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La Sindicatura de Greuges reclama la aplicación de la ley de Función Social de la Vivienda y se arbitren ayudas al alquiler

Tener una casa en propiedad no está al alcance de todos los bolsillos y después de la crisis económica, menos. La necesidad de un parque de vivienda pública parece una obviedad pero está lejos todavía, según un informe de la Sindicatura de Greuges, presentado hoy en las Cortes Valencianas, que alerta de que en 2015 -último año del que se tienen datos- había unos 7.100 hogares valencianos al límite de la pobreza en términos de vivienda. Y cualquier nuevo tropezón de la economía podía elevarlos hasta los 20.000.

"Entendemos que la vivienda es el soporte principal de todos los derechos", ha dicho Ángel Luna, adjunto a la Sindicatura de Greuges y responsable del área de Vivienda de este organismo, sin embargo, el número de viviendas de carácter público en la Comunidad Valenciana ascendía a 66.000, un 4,2% del total de residencias principales a nivel autonómico.

De todo el parque público valenciano, un 95% está ocupado y no hay apenas rotación. Del resto, 2.130 están ocupadas ilegalmente, otras 2.000 están vacías y 1.150 están para rehabilitar. "Es un colchón muy pequeño para resolver problemas de urgencia en materia de vivienda", ha subrayado Luna.

Un rápido vistazo a la estructura del sector de la vivienda arroja  que un 82% de los hogares valencianos tienen una vivienda en propiedad, un 52% está libre de hipoteca pero el resto, no. Esto significa que en los últimos años el llamado housing stress (estrés en las cuotas hipotecarias) ha crecido. "Hay un número importante de familias en riesgo precisamente por estos pagos.

El informe de la Sindicatura de Greuges, elaborado por el Instituto de Economía Internacional de la Universidad de Alicante y dirigido por la profesora Paloma Taltavull, destaca que de las tres provincias valencianas la que más desprotegida está por la vivienda es Alicante. Y el impacto de la crisis sobre la pobreza ha sido, en general, más severo en la Comunidad Valenciana que en España.

El documento concluye con 16 recomendaciones de la Sindicatura que pasan por incrementar el parque de vivienda pública en alquiler, las dotaciones presupuestarias para hacer efectivo el derecho a la vivienda y la consignación de presupuesto de emergencia que permita la actuación inmediata en los casos de pérdida de vivienda.

Ángel Luna ha emplazado a la Generalitat a aplicar la ley de la Función Social de la Vivienda, que el Tribunal Constitucional acaba de desploquear después de tenerla suspendida durante meses. Finalmente quedan solo bloqueados los artículos 12 y 13 del texto sobre ejecución hipotecaria y expropiación forzosa. "Esa ley se necesita aplicar. Hay que aumentar el parque público de vivienda en alquiler, a precios por debajo de mercado. El número aquí es ridículo si se compara con el de otros países europeos", ha concluido el adjunto al síndic.

 

 


Cristina Vázquez / El País

Página Web - 2018/04/10

Fuente: https://elpais.com/


Una empresa valenciana pone en marcha el primer proyecto piloto de vivienda utilizando esta tecnología

 

Corazones impresos a tamaño real, alimentos, coches, muebles... El futuro está en manos de las impresoras 3D. Y las casas ¿se pueden imprimir? No solo eso. Hoy mismo se puede encargar y comprar una vivienda de una planta para que sea impresa en la parcela del comprador y con un diseño personalizado. Y eso se puede hacer en España, donde se ha realizado la primera vivienda en 3D, un proyecto piloto que sirve de avanzadilla para lo que está por venir: una promoción de siete chalés en Cuenca. Y para el año que viene proyectos en Sudamérica y en Oriente Próximo y mejorar la tecnología para poder imprimir una segunda planta.

