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El economista Federico González Rouco analizó los cambios anunciados por el Banco Nación para su línea de préstamos que se rigen por UVA.

El Banco de la Nación Argentina (BNA) decidió hoy apuntalar el crecimiento de los préstamos hipotecarios que se rigen por Unidad de Valor Adquisitivo (UVA) extendiendo de 30 a 40 años el plazo de devolución de los créditos, y elevando del 25% al 30% la relación cuota-ingreso.

Asimismo, la entidad presidida por Javier González Fraga ofrecerá la contratación de un seguro de tipo de cambio durante el período de vigencia del preacuerdo del crédito, con el declarado objetivo de facilitar la ejecución de más de 10.000 créditos hipotecarios pendientes de concretarse en una fase de volatilidad cambiaria.

En diálogo con Clarín, el economista Federico González Rouco, especialista en finanzas personales y autor del libro "Vivienda, el relato" analizó los cambios anunciados, tanto en la extensión de los plazos, como el cambio en el mínimo de ingreso requerido y el seguro de cambio.

Extensión del plazo

1- El alargamiento de los plazos surgió a raíz del aumento del dólar que se registró en las últimas semanas. Busca calmar a la demanda de créditos, que pudieron ver comprometido el acceso a esos préstamos por el aumento, en pesos, del valor de las propiedades.

2- Los créditos a 40 años favorecen a los que necesitan más fondos para comprar una vivienda, con cuotas más bajas para comprometer menos porcentaje de los ingresos.

3- Pasar de 30 a 40 años es la misma ventaja que pasar de 20 a 30 años. Pero son créditos ajustados por inflación, con todo el riesgo que trae aparejado. Sin embargo, lo importante no es solo la inflación, sino el salario real del aspirante a sacar un crédito.

Relación cuota-ingreso

4- Además del aumento del plazo, es decir de 30 a 40 años, el Banco Nación aumentó la relación cuota-ingreso (es decir lo máximo del ingreso que puede ser comprometido en el pago de la cuota) del 25 al 30 por ciento.

5- Con el aumento de plazos (de 20 a 30 años) y de la relación cuota-ingreso (del 25 al 30%) se mejoró el “puntaje financiero” de los aspirantes a tomar un crédito hipotecario. Antes, una persona, por cada 10.000 pesos de ingresos demostrables, podía tener una cuota de $ 2.500. Ahora se pasó a 3.000 pesos.

Seguro de cambio

6- Con el seguro de cambio, el Banco Nación establece como parámetro no sólo los dólares, sino también las propiedades, garantizando que aquel que haya tomado el crédito pueda acceder a la vivienda que había elegido, con un precio convenido, aún siendo éste en dólares.

7- Con el seguro de cambio, se apunta a suavizar la volatilidad que las fluctuaciones del tipo de cambio. Apunta a estabilizar los precios de las propiedades y, al mismo tiempo, resguardar los futuros balances del Banco Nación.

Economía Personal

"Para la economía personal, la elección sobre los créditos de 15, 20, 30 o 40 años tiene que ver con tres factores: la percepción de la economía, la estabilidad del propio ingreso y la edad.

"El promedio de los créditos en el Banco Nación es de 20 años, aunque en el Provincia y en la Ciudad el promedio es un poco más largo.

"El crédito más largo apunta a la población de entre 25 a 35 años. Para los aspirantes de 40 años o más, la mejor opción sería de 15 a 20 años.

"Hasta la semana pasada, un crédito UVA, tenía una cuota inicial de 8.000 pesos por cada millón prestado. Cerca de 12 mil pesos por cada 100 mil dólares. Para los créditos PROCREAR, la estimación era, aproximadamente, 4000 pesos de cuota por cada 500 mil pesos.

"Los créditos hipotecarios vienen creciendo al 200 por ciento y, hacia el fin del año, se estima que se va a cuadruplicar lo prestado en 2015 y 2016. Hay una demanda de créditos enorme y con estas decisiones se buscaron calmar y satisfacer esa demanda.

 

 


Facundo Chaves / Clarín

Página Web - 2017/08/01

Fuente: https://www.clarin.com/


En junio se registraron 5.145 escrituras, de las cuales unas 1.000 fueron con préstamos para vivienda.

La compraventa de inmuebles en la Ciudad registró en junio un crecimiento del 41,1% interanual, con 5.145 escrituras, de las cuales unas 1.000 (166% más) se hicieron con créditos hipotecarios, informó el Colegio de Escribanos porteño.

