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El titular de la Sedatu, Ramírez Martín, destacó que el actual gobierno federal promueve para la zona rural tres veces más viviendas que cualquier otra administración anterior.

 

Las casas que se entregan actualmente en el campo y en las ciudades del país son en las que puede vivir con dignidad cualquier mexicano y eso es lo que “hace la diferencia”, aseguró el titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Jorge Carlos Ramírez Marín.

 

En el marco de la Entrega Nacional de Vivienda desde Cintalapa, Chiapas, afirmó que ”vencer las desigualdades es tarea del gobierno federal y en esta tarea la Sedatu contribuye entregando viviendas dignas y de calidad”.

 

Ante el presidente Enrique Peña Nieto, Ramírez Martín destacó que el actual gobierno federal promueve para la zona rural tres veces más viviendas que cualquier otra administración anterior, lo cual ayuda a vencer la desigualdades, pues les da a los territorios la oportunidad de saberse iguales.

 

Comentó que este lunes se hizo la entrega de 17 mil 753 viviendas, y el otorgamiento comenzó desde el pasado viernes, por lo que son más de 17 mil nuevas familias las que empezarán una nueva vida a través de su nuevo hogar.

 

Refirió que en Chiapas, Guerrero y Oaxaca se entregan 46 por ciento de las viviendas, es decir, cuatro mil 763 en Chiapas, 908 en Guerrero y dos mil 600 en Oaxaca.

 

“La vivienda no sólo es entregar techo, es el primer paso a la igualdad, el primer paso a sabernos dignos y merecedores de trabajar y luchar todos los días por este país”, indicó.

 

Por ello, dijo, en la Sedatu “estamos trabajando todos los días porque la vivienda sea no un logro del gobierno, sino un derecho cumplido de los mexicanos”.

 

Refirió que antes había más restricciones en la materia, con viviendas con un promedio de poco más de 30 metros cuadrados.

 

Sin embargo, actualmente el mínimo son 40 metros cuadrados y el promedio de la vivienda rural es superior a 45 metros cuadrados, “eso hace una diferencia”.

 

 

 


NOTIMEX / El Financiero

Página Web – 2014/12/01

Fuente: http://www.elfinanciero.com.mx


La recuperación de esa industria es fundamental para la actividad económica del país, particular-mente por su contribución al empleo y el impulso que genera en otras actividades productivas a escala nacional


El sector de construcción es uno de los pulmones más importantes que tiene cualquier país para crecer, desarrollarse y seguir respirando. Basta con ver algunos grandes números: en México, la construcción emplea algo más de 3.7 millones de personas, y contribuye con nueve por ciento del empleo total de la nación. Su participación en la actividad económica es de alrededor de ocho por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) y, lo más importante, es que genera múltiples efectos cruzados en otros 60 subsectores de importante dinamismo en nuestro país, como las manufacturas y el comercio.

 

Así, su recuperación es, por tanto, fundamental para verdaderamente transformar a México e introducir al país en una senda de expansión firme y sostenida del crecimiento económico.

 

Sin impulso

 

A pesar de esta importancia vital, desde diciembre de 2012 la industria en el país ha enfrentado una severa crisis que mantuvo postrado al sector durante 18 largos meses. Tanto el componente de “edificación”, vinculado al sector de vivienda, como el de “obras de ingeniería civil”, asociado a los proyectos de inversión pública, parecieron conjurarse para, juntos, entrar en un ciclo recesivo y hundir al sector en su conjunto.

 

Por un lado, la edificación acumuló 17 meses seguidos de caídas en su tasa anual que sumaron una contracción de más de 15 por ciento entre noviembre de 2012 y abril de este año.

 

La recesión en el componente de obras civiles ha sido aún más larga y profunda: se ha prolongado durante dos años, y en septiembre, último dato disponible, se contrajo 1.5 por ciento respecto al mismo mes del año pasado.

 

Así, la caída acumulada entre noviembre de 2012 y febrero de este año es de 23 por ciento.

