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Si considera que el aumento del nivel del mar no es motivo de preocupación en la Florida porque su casa no está cerca del agua, pues está ignorando una realidad que afectará el bolsillo de todos.

Un nuevo informe publicado el 18 de junio por Union of Concerned Scientists (UCS) indica que en los próximos 30 años –el tiempo promedio de duración de una hipoteca– están en peligro de inundación 311,000 viviendas costeras en Estados Unidos. En conjunto, estas propiedades tienen un valor en el mercado actual de $117,500 millones. También resultarían afectadas en el mismo lapso de tiempo 14,000 propiedades comerciales costeras, con un valor estimado de cerca de $18,500 millones.

Para este estudio, la UCS, una organización científica sin fines de lucro fundada en 1969 por profesores y alumnos del Massachusetts Institute of Technology (MIT), combinó sus datos con información del sitio web de bienes raíces Zillow.

Florida tendrá el mayor número de propiedades en riesgo de todos los estados y también la mayor cifra en pérdidas por el valor de estas propiedades. Para el 2045, se proyecta que experimentarán serias inundaciones 64,000 propiedades residenciales, en las que actualmente viven más de 100,000 personas. Las pérdidas estarían valoradas en $26,000 millones.

Las zonas más afectadas serán Miami, Miami Beach, Fort Myers, West Palm Beach y los Cayos. Algunas propiedades se inundarían un promedio de 26 veces al año o más (o el equivalente a una vez cada dos semanas) en las próximas décadas. Es importante aclarar que estas inundaciones no serían causadas por tormentas o huracanes de envergadura.

Esta situación tendrá un fuerte impacto en el mercado de bienes raíces. La potencial depreciación de las propiedades costeras de Florida podría tener repercusiones en toda la economía al afectar bancos, aseguradoras, inversionistas y constructoras. Esto no solo desencadenaría una posible crisis del mercado inmobiliario regional sino que tendría un efecto dominó que alcanzaría muchos renglones de la economía.

Los propietarios de viviendas inundadas pudieran encarar hipotecas que excedan el valor de sus viviendas, o enfrentar un marcado aumento de las primas de seguros, lo que pudiera llevarlos a incumplir con el pago del préstamo. Las entidades financieras que tengan un gran número de estas hipotecas riesgosas podrían perder dinero o incluso volverse insolventes, especialmente los bancos pequeños concentrados en áreas expuestas a alto riesgo de inundaciones. Los inversionistas de compañías inmobiliarias costeras y los constructores pueden experimentar pérdidas financieras similares en algunas áreas costeras.

Los autores del informe indican que la crisis inmobiliaria desatada por la depreciación de propiedades en riesgo de inundación será más severa que las experimentadas por el sector anteriormente. Estas propiedades no recuperarán su valor como ocurre con otro tipo de crisis porque quedarán completamente inservibles y por lo tanto no se podrán vender.

Esta situación no solo afectará las viviendas sino a los gobiernos municipales, que recaudarán menos por concepto de impuestos de propiedad. Las viviendas en riesgo de inundación en el 2045 actualmente contribuyen con cerca de $350 mil millones de impuestos a la propiedad al año.

Una menor recaudación de impuestos también tendrá un impacto en la calidad de vida de la comunidad, que contará con menos presupuesto para educación, carreteras y seguridad ciudadana.

En cuanto a propiedades comerciales, Florida ocuparía el segundo lugar entre los estados más afectados, con cerca de 2,300 propiedades expuestas a inundaciones crónicas para el 2045, valoradas en la actualidad en $3,000 millones.

Para finales de siglo, un millón de propiedades floridanas con un valor total de $351,000 millones estarían en riesgo de inundación.

El informe también propone que si los países siguen los objetivos iniciales del Acuerdo de París sobre el cambio climático –limitar el calentamiento global por debajo de 2 grados centigrados y controlar el deshielo polar– se evitaría la inundación del 93 por ciento de las viviendas de la Florida.

 

 


Sarah Moreno / El Nuevo Herald

Página Web - 2018/06/18

Fuente: http://www.elnuevoherald.com/


Si bien aún perdura en el imaginario del colectivo en Miami el sueño de disponer de vivienda propia, la realidad de un mercado inmobiliario inaccesible para las capas de la clase media por sus altos valores impone un giro hacia el alquiler.