Según el informe, el monto total de las operaciones fue de $ 11.751 millones, un 102,1% más respecto a junio de 2016, y creció 3,4% mensual. El valor promedio de las transacciones fue de $ 2,2 millones, un 43,2% más que un año antes.

Y si se comparan los seis primeros meses del año con igual período de 2016, hubo un 43% más de escrituras y un 143% más de operaciones hechas con créditos hipotecarios.

El monto de las transacciones se elevó en ese período 118,7%, a $ 56.913 millones (US$ 3.622 millones), con un valor medio de US$ 143.675, significó un incremento de 39,5% respecto de igual período del año previo.

La distribución de las operaciones mantuvo la mayor concentración en la franja de más de un $ 1 millón, con una representatividad de 65,1% del total: aumentó 18 puntos porcentuales en comparación con un año antes.

"Las franjas más dinámicas fueron las que se ubicaron por arriba del millón de pesos, que más que duplicaron la cantidad de actos del año previo", sostuvo el informe.

 

 


Clarín

Página Web - 2017/08/01

Fuente: https://www.clarin.com/


La gente resigna ubicación por mayor metraje en áreas de bajo perfil y menos cotizadas, como el Sur de la Capital y el Oeste del Conurbano.

El auge de las hipotecas introdujo fuertes modificaciones en la oferta y demanda de propiedades. En paralelo con la mayor actividad, los operadores remarcan el surgimiento de un nuevo perfil de usuario, con acceso al crédito pero con presupuestos más acotados, dispuesto a resignar ubicación y confort a cambio de viviendas de mayor superficie.

El comprador hoy, coinciden fuentes del sector, es un usuario final, que busca viviendas usadas, de 3 a 4 ambientes, en zonas menos cotizadas y de bajo perfil, un segmento que “durante muchos años estuvo prácticamente paralizado”, dice el consultor José Rozados, de Reporte Inmobiliario. La contrapartida es que el mercado a estrenar se frenó, lo mismo que los monoambientes, los departamentos chicos ubicados en áreas premium, ideales para captar inversores o para alquiler.

Entre enero y mayo de 2017 se escrituraron 20.086 propiedades en la Capital Federal, a un valor promedio de US$145.000. Según el Colegio de Escribanos porteño, en el acumulado del año, el 21,4% de las operaciones se concretaron con hipotecas bancarias. En este nuevo escenario, que se repite en casi todo el país, sobresalen barrios porteños como Parque Patricios, Barracas, La Boca, Mataderos, Parque Chacabuco, San Telmo y Pompeya. Y también varias localidades del GBA, entre ellas Avellaneda, Ramos Mejía, Lanús, Haedo, Morón y Lomas de Zamora.

Los martilleros describen un cuadro en transición de un mercado de oferta a otro de demanda. “Antes sobraba la oferta. Ahora, nos faltan propiedades para vender”, dice Marcelo Di Mitrio, titular de la inmobiliaria homónima con 3 sucursales en el Sur de la Ciudad. Lo que escasea es el tipo de unidad promedio más buscada: usados de tres ambientes, de entre US$80.000 y US$130.000, con documentación apropiada para créditos y de categoría media. Ya no importa tanto la cercanía con los medios de transporte o los centros comerciales. “La realidad es que no tenemos el producto que quisiéramos”, se lamenta Diego Cazes, de LJ Ramos.

La mayor oferta financiera, sobre todo los créditos UVA (Unidad Valor Adquisitiva), ajustables por inflación más una tasa, a 30 años, reestructuró la lógica del mercado. La demanda aumentó por varios motivos, además del crónico déficit habitacional. “La liberación del cepo destrabó todo después de tres años de decisiones de compra postergadas, con inquilinos pasando a ser propietarios”, añade Cazes. En ese lapso, completa Pablo Di Lernia, otro martillero, hubo demanda reprimida, “las inmobiliarias dependían de los alquileres, más alguna venta aislada”.

En los barrios con mayor cantidad de operaciones se observa la fuerte incidencia de las hipotecas. Di Lernia, cuya base es La Boca, sostiene que “cinco de cada 10 operaciones son con créditos”. Por su parte, Miguel Mattera, de Mattera Inmuebles (Parque Patricios, San Telmo y Balvanera), subraya que las hipotecas representan hasta el 80% de las ventas totales. “El más demandado, en promedio, es la unidad de 3 ambientes, de 60 a 75 metros cuadrados”, señaló. Y añade que en gran medida, las consultas provienen de “matrimonios jóvenes, inquilinos, que están saltando de un monoambiente, o departamento de dos ambientes, pero de dimensiones chicas”.

