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Estudio revela que el Estado Dorado tiene una de las tasas más elevadas del país

 

Cada jueves, Esteban Rubio acude al banco de comida de CityLink de la ciudad de Fontana para abastecerse de lo necesario: pan, proteína, lácteos, frutas y vegetales.

A sus 67 años de edad, tiene un un ingreso de 890 dólares al mes pero al tener que pagar 725 dólares por el alquiler de su departamento, además de gastos personales y básicos, este hombre depende de la ayuda comunitaria para subsistir.

Pensionado desde hace varios años, Rubio padece hoy de artritis, una enfermedad que al causarle dolor y rigidez en las articulaciones también le dificulta trabajar.

“Gracias a esta ayuda [comunitaria] comemos yo y mi esposa. La pensión no me alcanza para mucho así es que dependo de la donación de comida para vivir… La situación económica cada vez está más difícil pero ahí la vamos llevando”, comentó mientras esperaba a que los voluntarios del lugar le suministren alimentos.

Según Víctor Arias, encargado del programa de repartición de comida, cada semana asisten a más de 800 familias ya que además del banco de comida un grupo de voluntarios sondea la zona para repartir comida entre los
desamparados de la región.

“Sin duda alguna, el problema está aumentando. Todo está cada vez más caro y el poco ingreso que reciben estas familias se va en renta y gastos básicos”, dijo el encargado, de 33 años de edad.

A 15 millas al este de Fontana, en la ciudad de San Bernardino, radica Dolores Gómez. Ayer, la mujer de 75 años, acudió a la repartición de comida y ropa provista por la organización Caridades Católicas.

Sin ingreso mensual fijo y con alquiler mensual de 1,500 por una casa que, según indica, “está por caerse”, Gómez depende de la donación para comer, vestir y calzar.

“Sobrevivo gracias a Dios y a la poca ayuda que me da mi hijo. Trabajo en lo que sea, trabajé toda mi vida, fui la mil usos, pero por cuestiones del destino no he podido resolver mi problema con el Seguro Social”, cuenta.

Y mientras escogía una blusa y agarraba pan de molde, asegura que no recibe nada del gobierno. “Más bien recibo mucho de las organizaciones caritativas”, comentó.

El techo: el Talón de Aquiles

Rubio y Gómez son solo dos de 7.5 millones de Californianos —19% de la población— que no cuentan con recursos económicos suficientes para cubrir los costos de las necesidades básicas, convirtiendo el estado en el más rico y más pobre del país a la vez.

Datos revelados esta semana por California Budget & Policy Center indican que California continúa teniendo una de las tasas de pobreza más elevadas en el país, estadísticamente empatada con los estados de Florida y Luisiana.

El estudio denominado Labor, Ingreso y Pobreza, elaborado por los expertos Sara Kimberlin y Esi Hutchful, indica que uno de los factores principales de la pobreza son los elevados precios de vivienda.

En California, más de la mitad de los arrendatarios pagan más del 30% de sus ingresos a la vivienda y casi un tercio de ellos está gravemente cargado de deudas ya que deben pagar más de la mitad de sus ingresos para mantener un techo.

¿Y los legisladores?

“Con casi 1 de cada 5 residentes (20%) que todavía lucha contra la pobreza, incluso cuando la tasa de desempleo ha disminuido sustancialmente desde la Gran Recesión, los californianos necesitan un fuerte apoyo de los líderes estatales y nacionales para permitir que más personas participen en los recientes avances de la economía”, indicó el estudio.

Sin embargo, las propuestas de los legisladores federales cambiarían los apoyos públicos clave de maneras que reducirían el apoyo a familias y personas que luchan contra la pobreza, añadió el estudio.

De hecho, el Congreso está considerando una propuesta para recortar fondos e imponer nuevos requisitos de trabajo a las personas que reciben asistencia alimentaria a través del programa de Asistencia de Nutrición Suplementaria (SNAP), como parte de la Ley Agrícola que se espera se apruebe este mes.

