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La emergencia destruyó dos edificios, cobró ocho vidas y dejó a decenas sin hogar


Un mes después de la trágica explosión que derribó dos edificios en El Barrio, segando la vida de ocho personas y desplazando a más de un centenar de familias, la angustia y la incertidumbre no han desaparecido entre los afectados directos. Varios inquilinos de los inmuebles destruidos se quejan de que la ayuda económica prometida no les ha llegado, las soluciones permanentes de vivienda no son accesibles para todos y la comunicación con las organizaciones y agencias municipales es deficiente.

 

El Fondo del Alcalde para el Avance de la Ciudad de Nueva York, que concentró los esfuerzos recaudatorios de la municipalidad, reunió $330,000 en donaciones de individuos y organizaciones públicas y privadas para ayudar a las 16 familias que vivían en los edificios colapsados, situados en el 1646 y 1644 de Park Avenue, así como a los vecinos y negocios desplazados de las cercanías. Dicho fondo, que utiliza la ciudad para causas públicas, está presidido por Chirlane McCray, esposa del alcalde Bill de Blasio.

 

La ciudad determinó que el dinero fuera distribuido por la organización sin fines de lucro Safe Horizon, pero distintas víctimas dicen que han recibido poca o ninguna ayuda y que las consultas realizadas no son devueltas con respuestas concretas.

 

"Dijeron que la ayuda llegaría, pero que aún la están reuniendo y gestionando. No me especificaron siquiera qué tipo de ayuda iba a recibir, ni cuándo", señaló el dominicano Carlos Pérez (48), quien vivía en el último piso del 1646 de Park Avenue y salvó su vida porque el día de la fatídica explosión salió media hora antes de su casa. "No me puedo estancar y tengo que empezar a salir adelante. No puedo esperar más".

 

Pérez, que compartía apartamento con un amigo que era el titular del contrato de alquiler, solicitó un nuevo apartamento al Departament of Housing Preservation and Development (HPD), la agencia municipal encargada de proveer vivienda transitoria a los afectados, pero tampoco ha tenido éxito.

 

"Me dijeron que no calificaba para un subsidio porque ganaba $46,000 al año, y que no había ninguna seguridad de que iba a obtener una vivienda de la ciudad", manifestó el hispano, que pernocta desde hace un mes en su lugar de trabajo, una fábrica de pianos en El Bronx.

 

El ecuatoriano Carlos Carabajo (52), que vivía en el cuarto piso del edificio, aceptó una vivienda que le ha ofrecido HPD esta semana, pero dijo que el proceso ha sido largo y dificultoso.

 

"Rechacé dos apartamentos que me ofrecieron porque estaban en mal estado, al igual que los edificios", explicó Carabajo. "Los pisos eran viejos y tenían fugas de agua. Además, en uno de los edificios, se sentía un fuerte olor a marihuana que salía de un apartamento. No estaba dispuesto a vivir en esas condiciones".

 

HPD indicó que Pérez no estaba registrado como inquilino de ninguno de los edificios derruidos y que hubo que recurrir a una organización comunitaria para obtener una vivienda para Carabajo, ya que sus ingresos excedían los límites fijados por la ciudad para ofrecer apartamentos bajo subsidio.

 

La agencia tiene registrados a 12 inquilinos de los dos edificios colapsados. Cinco de ellos están ubicados en vivienda temporal, seis han buscado su propia vivienda y sólo a Carabajo se le ha encontrado de momento una vivienda permanente.

 

Al igual que Pérez, el ecuatoriano aseguró no haber recibido todavía ninguna ayuda económica de Safe Horizon, ni de las campañas de recaudación independientes que se realizaron en favor de los damnificados. El pasado 3 de abril, el conocido chef del restaurante Red Rooster, Marcus Samuelsson, organizó una fiesta en beneficio de las víctimas, por la que —según algunas fuentes— cobraron $350 la entrada.

 

Otra víctima directa, que prefiere mantenerse en el anonimato, relata que después de haber encontrado una casa recibió $1,500 en ayudas de Safe Horizon para comprar muebles, además de la cantidad equivalente a un mes de depósito y otro de alquiler del nuevo apartamento. Aquellos que han sufrido la pérdida de un ser querido recibirán también ayuda para gastos funerarios.