Pero, aunque parezca paradójico, el arrendamiento de estos activos residenciales tampoco es atractivo por el alto costo de los alquileres.

Esto ha sido confirmado por un nuevo estudio divulgado esta semana por la Coalición Nacional de Vivienda de Bajos Ingresos, una entidad sin fines de lucro que aboga por garantizar el acceso a viviendas adecuadas y asequibles.

El informe destaca la brecha entre los ingresos netos de los inquilinos y lo que cuesta pagar el alquiler de una vivienda en el precio justo de renta del mercado. Para ello, los expertos calcularon cuánto dinero deben ganar los inquilinos para costear un apartamento sin tener que destinar más del 30 por ciento de sus ingresos al pago de la vivienda, el máximo recomendado globalmente como regla de oro.

Según el análisis fundamentado en estadísticas federales, en el área metropolitana de Miami-Miami Beach-Kendall un inquilino precisa devengar $25.98 por hora para permitirse alquilar un modesto apartamento de dos habitaciones.

En otras palabras, el sueldo anual debe superar los $54,000 para pagar una renta de $1,351 mensuales.

Claramente es una utopía porque la gente, en promedio, gana menos, y los alquileres suelen costar más.

De modo que el estudio evaluó el cociente entre el valor de mercado de la vivienda en alquiler y los ingresos brutos anuales de los trabajadores que ganan sueldo mínimo, que en Florida se sitúa en $8.25 por hora.

Un inquilino que gana sueldo mínimo tendría que tener tres trabajos a tiempo completo —es decir, trabajar más de 120 horas a la semana— para costear un apartamento de dos habitaciones en Miami.

Un 47 por ciento de los núcleos familiares en el área metropolitana viven en propiedades alquiladas. Y el salario por hora medio estimado de estos inquilinos es $17.64 por hora. Para ellos, el ideal de una renta de apartamento con dos habitaciones costaría $917, de acuerdo con el estudio.

"La crisis de la vivienda ha alcanzado cotas históricas, lo cual afecta más negativamente a los inquilinos con bajos ingresos bajos ", dijo Diane Yentel, directora ejecutiva de la Coalición, en un comunicado. "Con demasiada frecuencia, un trabajador de bajos salarios debe elegir entre pagar el alquiler, ir al médico, el cuidado de niños y otras necesidades básicas".

 

 


Daniel Shoer Roth / El Nuevo Herald

Página Web - 2018/06/16

Fuente: http://www.elnuevoherald.com/


Los residentes de más de 163 casas cerca de un incendio en el suroeste de Colorado deben estar listos para desalojar sus viviendas el viernes, así como los residentes de 180 casas a los que les permitieron regresar el miércoles, les informaron las autoridades del Servicio Forestal de los Estados Unidos.

Tormentas eléctricas y fuertes vientos han provocado que se extienda un incendio en el bosque nacional San Juan que ha obligado el desalojo de más de 1.900 viviendas.

El incendio a 43 kilómetros (13 millas) de Durango ha oscurecido más de 116 kilómetros cuadrados (45 millas cuadradas) y obligado a las autoridades a cerrar el bosque nacional San Juan en la región de Four Corners (cuatro esquinas).

Dicha región, en donde se juntan Colorado, Nuevo México, Arizona y Utah, está al centro de una gran franja afectada por una inusual sequía de la peor categoría.

 

 


The Associated Press / El Nuevo Herald

Página Web - 2018/06/14

Fuente: http://www.elnuevoherald.com/


Los ya altos costos de la vivienda de Miami podrían subir aún más a medida que Estados Unidos entre en una guerra comercial global.

Los aranceles impuestos al acero y aluminio en la mayoría de los mercados globales a principios de este año ahora también se aplican a Canadá y México, dos de los principales proveedores de Estados Unidos. Los aranceles al acero y aluminio se suman a la escasez de mano de obra a nivel nacional y las tarifas previas impuestos a la madera. Esa combinación está aumentando los costos para los constructores de viviendas en el sur de la Florida, para compradores, y también pudiera afectar a los inquilinos.