Exacerbando la situación, la administración del presidente Donald Trump propuso una nueva regla de “carga publica” para los inmigrantes que soliciten la residencia, algo que pondría en serio riesgo la posibilidad de obtener la residencia permanente.

Bajo la regla todo inmigrante que haya recibido o esté recibiendo asistencia pública podría no calificar para alivios migratorios.

“Estos cambios de política propuestos darían como resultado un menor número de familias y personas que accederían a los apoyos públicos que necesitan para satisfacer las necesidades básicas críticas, lo que probablemente aumentaría la ya inaceptablemente alta tasa de pobreza de California”, señaló el reporte.

Otro factor que aumenta el precio de vivienda en California es la Proposición 13, aprobada por los votantes en 1978. Ésta limita los ingresos de impuestos sobre vivienda a las municipalidades lo que significa que para las ciudades es más valioso construir centros comerciales o bodegas que complejos de vivienda.

Hoy ya existen esfuerzos por reformar esa proposición.

La enmienda “Ley de financiación de las escuelas y las comunidades locales de California”, propuesta por la organización Escuelas y

Comunidades Primero, ha recibido más de 860,000 firmas y podría calificar para estar en la boleta en las elecciones de noviembre de 2020.

La enmienda resultaría en que compañías con 50 o más empleados pagarán $11,000 millones adicionales por año en impuestos a la propiedad para beneficio de las comunidades y escuelas locales.

Rubio y Gómez pertenecen a un sector de la población directamente impactado por la problemática: la comunidad de la tercera edad.
Según la Fundación familiar Kaiser, en Washington DC., 1 de cada 5 personas de la tercera edad en California viven en la pobreza. “Al menos de hambre no nos morimos”, concluye Gómez con resignación.

 

 


Alejandro Cano / La Opinión

Página Web -2018/09/14

Fuente: https://laopinion.com/


Cuando el huracán Irma se abalanzó sobre Florida el año pasado, las compañías de seguros sabían que no estaban listas. El desastre que causó el huracán Harvey se llevó a Texas a la mayoría de la población ambulante de tasadores encargados de valorar los daños de las tormentas.

Ante la disyuntiva de enviar trabajadores inexpertos a contabilizar el número de techos rotos y paredes enmohecidas o no enviar a nadie, las compañías presionaron al estado para que relajara los estándares de contratación. Bajo una declaración de emergencia firmada por el gobernador Rick Scott, el estado relajó las regulaciones sobre quién podría trabajar como tasador. Eso permitió a las compañías de seguros contratar a todos los que pudieron para que comenzaran a evaluar el desastre.

El resultado, un año después de Irma: decenas de miles de floridanos todavía están esperando el dinero para arreglar sus hogares, y miles más han demandado a sus compañías de seguros, incluida Citizens Property Insurance Corporation. Gran parte de la culpa, según muchos expertos de la industria, recae en los equipos de tasadores no especializados que malograron, complicaron y retrasaron el proceso de reclamaciones.

“No había suficientes personas para hacer el trabajo y algunas no sabían lo que estaban haciendo”, dijo Nancy Domínguez, gerente de la Asociación de Tasadores de Seguros Públicos de la Florida. “Entiendo que tuvieron que enfrentar el asunto. No puedes esperar seis meses para ir a la casa de alguien. Pero al mismo tiempo, eso perjudicó a los asegurados”.

Citizens, la aseguradora en casos de tormentas más grande del estado, reconoció haber contratado tasadores menos calificados, pero el portavoz Michael Peltier restó importancia a la idea de que la avalancha de contrataciones de último minuto fue un problema a la hora de resolver los reclamos. En la parte sur de Los Cayos, donde Irma tocó tierra, señaló el costo oneroso de la construcción y la falta de mano de obra calificada como los mayores obstáculos para la reconstrucción y reparación de viviendas.

Los propietarios afectados en Los Cayos coinciden en que son factores contribuyentes, pero están enojados con las aseguradoras que se supone deben ayudarlos a recuperarse de los desastres naturales. En cambio, muchos se quejan de pleitos frustrantes, costosos y largos que les han retrasado o les han impedido regresar a sus casas.

