Este activo vuelve a despertar gran interés entre promotores produciendo una encarnizada competencia en las operaciones
- La falta de solares en las zonas de la capital donde hay demanda de nuevos hogares hace que los precios de este inmueble se disparen
Dentro de la M-30, esta oferta alcanza los 320.000 metros. "Si bien es cierto", añade Knight Frank, "que esperamos llegar a los 500.000 si se aprueban ciertos ámbitos en los próximos 18 meses (Distrito Castellana Norte, Campamento o la Operación Mahou-Calderón)". El reparto de este suelo es desigual, copando sólo El Cañaveral hasta el 40% y siendo muy reducido en los demandados ámbitos del arco norte, salvo Valdebebas, donde queda por levantar la mitad del barrio.
Con este panorama de escasez de suelo consolidado, "los propietarios que han mantenido sus posiciones durante el largo ajuste de precios ahora siguen firmes", se lee en el estudio, donde se alude también a la "competencia entre los compradores: promotores e inversores versus gestoras de cooperativas". Knight Frank, en este sentido, habla de "cierto calentamiento en los precios de repercusión" y cifra el coste del metro cuadrado finalista en unos 1.800 euros dentro de la M-30 (hasta los 2.900 euros en las rehabilitaciones).
"Ahora mismo, el suelo es uno de los activos inmobiliarios más atractivos como inversión", sostiene Pablo Méndez, director Nacional de Inversiones de Aguirre Newman y responsable del departamento de Suelo. Éste identifica, fundamentalmente, cuatro compradores: promotoras tradicionales, fondos con un socio local, cooperativas y un nuevo actor, los fondos que se han hecho con antiguas grandes promotoras como Neinor o San José.
Nulo riesgo de burbuja
Méndez comparte la idea de que el precio del suelo no está yendo a la par del de la vivienda: "Mientras que el segundo ha subido un 10%, el valor del suelo ha aumentado un 41%". Pero pese a este gran desfase no cree que haya peligro de burbuja. "El riesgo es nulo. El gran problema es que el suelo es hoy un bien escaso, con mucha más demanda que oferta".
El experto de Aguirre Newman indica que "este activo debe representar un 25%-30% del precio de venta de un piso en un mercado sano". "Hoy", añade, "este porcentaje se acerca al 40% por la escasez de solares y por que vuelve a haber financiación". El suelo copaba más de la mitad del coste de una casa en los años del boom. "De este modo, no veo una situación preocupante, sino natural ante una escasez de oferta y gran demanda y una gestión de suelo encarecida", sostiene.
Según Méndez, la revalorización del suelo no afectará en demasía, por ahora, al precio de la vivienda. "Los promotores reducirán sus márgenes de beneficios. Si en 2013 adquirían parcelas con un beneficio esperado de hasta el 30%, ahora este porcentaje se ha reducido al 18% aproximadamente. En el caso de las cooperativas, ronda el 6% o 10%", explica. "El que está ganando es el propietario de este activo, que estaba en un valor capital muy bajo tras sufrir un descuento del 50%. Quien tenga suelo finalista en una buena zona tiene el poder de negociación y sus expectativas son altas", explica.
Solventar la falta de solares no será fácil, avisa Méndez. "Gestionar suelo hoy es una actividad cara y no hay crédito. Además, son pocos los que tienen capacidad de desarrollar los sectores definidos, diseñados en otra época, en años expansivos, con grandes vías, rotondas, parques, etc. y con unos costes de inversión muy altos", comenta. De ahí que descarte la posibilidad de otra burbuja. "No puede haber otro boom porque hay muy poco suelo finalista y muy pocos gestionando nuevo terreno. La burbuja vino porque se vendía todo, hasta el suelo urbanizable y el rústico", insiste. Para que los solares no sigan subiendo, aboga por dinamizar la gestión urbanística, facilitar los plazos e impulsar herramientas urbanísticas más sencillas.
Valdebebas, fiel espejo de este mercado
Valdebebas es todo un espejo de la evolución del mercado del suelo. Durante los peores años de la crisis, cuando la banca rehuía de financiar la compra de suelo, la mayoría de las promociones se impulsaron en régimen de cooperativa, de tal modo que los solares se pagaban con las aportaciones de los socios. "Las operaciones de venta eran largas y plagadas de incertidumbre. Posteriormente, ha existido un goteo de transacciones de parcelas hasta llegar al cambio de tendencia", comentan fuentes conocedoras de este desarrollo. Hoy, tanto la competencia como los precios del suelo van en aumento.
Desde enero de 2015, fecha en la que se entra en un escenario de tendencia positiva de los precios, se han vendido en Valdebebas hasta 38 parcelas para 2.900 viviendas. Como referencia de precios, los mínimos se alcanzaron en la primera mitad de 2014, cuando el Ayuntamiento adjudicó dos parcelas para VPPB a 510 euros por metro cuadrado edificable. Un año después, el Consistorio subastó otra parcela, también VPPB en la misma manzana, y fue adjudicada ya por 790 euros por metro -un 35% más-. Con respecto a la VPPL, en otoño de 2015, la Junta de Compensación adjudicó un solar a una cooperativa por 810 euros por metro cuadrado de repercusión.