Pero eso será más adelante. Lo primero es concluir el proyecto piloto de la casa de 24 metros cuadrados que la startup valenciana Be More 3D está haciendo en un solar junto a la Facultad de Bellas Artes de la Universitat Politècnica de Valencia (UPV). La hazaña de los cuatro jóvenes fundadores de la empresa fue crear una impresora de hormigón de seis metros de ancho y tres metros de alto y una casa. Todo en tres meses y con los 25.000 euros que consiguieron al entrar a formar parte de la aceleradora de startups de Acciona. Capa a capa han dado forma a la vivienda en 15 horas. "Se puede hacer en ocho horas subiendo la velocidad de la máquina", señala Vicente Ramírez, cofundador. La impresora, que se monta en tres horas en el terreno, ha creado la estructura, es decir, el cerramiento exterior y las particiones interiores.

Pero la tecnología 3D no hace magia, de momento. Y no todos los elementos son impresos. "Hablamos de una construcción de contornos que precisa posteriormente la incorporación del resto de elementos", apunta Javier Méndez, director del gabinete técnico del Colegio de Aparejadores de Madrid. Y así es: "Después hay que poner el techo de paneles prefabricados, las ventanas y las puertas, los grifos y colocar la impermeabilización", añade Ramírez. Insiste este emprendedor en que este proyecto piloto demuestra que la tecnología 3D es competitiva frente a los métodos de construcción tradicionales o los prefabricados. Han calculado que una vivienda de 70 metros cuadrados se puede levantar en menos de 24 horas (la estructura). El precio final de estas casas que pretenden imprimir y vender rondará los 50.000 euros. "Para entrar a vivir", dice. "La construcción con impresión 3D es hasta un 35% más barata", según Be More 3D. Ahora, la empresa ha abierto una ronda de financiación para poner en marcha todos esos nuevos proyectos.

La experiencia española llega después de otras internacionales. La más sonora fue la de la empresa china Winsu, que ha construido un bloque de cinco alturas y 1.100 metros cuadrados en China. Pueden imprimir 10 casas en 24 horas. También en Ámsterdam el estudio holandés DUS Architects es responsable de un proyecto de impresión 3D de una casa junto a un canal. Luego está la empresa Apis Cor, que ha construido su primera vivienda impresa de bajo coste en la ciudad de Stupino, cerca de Moscú, una casa de 38 metros cuadrados por 10.000 dólares en menos de 24 horas.

España no era ajena a esta corriente. Se trabaja desde hace tiempo en esta tecnología que está en desarrollo y hay varios proyectos de investigación en marcha e incluso ya se han hecho varias impresoras 3D con precisión suficiente. El Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja, perteneciente al CSIC, participa desde hace tiempo en varios proyectos. Uno es el Print'n Build para el desarrollo de un prototipo para impresión 3D de construcciones a gran escala. Otro es el 3DCONS, que persigue introducir las tecnologías de impresión 3D en la construcción, tanto en obra nueva como en rehabilitación y restauración de patrimonio.

Tienen claro los expertos que la tecnología 3D ganará terreno y que su utilidad es incuestionable: ahorro en tiempo y costes, mejora de los riesgos en seguridad y salud de los operarios, menos residuos, mejora de la precisión en la construcción... Pero ¿el futuro pasa porque todas las personas vivan en un piso impreso?

 

Piezas complejas

"Algunos de los que trabajamos en esto no vemos que el objetivo de la impresión 3D sea construir viviendas completas. La construcción de un edificio es un proceso complejo en el que intervienen muchos materiales y productos todos ellos especializados. Es difícil que se puedan imprimir sin más. Si se observan los resultados de lo que se llama ahora una vivienda impresa, se ve que no están al nivel de las prestaciones que son requeridas para viviendas en España", dice José Antonio Tenorio, científico del CSIC.

La misma idea sobre calidad comparte Javier Méndez: "Por mucho que avance la tecnología una vivienda no es un objeto cualquiera y precisa de una regulación amplia". Y se pregunta: ¿hasta qué punto será posible, como mínimo, alcanzar garantías al nivel de una construcción más tradicional?

Así pues, parece que el futuro pasa por imprimir partes de un edificio. "Fabricar un ejército de casas iguales o miles de piezas iguales es absurdo, se hace mejor y más barato con tecnología tradicional. Mi opinión es que, para construir con los estándares de calidad y precios actuales, las impresoras 3D sirven para hacer objetos complejos y todos distintos. Tiene sentido hacer un Guggenheim, no 200 casas iguales", aclara Tenorio.