 

El sector de edificación está inmerso en un cambio estructural digno de ser remarcado, tanto por el lado de la demanda como de la oferta.

 

La demanda de vivienda del país está cambiando de manera notoria, y los créditos hipotecarios están colocándose cada vez más en adquisiciones de viviendas usadas y/o remodelaciones, que en la compra de nuevas viviendas, lo que ha quitado fuerza al sector de construcción del país.

 

Sector hipotecario

 

De acuerdo con las cifras del Infonavit, mientras que en 2011 se utilizaban 328 mil créditos para la adquisición de nuevas viviendas y sólo 48 mil para la remodelación de hogares y 117 mil para adquirir viviendas usadas, durante 2013 esta composición cambió radicalmente a 265 mil créditos para nuevas viviendas, 284 mil para la remodelación, y 115 mil para viviendas usadas. Este comportamiento ha significado un cambio en las necesidades del sector y ha afectado a su tendencia de crecimiento.

 

Por el lado de la oferta, la producción residencial ha seguido estancada desde la crisis financiera mundial, en parte porque distintas empresas desarrolladoras parecían haber construido más viviendas de las que requería el mercado por los cambios en la demanda. A eso hay que sumar el cambio de modelo viviendero que anunció la administración de Enrique Peña Nieto, en el que privilegió la construcción de vivienda vertical dentro de las ciudades frente al modelo anterior de vivienda horizontal en la periferia, lo que llevó al quebranto a varias desarrolladoras que no lograron sanear sus finanzas durante el año pasado. Homex, Geo y Urbi son la parte protagonista de esta tragedia, pero también son un claro reflejo de los nuevos retos que enfrenta la edificación del país.

 

Pausa al desarrollo

 

La obra civil, por su parte, resintió el impacto negativo del cambio de administración debido al rezago originado en las inversiones públicas de construcción ante el retraso del Plan Nacional de Infraestructura (PNI), lo que pospuso los planes de proyectos de obra pública. La recesión del sector de edificación y de obra civil deprimió de manera abrupta a todo el rubro de construcción durante el año pasado, y siguió pasando su factura roja durante la primera parte de 2014.

 

Se frena desplome

 

Pero por fin el sector parece estar saliendo de este pesado bache y ha promediado una expansión anual de 0.4 por ciento en lo que va del año, con expectativas de seguir mejorando durante el último trimestre de 2014.

 

Cabe señalarse que tras contraerse 2.2 por ciento en el primer trimestre y 0.6 por ciento en el segundo, la construcción despegó con una formidable tasa de cuatro por ciento en el tercer trimestre.

 

La edificación, por fin, ha comenzado a recuperarse debido a tres factores. Primero, la edificación productiva en la industria, el comercio y otros servicios se ha expandido de manera considerable en el año, a un promedio de 10.8 por ciento mensualmente.

 

Segundo, la vivienda ha moderado sustancialmente el ritmo de contracción que vivió el año pasado, al pasar de una tasa de contracción de 17.4 por ciento, entre enero y septiembre de 2013, a una de 4.4 por ciento en el mismo periodo de este año.

 

Finalmente, una tercera fuerza de empuje ha sido que entrara en juego una base de comparación favorable. No fue fortuito que la edificación del país mostrase señales de vida a partir de mayo de este año.

 

La razón clave está en que durante 2013 las mayores contracciones comenzaron a vivirse en ese mismo mes, lo que está facilitando las comparaciones anuales del sector por un simple efecto aritmético. Ayudado por esa favorable base de comparación, la edificación creció a una tasa de 5.6 por ciento en el tercer trimestre tras mantenerse plano en el segundo trimestre y caer 2.9 por ciento en el primer trimestre.

 

Potencial de crecimiento

 

La recuperación de la construcción sería más vigorosa aún si no fuera porque los signos vitales de la obra civil no han despertado aún.

 

De acuerdo con las cifras de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), las inversiones en obra pública del gobierno ya han recuperado su fortaleza, eliminando el rezago de inversión sufrido en 2013.

