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Luis Felipe Henao dijo que tiene, a la fecha, 65.000 casas terminadas.

 

A través de una carta, el ministro de Vivienda, Luis Felipe Henao Cardona, le pidió a la Contralora General de la República, Sandra Morelli Rico, realizar una mesa de trabajo conjunta con el propósito de revisar los avances y cifras que actualmente registra el programa social más importante del Gobierno Nacional, el de las 100 mil viviendas gratis.

 

"Le he pedido respetuosamente a la doctora Sandra Morelli una mesa de trabajo con el propósito de revisar cada una de las cifras de vivienda, porque como se lo manifiesto en la carta, las cifras del informe que presentó hace algunos días no corresponden con las reportadas a la fecha por las entidades contratadas para la supervisión y/o interventoría de los proyectos”, dijo.

 

Henao resaltó que en la mesa de trabajo propuesta se entregará la información actualizada y soportada del avance del programa de las 100 mil viviendas gratis que, a la fecha, cuenta con 65 mil unidades habitacionales terminadas.

 

El ministro manifestó que su despacho conoció el informe a través de medios no oficiales, que nunca fue notificado formalmente de su contenido ante la Cartera de Vivienda, ni se permitió un pronunciamiento ante el mismo antes de su publicación, por lo que invitó a la Contraloría General a que en futuras oportunidades se surtan los procedimientos normativos previstos para las auditorías que realiza el ente de control".

 

“Este ministerio ha sido el mayor jalonador de la economía colombiana; hemos llegado con construcción de vivienda de interés social a donde nunca se había llegado, crecimos un 70% en construcción de vivienda social frente al cuatrienio anterior, y por esta razón es importante que se le dé al país claridad sobre los logros alcanzados realmente”, puntualizó.

 

 

 


REDACCIÓN POLÍTICA / El Espectador

Página Web – 2014/08/19

Fuente: http://www.elespectador.com


La Contraloría emitió una función de advertencia por la baja ejecución en la construcción de casas de interés social. En 43 municipios ni siquiera hay proyectos.

 

En el despacho del gobernador Álvaro Cruz reposa una función de advertencia emitida por la Contraloría General. La conclusión del documento, recientemente conocido por Cruz, ha preocupado a más de un alcalde municipal: “El impacto del programa de vivienda gratuita ejecutado por el Gobierno Nacional para resolver las necesidades de vivienda de interés social para los pobladores de Cundinamarca fue del 1,93%”, porcentaje que el organismo de control cataloga como “muy bajo”. Y lo es, teniendo en cuenta que en el departamento existe un déficit habitacional cercano a las 215.663 viviendas.

 

Para cubrir este déficit, señala la Contraloría, sería necesario invertir $9,2 billones, cuando “el programa 100% gratis a nivel nacional tiene un costo cercano de $4,4 billones”. Municipios como San Cayetano, Caparrapí, Yacopí, Jerusalén, Pulí, Villagómez y Ubalá presentan un déficit de vivienda mayor al 70% (ver infografía). La situación se agrava en Anapoima y San Antonio del Tequendama, municipios que “no se beneficiaron del programa de subsidio familiar de vivienda en especie por encontrarse sancionados. En la actualidad tienen programas de vivienda inconclusos”, señala el informe.

 

De los 116 municipios que tiene el departamento, 43 presentaron proyectos para el programa de vivienda gratuita que no fueron aprobados. La razón: incumplieron con los requisitos de postulación del Ministerio de Vivienda, como “estar calificados de acuerdo a las disposiciones del Plan de Ordenamiento Territorial (POT), Plan Básico de Ordenamiento Territorial (PBOT) y Esquema de Ordenamiento Territorial (EOT)”.

 

El problema no se limita a los proyectos rechazados. En los 12 programas de vivienda aprobados por el ministerio existen retrasos, según constató la Contraloría. Los municipios que están quedados en ejecución son El Colegio, Fusagasugá, Girardot, Guachetá, Nemocón, Pacho, Pasca, Ricaurte, Simijaca, San Juan de Rioseco, Soacha y Tocaima. En estas zonas, asegura el órgano de control, “las unidades residenciales no tienen el suficiente seguimiento y responsabilidad frente al cumplimiento normativo de obras y calidad de construcción”.

 

Una preocupación esbozada por la Contraloría en el informe tiene que ver con los problemas de convivencia que ha generado la construcción de viviendas de interés social en algunos municipios: “El Ministerio de Vivienda debió realizar en cada uno de los 12 municipios favorecidos fases de inducción y sensibilización a la comunidad receptora. Debió propender por descartar prevenciones y temores por posibles problemas de orden público (pandillas, delincuencia, etc.)”.

 

Otra tarea que quedó pendiente fue la creación de “programas de capacitación y emprendimiento para que los nuevos residentes generen ingresos y aseguren una estabilidad económica a mediano y largo plazo”. En caso contrario, “se corre el riesgo de que las familias que lleguen a ocupar las viviendas asignadas no estén lo suficientemente preparadas para asumir el nuevo rol de vida, lo cual generará problemas de hacinamiento y convivencia”.