Otra historia son los suelos para pisos libres. "Probablemente, el precio más bajo pagado por una parcela libre fue por una vendida por la Sareb en 2013, por debajo de los 900 euros por metro", apuntan las mismas fuentes. Ya en 2015, a finales de verano, se produjo una subasta de un solar bien ubicado por 1.180 euros por metro. "Valdebebas está en un contexto de aumento moderado y constante del valor del suelo, existiendo demanda promotora en los precios citados, fijados por los compradores finales de vivienda, dispuestos a pagar unos 2.800 euros por metro construido". Los conocedores de Valdebebas prevén que, debido a la menguante oferta de parcelas finalistas en el ámbito y zonas colindantes, el suelo tiene aún recorrido al alza.
Las elecciones generales, punto de inflexión
José Luis Ruiz Bartolomé, consultor inmobiliario y socio de Certus Capital, corrobora el buen momento del suelo, matizando que en los últimos meses ha comenzado a perder fuelle. "Desde el año pasado, ha habido un interés muy potente por el suelo en Madrid. Sobre todo, dentro del anillo de la M-30 y en áreas consolidadas al otro lado de esta circunvalación", declara. Este interés, no obstante, comenzó a remitir antes de las elecciones, desde el mes de noviembre. "Hasta esa fecha, había una pelea y disposición a pagar un poco más de lo razonable. Había expectativas de mejora a medio plazo y la demanda arriesgaba. Desde noviembre a esta parte, ese riesgo ya no se toma. Se va con más prudencia", apunta. "Ahora", prosigue, "ya no se cierran las operaciones con las pretensiones iniciales de los vendedores".
Según Ruiz Bartolomé, los fondos son los más reacios a aceptar ofertas a precio de mercado: "Muchos compraron especulativamente y ahora quieren revender a un precio máximo, pero les está siendo complicado porque los promotores están siendo cautos y manejan números decentes". Admite que los precios han subido mucho al estar muy bajos y era necesario este reajuste al alza. Pone un ejemplo: "Hasta hace nada, el suelo en El Cañaveral estaba en 300 euros por metro edificable, para vender pisos por 1.400 o 1.500 euros por metro. Ahora ya ronda los 450 euros negociables, lo que significa tener que vender casas a 1.700-1.800 euros en urbanizaciones con zonas comunes. Estas cifras no son una barbaridad, son razonables". En este punto, ensalza la responsabilidad de la banca, que haciendo bien sus deberes, está poniendo límites de crédito a las adquisiciones de solares.
"Actualmente", comenta Ruiz Bartolomé, "el precio medio del suelo se ha estabilizado en Madrid y, siendo sincero, me he sentido aliviado". Reconoce que en el último trimestre de 2015 tuvo sensaciones que no tenía desde la burbuja. "Había avaricia y locura por ciertos suelos. Esto se ha frenado por la incertidumbre y se están produciendo negociaciones más sanas", indica. "El precio no subirá mucho más de lo que está ya", pronostica.
Knight Frank, al igual que Ruiz Bartolomé, advierte de que el mayor reto para el suelo es "la incertidumbre política": "Si ésta se alarga, los inversores adoptarán indudablemente una posición de espera que enfriará el mercado, tanto en operaciones como en gestión". "En cuanto a la tendencia, aquellas compras en régimen de cooperativa o autopromoción podrán situar los precios de repercusión en valores difícilmente justificables", alerta en sus perspectivas para 2016.
La consultora pronostica que el suelo seguirá al alza dentro de la M-30 y en los PAU del norte. "Esperamos que la salida de nuevas bolsas relaje los precios en los PAU de Vallecas o El Cañaveral", prevé. "2016 será un año clave para la evolución de las negociaciones entre la Administración y los propietarios de grandes ámbitos pendientes de desarrollo, que, sin duda, condicionarán el futuro urbanístico de la ciudad de Madrid", concluye.
Subidas en las ciudades
Las ciudades, con Madrid, Barcelona y municipios de Baleares a la cabeza, están siendo los testigos principales del resurgir del suelo, como da fe la estadística de precios del Ministerio de Fomento. Este departamento, del que depende la política estatal de Vivienda, informó de que el valor medio del metro cuadrado urbano en los municipios de más de 50.000 habitantes subió un 4,6% en 2015 respecto a 2014, hasta los 300,8 euros, mientras que, por contra, el coste medio de esta superficie a nivel nacional se devaluó un 2,4%, bajando a 151,6 euros.
JORGE SALIDO COBO / El Mundo
Página Web - 2016/03/18
Fuente: http://www.elmundo.es