 

No obstante, según las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la inversión pública en construcción se sigue contrayendo a un ritmo de 3.3 por ciento en lo que va del año, lo que muestra que pese a que Hacienda ha generado egresos importantes las inversiones aún no han aterrizado sobre las cadenas productivas del país.

 

¿Qué nos espera en 2015?

 

Tener al sector de edificación ya en fase de expansión es un gran paso para sacar adelante al sector de construcción, y al país en su conjunto. Sin embargo, es sumamente importante que la obra civil también logre desperezarse y aporte a la recuperación del sector.

 

El PNI luce como el mejor arma posible para lograr estos objetivos a través de las inversiones promisorias de 7.7 billones de pesos en obras de energía (3.9 billones), vivienda (1.8 billones), y comunicaciones y transportes (dos billones de pesos).

 

Sin embargo, la tarea no es tan sencilla como parece. El plan del gobierno es sumamente ambicioso: pretende que en sólo cinco años se invierta 46 por ciento más de lo que se ha invertido en 14 años. Mas la realidad suele distar de los planes iniciales.

 

Sobre el papel, las inversiones que se planean en comunicaciones y transporte serán sólo tres por ciento más de lo planeado por la anterior administración. Pero hay que recordar que el gobierno de Felipe Calderón no cumplió con su propio programa.

 

De hecho, varios de sus proyectos quedaron en un indefinido pendiente, como fue la Punta Colonet, la refinería de Hidalgo, y el Aeropuerto de la Rivera Maya.

 

En comparación, en el proyecto de la administración de Peña Nieto y que trae entre manos uno de las grandes obras de transporte como es el nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, cuyo costo estimado es de 169 mil millones de pesos.

 

El proyecto es complejo y ya han surgido algunas críticas, lo que hace suponer que ejercer dichos recursos no será cosa fácil.

 

Riesgo latente

 

A su vez, el cumplimiento cabal del PNI puede entrar en una fase de dudas e incertidumbre ante el reciente desplome de los precios del petróleo, lo que puede mermar los ingresos del gobierno para acometer los proyectos que tiene en mente si no quiere incurrir en un desequilibrio en sus finanzas públicas. En suma, aunque la construcción tiene su brillo de esperanza en el PNI, no deja de ser todavía una moneda girando en el aire.

 

 

 


REDACCIÓN - KEVIN SANDOVAL / Excélsior – Dinero en Imagen

Página Web – 2014/12/01

Fuente: http://www.dineroenimagen.com


Para la vivienda usada bajó 2.4% y para la nueva 0.6%; en total suma 7 mil 244.7 millones de pesos a septiembre.

 

En Guanajuato el financiamiento otorgado a la vivienda bajó 0.5 por ciento, al sumar 7 mil 244.7 millones de pesos a septiembre del 2014, en parte como resultado de una menor canalización de préstamos para la adquisición de casas habitación usadas, aunque también hubo un leve descenso en el financiamiento para casas nuevas.

 

El crédito hacia la vivienda usada registró un descenso de 2.4 por ciento al totalizar 2 mil 129.2 millones de pesos, mientras que los recursos para la adquisición de vivienda nueva ascendieron a 4 mil 987 millones de pesos, monto que bajó 0.6 por ciento respecto de igual periodo de 2013.

 

En contraste, los recursos para mejoramiento de vivienda aumentaron 23.5 por ciento, pero el monto destinado a ese rubro fue de 72.7 millones de pesos.

 

Lo anterior se desprende de información de la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi), en donde se aprecia que el Infonavit está a la cabeza en las inversiones para los financiamientos otorgados a los guanajuatenses con un total de 3 mil 791.4 millones de pesos. En importancia sigue la banca con 2 mil 454 millones de pesos, monto que indica un repunte de 1.3 por ciento, así como el Fovissste con 823.3 millones, cifra que muestra un crecimiento de 22.1 por ciento.