La burocracia y los seguros

El doctor Doug Mader, un veterinario de Marathon, espera que pasará más de un año antes de que él y su esposa puedan regresar a su hogar en Long Beach Drive, en Big Pine Key, gracias a lo que él califica de “una de esas pesadillas con la compañía de seguros”.

Irma le arrancó las puertas y ventanas en la planta baja de la casa y destrozó todo adentro, incluyendo los cimientos. La pareja ahora vive en la casa de vacaciones de un vecino al otro lado de la calle.

Es solo un lote vacío, que miramos todas las mañanas cuando nos despertamos”, dijo.

 

Tomó cinco visitas por separado de los tasadores de seguros y la orden de un juez para llegar a ese punto. Y por la demolición Mader, de 61 años, recibió una carta de su aseguradora, Homeowner’s Choice, amenazándolo con cargos criminales, a pesar de que obtuvo el permiso de un tribunal para desmantelar la casa.

Ahora Mader, como otros miles de floridanos, está metido en una batalla judicial contra su compañía de seguros. Su reclamo está “abierto”, lo que significa que la compañía de seguros está en el proceso de agregar nueva información sobre la propiedad y podría pagar más. Un reclamo cerrado significa que la compañía de seguros ya no paga por más reparaciones.

De acuerdo con la Oficina de Regulación de Seguros de la Florida, más del 90 por ciento de las reclamaciones de Irma están cerradas. Cerca de un millón de reclamaciones que cubren más de $10,400 millones en pérdidas fueron presentadas desde la tormenta de septiembre del 2017, lo que significa que aproximadamente 100,000 siguen sin resolverse un año después del huracán.

Domínguez dijo que la cantidad de propietarios que siguen teniendo problemas con los seguros es aún mayor. En sus décadas de experiencia como tasadora pública (los propietarios de los consultores externos solicitan una evaluación de daños independiente) dijo que ha visto a las compañías de seguros clasificar las reclamaciones como cerradas antes de que todos los cheques se envíen a los asegurados.

“En el momento en que hacen ese primer pago, el reclamo se cierra enseguida”, dijo. “Desafortunadamente es algo que estamos viendo más a menudo. Ha estado pasando por años”.


Citizens Property Insurance Corporation ha reabierto casi la mitad de sus 70,000 reclamos por Irma, y casi 10,000 casos permanecen abiertos y sin resolver. El portavoz de Citizens, Peltier, dijo que la reapertura de casos no es inusual, incluso en ese volumen, pero defensores como Domínguez dijeron que el proceso de cierre puede causar retrasos y confusión con los propietarios.

Algunos dueños de pólizas notan que su reclamo está cerrado y suponen que no tienen otras opciones, dijo. Otros recurren a tasadores públicos o abogados para reabrir el reclamo, lo que generalmente significa que el reclamo se reasigna a un nuevo empleado de la compañía de seguros, otra demora.

Otras veces la compañía de seguros simplemente no responde.

“Envías de cuatro a cinco cartas certificadas, no recibes respuesta. Envías cientos de correos electrónicos, no recibes respuesta “, dijo Joseph Charrier, un tasador público profesional sénior de National Fire Adjustment. “Solo estás creando un caso futuro para los abogados. Les entregas la caja con todos los documentos y les dices ‘vayan tras ellos’”.

El laberíntico proceso de reclamaciones de seguro es particularmente desconcertante para los que presentan un reclamo por primera vez. Melinda Goodro, de 38 años, y su esposa compraron su casa de Cayo Largo nueve meses antes que pasara Irma. La tormenta les arrancó un trozo al techo y el agua de lluvia corrió como una cascada por las tres plantas de la vivienda.

Goodro, que tenía una póliza de seguro con Citizens, supuso que el proceso sería sencillo. Un año después, la pareja y su pastor alemán Qynn, de 4 años, todavía viven en un remolque Alpha Wolf frente a su casa. No creen que puedan regresar a su hogar por al menos otro año.