 

Hasta el momento, la mayor ayuda económica ha provenido de ConEdison. Las víctimas consultadas dijeron haber recibido compensaciones económicas de la compañía entre $2,000 y $6,000, dependiendo del caso. La compañía confirmó que alrededor de 90 afectados, entre heridos y desplazados, han recibido ayudas para gastos de emergencia.

 

Demandas

 

Carabajo y otro inquilino del edificio que prefiere no dar su nombre han dado los pasos preliminares de una demanda contra la ciudad por daños. El abogado que los representa, Stavros Sitinas, dijo que esta misma semana presentó la notificación de reclamación, que es el primer paso para pedir compensación por pérdidas mortales y materiales, y que debe hacerse antes de que transcurran 90 días desde el accidente.

 

Sitinas no espera llegar a un acuerdo inmediato, ya que la investigación que la agencia federal National Transportation Safety Board (NTSB) está realizando sobre las causas últimas del accidente puede demorar hasta un año.

 

La inspección preliminar de NTSB reveló que había pequeños escapes de gas en el subsuelo de los edificios, pero no hay fecha aún para que se den a conocer los detalles finales de la investigación.

 

"Si NTSB halla que la ciudad y Con Edison son responsables de la explosión por negligencia, me extrañaría que no se llegue a una solución rápida", sostuvo el abogado. "Estamos hablando de personas que lo han perdido todo y sólo reclaman lo que es justo. Ni más ni menos".

 

La familia de Griselde Camacho, una de las víctimas mortales, también presentó una demanda contra la ciudad. Reclaman $20 millones en indemnización por Camacho y otros $20 millones por su madre, Carmen Quiñones, que resultó herida grave y aún continúa hospitalizada.

 

La otra víctima que sigue hospitalizada, el adolescente mexicano Óscar Hernández, se mantiene en situación estable, según el Consulado de México en Nueva York.

 

Lo que dice la ciudad


Gabrielle Fialkoff, directora de Estrategias del Fondo del alcalde, hizo las siguientes declaraciones respondiendo algunas inquietudes de los damnificados.

 

“La ayuda del Gobierno toma tiempo. Hemos recogido $395,000. Contratamos a Safe Horizon que hace la mayoría del trabajo, incluido la consejería. 346 familias han pedido ayuda, no esperábamos tantas peticiones. 86 familias están en manejo de casos. Hemos dado $56,000. Tenemos $60,000 en proceso antes del fin de semana. Vamos a invertir $100,000 en seguros”.

 

“Hay un proceso de aplicación y análisis con Safe Horizon y eso toma tiempo. Tenemos que poder en marcha protocolos. Si la gente está en el proceso, ellos deberían recibir ayuda pronto. Muchas de la gente con las que has hablado nos están registradas con nosotros, por lo cual es difícil de ayudarlos”.

 

“Las necesidades siempre van a ser mayores que lo que podemos hacer. Pero lo que estamos haciendo es priorizar. Queremos garantizar que la gente de los dos edificios tenga un buen comienzo para empezar de nuevo. Además le vamos a dar muebles y comida a 46 familias evacuadas de los otros edificios”.

 

”Muchas de las peticiones requieren discusión sobre la manera como quieren la asistencia. No es tan simple como Safe Horizon escribiendo cheques, requiere una conversación. Entre más opciones les demos a las personas, más satisfactorio será el proceso”.

 

Las lecciones para De Blasio

 

Bill de Blasio: "Considero que nuestro equipo hizo un buen trabajo encontrando maneras de juntar todas las piezas bien rápido y la rapidez con la cual las viviendas estuvieron disponibles fue un paso muy importante. En términos de lecciones aprendidas, tenemos mucho trabajo educativo por hacer. Debemos educar a las personas sobre la importancia de reportar el olor a gas. Vamos a trabajar en todo lo posible, en intensificar nuestro esfuerzo para reemplazar cualquier pieza de infraestructura que tenga defectos. Las tuberías de gas no son nuestras, son de Con Ed y National Grid, pero seguiremos trabajando con ellos en cuanto al mejoramiento de la infraestructura".