 

Los subsidios por parte de la Conavi hacia el financiamiento de la vivienda en Guanajuato aumentaron 22.1 por ciento anual a septiembre con un total de 375.2 millones de pesos; la mayor parte de este monto se destinó al subsidio a la vivienda nueva con 292 millones de pesos.

 

Querétaro y SLP

 

Para Querétaro el financiamiento a la vivienda creció 16.5 por ciento, al sumar 7 mil 523 millones de pesos, de los cuales 6 mil 193.3 millones se orientaron a la vivienda nueva y mil 228.2 a la usada, recursos que registraron un aumento de 14.7 y 24.1 por ciento, respectivamente. En tanto que los recursos para el mejoramiento de vivienda sumaron 42.4 millones y mostraron un descenso de 4.5 por ciento.

 

A diferencia de Guanajuato, en Querétaro la banca fue la que canalizó el mayor monto de créditos a la vivienda con un monto de 3 mil 839.4 millones de pesos a septiembre del 2014, cifra que revela un aumento de 34.5 por ciento anual; en importancia siguieron los recursos del Infonavit que sumaron 2 mil 645.9 millones de pesos, monto que presentó un aumento de 2.7 por ciento. En tercer lugar está el Fovissste con 941.2 millones y un incremento de 0.5 por ciento.

 

En cuanto a los subsidios por parte de la Conavi se observó que se incrementaron en 5.9 por ciento anual a septiembre con un total de 118.1 millones de pesos, de los cuales 82.7 millones se destinaron al subsidio a la vivienda nueva, 1.8 millones a vivienda usada y 22.2 millones al mejoramiento de vivienda.

 

En el caso de San Luis Potosí, se observó que el financiamiento a la vivienda creció 3.7 por ciento con 4 mil 308.8 millones de pesos, de los cuales 2 mil 823.5 millones se orientaron a la vivienda nueva y mil 307.7 a vivienda usada y 86.5 millones se canalizaron al mejoramiento de las casas. Los créditos por parte de la banca sumaron mil 887.7 millones de pesos y aumentaron 7.6 por ciento y por parte del Infonavit sumó mil 751.4 millones de pesos, monto que presentó un descenso de 1.9 por ciento, por parte del Fovissste el financiamiento ascendió a 495.8 millones de pesos.

 

Los subsidios de la Conavi para la vivienda potosina crecieron 10.3 por ciento y ascendieron a 123.8 millones de pesos a septiembre del 2014, de los cuales 61.9 se orientaron a la vivienda nueva, 37.3 millones a la vivienda usada y 13.1 millones al mejoramiento.

 

 

 


MARVELLA COLÍN / El Financiero

Página Web – 2014/12/01

Fuente: http://www.elfinanciero.com.mx


La dependencia revela que trabaja en dos frentes para evitar riesgos: resignar vivienda desocupada y rescatar unidades habitacionales

 

El secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Jorge Carlos Ramírez Marín, dio a conocer que existen cerca de 270 mil viviendas abandonadas en todo el territorio nacional, de acuerdo con cifras proporcionadas por el Infonavit.

 

“Nos han dicho que son alrededor de 270 mil viviendas con carácter de abandonadas; hay otro tipo de viviendas que están desocupadas, pero que siguen pagando la luz, siguen pagando sus mensualidades; no se pueden considerar éstas como una vivienda abandonada.”

 

Reconoció que este tipo de viviendas representa un reto para las autoridades; por ello se trabaja con programas específicos, para evitar que este tipo de casas se conviertan en un peligro para la población aledaña.

 

“Estamos trabajando en dos programas principalmente: uno, reubicar viviendas; es decir, para resignar vivienda desocupada, y otro para rescatar unidades habitacionales, incluso verticales, que hace mucho tiempo no recibían ninguna atención. Hoy está Infonavit y Sedatu regresando un programa específico para rehabilitar casas, para rehabilitar avenidas, jardines; esa es la tarea que tenemos.”