“Solo para vestirse e ir a trabajar es: ‘¿dónde está esto? ¿Eso tiene moho?’”, dijo. “Es como estar en un campismo eterno”.

El primer tasador de Citizens le dijo a la pareja que no podía hacer una valoración precisa hasta que alguien entrara y tratara la casa por los daños causados por el moho. Después del tratamiento, Citizens nunca envió un segundo tasador. La compañía informó a la pareja que pagaría $53,000 por los daños.

Finalmente encontraron un contratista (no es fácil en unas islas donde la mayoría de los contratistas tienen una larga lista de espera por las reparaciones de Irma), quien dijo que la casa necesitaba reparaciones por $85,000. Quería un depósito de $18,000 para comenzar.

Los $53,000 de Citizens fueron a parar a Wells Fargo, dueño de la casa. El banco le dijo a Goodros que solo emitiría un cheque inicial de $10,000, no los $18,000 que el contratista pedía. Nadie iba a cambiar esa cifra: ni el banco, ni el contratista, ni Citizens.

Mientras tanto, las Goodros siguieron pagando la prima de su seguro, las cuotas de su hipoteca y el permiso para su tráiler sin saber cuándo todo terminaría. Eventualmente, la compañía de su contratista fracasó y se llevó los $10,000. Un nuevo contratista dijo que en realidad los daños eran por $211,000, y Wells Fargo no desembolsará los próximos $30,000 del pago de Citizens hasta que la casa esté reparada al menos en un 50 por ciento.

Han recurrido a un abogado, convirtiéndose en una de las más de 5,400 demandas presentadas contra la compañía por reclamaciones de Irma. Pero las deposiciones no comenzarán por lo menos hasta octubre. Eso significa otro año más en el tráiler, y ver menguar sus ahorros mientras esperan tener suficiente dinero para pagarle a un contratista que comience los trabajos.

“Básicamente se trata de poner a las personas en una posición en la que se preguntan ‘¿Por cuántos meses más podremos pagar todos estos gastos adicionales solo por vivir? ¿Cuándo tendremos que considerar ir a la bancarrota?”, dijo. “Todos los días nos acercamos más y más [a ese punto]”.

Miles siguen esperando sus cheques

Un año después del huracán miles de floridanos, principalmente en Broward y Miami-Dade, esperan los cheques de sus compañías de seguros, pero no hay a la vista una solución para los retrasos.

No es la primera vez que el estado enfrenta una escasez de tasadores experimentados. Parte de eso se debe a la naturaleza de auge y caída del negocio. No es práctico para las compañías de seguros mantener una gran lista de tasadores en su personal durante todo el año si las tormentas solo ocurren cada varios años, por lo que la mayoría depende de tasadores independientes que aparecen cuando llega una tormenta, dijo Paul Handerhan, vicepresidente sénior de la Asociación de Florida para la Reforma de Seguros.

Dijo que los tasadores independientes a menudo firman contratos con firmas nacionales y están activos simultáneamente en varias regiones.

Eso es un problema cuando ocurren varias tormentas seguidas, como la avalancha de huracanes en Florida en el 2004 y 2005. Después del huracán Harvey el año pasado escaseaban los tasadores para evaluar los daños de Irma, por lo que el estado relajó las medidas para que las compañías de seguros contratasen inspectores y tasadores. El director financiero de Florida dijo a las compañías de seguros que podían usar agentes de seguros para inspeccionar las propiedades.

Después de Irma, “había toda una tropa de personas que realmente no tenían ese nivel de experiencia”, dijo Handerhan. “Se puede ver el patrón de múltiples tasadores en busca de pérdidas. Eso tiende a confundir y frustrar a los dueños de pólizas”.

El portavoz de Citizens, Peltier, dijo que la firma tomó medidas para dar respuesta a las preocupaciones. Envió su nuevo ejército de inspectores a las zonas con daños menos severos y los guió a través del proceso con un programa de computadoras paso a paso para tomar fotografías y evaluar los daños. Su trabajo fue confirmado por un tasador autorizado antes de emitir el cheque final, indicó Peltier. Dijo que no tenía conocimiento de quejas sobre tasadores inexpertos o ineficaces.