Así las cosas, se dio vuelta la taba. En los últimos años, las constructoras y los inversores privilegiaron las unidades chicas, bien ubicadas y con la mira puesta en los alquileres. “El 82% de la construcción de la última década fueron departamentos de uno y dos ambientes, orientado a un público inversor, a la venta al contado o con créditos cortos”, reseña Mario Gómez, director de Le Bleu. “Hoy se observa -agrega- que la gente en general resigna las mejores ubicaciones a cambio de metros”. En la jerga, a esa predisposición se la llama “Arbitraje de zona”. Y tiene su lógica: “El comprador es un tomador de un crédito a 30 años, que elige en función de sus necesidades”, finaliza.

“Hay faltante de mercadería. Si tuviera más, se vendería más”, puntualiza Alejandro Moretti, dueño de Nuevo Siglo Propiedades. El empresario coincide con el desfasaje que existe en el mercado, debido a “el retraso en las decisiones de compra producido por el cepo cambiario”. En el sector consideran que las nuevas edificaciones (los estrenados que hoy salen a la venta) responden a una demanda anacrónica. “La construcción no reacciona rápidamente. Tiene tiempos más largos”, dice Gómez.

La escasez de oferta, el déficit habitacional, la posibilidad de acceder a un financiamiento vinculado a los ingresos familiares, está impulsando una suba de precios. El informe de Reporte Inmobiliario señala que en el primer semestre de 2017, el metro cuadrado subió 10% en Capital y 11,1% en la Provincia de Buenos Aires. Desde las propias inmobiliarias reconocen que también existe una pulseada por sumar nuevas unidades a sus carteras a través del mecanismo de tasar por encima de su valor. “Son tasaciones a riesgo, pero la verdad es que hoy el mercado está convalidando esos precios”, asegura Di Mitrio.

Según Reporte Inmobiliario, la cotización promedio del metro cuadrado de los departamentos usados en las zonas centrales de 13 localidades relevadas del primer cordón del GBA superó los US$2.100. “Es el valor más alto de los últimos 10 años”, puntualiza el informe. Igual, el impacto de las hipotecas (Procrear, UVI y UVA) es más amplio y llega a todo el país. “Observamos una repercusión generalizada y en todas las escalas sociales”, sentencia Alejandro Juan Bennazar, presidente de la CIA (Cámara Inmobiliaria Argentina).

En rigor, lo que está ocurriendo es un gran reacomodamiento en los lineamientos centrales del negocio de la compraventa de propiedades. El de mayor impacto fue el lanzamiento de los créditos UVA, en abril pasado. “Obviamente se disparó una demanda muy grande. Por eso hay escasez de propiedades. Sin embargo, en los últimos días estamos haciendo muchas tasaciones”, remarca Di Lernia. No todas cuentan con la documentación requerida para la aprobación del crédito.

Moretti completa el cuadro. Dice que, actualmente, el 70% de las operaciones se concretan vía hipotecas. Y que la tendencia se mantendrá, “salvo que se dispare el dólar”. El gran interrogante es si las líneas de financiamiento podrán sostenerse en el tiempo. Se trata de un dato crucial. A pesar del fuerte crecimiento del crédito hipotecario, “el stock actual de las hipotecas con relación al PBI es de apenas el 0,4%, contra el 50,3% de España”, ejemplifican en la consultora Reporte Inmobiliario.

José Rozados, por caso, se muestra optimista.Dice que esto es apenas el comienzo y que la tendencia se profundizará:“Proyectamos un crecimiento exponencial a corto plazo y es posible que en los próximos dos años se produzca un nuevo boom inmobiliario”, aludiendo al último bienio del gobierno macrista.

El desafío de captar nuevos fondos y acelerar los trámites

El crédito hipotecario, sobre todo los que se otorgan bajo la fórmula UVA (indexados por inflación más una tasa fija), afrontan el desafío del fondeo, es decir, de que los bancos puedan captar los fondos necesarios para darle sustentabilidad al nuevo sistema. El crecimiento interanual de hipotecas aumentó casi el 40% en el último año, con el impulso de la banca pública. Actualmente, casi todos bancos privados ofrecen préstamos a largo plazo, de hasta 30 años, para responder a una demanda creciente.