El experto se refiere a destinar la impresión 3D para la rehabilitación de fachadas, restaurar piezas de patrimonio (balaustradas, gárgolas...) o hacer esgrafiados y elementos decorativos en fachadas. "¿Te imaginas en 2050 un andamio con unos señores subiendo para reparar una fachada? O quizá ¿te imaginas una impresora trepadora? Pues eso, ahí tienes el futuro", concluye. Tampoco acaba de ver que sea "una opción realista y generalizada" Fernando Moliner, presidente de la Comisión Técnica e Innovación de Asprima, la patronal de promotores de Madrid. "Tiene sentido para piezas concretas y elementos singulares complicados, por ejemplo ventanas de cierta complejidad", resume.

 

 


Sandra López Letón / El País

Página Web - 2018/04/09

Fuente: https://elpais.com/


La lista de espera por una de estas viviendas se ha multiplicado por veinte en dos años y medio

La magnitud de la crisis de la vivienda que sufre Barcelona está impactando duro en lo que se conoce como la Mesa de Emergencias, un organismo que cada mes reúne a la Generalitat y el Ayuntamiento y en el que se valoran casos que necesitan un piso de forma urgente. Desde octubre de 2015 hasta el mes pasado, los casos que pasan por la mesa se han casi cuadriplicado (de 103 a 385) y los que se han valorado positivamente pero están pendientes de recibir un piso se han multiplicado por veinte (de 15 a 307). Son datos del Consorcio de la Vivienda, que se traducen en que la espera alcanza los nueve meses.

La Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) ocupó ayer por la mañana el vestíbulo del Consorcio, en la calle de Bolívia de Barcelona, para denunciar el colapso y alertar de que no se da respuesta a las familias en situación de “emergencia habitacional”. “No sé por qué lo llaman mesa de emergencia”, ironizaba una de las portavoces de la PAH, Lucía Delgado. Hace unas semanas, el grupo municipal del PP en el Ayuntamiento alertó de los datos de la mesa. Los datos del Consorcio también indican como si entre 2015 y 2016 hubo un aumento de adjudicaciones, de 319 a 363, el año pasado la cifra bajó a 216. El líder del partido en el consistorio, Alberto Fernández Díaz, reprochó a la alcaldesa Ada Colau que “adjudica cada vez menos viviendas y el colapso y las listas de espera son cada vez mayores”.

La PAH recordó ayer que en Barcelona hay 36.000 solicitantes de vivienda pública y que en 2017 se produjeron 2.591 desahucios en la ciudad, de los que un 85% son de pisos de alquiler. La organización denunció con su ocupación “las trabas administrativas para acceder a la mesa”, el “menosprecio de las oficinas de vivienda al criminalizarles por no poder pagar el alquiler” y las listas de espera “para tener un piso y comenzar de cero”. “Basta de pelotas fuera por parte de las administraciones y no asumir responsabilidades”, denunció la PAH.

En la protesta participaron varias familias que esperan que se les adjudique un piso. Como Nadia Mermouri, vecina de Ciutat Vella, cuyo caso valoró la mesa como merecedor de un piso pero lleva nueve meses esperando, durante los que se ha enfrentado a dos intentos de desahucio y la semana que viene tiene fijado el tercero. Mermouri, de 30 años, tiene dos hijas y dejó de pagar el alquiler cuando no se lo quisieron renovar en enero de 2017, “pese a ofrecerme a pagar 500 euros de los 645 que recibo de ayuda”. “No comía para pagar el alquiler”, recuerda, y no entiende por qué no se le entrega un piso pese a tener derecho a la adjudicación.