 

Ramírez Marín explicó que el sector de la vivienda se refleja grandes cambios y muestra de ello es el estado de Guerrero.

 

“Los programas de reconstrucción de vivienda marcan también un mito, porque no se reparan solamente daños, sino que se hacen viviendas nuevas, se entregan, incluso poblaciones nuevas, como en el caso de Guerrero, donde cinco poblaciones han sido rehabilitadas por completo.”

 

El secretario destacó que para este año ya se ha alcanzado la meta de 400 mil viviendas y para el 2015 se tendrá que sobrepasar esta cantidad.

 

 

 


KARLA MÉNDEZ / Excélsior

Página Web – 2014/11/30

Fuente: http://www.excelsior.com.mx


En el tercer cuarto de 2014, el número de empleos generados por el sector construcción alcanzó las 3 millones 788 mil plazas, después de los recortes de 2012 y 2013 debido a los problemas financieros de las principales vivienderas.

 

Luego de los 31 mil empleos perdidos en 2012 y 2013 por los problemas financieros de Geo, Urbi y Homex, así como la reducción en plantillas de empresas medianas, el sector vivienda ha logrado recuperarse e impulsar los trabajos generados en la industria de la construcción, de acuerdo con BBVA Bancomer.

 

Homex, Urbi, Geo, Sare y Ara, que solían ser las mayores empresas del sector, despidieron a 4 mil 327 personas durante el primer trimestre de 2013 (último dato reportado). Estos recortes se sumaron a los 11 mil1 42 despidos registrados en 2012.

 

Samuel Vázquez, analista de BBVA Bancomer, señaló que en 2013 se reportó una de las peores caídas en empleos generados por las constructoras.

 

Sin embargo, hacia el tercer trimestre de 2014 el número de personas ocupadas en la industria de la construcción ascendió a 3 millones 788 mil plazas, por arriba del nivel máximo de 2012, de 3 millones 692 empleos,según datos del INEGI.

 

“En 2013 fue cuando se empezó a ver la mayor contracción de (empleo en) vivienda y vemos que muchos de estos empleos, a nivel agregado, se han recuperado. En lo que insistiríamos es en la calidad de este empleo, mucho de este empleo, tiene seguridad social”, apuntó Vázquez.

 

La tasa de crecimiento de empleo durante los dos primeros trimestres de 2014 fue de 1.1 y 3.8 por ciento, respectivamente, destacó el experto.

 

De los 3.7 millones de personas que laboran en la construcción 1.4 están registrados en el IMSS, destacó.

 

En el tercer trimestre de 2014, el personal ocupado en la industria creció 5.8 por ciento, respecto a los 3.65 millones reportados en el último trimestre de 2012, de acuerdo con datos del INEGI.

 

El experto destacó que una mayor calidad en el empleo, es decir, con seguridad social, está relacionada con una mayor fiscalización por parte del gobierno federal, así como por un mayor profesionalismo de las empresas.

 

“El empleo formal del IMSS crece a mayor velocidad que el total, una mayor proporción de los trabajadores que están en la industria de la construcción tiene seguridad social”, dijo Vázquez.

 

Además de un aumento en el trabajo del sector, también se observa una mayor solicitud de insumos manufacturados para la construcción, lo cual indica que entre las empresas existe una mayor expectativa de producir más y vender más vivienda, añadió.

 

La inscripción de casas en el Registro Único de Vivienda (RUV) tuvo un crecimiento acumulado en el periodo enero-septiembre de 2014 de 19 por ciento, respecto del mismo periodo de un año antes.

 

Cifras oportunas del RUV para octubre indican un registro cercano a 47 mil viviendas en el país, la cifra más alta en 35 meses.

 

De igual forma, los inicios de verificación acentuaron su tendencia al alza, acumulando un incremento de 30.6 por ciento en comparación al periodo enero-septiembre de 2013, según datos del RUV.

 

 

 


CLAUDIA ALCÁNTARA / El Financiero

Página Web – 2014/11/30

Fuente: http://www.elfinanciero.com.mx