Un informe reciente del BCRA señala que la recuperación del crédito es sólida, pero advierte que “el fondeo de los bancos debería consolidarse en los próximos períodos”, con la posibilidad de captar depósitos, con el “desarrollo de nuevos instrumentos en UVA, el armado de una curva de rendimientos en moneda local y el uso de estrategias de securitización de créditos hipotecarios”. En este sentido, los bancos analizan dos vías: ofrecer plazos fijos en UVA con rendimientos atractivos (“tasas de interés reales”) o emitir deuda.

En el sector financiero admiten que la captación de plazos fijos para responder a la demanda de hipotecas por ahora es dificultosa.Las exigencias del Central es equilibrar con la misma fórmula la captación de fondos con los créditos otorgados. “El UVA es muy reciente, pero a futuro es posible lanzar al mercado algunas series de fideicomisos financieros a largo plazo, por lo cual el sistema es viable”, dijeron al Económico fuentes de un banco de primera línea.

En este sentido, el HSBC emitió deuda (Obligaciones Negociables) a 3 años por $2.000 millones. “Son plazos más largos que los plazos fijos”, explica Maximiliano Binner, gerente de Préstamos del HSBC. El gran obstáculo para captar plazos fijos, coincidieron fuentes del mundo de las finanzas, es una norma del BCRA que exige que los plazos fijos UVA tienen que ser a 180 días, mínimo. Y las tasas ofrecidas (por encima de la inflación) no superan el 1,5%. “El público por ahora lo rechaza”, dijeron.

La otra gran dificultad es la demora en concretar las operaciones a crédito, en especial cuando el valor del dólar aumenta. En la actualidad, entre la solicitud y el otorgamiento pueden pasar entre 60 y 180 días, lo que causa gran preocupación en el sector inmobiliario. “Tuvimos algunas reservas en enero que se concretaron recién el mes pasado”, describe Pablo Di Lernia, dueño de una inmobiliaria de La Boca.Los bancos, reconoce, “están desbordados por la demanda”.

“Estamos tratando de achicar el tiempo de las tasaciones pero la demanda es muy alta. Pero no es lo único. También se tarda mucho tiempo en el momento de escriturar, que es la última parte del proceso. Muchas veces el cliente entrega la documentación en cuotas”, dice Binner, del HSBC. Esa documentación va desde los planos a la escritura.

“Las demoras en Capital se redujeron a 60 - 90 días, pero en el interior tardan hasta 6 meses. Sólo para tasar se pierden de 15 a 45 días y lo realizan empresas tercerizadas”, explica Alejandro Juan Bennazar, presidente de la CIA (Cámara Inmobiliaria Argentina). La cámara sectorial negocia con los bancos la posibilidad de acortar los tiempos. “La propuesta es armar un cuerpo de tasadores voluntarios entre todas las inmobiliarias, a través de un registro. Con la exigencia de que el que tasa no vende y el que vende no tasa”, dijo el directivo.

Son todos obstáculos, coinciden todas las fuentes, de un mecanismo que recién arranca y que viene creciendo a tasas chinas. “El sistema de hipotecas se está aceitando y llevará algún tiempo corregir estos defectos”, dijo con tono esperanzador Diego Cazes, vicepresidente de LJ Ramos. ”Los bancos no dan abasto, los pasó por encima la movida. No importa la entidad, están con mucha demanda y por eso las carpetas demoran tanto”, completa Miguel Mattera, titular de Mattera Inmuebles.

A la larga, se espera que el repunte de las hipotecas impacte en la construcción. Hoy, la industria del ladrillo representa apenas el 5% del PBI, muy por debajo del 17% que registra los Estados Unidos”, remarca un informe reciente de la consultora First. Habrá que esperar algún tiempo.

 

 


Damián Kantor / Clarín

Página Web - 2017/07/30

Fuente: https://www.clarin.com/


Por qué los desarrolladores eligen invertir en la Zona Sur de la Ciudad. La incidencia de la tierra y los valores.

Los barrios del Sur de la Ciudad de Buenos Aires están renovando sus ofertas inmobiliarias con proyectos que van desde edificios de pocas unidades hasta megaemprendimientos.

Varios factores definen su atractivo, aunque para Daniel Cohen Imach, titular de Cohen Imach Soluciones Inmobiliarias, con varios desarrollos en la zona, “la principal causa es la determinación política. El Gobierno de la Ciudad impulsó hace algunos años el desarrollo del Sur e hizo importantes obras sobre las avenidas Patricios, Montes de Oca y el área del Polo Tecnológico en Parque Patricios, entre otras. Todo esto, además de un régimen especial para empresas, coadyuvó al éxito del desarrollo de zonas largamente postergadas”.