El Ayuntamiento no respondió ayer a la petición de este diario de valorar la situación de la mesa. Desde la Secretaría de Vivienda de la Generalitat, explicaron que el aumento de casos se ha disparado por dos razones: el drama de la subida del precio del alquiler en Barcelona y el hecho de que desde 2015 la normativa prevé que las familias que acceden a la mesa tengan más ingresos (de 1,5 veces el salario mínimo se ha pasado a 2,5 veces), de manera que entran más casos. Las mismas fuentes recordaron además que la suspensión de artículos de la ley contra los desahucios y la pobreza energética (la 24/2015) “afecta a los artículos que obligan a los privados, por lo que ha creado un gran desequilibrio y todos los esfuerzos los tienen que hacer las administraciones”.

 

 


Clara Blanchar / El País

Página Web - 2018/04/04

Fuente: https://elpais.com/


Rommy Arce, Pablo Carmona y Montserrat Galcerán, entre los firmantes de un manifiesto que pide al Ayuntamiento que detenga los desalojos

Ediles críticos de Ahora Madrid (formación de la alcaldesa Manuela Carmena), como Rommy Arce, Pablo Carmona o Montserrat Galcerán, han firmado un manifiesto en el que piden al Gobierno municipal del que forman parte que no desahucie a familias que residen en viviendas de la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo (EMVS). También han suscrito este manifiesto la portavoz de Podemos en la Asamblea de Madrid, Lorena Ruiz-Huerta y diputados autonómicos como Isabel Serra, Jacinto Morano o Beatriz Gimeno además del actor Alberto San Juan, el cantante Nacho Vegas o la escritora Belén Gopegui entre otros.

El manifiesto denuncia que la EMVS ha emprendido desde hace dos semanas "una deriva" que "indigna", al desahuciar a familias que viven en inmuebles de alquiler social de esta empresa municipal y cuyas condiciones, asegura el escrito, son "especialmente duras" por su vulnerabilidad. El texto pide el fin de estos "desahucios especialmente sangrantes" y recuerda a la delegada de Equidad, Derechos Sociales y Empleo, Marta Higueras, que se comprometió a no ejecutar desahucios.

Como ejemplos de desahucios han puesto uno aplazado en la calle Ofelia Nieto y otro que sí llegó a ejecutarse en Moratalaz a una familia con tres hijos menores y una madre embarazada. "Este rumbo no puede proseguir", asegura el manifiesto, que pide a la EMVS soluciones para estas familias porque "no hacerlo así supone enfrentar a pobres contra pobres y acrecentar un conflicto en vez de aportar una solución".

Para ello piden que se construyan las viviendas prometidas y que se movilice "todo el parque de vivienda que ha quedado vacío o en manos de actores que no hacen sino especular". La concejal de Ahora Madrid Rommy Arce expresó ayer en Twitter su apoyo a este comunicado.

"Ahora Madrid recoge en su programa las demandas de la PAH. La EMVS no puede continuar con una política de desahucios que causa daños irreparables en las familias como ya ha reconocido la ONU", escribió.

También el concejal Pablo Carmona aseguró ayer que "nuestro Ayuntamiento no puede reproducir el dolor y la injusticia de los desahucios, tampoco de vivienda pública EMVS. Lo vivimos hace pocas semanas en Moratalaz y hoy otra familia "tira la toalla".

 

 


EFE / El País

Página Web - 2018/04/03

Fuente: https://elpais.com/


Salamanca, Chamberí, Centro y Retiro encabezan las subidas y la media interanual se sitúa en un 21,3%

 

Madrid está viviendo un alza en el precio de la vivienda insólito. Los datos que Idealista ha hecho públicos muestran un crecimiento del 21,3% interanual, con varios distritos -Centro, Salamanca, Retiro y Chamberí- superando ya el precio máximo de la burbuja inmobiliaria. El crecimiento durante el primer trimestre de 2018 fue del 7,8%, “la mayor subida vivida por una capital en el invierno”, informan desde el portal. El precio por metro cuadrado se sitúa en 3.540 euros en la capital.

"Esta subida confirma lo que venimos diciendo hace ya un año y medio: la crisis se ha terminado y la recuperación está siendo más agresiva de lo que pensábamos", afirma Fernando Encinar, jefe de estudios de Idealista.com y cofundador del portal inmobiliario. "Es mercado en el que hay mayor interés inversor. Un inversor que no solo es nacional, sino también internacional. Madrid se ha convertido en un valor refugio". "Además, es dramático como se está reduciendo la cantidad de vivienda a la venta", añade. "Y no está previsto que salga mucha más, pues la política municipal no está suponiendo un empuje sino todo lo contrario, por lo que las que están van a seguir subiendo de precio".

