creando una encantadora cabaña.

 

Construir este sitio costó aproximadamente 500 dólares.

 

 

 


Ubicación: http://diarioecologia.com

Autor: Diarioecologia.com

Procedencia: Estados Unidos

Fecha de Publicación: 2014/09/09


Leyes de este tipo deberian ser norma común en todo el mundo. A partir de este momento, todos los nuevos edificios que se construyan en Francia deberán cumplir con una nueva legislación que obliga a que los tejados de las nuevas construcciones estén parcialmente cubiertos por plantas o paneles solares.

 

La nueva legislación fue aprobada por el Parlamento francés hace unos días y, aunque ha resultado más limitada que lo que propusieron en un primer momento los activistas medioambientales, resulta un paso importante para comenzar a construir edificios sustentables con una reforzada eficiencia energética.

 

Por su parte, los techos verdes actúan de aislante para ayudar a que en invierno se gaste menos energía en calentar el edificio, y en verano sea menos costoso enfriarlo. Además este tipo de techos también ayuda a retener el agua de la lluvia y a proporcionar a las aves y a otros tipos de seres vivos pequeños oasis donde vivir y desarrollarse en mitad de las caóticas ciudades.

 

Esta nueva ley favorecerá también la existencia de mayor superficie de zonas verdes donde habiten seres vegetales que ayuden a oxigenar el aire que respiramos y que en las ciudades presenta grandes índices de contaminación.

 

Los nuevos edificios que se contruyan a partir de ahora en Francia podrán optar por colocar plantas en sus tejados, o bien instalar paneles solares que produzcan energía limpia y renovable para el funcionamiento del edificio.

 

El Parlamento francés se acerca con esta medida a países como Dinamarca donde el color gris de los tejados de los edificios ha sido sustituido por un verde esperanza que aporta el ingrediente de naturaleza que toda ciudad del mundo necesita. Bien por Francia.

 

http://diarioecologia.com



Ubicación: http://www.eltambor.es

Autor: Diarioecologia.com

Procedencia: Francia

Fecha de Publicación: 2015/04/06


Alumnos de la UNAM diseñaron una construcción sustentable para zonas de escasos recursos; el proyecto concursa en un certamen internacional para crear hogares renovables.


A través de controles de interruptores eléctricos, telas especiales para la captación pluvial, un sistema de limpieza para las aguas grises y sistemas fotovoltaicos, un grupo de estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) pretenden crear una solución para que los hogares de menos recursos sean autosustentables, aunque la implementación de este proyecto llevará al menos seis años.

 

“Lo que buscamos es una solución para las zonas pobres donde a veces los hijos construyen sus hogares en las azoteas de las casas de sus padres, por lo que se requieren sistemas sencillos de instalar”, expresó Jorge Tenorio, parte del equipo de estudiantes de la UNAM que participan en el Solar Decathlon 2014 organizado por Schneider Electric en París.

 

El proyecto, llamado CASA, compite junto a otros 18 grupos de alumnos de diferentes naciones en soluciones para la casa renovable del mañana, en categorías como diseño, eficiencia energética o construcción.

 

La propuesta mexicana busca que a través de la implementación de tecnologías renovables los hogares de menores ingresos en zonas urbanas -como el Valle de México- tengan la opción de reducir su consumo de elementos básicos como el agua o la electricidad.

 

CASA cuenta con sistemas de detección de comportamientos de luz en los apagadores conocidos como C-BUS, que permite registrar los consumos según los patrones de comportamiento de sus habitantes.

 

Además, usa una cubierta de tela que recubre las paredes de la casa, lo que facilita la recolección de agua de lluvia, y paneles solares para convertirla en electricidad para el hogar.

 

Pero el costo de estos sistemas, aunado a que la legislación actual dificulta la transmisión de electricidad, pues se prohíbe vender el residual de luz generado, hace que este tipo de construcciones esté lejos de cristalizarse, admitió Tenorio.

 

“Los costos de las celdas para una casa promedio aún son elevados, así como el cableado interno que requiere un hogar para interconectar todos los sistemas de detección de patrones de luz”, explicó el también miembro del Centro de Investigación de Energía de la UNAM.

 

El especialista cree que además no existen los incentivos económicos para que las casas de menores recursos cuenten con sistemas fotovoltaicos para ahorrar en electricidad, pues el subsidio a las tarifas eléctricas en México inhibe que las personas inviertan en instalaciones, que además, están lejos del alcance de sus posibilidades.

 

El diseño y la sustentabilidad

 

El proyecto participante de Costa Rica, que junto a México y Chile son los únicos representantes latinoamericanos del Solar Decathlon, presenta una solución enfocada en los adultos mayores, con una casa basada en el reciclaje de maderas que otras industrias tiran como desperdicio.