Sergio Pino, fundador de Century Homebuilders Group, dijo que sus proveedores esperan que el costo de los materiales aumente en un 5 por ciento en los próximos meses. Sus subcontratistas ya están aumentando los estimados de precios en la instalación de paneles de yeso, un elemento esencial en los hogares y los alquileres locales, además del aumento de los costos del acero.

"Definitivamente perjudicará la industria", dijo Pino, cuya compañía tiene 200 condominios y viviendas unifamiliares en construcción en el sur de la Florida. "Sé que [el precio] de nuestras casas subirá entre $20,000 y $30,000".

The Astor Companies, que actualmente está construyendo Merrick Manor en Coral Gables, podría sentir el golpe en sus proyectos futuros. "Los aranceles por sí solos aumentan los precios de los materiales", dijo el urbanista Henry Torres, fundador y presidente de The Astor Companies. "Estamos tratando de encontrar formas de mantener los precios estables, pero la vivienda se encarecerá".

Para muchas empresas, especialmente las más grandes, los proyectos actuales no se verán afectados. Plaza Construction, que cuenta con One Thousand Museum en Biscayne Boulevard entre sus proyectos, ha congelado los precios de materiales para el edificio diseñado por Zaha Hadid. Pero esas garantías de precios no se aplican a proyectos futuros.

"Con los aranceles será más difícil estimar los precios, lo que tiene un efecto en la inversión y los proyectos a largo plazo", dijo Brad Meltzer, presidente de Plaza Construction. "La mayoría de nuestros subcontratistas no mantienen los mismos precios por más de 60 a 90 días debido a la incertidumbre".

Antes del 1 de junio, Canadá, México y Europa estaban exentos de las sanciones comerciales que el gobierno de Donald Trump impuso en la mayoría de los mercados globales en marzo. Pero ahora los proveedores con sede en esos países enfrentan un impuesto del 25 por ciento sobre el acero y un impuesto del 10 por ciento sobre el aluminio importado a Estados Unidos.

Esta nueva ronda de aranceles llega siete meses después de que la administración de Trump impusiera un arancel del 24 por ciento a la madera canadiense. Desde principios del 2017, los precios de la madera han subido un 63 por ciento, según Robert Dietz, economista jefe de la Asociación Nacional de Constructores de Viviendas, incluido un aumento del 22 por ciento desde noviembre. Los precios de la madera son ahora los más altos en la historia de Estados Unidos, según reportes comerciales.

Para Murray Rice, copropietario de Richard and Rice Construction, con sede en Deerfield Beach, las tarifas se han traducido en un aumento del 10.5 por ciento en los costos de la madera desde enero. Y el de las barras de refuerzo es aún peor: los costos de las varillas de acero de refuerzo se han disparado un 58 por ciento solamente este año, dijo.

La compañía de Rice construye el marco estructural de las casas para constructores como Lennar y DR Horton. Aunque la madera se usa muy poco debido al clima de la Florida, todavía representa entre el 12 y el 15 por ciento del presupuesto total de cada proyecto en el sur del estado.

El resultado final: "Si un marco estructural costaba $30,000 hace un año, el precio de hoy sería de entre $33,000 y $34,000", dijo Rice.

Los aumentos en los precios de los materiales se suman a la escasez de mano de obra en las construcciones en el sur de la Florida, como parte de una tendencia nacional donde están subiendo los salarios. Dietz dijo que hay 200,000 empleos vacantes en la construcción en Estados Unidos.

Cuando se combina ese factor con los mayores costos de materiales en acero y madera, el precio de una casa unifamiliar ha subido $9,000 en un año, dijo.

En Miami, eso significa precios de la vivienda más elevados en un mercado que ya no es asequible para muchos. Un análisis de la vivienda y los datos del censo del Centro Metropolitano de FIU determinó que el 85 por ciento de los residentes de Miami-Dade que tienen un ingreso familiar medio de $44,000 no pueden permitirse comprar una casa. El costo promedio de una casa en Miami-Dade es de $345,000, un aumento del 7.8 por ciento desde abril del 2017. Los alquileres no son mejores, con una renta promedio de $1,043. El condado necesita otras 30,000 unidades para satisfacer las necesidades de las familias que ganan menos que del salario medio, dijo.

