• +58 212 2388195
  • Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
  • Lunes - Viernes 8:00 am - 4:00 pm

Es bien sabido que la basura es uno de los principales problemas ecológicos del presente siglo. Desechos de todo tipo son acumulados a diario y por toneladas prácticamente en todo el planeta y principalmente en las grandes ciudades.

El problema no es fácil de resolver, considerando que las formas de vida características de nuestro tiempo, dan lugar a la producción y acumulación de basura. El incremento de la población y el consumo exagerado de objetos fútiles -los cuales se presentan por lo regular envueltos en papel, plástico o cartón-, la chatarra tecnológica y de electrodomésticos, la publicidad impresa en papel y los tan comunes envases de refrescos, agua y comida, se desechan por toneladas.

Lo alarmante de esta situación es que a medida que va pasando el tiempo, la cantidad de chatarra y desechos crecen cada vez más. Es a partir de la acumulación cuando comienzan los problemas ecológicos, ya que los basureros se convierten en focos permanentes de contaminación.

La contaminación ambiental y la falta de espacios para depositar la basura, ha generado que en muchos lugares del mundo la basura y los desechos orgánicos estén pasando de ser “desechos” para convertirse materia prima para la creación de nuevos materiales, aplicables en muchos ámbitos, incluyendo la construcción.

El reciclaje de desechos, tanto orgánicos como inorgánicos ha permitido crear nuevos materiales de construcción, que por lo regular suelen ser sumamente resistentes y económicos. Uno de los materiales que tiene mayores posibilidades en la industria de la construcción es el plástico denominado PET, ya que por sus características y resistencia puede ser utilizado -ya sea en forma de botellas, o procesado y transformado en tabiques o piezas modulares- tanto para la construcción de elementos divisorios como muros, celosías y losas, como para construir edificaciones completas.

El proyecto denominado como Eco Ark, es un notable ejemplo de cómo un material de desecho como el PET puede ser transformado en un eficiente material de construcción que permite construir estructuras habitables.

Este proyecto, creado por “Far Eastern” y un grupo de jóvenes arquitectos taiwaneses, incluye la transformación del plástico de las botellas de refrescos y agua mediante un proceso en el que se trituran, funden y posteriormente se convierten en piezas modulares traslúcidas o “tabiques huecos” que tienen la capacidad de resistir fenómenos naturales como tifones, huracanes o terremotos.

Nota relacionada:

Otro proyecto orientado al reciclaje de botellas PET, es Byfusion del ingeniero Peter Lewis, quien creó una máquina con la que transforma las botellas de plástico en bloques o tabiques. El proceso de elaboración de los bloques es similar al del proyecto Eco Ark, pues las botellas de plástico, una vez dentro de la máquina, se lavan y son presionados en forma de tabiques. Estos bloques son también altamente resistentes, por lo cual pueden ser utilizados de manera estructural tanto en muros de carga y de contención.

En Latinoamérica también se están tomando cartas en materia del reciclaje de plásticos de desecho, un ejemplo es el proyecto denominado “Tabiques de botellas” desarrollado al interior de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires y gestionado por empresas sociales integradas a la Red Global del Trueque.

En este caso el PET molido reemplaza a la piedra y un 60 por ciento de la arena que se utiliza en la elaboración de tabiques, tejas, losas y paneles. Para la elaboración de estos tabiques primero se clasifican las botellas por color, después las botellas son prensadas y compactadas para posteriormente llevarlas a un molino, que las transforma en un polvo similar a la harina.

El paso siguiente es, mezclar este polvo con cemento, arena y un producto químico que favorece la combinación, al fraguar, la mezcla se convierte en viguetas o bloques con los que se pueden levantar paredes, techos o pisos. Las ventajas de este material es que permite tener piezas 50 por ciento más ligeros que los que se construyen con materiales tradicionales y además es más económico, ya que por ser un desecho, las botellas se consiguen de forma gratuita.

En la Universidad Autónoma de Querétaro, en México, también se ha desarrollado un tabique ecológico hecho a base de botellas de PET, en este caso su creador, Gerardo Soto Ramírez, alumno de la Facultad de Ingeniería utilizó la fibra de las botellas de plástico para mejorar las propiedades mecánicas del tabique tradicional.

La idea de Gerardo Soto Ramírez responde a dos cuestiones importantes en México: el reciclaje de residuos sólidos y la necesidad de materiales de construcción resistentes a terremotos. Además de durable, la construcción de una casa de tamaño mediano con este material resultaría en el reciclaje de hasta 4 mil botellas de plástico PET.