Barracas, La Boca y San Telmo son, para Marcelo Di Mitrio, de la inmobiliaria homónima, aquellos que “mejor conservan esa ‘cosa de barrio’ que se ha perdido en muchos casos en el resto de la ciudad”. Y esta cualidad, “potenciada por un riquísimo patrimonio arquitectónico, múltiples manifestaciones culturales, y la cercanía a Puerto Madero y la Reserva Ecológica Costanera Sur”, es para el especialista una de sus mayores ventajas. Y aclara: “Adicionalmente, dentro de esos barrios se verifican ejes específicos de desarrollo tal como ocurre con la avenida Montes de Oca (en Barracas), el área cercana a la Usina del Arte (en La Boca) y el corredor de la avenida Juan de Garay (en San Telmo)”.

Darío López, de la desarrolladora Arquitectónika, coincide con Di Mitrio y suma a Parque Patricios por su ubicación, valor de los terrenos y accesibilidad. Mientras que en La Boca y Barracas el fuerte son las viviendas, “principalmente para consumidor final, de 2 o 3 ambientes; o inversores, de un ambiente; o estudios para renta”; en Parque Patricios lo son las oficinas. Según la experiencia de López, la incidencia de la tierra en toda la zona fue subiendo, “pero está a un precio razonable, en aproximadamente 500 dólares por metro cuadrado de construcción vendible”. En tanto, el valor por metro cuadrado en un emprendimiento de fideicomiso al costo en el pozo, es US$2350/m2.

Para Di Mitrio, en cambio, la incidencia promedio se ubica un poco más abajo, entre los 300 y los 400 US$ / m2. “Localizaciones muy demandadas pueden estar algo por encima de estos valores; como otras, más periféricas, por debajo”, aclara.

Sin embargo, Cohen Imach insisnte en que la ventaja fundamental, además del precio, “está dada por la posibilidad de permanencia, por el arraigo. Hay mucha gente que se crió en un lugar y que no quiere mudarse. Para ellos, estos nuevos desarrollos les brindan la posibilidad de acceder a viviendas modernas y más equipadas, sin resignar su lugar de pertenencia”.

Además, el empresario destaca que, cuando los números para emprender son muy ajustados, el Sur es una buena opción en comparación con otras áreas mejor valuadas. “Para tener una idea, hoy se consigue desarrollar en los barrios del Sur con un precio final que muchas veces es de la mitad o de un tercio respecto de otros como Palermo o Belgrano”.

 

 


Inés Álvarez / Clarín

Página Web - 2017/07/26

Fuente: https://www.clarin.com/


Los beneficiarios recibirán hoy un e-mail con los pasos a seguir; se trata de 341 viviendas en los desarrollos urbanísticos de El Huaico y Talavera

Procrear sorteó ayer más de 300 viviendas en Salta, en las localidades de El Huaico y Talavera. El sorteo se realizó durante la mañana, a través de la Lotería Nacional. Hoy los ganadores recibirán un e-mail para saber qué trámites deberán realizar en el Banco Hipotecario, y en paralelo Procrear publicará en su página web, el listado de beneficiarios en las próximas horas.

Se trata de 341 viviendas correspondientes a los desarrollos urbanísticos de El Huaico y Talavera.

El desarrollo de barrio El Huaico está compuesto por 12 departamentos de un dormitorio, 100 de dos dormitorios, 72 dúplex de dos dormitorios y 44 departamentos de tres dormitorios, lo que suma un total de 228 viviendas, de 40 a 73m2.

En calle Talavera son 27 departamentos de un dormitorio, 53 de dos dormitorios, 8 con tres dormitorios, 15 dúplex de dos dormitorios y otros 10 dúplex de tres dormitorios, completando un total de 113 viviendas de 39 a 70m2.

Para quienes no salieron beneficiados en esta ronda, hasta fines de julio estarán abiertas las inscripciones para los desarrollos urbanísticos de Grand Bourg y Tartagal.

Para consultas respecto al proceso de inscripción, selección y adjudicación, los interesados pueden comunicarse al 143 o al 011-52833299. También está disponible el correo electrónico: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo..

 

 


La Nación

Página Web - 2017/07/25

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/