"Los costos de construcción, junto a los costos de los terrenos, siempre han sido preocupaciones reales", dijo Ned Murray, director asociado del Metropolitan Center. "Estos costos hacen que sea muy difícil hacer que las cifras funcionen incluso en los mejores escenarios".

Pero George Jalil, presidente de la Asociación de Agentes Inmobiliarios de Miami, no ve una conexión entre el aumento en los costos de los materiales y el aumento de los precios de las viviendas. Jalil apunta a la gran demanda, especialmente de los compradores internacionales, como el principal impulsor.

"No hay ningún nexo entre los dos", dijo. "Los precios de la vivienda se han apreciado constantemente durante los últimos 5 a 7 años. Y el año pasado, tuvimos aumentos constantes, y eso proviene de la demanda que tenemos en el sur de la Florida tanto a nivel nacional como internacional".

Noah Breakstone, director general de la firma de desarrollo BTI Partners, estima que los proyectos en Florida de su empresa experimentaron un aumento del 7 al 10 por ciento en los costos de construcción en los últimos 12 meses. La compañía construye casas unifamiliares y condominios de precio medio en el centro y sur de Florida.

A Breakstone le preocupa que los crecientes costos de construcción pudieran hacer que sea insostenible la edificación de futuras viviendas en el rango de los $300,000. Los aranceles podrían llevar a un "efecto de enfriamiento" para la industria.

Y el efecto de un enfriamiento es lo que muchos ven como el aspecto más peligroso a largo plazo de las tarifas.

"El peligro a más largo plazo no proviene del impacto inicial", dijo Claude Barfield, especialista en comercio en el American Enterprise Institute. "La incertidumbre hace que las empresas retrocedan. Eso tendrá un efecto en la economía más allá de lo que pudiera tener para el consumidor a corto plazo".

Algunos economistas globales temen que una escalada de esta guerra comercial pueda sumergir a Estados Unidos en una recesión, dijo Ken Roberts, fundador de WorldCity, una publicación enfocada en el comercio internacional y colaboradora de Forbes.com.

"Las empresas que buscan invertir en infraestructura de capital dicen 'vamos a reducir la velocidad', indicó Roberts. "Existe el temor de que los aranceles puedan hacer que el mundo se sumerja en una recesión, lo que ralentiza aún más la inversión".

Aún así, los aranceles parecen estar aquí para quedarse. El presidente Trump reiteró su posición comercial cuando se reunió con sus aliados del G7 en junio, lanzando una serie de tuits la semana posterior al anuncio de los aranceles.

Peter Dyga, director general del Associated Builders and Contractors East Coast Chapter, argumenta que si bien la nueva política comercial puede perjudicar a algunas empresas a corto plazo, es muy necesaria una renegociación del TLCAN y el comercio con otros países. Señaló la voluntad de China de comprar $70,000 millones de bienes de Estados Unidos a cambio del cese de los aranceles a los productos chinos.

"Muchos de estos acuerdos comerciales fueron unilaterales e ineficientes", dijo Dyga. "Creo que los objetivos de la administración son loables y nos pondrán en una posición mejor".

 

 


DYLAN JACKSON / El Nuevo Herald

Página Web - 2018/06/13

Fuente: http://www.elnuevoherald.com/


La lava que arrasó los vecindarios costeros de Kapoho y Vacationland en Hawái abarcó el área en sólo dos días, dijeron el jueves los científicos.

El flujo de roca fundida destruyó cientos de viviendas y modificó el paisaje para siempre, ya que formó una nueva costa que se espera siga robándole terreno al mar.

Funcionarios del Servicio Geológico de Estados Unidos indicaron que la lava que alimenta ese flujo sigue activa y no hay forma de saber cuándo concluirá la erupción ni si se abrirán más fisuras que la arrojan.

La lava llenó la Bahía Kapoho y amplió el territorio de la Isla Grande, que ahora se extiende 1.2 kilómetros (casi una milla) más de donde estaba la costa antes.

Esos nuevos terrenos cubiertos de roca pertenecen al estado, pero no tendrán pronto un aspecto verde y fértil como los que predominan en esa región de la Isla Grande.

 

 


CALEB JONES - Associated Press / El Nuevo Herald

Página Web - 2018/06/07

Fuente: http://www.elnuevoherald.com/