La compañía ha reajustado sus contratos con firmas nacionales y cree que está preparada para el próximo desastre, dijo Peltier.

Los tasadores incompetentes echan a perder el proceso para todos y elevan la factura final que las compañías de seguros deben pagar, dijo Handerhan, por lo que a todos les interesa tener tasadores calificados y competentes listos para cuando llegue una tormenta. Especialmente cuando los científicos han demostrado que el cambio climático está relacionado con huracanes más intensos.

“Dicen que esas tormentas serán más severas en el futuro”, dijo Handerhan.

 

 


ALEX HARRIS / El Nuevo Herald

Página Web -2018/09/15

Fuente: https://www.elnuevoherald.com/


El presidente, Donald Trump, anunció este lunes la aprobación de la declaración de estado emergencia en Carolina del Sur ante la devastación provocada por la tormenta Florence, que ha causado 17 muertos y fuertes inundaciones en este estado y en el de Carolina del Norte.

Esta declaración autoriza al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y a la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA) a coordinar todos los esfuerzos de socorro en casos de desastre y a destinar fondos federales para afrontar la tragedia.

Esta asistencia financiera se pondrá a disposición de diversas instituciones, tanto gubernamentales como civiles, con el objetivo de implantar “medidas de protección de emergencia” en la zona.

El ojo de la tormenta Florence, que llegó a ser un huracán de categoría 4 en la escala de intensidad de Saffir-Simpson, tocó tierra en las costas estadounidenses el pasado viernes, ya debilitado a categoría 1, y desde entonces se ha cobrado la vida de 17 personas, según las autoridades.

Pese a que en los últimos días ha ido bajando su intensidad hasta convertirse en una tormenta tropical, sus fuertes vientos y, sobre todo, la cantidad de lluvia que ha generado, han provocado fuertes inundaciones y han obligado a la evacuación de cientos de miles de personas en la región.

En los últimos días, el presidente Trump ha sostenido varias conversaciones con autoridades locales y encargados del FEMA en las que expresó “respaldo total” del gobierno federal en las labores de rescate.

A pesar del progresivo debilitamiento de la tormenta debido a su alejamiento de la costa, los expertos del Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en ingles) han alertado de que Florence representa “una situación increíblemente seria” en una amplia porción de Las Carolinas.

 

 


EFE / El Nuevo Herald

Página Web -2018/09/17

Fuente: https://www.elnuevoherald.com/


Una serie de explosiones de gas el jueves dejaron al menos a 10 personas heridas y desataron incendios en al menos 39 viviendas de tres comunidades al norte de Boston, forzando a vecindarios enteros a evacuar mientras los rescatistas combatían el fuego y cerraban las líneas eléctricas y de gas.

La policía estatal de Massachusetts pidió la evacuación de todos los residentes con casas a las que les surte Columbia Gas en Lawrence, Andover y North Andover, lo que desquició el tránsito y generó una confusión generalizada mientras los habitantes y las autoridades locales trataban de entender qué pasaba.

Ra Nam, un hombre de Lawrence residente de uno de las docenas que se incendiaron, dijo que corrió a su sótano y lo encontró en llamas. Estaba en su jardín cuando el detector de humo en el sótano se activó alrededor de las 4:30 de la tarde tiempo del este.

Bajó las escaleras a toda prisa y vio el calentador de agua en llamas, rápidamente agarró un extintor y apagó el fuego. Minutos después, escuchó un estallido en la casa de su vecino y el piso tembló. Una mujer y dos niños lograron salir de esa casa, pero el sótano estaba en llamas, dijo Nam.

Las autoridades cortaron el suministro eléctrico y las calles estaban a oscuras, salvo por las luces de los vehículos de emergencia.

El Hospital General de Lawrence informó que atiende a 10 víctimas, por lo menos una de ellas en estado crítico.