 

"Si recuerdas, hubo un reporte que salió poco antes de la tragedia; el reporte sobre problemas en nuestra infraestructura del Center for Urban Future. Entendemos que hay grandes retos con nuestra infraestructura, y nuestro deber es usar los recursos como mejor sea necesario considerando que Washington nos ha privado de muchos recursos que se necesitan".

 

 

 


JUAN MATOSSIAN - JOAQUÍN BOTERO / La Opinión

Página Web - 2014/04/11

Fuente: http://www.laopinion.com


En la década de 1960 el antiguo Teatro Martí de La Pequeña Habana sirvió como una casa cultural para familias y artistas del exilio cubano.

 

En el edificio sobre la 430 de la avenida 8 del suroeste se presentaron desde el comediante Leopoldo Fernández “Tres Patines” hasta la bolerista Olga Guillot. Pero con el tiempo el teatro cerró sus puertas, y el edificio fue decayendo hasta llegar a acumular decenas de violaciones de los códigos municipales de seguridad. En 1998 pasó a ser propiedad de Miami luego de que su dueño acumulara una deuda millonaria con la Ciudad.

 

El local fue demolido en el 2006, quedando en su lugar un terreno baldío rodeado con una malla metálica.

 

Pero el área del viejo teatro encontró otro destino.

 

El miércoles la Ciudad de Miami inauguró allí el edificio Teatro Martí Affordable Rental Housing, de cuatro pisos y 27 apartamentos para personas de bajos ingresos que sean mayores de 65 años . Todas las unidades de una y dos habitaciones ya están rentadas. El proyecto de unos $3 millones fue costeado con dinero de programas federales, de acuerdo con el comisionado municipal Frank Carollo, cuyo distrito comprende esa zona.

 

“Este sitio es muy especial porque fue un símbolo cultural para inmigrantes cubanos que iniciaron su nueva vida en esta ciudad”, dijo Carollo durante la inauguración. “Ahora es el nuevo hogar para otras familias y ayuda a corregir la gran necesidad de viviendas asequibles que existe en esta comunidad”.

 

Los nuevos residentes se mudaron al el martes. Fueron elegidos de una lista de espera tras un proceso de solicitud que empezó el año pasado. Todos pagarán una renta mensual de acuerdo con sus ingresos.

 

Juana Fernández y Genaro Pérez son dos de los nuevos inquilinos. Los esposos vivían en otro edificio en La Pequeña Habana, en un apartamento de un dormitorio por el que pagaban $800 mensuales. En su nuevo hogar pagarán $535.

Fernández, de 80 años, dijo que que está contenta de vivir en un lugar más nuevo y mas cómodo. Recordó que hace años, cuando aún estaba el Teatro Martí, llevó a su hija allí a recibir un reconocimiento.

 

“Para nosotros era un teatrico lindísimo”, dijo Fernández, quien llegó de Cuba hace más de 40 años. “Pero ahora estamos felices de que sea nuestra nueva casa”.

 

El edificio fue construido por la compañía inmobiliaria Biscayne Housing Group y será administrado por la empresa Royal American Management, que gerencia varios complejos de viviendas asequibles en el Condado Miami-Dade.

 

“Podemos ver que la necesidad de viviendas costeables es grandísima en el área”, dijo Sue Dilone, una empleada de Royal American, que administrará los apartamentos Teatro Martí. “Con cada nuevo edificio las listas de espera se llenan rápidamente”.

 

Esteban Morejón y Ana López vieron el anuncio de las nuevas viviendas en frente del edificio cuando aún estaba en construcción. La pareja que llegó de Cuba hace 14 años, vivía en otro complejo de La Pequeña Habana donde pagaban unos $600 al mes por un dormitorio. Ahora pagaran poco más de $500.

 

“Me gusta todo aquí”, dijo López. “Los apartamentos son amplios y lindos y no nos tuvimos que ir del vecindario”.