 

Además de sistemas de control de temperatura ambiental y equipos de monitoreo de uso de electricidad.

 

“Nuestra meta es presentar una casa sustentable y cómoda para las personas pensionadas”, destacó Verónica Ortiz, miembro del proyecto Tropika.

 

El evento, que concluirá a mediados de este mes, premiará al mejor proyecto aunque no con algo material, pero ambos equipos destacaron la oportunidad que han tenido de presentar su proyecto ante posibles inversores, así como el intercambio tecnológico con otros alumnos expertos en materia de sustentabilidad desde sus diferentes áreas.

 

 


Ubicación: http://www.cnnexpansion.com

Autor: Edgar Sigler

Procedencia: México

Fecha de Publicación: 2014/07/01


Anualmente se botan 5,3 millones de llantas, unas 100.000 toneladas de caucho.

 

Similares a los iglús de los esquimales, eficientes térmicamente y además resistentes a los sismos, unas particulares casas en el municipio de Choachí, centro de Colombia, aprovechan un material del que muchos quieren librarse: llantas de vehículos.

 

Cual bloques de hielo del Ártico, neumáticos abandonados en las calles de Bogotá sirven a la ecologista colombiana Alexandra Posada para construir estas originales viviendas de paredes curvas.

 

"Esas llantas me las regalan porque es un problema gigante deshacerse de ellas. Duran miles de años en descomponerse, lo que se convierte, en este caso, en una potencialidad", dice a la AFP esta mujer de 35 años, gestora de este templo del reciclaje en su finca de Choachí, a unos 40 kilómetros de Bogotá.

 

Allí, grandes estructuras con cúpulas aún incompletas irrumpen en el paisaje montañoso.

 

"Usadas en construcción, se convierten en ladrillos virtualmente eternos", agrega Posada, mientras supervisa la obra en jeans y sombrero vaquero.

 

Para convertir los neumáticos en bloques, primero se los llena de tierra. "Eso crea un ladrillo de 200, 300 kilos, de mucha masa térmica", explica bajo el picante sol de la mañana, al detallar las ventajas del caucho como aislante del frío y del calor.

 

El proceso de construcción de estas casas, semejante al de los iglús, implica excavar el terreno. Pero en lugar de reutilizar nieve para formar los bloques, es la tierra extraída lo que sirve de relleno para los neumáticos.

 

Los cimientos son llantas gigantes de camión puestas de forma intercalada. Otras hileras con llantas más pequeñas se erigen luego circularmente para los muros. Para asegurar la estructura, se colocan varas de hierro atravesando los neumáticos de manera vertical, señala Posada.

 

Esa disposición, unida a la flexibilidad del caucho, transforman a la casa en antisísmica, argumenta.

 

Posada eligió tres tipos de techo para estas edificaciones: cúpulas para los dormitorios y bóvedas para la cocina, ambos hechos de mallas de acero cubiertas de cemento, y planos, de madera, para la sala comedor.

 

Estos últimos son cubiertos por llantas atornilladas que ofician de tejas. Además, "como el caucho no se degrada casi, impermeabiliza", asevera.

 

- Drama ambiental -

 

En Colombia parece haber material de sobra. Según cifras oficiales, anualmente se botan 5,3 millones de llantas, unas 100.000 toneladas de caucho que por un vacío legal ninguna entidad gestiona al 100%.

 

"Después de su vida útil, son desechadas por los usuarios. Es un tema supremamente grave en términos de espacio público, en términos ambientales y paisajísticos", afirmó a la AFP Francisco Gómez, encargado del tema en el ministerio de Ambiente.

 

En Colombia, productores e importadores de neumáticos sólo están obligados a responder por una cantidad de residuos cercana al 35% del material producido o importado.

 

Por otra parte, los operadores de servicios locales de aseo no están obligados a recogerlos por tratarse de "residuos especiales".

 

"Si se compara con la cantidad de residuos generados, es bastante poco lo que se ha podido implementar como gestión adecuada", admitió Gómez.

 

Las cerca de 9.000 llantas utilizadas hasta ahora en las paredes, muros de contención, jardineras, tejas, terrazas de cultivo y escaleras en las construcciones de Choachí, no son los únicos materiales reciclados utilizados por Posada.

 

Las cúpulas de los cuartos, por ejemplo, tienen tragaluces hechos con trozos de botellas de vidrio de colores, insertados antes de cubrir el domo con cemento.

 

Y el soporte de la bañera está compuesto de decenas de botellas rellenas de papel o tierra para volverlo más firme.

 

"Son casas con materiales reutilizados, pero también son bonitas, aireadas, con más luz indirecta", subraya Posada.