 

Así las cosas, la Contraloría le solicitó al gobernador Cruz un plan para incorporar a los municipios que fueron marginados del programa de vivienda gratuita y para solucionar, cuanto antes, la situación de Anapoima y San Antonio del Tequendama. Implementar los programas de emprendimiento económico y garantizar el subsidio del 100% de las viviendas prometidas serán dos retos adicionales que Cruz tiene por cumplir.

 

‘Vamos en un 70%’

 

Las cifras que presentó la Contraloría en la función de advertencia no coinciden con el balance que entregó la Gobernación de Cundinamarca. Según la Unidad Especial de Vivienda del departamento, la ejecución del programa de viviendas gratuitas “está en el 70%”. Sobre los 43 proyectos que fueron rechazados, voceros de la dependencia dijeron que “la obligación es de los municipios, pues son ellos quienes aportan el suelo”. Lo único que puede hacer el departamento, según la entidad, “es pedirles a los municipios que gestionen el suelo urbano para los programas de vivienda de interés social”.

 

El gobernador Álvaro Cruz admitió que se han presentado “algunas demoras” en la ejecución del programa de vivienda. Aclaró, sin embargo, que en municipios como “Soacha se han entregado alrededor de 1.700 viviendas terminadas. En este municipio están la mayoría de subsidios, casi 2.000 de 4.700. El departamento ha acompañado el proceso en los demás municipios, pero no está aportando recursos. La única forma de solucionar el problema es que en la revisión de los planes de ordenamiento territorial se amplíe el área de servicios para que puedan disponer de lotes”.

 

De otro lado, la Unidad Especial de Vivienda dijo que, de los 12 proyectos que se adelantan en el departamento, cuatro ya fueron entregados: Urbanización Valle del Sol, en Girardot; Urbanización Diana Carolina Etapa III, en Ricaurte; Urbanización Sicuara o La Esperanza II, en Simijaca, y el Proyecto Torrentes, de Soacha.

 

Estos proyectos se limitan al casco urbano de los municipios. En el caso de los programas de vivienda rural, el panorama no es alentador. El gobernador Cruz, en diálogo con El Espectador, sostuvo que “con recursos de las regalías aportamos fondos para atender 4.000 viviendas en 66 municipios. El Banco Agrario no aprobó los proyectos de 14 municipios, por algunas razones que no comparto. Fueron aprobadas, en total, 3.700 viviendas. El órgano ejecutor de esas viviendas es el mismo Banco Agrario y hemos tenido muchas demoras, tanto así que los proyectos aprobados en 2012 no han sido entregados. Algunos ni siquiera han avanzado su construcción”.

 

 

 

 


MARÍA FLÓREZ - SANTIAGO VALENZUELA / El Espectador

Página Web – 2014/08/14

Fuente: http://www.elespectador.com


Los resultados estadísticos de la encuesta de Edificación de Licencias de Construcción mostraron que en junio la variación fue de 6,2 por ciento, según informó el Dane.

 

Este efecto se debe al avance de 90,5 por ciento en el área aprobada para los destinos no habitacionales, mientras que el área aprobada para vivienda disminuyó 18,4 por ciento.

 

Durante junio el área aprobada para vivienda diferente de interés social aumentó 4,1 por ciento, respecto al mismo mes del año 2013. Asimismo, la vivienda de interés social pasó de 423.709 a 134.556 metros cuadrados en junio de 2014, cayendo 68,2 por ciento.

 

 

 


COLPRENSA / El Colombiano

Página Web – 2014/08/15

Fuente: http://www.elcolombiano.com

 


Desde hace algún tiempo, se ha abierto el debate sobre una posible burbuja de precios en el sector inmobiliario colombiano. ¿Aún es buen momento para invertir en el sector inmobiliario?

 

Si bien es cierto que los precios de vivienda nueva en algunas ciudades han tenido un incremento significativo en los últimos años, el sector como un todo aún parece tener estabilidad y potencial de valorización en algunas regiones y algunos sectores; y sigue aportando ampliamente al desempeño de la economía colombiana.

 

Sin embargo, no se debe desconocer el aumento presentado en el precio de vivienda en ciudades como Bogotá, Bucaramanga y Cartagena, que han sido superiores a la media nacional y que pueden estar presentando, en algunos casos, niveles ya cercanos al máximo.