 

 

 


BRENDA MEDINA / El Nuevo Herald

Página Web - 2014/04/10

Fuente: http://www.elnuevoherald.com


Un estudio del BID propone incentivar la oferta del arrendamiento y cambios en el mercado de la renta para solventar los problemas habitacionales


Ante la disyuntiva entre alquilar o comprar una vivienda, la balanza suele decantarse por la segunda. La posibilidad de capitalizar la inversión que se destina a un piso en propiedad es una de las razones que determina la prevalencia generalizada de la vivienda propia, una tendencia que se repite en América Latina, donde la tasa de propiedad alcanza el 65%, muy similar al promedio del resto del mundo, donde siete de cada 10 hogares son propietarios. El estudio Se busca vivienda de alquiler, que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) publica este martes, apela por un cambio en esa dinámica e insiste en la importancia de impulsar el mercado del alquiler en la región como alternativa para resolver el déficit habitacional del hemisferio.

 

En América Latina, uno de cada cinco hogares alquila su vivienda, lo que equivale a un total de unos 30 millones de familias, de acuerdo con el documento del BID, una proporción que aumenta en Republica Dominicana y Colombia, donde la cifra se acerca a uno de cada tres –Colombia (38%) es el país donde más se arrienda, tres de sus principales ciudades, Bogotá, Cali y Medellín, se encuentran, junto con Quito y Santo Domingo, a la cabeza de localidades donde más se alquila, superando el 35%-. Paraguay, Venezuela y Perú, con un porcentaje de entre el 10% y el 15%, y Nicaragua, que no llega ni al 10%, son los Estados con menor número de inquilinos.

 

El estudio defiende la importancia de impulsar la política de vivienda incentivando la oferta y la demanda de alquiler y modificando los marcos regulatorios del mercado para reducir los problemas de hacinamiento, la ausencia de servicios básicos, la mala calidad y la informalidad, los principales déficits cuantitativos y cualitativos de los sistemas habitacionales de la región.El 37% de los hogares de América Latina – 54 millones de familias- sufren algún tipo de carencia en sus casas, a los que hay que sumar los nueve millones que residen en viviendas inadecuadas o irreparables o que carecen de ella.

 

Contrariamente a lo que se podría pensar, en América Latina el mercado del alquiler no es una opción restringida a las familias con menos recursos, ni quienes arriendan son grandes propietarios. “En algunos países de nuestra región, la tendencia a alquilar aumenta con los ingresos de los hogares y en otros está concentrada en los segmentos medios”, explica Andrés Blanco, especialista en gestión fiscal y municipal del BID y coautor de Se busca vivienda de alquiler.

 

De acuerdo con el informe, en Chile y Perú, la tasa de alquiler aumenta cuando crecen los ingresos, en Brasil y Argentina no existe una relación específica entre estas variables, mientras que en Colombia y México, la opción de arrendar se extiende entre las clases medias y disminuye entre los que tienen menos y más recursos. “Esto se explica por las altas tasas de informalidad de la vivienda, que permiten a las familias de escasos ingresos acceder a la propiedad, aún cuando no sea de la mayor calidad o la mejor ubicación”, señala Blanco.

 

Quienes alquilan, contrariamente, también, a la pauta del resto del mundo, no son los más ricos o quienes más casas poseen en propiedad. La situación soicoeconómica de los arrendadores en América Latina es diversa, con una mínima presencia de grandes inversores inmobiliarios y una importante oferta de titulares de una sola vivienda. En Chile, por ejemplo, el 80% de quienes alquilan sólo posee una propiedad y el 10%, dos. Este espectro se repite en otras grandes ciudades de la región, como Sao Paulo, donde solo el 1% del mercado de alquiler está manejado por firmas especializadas.

 

En la región, por lo general, tal y como se desprende del estudio, el arrendador y el arrendatario pertenecen a la misma clase social. Los grupos que se decantan por el alquiler son los jóvenes, los divorciados y los inmigrantes. Las viviendas que se ofrecen en arrendamiento presentan, además, mejores condiciones en términos de infraestructura que las que se poseen en propiedad, debido, como antes apuntaba Blanco, a la informalidad.