Estos tabiques pueden elaborarse en tres distintos tamaños y diseños, para la edificación de viviendas o para la realización de obras de mayores dimensiones, con un impacto ecológico significativo, porque se pueden utilizar hasta cuatro mil botellas por construcción.

Todos los proyectos antes mencionados, nos permiten ver de otra manera la basura, que más allá de un desecho puede ser una importante materia prima para la elaboración de nuevos materiales, que además de resolver la contaminación ambiental, podrían ayudar a resolver el problema de vivienda en lugares de escasos recursos, ya que la fabricación de los materiales antes mencionados es mucho más barata que la de los materiales tradicionales.

 


Ubicación: http://noticias.arq.com.mx
Autor: Noticias.arq.com.mx
Procedencia: Argentina - México
Fecha de Publicación: 2015/09/25

 


Conforme las estrategias nacionales de Energía y de Cambio Climático, se crean casas sustentables, con base en los materiales y complementos para subyugar el uso de combustibles fósiles, como los proyectos del arquitecto Pablo Mansilla, ganador de un concurso de viviendas ecológicas.

El arquitecto indicó que, sin contar con el terreno, una vivienda ecológica en 90 metros cuadrados para una familia de cuatro personas tiene un costo en materiales de 150 mil pesos.

Esta se construye con la colaboración de familiares o miembros de cualquier asociación, mientras que la asesoría del proyecto corre por su cuenta.

En contraste, una vivienda regular construida en 60 metros cuadrados, representa una inversión en los planos, asesoría y materiales de al menos 400 mil pesos en el Distrito Federal.

Mansilla agregó que, además de la vivienda, sus proyectos involucran la creación de un invernadero y un ambiente de trabajo, que se puede utilizar como carpintería o para manufacturar otros productos, los cuales requieren una inversión adicional.
Con 20 años de experiencia en México, el profesional ganó en 2011 el Pentatlón del Hábitat, concurso anual de viviendas ecológicas, sociales y productivas en Bolivia.

Cada vivienda está construida en 90 metros cuadrados, el principal material que se utiliza es tierra estabilizada para adobes, cemento y basura reciclada, la técnica constructiva es artesanal, aunque la competencia es convencional y se hacen casas en serie.

El sistema de construcción es con base en cimbras metálicas circulares que permiten, con una sola pieza construir muchas casas con suelo de cemento, 90 por ciento de tierra y el 10 por ciento de cemento, que usado racionalmente tiene grandes ventajas y también puede utilizarse cal.

Los servicios se conectan a una cisterna para reciclar agua y hay un monoblock de cemento, para resistir la presión.

Las cimbras (moldes de fierro para vaciar cemento y tierra) se recubren con PET reciclado, todo queda encapsulado y cuenta con una propiedad térmica que permite que durante el día se caliente con el sol y en la noche suelte el calor dentro la casa, por lo que no es necesario adquirir aditamentos eléctricos para calentarse.

El cimiento está enterrado a 60 centímetros del suelo y va subiendo a la pared en el mismo estilo, se pule para el acabado final y cuando llega a la altura necesaria inicia el techo plano con canaletas para el desagüe, se cierra en bóveda, la cual es importante para recibir la energía.

“Utilicé un modelo de cuatro metros de diámetro para generar el área de estudio o producción y también la cisterna (depósito de agua) se crea con la misma cimbra de fierro y se estima que en 10 días se puede construir la casa, porque el vaciado es más rápido que pegar adobes”, expuso.

El arquitecto explicó que se trata de una edificación de transición hacia la las fuentes renovables, “una vivienda ecológica tiene que considerar los tres pilares de la sustentabilidad: lo ambientalmente sano, lo económicamente viable y lo socialmente justo, los fractales son una herramienta gráfica para comprender cómo está constituida la naturaleza, es el punto de partida para el desarrollo del concepto arquitectónico”, dijo.

Estas casas son proyectos autosuficientes, porque cada edificación debe resolver cinco necesidades básicas de una familia, consideró, techo, energía, trabajo, conocimiento y alimento, en la región central del país. La forma circular es un método de bioclimatismo que no se opone al viento y permite la ventilación.

Además, tiene una visión holística del mundo, señaló, pues en lo energético, el sistema se divide en agua y energía, el agua se recicla mediante filtros que tratan las aguas de las lavadoras de ropa y el lavaplatos, se procesa la grasa, para pasar por diferentes cámaras y desembocar en macetas de plantas que tienen la propiedad de fijar la materia orgánica en sus raíces.