 

Más allá de la consideración pura del precio, cabe decir que los inmuebles son un activo atractivo cuando se trata de construir un portafolio de inversión diversificado. Manuel Felipe García Ospina, Gerente de Soluciones de Inversión y Asset Allocation de Old Mutual Skandia, resume las características particualres que deben ser tenidas en cuenta por cualquier inversionista al momento de invertir o diversificar su portafolio en este sector:

 

1. La inversión en el sector inmobiliario guarda una baja correlación con los demás activos de la economía como bonos y acciones, lo que constituye a los inmuebles en un elemento importante para diversificar eficazmente el portafolio de inversión. De esta forma, el sector inmobiliario es una alternativa positiva de largo plazo para un portafolio de inversión ganador; pero no debe ser una inversión exclusiva dentro de un portafolio, ya que, por definición, los inmuebles tienen un riesgo adicional que no tienen otros activos: el riesgo de liquidez, es decir, la facilidad para convertirse en efectivo; que por definición, es muy baja en los inmuebles.

 

2. No todo el sector inmobiliario se mueve en el mismo ciclo. Aún se observan potenciales de valorización interesantes en los sectores de comercio, bodegas y oficinas, ya que el área construida es baja para la densidad de población en Colombia. Así, se encuentran oportunidades interesantes en sectores diferentes a vivienda, con un importante nivel esperado de valorización en los próximos años. Adicional a este factor, los arrendamientos del sector diferente a vivienda son mucho más negociables entre arrendador y arrendatario, lo que brinda, de forma adicional, un factor positivo para este tipo de inmuebles.

 

Desde hace unos años han aparecido en el mercado financiero colombiano unos vehículos de inversión inmobiliaria que, además de ser manejados por personas expertas en el tema, cuentan con liquidez periódica. Estos vehículos se benefician, también, de que pueden adquirir inmuebles con características especiales (ubicación, espacio, entre otras), lo cual genera beneficios adicionales para los inversionistas.

 

Para finalizar es importante recordar que como cualquier inversión, una vez el precio inmobiliario alcanza niveles superiores a los que se pueden considerar ‘normales’, hay que tener cuidado para evitar desvalorizaciones. Por eso, también en la inversión en “ladrillos”, es importante asesorarse de personas expertas en el tema de manejo de portafolios.

 

 

 


Finanzas Personales

Página Web – 2014/08/14

Fuente: http://www.finanzaspersonales.com.co


El plástico es el principal material que utiliza Ecomodulares para la realización de proyectos con firmas del sector agrícola y petrolero.


Una compañía colombiana ha convertido "la desventaja ambiental" de la no biodegrabilidad del plástico en una "ventaja competitiva", mediante la fabricación de artículos a partir de plásticos reciclados, lo que los hace mucho más duraderos, y se plantea incluso hacer casas para familias de bajos recursos.

 

"Ecomodulares", una marca que creó hace tres años la empresa bogotana Polímeros Reciclados, se especializa en fabricar desde casas hasta tablones para vallados en los que la madera o ladrillos tradicionales son sustituidos por módulos de plástico reciclado.

 

"Podemos hacer casas, pesebreras, juegos infantiles y todo aquello que pueda fallar por la exposición al sol o la lluvia, porque el plástico es perfecto ya que no cultiva bacterias y puede ser una gran solución para las regiones con un nivel de humedad alto", dijo el presidente de la junta directiva de Polímeros Reciclados, Mauricio Rodríguez, a Colombia.inn.

 

La compañía aspira a facturar este año unos 300.000 dólares mediante la realización de proyectos principalmente con firmas del sector agrícola y petrolero.

 

En Cartagena, Polímeros Reciclados ya construyó un muelle con materiales plásticos reciclados, que ha resultado "un éxito", porque tres años después "la obra está perfecta, sin cambios de ningún tipo", dijo Rodríguez.

 

Otro hecho importante ha sido trabajar con Independence de Colombia, firma que presta servicios para la perforación, mantenimiento y reacondicionamiento de pozos de petróleo y gas.

 

Polímeros Reciclados ha sido seleccionada para reemplazar barandas, escaleras y pisos en las plataformas petroleras con elementos hechos de plástico.

 

Además esta compañía promueve un proyecto para usar las 936 toneladas de plástico que se producen a diario en Bogotá en la fabricación de viviendas para personas de bajos recursos.

 

"El plástico de esta ciudad va en su mayoría a parar a un relleno sanitario. De 936 toneladas se reutilizan solo 30. Si con las demás se hicieran viviendas estaríamos hablando de 180 casas diarias", apuntó Rodríguez. Además, destacó que, en promedio, el valor del metro cuadrado de una casa "oscilaría entre los 158 y 264 dólares".

 

Sobre planes de expansión, Rodríguez confirmó que han recibido propuestas de exportar sus productos a Venezuela, pero aclaró que el propósito es aprovechar los residuos locales.

 

"No queremos exportar sino replicar en cualquier lugar del mundo nuestra empresa, porque de lo contrario iríamos en contra de la sostenibilidad en la que creemos", argumentó.

 

Para este emprendedor, "lo ideal sería construir las piezas allí mismo, porque se cuenta con la materia prima" y solo se encargarían de fabricar las máquinas localmente para así ayudar a que los recicladores y el medio ambiente en ese país también se beneficien.

 

 

 


EFE / El Espectador

Página Web – 2014/08/13

Fuente: http://www.elespectador.com