 

Las características específicas que rodean al alquiler en América Latina, unidas a los altos costes de la transacción de la compra-venta –los legales, los del registro o los pagos a intermediarios llegan a un 11% del valor medio de la vivienda-, los relacionados con los del mantenimiento y los impuestos, son razones suficientes que invitan a complementar las políticas de vivienda de los Gobiernos con las de arrendamiento. “Es una buena recomendación si consideramos las ventajas para la sostenibilidad fiscal y para desincentivar el desarrollo periférico de la ciudad”, indica Vicente Fretes, jefe de la División de Gestión Fiscal y Municipal del BID y otro de los responsables del estudio.

 

Algunas de las medidas que allí se proponen apuestan por disminuir los tiempos antes de alquilar una vivienda tras un desalojo o por la creación de un sistema de garantías de alquiler.

 

 

 


EVA SAIZ / El País

Página Web - 2014/04/07

Fuente: http://economia.elpais.com


Vecinos de la comunidad de Bushwick salieron a las calles a marchar en protesta contra los caseros negligentes que violan los códigos de vivienda y acosan a los residentes del área.


En el edificio donde reside José Alvarado (46) con su familia, las ventanas del primer piso están selladas con láminas de madera con un letrero que dice: "Keep Out" (Aléjese).

 

Y este letrero simboliza lo que —según los inquilinos— ha estado haciendo el casero Joe Fragala en este inmueble, localizado en el 1418 de la avenida Dekalb, Bushwick, Brooklyn, uno de los barrios más afectados por la gentrificación. Alvarado indicó que hace dos años, el casero les envió una carta diciéndoles a las seis familias (tres mexicanas, dos puertorriqueñas y una ecuatoriana) que les iba a aumentar el alquiler en unos $600, y si no lo aceptaban enfrentaban el desalojo.

 

De las seis familias, cinco aceptaron dinero del casero, quien les pagó de $5 mil a $7 mil para que entregaran sus apartamentos y se marcharan. Ahora sólo queda Alvarado, quien reside con su esposa María Pucha y sus hijos Bryan (7) y Anthony (5). Fragala le ofreció $20 mil para que se fuera, según Alvarado.

 

"Pero nosotros no hemos aceptado el aumento del alquiler porque es ilegal y estamos peleando en corte para que no nos desalojen", dijo Alvarado, quien paga $1,100 de alquiler. "El casero ha cubierto las ventanas con plywood para darle al edificio la apariencia de abandonado y la policía me ha parado dos veces pensando que soy un intruso", señaló el inquilino.

 

A este problema se añade la falta de mantenimiento que Alvarado, como trabajador de la construcción, ha remediado en parte porque —según dijo— él mismo ha tenido que reparar y pintar para mantener su vivienda habitable.

 

"A mi hijo Bryan le encontraron plomo en la sangre y tuve que quitar la pintura y pintar mi apartamento para proteger a mis hijos", dijo Alvarado.

 

Decenas de residentes de Bushwick partieron desde el edificio donde vive Alvarado y marcharon por las calles del barrio hasta el 324 la avenida Central, en protesta contra los caseros negligentes que violan los códigos de vivienda y acosan a los residentes del área.

 

Luis Henríquez, abogado de Se Hace Camino Nueva York, organizadora de la marcha, dijo que el propósito de la manifestación "es llamar la atención pública, en anticipación al 1 de mayo, que es cuando el alcalde De Blasio va a anunciar su plan de vivienda, que incluye la construcción de 200 mil nuevas unidades asequibles".

 

"Queremos que esas viviendas sean realmente asequibles, no para personas con ingresos de clase media, sino para personas pobres y trabajadoras", dijo Henríquez. "También queremos pedirle al alcalde que luche por la preservación de la vivienda, ya que las viviendas bajo alquileres protegidos se están perdiendo, como en Bushwick, donde están llegando caseros que usan tácticas de hostigamiento, de no reparar, etc.", agregó el activista.

 

La congresista Nydia Velázquez, quien participó en la marcha, dijo que muchos caseros que dejan de reparar sus edificios para obligar a los inquilinos a irse "deberían estar en la cárcel" y prometió usar "todas las herramientas a su alcance para solucionar el problema"."Muchos neoyorquinos gastan el 50% de sus ingresos en alquiler y, sin embargo, tienen que vivir en malas condiciones debido a caseros negligentes y eso no puede seguir así", dijo.