También existe tratamiento de aguas de lluvias, cuya recolección se realiza mediante tres sedimentadores, así, el agua se filtra y va a la cisterna para ser consumida. Los baños tienen recolectores y los desechos pueden ser usados para abono.

La vivienda cuenta con un panel solar, un aerogenerador (hélice) que produce energía y un biodigestor que procesa los desechos para abastecer a la casa. El abono se emplea para el invernadero, regado por el agua reciclada.

 


Ubicación: http://noticias.arq.com.mx
Autor: Noticias.arq.com.mx
Procedencia: México
Fecha de Publicación: 2015/09/27

 


Lluís Raich es el fundador de Slow Nature Suites, un estudio que diseña viviendas personalizadas, transportables y con un mínimo impacto sobre el entorno.

Cuenta Lluís Raich que se reencontró con su profesión en la lejana Patagonia chilena, mientras estudiaba, con una beca, en la Universidad de Valparaíso. En ese entorno despampanante reflexionó sobre la estrecha vinculación entre arquitectura, naturaleza y sostenibilidad en un tiempo en el que en España el ladrillo había hecho precisamente lo contrario: arrasar un litoral entero y sumir a miles de familias en deudas impagables.

A su vuelta a casa, este catalán de 35 años decidió llevar a los planos el proyecto que rumiaba desde hacía tiempo. Un estudio de arquitectura especializado en viviendas de madera sostenibles, pensadas tanto para particulares como para empresas (especialmente del sector turismo) que buscasen un producto diferente.

Así nació Slow Nature Suites, compañía con escasos meses de vida pero que ya ha sido galardonada en los premios Rethinking the future por su innovador concepto; casas prefabricadas y transportables con el mínimo impacto ecológico, tanto en la fabricación como en su integración con el entorno.

Viviendas personalizadas

El catálogo virtual de esta empresa ofrece hasta 17 tipologías diferentes de viviendas, combinando los módulos principales de todo alojamiento (habitación y baño) con otros cuatro espacios accesorios (salón, estudio, cocina y terraza).

Con todo, Raich explica que su objetivo "es adaptarse a las necesidades de cada cliente y de cada proyecto". Y, además, idear la construcción pensando siempre en dónde estaría ubicada, para buscar el mayor ahorro energético y el máximo disfrute de la naturaleza.

Este joven arquitecto, con varios años de experiencia en otras empresas, explica ilusionado cómo los módulos que ofrecen podrían ser utilizados desde en el claro de un frondoso bosque hasta en un terreno anexo a unas viñas. Con la ventaja de que pueden ser transportados por carretera y cambiados de lugar en cualquier momento, al no estar cimentados sobre el terreno en el que se asientan.

La ilusión del cliente

Raich asegura que, entre sus intenciones, ocupa un lugar primordial cambiar la fría relación que, en muchos casos, une al arquitecto y cliente. Y resume la reflexión detrás de este proyecto con una frase: "queremos que la gente no esté con más miedo que ilusión cuando busca un lugar donde vivir".

Después de pocas semanas de vida, Slow Nature Suits ya está trabajando en un primer encargo. Una exclusiva suite para un conocido hotel de la Costa Brava gerundense. Sin embargo, su fundador asegura haber recibido ya numerosos mensajes de empresas y particulares interesados en trabajar con ellos. El reclamo para vivir en plena naturaleza, en una casa y de un modo diferente, parece que funciona.

Slow Nature Suites


Ubicación: http://noticias.arq.com.mx
Autor: Noticias.arq.com.mx
Procedencia: Chile
Fecha de Publicación:
2015/10/14

 


Skidmore, Owings & Merrill LLP (SOM) ha dado a conocer su diseño para el Departamento de Laboratorio Nacional de Oak Ridge de Energía (ORNL) en EE.UU: un edificio impreso en 3D alimentado por un vehículo también impreso en 3D desarrollado por ORNL. Apodado AMIE, el proyecto se desarrolló en colaboración con ORNL, la Universidad de Tennessee (UT), Clayton Homes, General Electric, Alcoa, NanoPore y Tru-Design. SOM fue capaz de tomar el diseño desde el concepto hasta su finalización en menos de un año.

La combinación de energía móvil con un diseño de alta eficiencia energética y paneles fotovoltaicos (FV), AMIE presenta posibilidades de refugio humano fuera de la red eléctirca. El trabajo previo de SOM, demuestra el uso de la impresión 3D para geometrías complejas orgánicas, el nuevo edificio combina barreras estructurales, de aislamiento, de aire y de la humedad y el revestimiento exterior en una única pieza.