El fuego comenzó debido a exceso de presión en las líneas de gas, señaló la Agencia para el Manejo de Emergencias de Massachusetts, pero de igual forma las autoridades que acudieron al lugar seguían investigando la causa. Columbia Gas trabajaba para disminuir la presión en las líneas tras los incendios, indicaron funcionarios estatales.

Horas antes, Columbia había anunciado que efectuaría mejoras en las líneas de gas en vecindarios de todo el estado, incluyendo el área donde ocurrieron las explosiones. Se desconoce si había trabajadores de la empresa laborando allí el jueves, y una portavoz no respondió a las llamadas telefónicas.

Contactados por teléfono, algunos funcionarios locales describieron escenas de pánico en las que los residentes se apresuraban a evacuar, muchos preguntándose si sus casas serían las próximas en incendiarse. Los habitantes de todo un vecindario de North Andover estaban en la calle, con miedo de ingresar a sus viviendas, dijo el concejal Phil Decologero. Unas calles más abajo las casas estaban en llamas.

“Por el momento definitivamente es una situación que da miedo”, afirmó. “Es bastante grave”.

 

 


PHILIP MARCELO - Associated Press / El Nuevo Herald

Página Web -2018/09/13

Fuente: https://www.elnuevoherald.com/


Las bandas exteriores de viento y lluvia de un debilitado pero aún mortífero huracán Florencia comenzaron a azotar el jueves a ambas Carolinas. El monstruoso meteoro podría avanzar lentamente a lo largo de la costa sureste de Estados Unidos y empapar los hogares de hasta 10 millones de personas con inmensas cantidades de lluvia.

Los vientos máximos sostenidos de Florence bajaron el jueves temprano de 225 kilómetros por hora (140 mph), de un huracán de categoría 4, a 175 km/h (110 mph). Los meteorólogos apuntaron que es posible que se debilite más a medida que su vórtice se acerca a la costa.

Las autoridades advirtieron que Florence tiene un enorme campo de viento que ha ido en aumento, lo que eleva el riesgo de crecidas en la costa, que hacen de ella una tormenta extremadamente peligrosa. Los pronosticadores advirtieron que la creciente tormenta -y la probabilidad de que se estacione en la costa por varios días- traerá lluvias torrenciales.

El ojo de Florence podría tocar tierra el viernes por la tarde cerca de la frontera entre las Carolinas y después continuará hacia el oeste con fuertes precipitaciones y posibles inundaciones catastróficas que podrían arrasar viviendas, negocios y granjas, indicó el Centro Nacional de Huracanes.

“¿Quieres que te atropelle un tren o un camión de cemento?”, preguntó Jeff Byard, administrador de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA).

En las zonas para las que se emitieron alertas o avisos de huracán hay 5,25 millones de residentes, y 4,9 millones de personas más viven en zonas bajo alertas y avisos de tormenta tropical, indicó el Servicio Nacional de Meteorología.

El presidente Donald Trump elogió los preparativos del gobierno y pidió a la población que se aleja de la ruta de Florence: “No jueguen con este. Es grande”, dijo desde la Casa Blanca.

A las 8 de la mañana del jueves, el huracán estaba a unos 275 kilómetros (170 millas) al este-sureste de Wilmington, Carolina del Norte, y a unos 355 km (220 millas) al este-sureste de Myrtle Beach, Carolina del Sur, y avanzaba en dirección noroeste a 20 km/h (12 mph).

No estaba claro cuántas personas desalojaron la zona, pero los avisos afectaban a más de 1,7 millones en las Carolinas y Virginia. Las aerolíneas cancelaron al menos 1.000 vuelos.

Las cadenas de ferretería y materiales de construcción Home Depot y Lowe activaron centros de respuesta de emergencia para llevar generadores, bolsas de basura y agua embotellada a sus tiendas antes y después del paso de la tormenta. Las dos cadenas dijeron que en total enviaron alrededor de 1.100 camiones.

 

 


El Impulso

Página Web -2018/09/13

Fuente: http://www.elimpulso.com/