 

A sus 57 años, el albañil William Clavijo confiesa que construirlas le enseñó "a valorar las cosas".

 

"Esto lo ve uno por ahí y lo tira. Ahora ya uno sabe que puede usarlo", asegura, mientras cubre torres de neumáticos con varias capas de cal y arena, que esconden su pasado en los andenes capitalinos.

 

 

 


Ubicación: http://www.elespectador.com

Autor: AFP

Procedencia: Colombia

Fecha de Publicación: 2015/03/27


El cemento y el concreto tienen una mala reputación por ser altamente contaminantes... relativamente. Al analizar este tipo de paredes en la vida real, resulta que, usadas de manera adecuada, el concreto está entre las alternativas de construcción más sostenibles disponibles en la mayor parte de sitios en el mundo. A pesar de que la producción de cemento consume mucha energía, si se usan inteligentemente, los elementos de pared resultantes tienen un bajo contenido de energía incorporada y su ciclo de vida se compara muy bien con cualquier otro material.

 

Por más de tres décadas, muchos científicos han trabajado en la definición de “carga ecológica” para diferentes materiales de construcción. Esto incluye el conteo de toda la energía que va dentro del producto, desde la minería y obtención de materias primas, pasando por la producción y el transporte hasta la construcción de la pared. Idealmente se debe considerar el mantenimiento a lo largo de un tiempo determinado y la energía usada para desmantelar la construcción al final de su vida útil; así como si se puede o no reutilizar. Esto se denomina “análisis del ciclo de vida” y es la medida de cuán sostenible es un material o una tecnología.

 

Un equipo de la U. Técnica de Zurich (ETH Zürich) ha publicado un interesante estudio1 donde se llega a la conclusión que las soluciones con muchos materiales locales, como el bambú, o las de alta tecnología, como los paneles prefabricados de concreto, son las más sostenibles:


"El caso del concreto es muy especial, puesto que muchos autores se refieren a él como uno de los materiales de construcción que más energía requieren, con muchísimas emisiones de carbono y que producen mucho desperdicio; al mismo tiempo, su versatilidad es difícil de igualar. Más allá de su bien conocida durabilidad y resistencia mecánica, el concreto puede mezclarse fácilmente con otros materiales, puede producirse a gran escala o a nivel artesanal y hay una larga tradición de educación e investigación en concreto. Estos resultados muestran que hay un futuro prometedor para el concreto en sector de las vivienda barata y sostenible.”

 

Mientras que el uso masivo de bambú en viviendas tiene obvios límites regionales y sociales, el concreto está disponible donde sea y es acpetado por la mayoría de la gente. El estudio analizó 75 diferentes tecnologías y una de las más prometedoras es la de los Paneles de FerroCemento. La Red EcoSur realizó una evaluación de los Paneles de FerroCemento con los que trabajan algunos de nuestros socios y es evidente que están entre los mejores puestos de este estudio.

 

Franklin Martínez y Kurt Rhyner realizaron un análisis en profundidad de las materias primas usadas para los sistemas de pared más comunes en América Latina

 

En este cuadro se ve claramente que los Paneles de FerroCemento son los más “verdes” entre todas estas tecnologías cuando son comparados bajo condiciones similares y, principalmente, en la resistencia a terremotos, huracanes e inundaciones.

 

En Octubre de 2012 se reportó aquí que UN-HABITAT incorporó los Paneles de FerroCemento en el libro “Going green”, y como miembros fundadores del programa “Red Global para la vivienda sostenible”, la Red EcoSur proveyó el conocimiento base sobre el que UN-HABITAT desarrolla este tema

 

La Red EcoSur ha trabajado en el tema de “energía incorporada” y en el “análisis de ciclo de vida” desde sus principios, alrededor de 1990, y siempre ha investigado las diferentes tecnologías y materiales de construcción bajo esas condiciones. Una tesis de PhD sobre la sostenibilidad de cubiertas y dos intercambios de profesores entre América Latina y Europa en esos días, proveyeron la base de el conocimiento.

 

El trabajo extenso realizado en la sustitución del cemento, liderado por el CIDEM y el establecimiento de la producción de cemento Cal-Puzolana en varios países, abrieron el camino a una investigación de alta tecnología para producir un tipo diferente de cemento que ahora es el principal tema de cooperación entre el CIDEM y la Universidad Técnica de Lausanne.

 

Este proyecto está ahora en la fase práctica con producciones de prueba en Cuba e India. Los resultados de esta aplicación en la vida real, serán publicados muy pronto.

 

Además, la investigación del uso de aditivos biológicos en el concreto ya ha sido reportado por la Red EcoSur.

 

 


Ubicación: http://www.ecosur.org

Autor: Ecosur.org

Procedencia: Suiza

Fecha de Publicación: 2015/03/21