Cada forma-C está pre-tensada con barras de acero a lo largo de su eje débil. El recinto está diseñado para resistir las cargas de acuerdo con el código de construcción. Cada nervio interior alberga paneles atmosféricamente aislados (AIP), los paneles envueltos al vacío proporcionando el mayor aislamiento para el menor espacio.

Energía es proporcionada en tándem por los paneles fotovoltaicos y el generador de gas natural situado en el vehículo impreso en 3D, ORNL. Los paneles fotovoltaicos cargan la batería del edificio cuando los accesorios no están en uso, mientras que el vehículo impreso en 3D proporciona alimentación suplementaria. Un micro-cocina incorporará avanzadas pantallas digitales, superficies de cocción de inducción, grifo y sumideros de residuos de filtrado y un refrigerador debajo del mostrador.

"El consorcio de innovación es un excelente ejemplo de diseño, gobierno, ciencia, universidades y varios socios de la industria trabajando juntos para empujar los límites de la tecnología de la construcción y el diseño de alto rendimiento para resolver algunos de los problemas más apremiantes del mundo en materia de energía y urbanismo" comenta Philip Enquist, el socio de SOM que dirige la práctica de diseño de ciudades globales en la oficina.

Con una combinación de fuentes de energía sustentables y un proceso de fabricación eficiente, AMIE es otro paso y especulación al futuro de la vida fuera de la red eléctrica de las ciudades.

Noticias vía SOM.

 

 

{youtube}RCkQBlFJRN4{/youtube}

 



Ubicación: http://www.plataformaarquitectura.cl
Autor: Eric Oh
Procedencia: Estados Unidos
Fecha de Publicación: 2015/10/13


Estos días la contaminación del aire en algunas ciudades es un gran problema y como resultado, los edificios que ayudan a aliviar el problema están de moda. En los últimos años, sin embargo, los diseñadores han comenzado a ir más allá de la simple reducción de las emisiones de un edificio y han comenzado a trabajar con técnicas que eliminan efectivamente los contaminantes del aire, a través de sistemas como la fachada "fotocatalítica" de Nemesi para el Pabellón de Italia la Expo Milán 2015 que captura y reacciona con la contaminación en presencia de la luz.

 

Sin embargo, en la mayoría de los casos, estas nuevas tecnologías hansido químicas, afectando solamente al aire que entra físicamente en contacto con ellos. ¿Qué pasaría si los edificios tomaran un papel más activo en la tracción de los contaminantes del cielo? ¿Si trabajaran un poco más como una aspiradora? Esto era exactamente la inspiración detrás del Breathe Brick desarrollado por Carmen Trudell, profesora asistente en la Escuela de Arquitectura de Cal Poly San Luis Obispo y fundadora de Both Landscape and Architecture.

Breathe Brick está diseñado para formar parte del sistema de ventilación normal de un edificio, con una fachada de doble capa de los ladrillos con los ladrillos especialistas en el exterior, complementado por una capa interna que proporciona aislamiento estándar. El centro de la función de Breathe Brick es la filtración ciclón, una idea tomada de aspiradoras modernas, que separa las partículas contaminantes pesados del aire y los deja caer en una tolva desmontable en la base de la pared.

El sistema se compone de dos partes principales: los ladrillos de hormigón y un acoplador de plástico reciclado, que ayuda a alinear los ladrillos y crea una ruta desde el exterior hacia el centro hueco del ladrillo. Los propios ladrillos de hormigón disponen de una superficie facetada que ayuda a dirigir el flujo de aire en el sistema y una cavidad separada para su inserción de la estructura de acero.

Breathe Brick puede funcionar tanto con sistemas de ventilación mecánica y pasiva, ya que el ladrillo simplemente suministra aire filtrado en el pleno de la pared; este aire puede entonces ser entregado al interior del edificio a través de equipo mecánico o a través de los respiraderos impulsados por sistemas pasivos tales como la ventilación pila.

En las pruebas de túnel de viento, el sistema se encontró para filtrar 30% de partículas finas (tales como contaminantes del aire) y 100% de partículas gruesas, tales como polvo. Como todo el sistema es relativamente barato, el Trudell postula la Breathe Brick como una manera de reducir los niveles de contaminación en los países en desarrollo, donde la rápida expansión de la industria y las regulaciones ambientales menos estrictas a menudo causan problemas.

 

 


Ubicación: http://www.plataformaarquitectura.cl
Autor: Natalia Yunis
Procedencia: Estados Unidos
Fecha de Publicación: 2015/10/19