En Madrid se ve perfectamente la variación de los precios por zonas. En las áreas más demandadas, los precios suben como la espuma. En Salamanca, como es habitual, vuelve a ser el distrito más caro de la ciudad. Sus precios han superado los del pico de la burbuja inmobiliaria. En el caso de este distrito se alcanzó entonces más tarde de lo habitual durante la crisis. Los dueños de los pisos tardaron mucho más en acceder a las bajadas de quienes ofertaban por ellos. Sucedió durante el cuarto trimestre de 2008 (con un retraso respecto al comienzo de las caídas en otras zonas, dos años antes) y el precio fue de 5.202 euros el metro cuadrado. Durante el primer trimestre del 2018 lo ha superado bastante, situándose en 5.675 euros.

 

Salamanca y Villaverde, dos extremos

En Salamanca, así como en Chamberí, Centro y retiro, la crisis es un mal recuerdo si nos fijamos solo en el precio de la vivienda. Sin embargo, en otras zonas, la crisis o, mejor dicho, la nueva realidad alejada de los precios de la burbuja, sitúa la vivienda con precios muy distintos. La zona más económica de la capital es de nuevo Villaverde (1.523 euros el metro cuadrado), 14 kilómetros al sur de Salamanca. Los precios en este distrito han caído de un máximo en la burbuja durante el cuarto trimestre de 2006, que fue de 2.867 euros el metro cuadrado, a los 1.523 actuales, un 46,9% menos.

Encinar recalca que en Idealista no se reflejan los precios reales de venta, sino el precio al que aspira a llegar el vendedor por la operación. "Hace cuatro años las viviendas se vendían por alrededor de un 24% menos del precio de venta en el portal. Hoy en día, para los pisos por menos de 250.000 euros apenas hay margen negociador. Y para los que están a la venta por más de 250.000, el margen para recortar ronda el 4% y el 7%".

En los 21 distritos madrileños han subido los precios en los últimos tres meses. La mayor subida se ha producido en Retiro (9,4%), seguido por Tetuán (8,3%) y Chamartín (7,5%). Les siguen los distritos del Puente de Vallecas (7,1%), Vicálvaro (6,9%) y Hortaleza (6,7%). Las menores se han registrado en Fuencarral (0,3%), San Blas (1,4%) y Barajas (2,4%).

La merma del parque de viviendas a la venta ha jugado sin duda un rol en la subida de los precios. En todos los distritos, excepto en Centro, cae el número de vivienda a la venta. "Los propietarios en este distrito consideran que este es un buen momento para vender", explica Encinar. "Y por otro lado muchas no salen porque para los inversores ya no son interesante por su precio".

En la región, pasa lo mismo que en la capital. En unas zonas sube, en otras, baja. Las mayores alzas en los precios se dieron en Algete, donde las expectativas de los propietarios han crecido un 8,7%. Le siguen Humanes (7,9%) y Getafe (7,3%). Una vez más, La Moraleja es el mercado más caro de la comunidad, con 4.473 euros el metro cuadrado. Le siguen Pozuelo de Alarcón (3.471 euros el metro cuadrado) y Majadahonda (3.055 euros el metro cuadrado). El precio medio en la Comunidad subió un 5,1% hasta los 2.673 euros el metro cuadrado.

Sin embargo, en otros diez pueblos de la provincia ha habido una caída de precios. La mayor de ellas en el primer trimestre ha sido la experimentada por el municipio de Sevilla la Nueva, donde los propietarios piden de media un 5% menos por sus viviendas que hace tres meses. Le siguen los municipios de Colmenar Viejo (-2,9%) y Galapagar (-2,1%).

 

 


Carmen Pérez-Lanzac / El País

Página Web - 2018/04/04

Fuente: https://elpais.com/