 

Raquel Navas, quien desde hace 24 años reside junto a su familia en el 98 de la calle Linden, mostró un cartel con fotos de su cocina y su baño totalmente desmantelados.

 

"El nuevo dueño del edificio, que lo compró en marzo de 2013, nos dijo que nos iba a reparar la cocina y el baño. Vinieron trabajadores, destrozaron todo en dos horas, y ya llevamos diez meses esperando que reparen", dijo Navas, quien tiene que ir al apartamento de un vecino a usar la cocina y el baño. "Nosotros pusimos la queja en la ciudad y lo llevamos a la corte", señaló.

 

Mensajes dejados a Joe Fragala, el casero de Alvarado, no fueron contestados hasta el cierre de esta edición.

 

Otra inquilina afectada es Lilian Cabrera, quien lleva 26 años residiendo en el 121 de la avenida Irving.

 

"A las dos semanas que los nuevos caseros (Silver Short Properties) compraron el edificio, nos cortaron el agua caliente y la calefacción, llamamos a la ciudad y a los bomberos, y apareció el casero anterior y rompió la laca y nos puso de nuevo los servicios", dijo Cabrera. "Mi apartamento está en malas condiciones, hay paredes rotas, filtraciones y el casero no repara. Si lo que quiere es sacarme, no lo va a con seguir", sostuvo.

 

En la última lista de los peores caseros de la ciudad, publicada por la oficina del Defensor del Pueblo, Brooklyn aparece en primer lugar con 207 de los peores caseros, seguido de El Bronx con 110, Manhattan con 41, Queens, con 20, y Staten Island con 4.

 

La ciudad de Nueva York pierde más de 10,000 apartamentos bajo alquileres regulados cada año. Desde 1997, se han perdido más de 300,000 unidades.

 

Las leyes de alquileres controlados protegen a los inquilinos contra aumentos masivos de alquiler y proveen protección contra desalojos sin causa. Más de 2 millones de neoyorquinos dependen de estas leyes para mantener sus alquileres a niveles asequibles.

 

En las Cortes de Vivienda de Nueva York, donde se radican cerca de 300,000 demandas de desalojo al año, más del 98% de los caseros son representados por abogados mientras que el 90% de los inquilinos no cuentan con representación legal.

 

Sonia Medrano, de la NY Community for Change, dijo que ellos les dan asesoría legal a inquilinos de Bushwick, pero la demanda es tan grande que a su organización llegan hasta 18 quejas al día, "por falta de calefacción, de reparación, de aumento de alquiler ilegal".

 

 

 


JOSE ACOSTA / La Opinión

Página Web - 2014/04/07

Fuente: http://www.laopinion.com


Decenas de activistas y personas que padecen de VIH/SIDA llegaron hasta la Alcaldía de Nueva York para celebrar la aprobación de un plan de subsidios de viviendas para personas que padecen la enfermedad. La iniciativa establece que los pacientes con VHI/SIDA que reciben asistencia pública sólo tengan que pagar un 30% de sus ingresos en el arrendamiento de los espacios. "Con este acuerdo, no sólo aseguramos el trato justo y equitativo de personas con VIH/SIDA de bajos recursos, sino que es también un primer paso para reducir el creciente número de desamparados en esta población", dijo Daniel Tietz, director ejecutivo de la organización AIDS Community Research Initiative of America (ACRIA).

 

Según los activistas, los enfermos de bajos recursos pagan hasta un 70% del dinero que reciben en ayuda pública por un techo donde vivir.

 

La medida ya había sido introducida hace cuatro años en la Legislatura estatal, pero el entonces alcalde Michael Bloomberg se opuso y, eventualmente, fue vetada por el gobernador David Paterson.

 

La iniciativa fue reintroducida por el gobernador Andrew Cuomo y el alcalde Bill de Blasio en febrero pasado, y fue aprobada como parte del presupuesto estatal esta semana.

 

Se estima que unas 10,000 personas se beneficiarán de este programa.

 

 


MARLENE PERALTA / La Opinión

Página Web - 2014/04/04

Fuente: http://www.laopinion.com