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  • El ajuste se da por finalizado en las zonas de mayor demanda

 

Al margen de pequeñas divergencias estadísticas entre notarios, registradores, Ministerio de Fomento y algunas tasadoras, la tendencia está clara: el mercado inmobiliario residencial ha entrado en una senda de crecimiento sostenible. Por primera vez desde que en 2007 arrancase el enorme crash que se llevó por delante la mitad de la actividad.

 

Se compran más viviendas, las entidades financieras han empezado a conceder más préstamos hipotecarios –desde junio de 2014 se acumulan nueve meses de alzas y el aumento interanual rozó el pasado mes de marzo casi el 30%–, los visados para obra nueva crecen y los promotores, solos o de la mano de los propios bancos, han comenzado a comprar suelos para acometer proyectos en las mejores localizaciones céntricas de Madrid, Barcelona y las zonas del litoral mediterráneo más demandadas, como la Costa del Sol y Levante, y los dos archipiélagos, Baleares y Canarias.

 

Pero todo con una gran cautela, derivada de la incertidumbre económica que todavía subyace en España, con un mercado laboral de cientos de potenciales compradores cuya temporalidad e ingresos reducidos no ofrecen márgenes suficientes para plantearse la adquisición de una vivienda.

 

No obstante, las bases de crecimiento se están dando. “No de manera generalizada en toda España, ya que hay muchas zonas donde todavía no han terminado los ajustes, pero sí en micromercados de Madrid, Barcelona y la Costa del Sol”, apunta Pablo Méndez, director de suelo de la consultora Aguirre Newman.

 

El problema es que la oferta en esas zonas con mayor demanda resulta muy limitada. “El ideal de los empresarios de encontrar parcelas finalistas para construir entre 50 y 100 viviendas resulta muy restringido. Apenas hay”, reconoce Jorge Almagro, director comercial de residencial, urbanismo y suelo de JLL. Por eso, cuando se ofrecen, existe gran competencia por hacerse con ellas.

 

“Se está comprando suelo al contado”, subraya Méndez, lo que implica que solo puedan entrar en estas operaciones promotores y gestoras de cooperativas solventes, que no requieren financiación para realizar la compra al disponer de recursos propios suficientes. Entre los primeros, algunos, pocos, que lograron salir del ciclo expansionista con un endeudamiento financiero asumible o prácticamente inexistente, como Via Célere, ACR, Amenabar, Pryconsa o CP.

 

Inmobiliarias que, sin embargo, se tienen que conformar con comprar solares de un tamaño no excesivamente grande, ya que los suelos finalistas de importantes dimensiones parecen un coto reservado para gestoras de cooperativas, como Domo o Ibosa, capaces, gracias a las aportaciones de sus socios, de adjudicarse las mayores fincas que están ofreciendo las Administraciones públicas poniendo sobre la mesa cantidades a veces superiores a los 100 millones de euros.

 

Lo de contar con el suelo pagado resulta indispensable para que las entidades financieras respalden proyectos que les son ajenos. De lo contrario, ni se lo plantean. Han aprendido la lección. “Los bancos, ya con la garantía, han vuelto a dar crédito promotor a un tipo más ajustado que hace dos años, con una media de euríbor más 1,5 puntos”, indica Méndez.

 

Vuelve el crédito

 

También se ha reducido el porcentaje exigido de precomercialización de viviendas. De prácticamente obligar a las inmobiliarias a tener vendida casi en su totalidad la promoción, a aceptar dar el préstamo con un mínimo del 50% de viviendas señalizadas.

 

Entre esos micromercados estratégicos está el de Arroyo Fresno, en Madrid. Allí, dos promotoras solventes, CP y Amenabar, no han tenido problema alguno en pagar casi 65 millones de euros a la Sareb, el banco malo, por todos los terrenos que tenía disponibles en ese ámbito, en los que existe edificabilidad para construir unas 450 viviendas.

 

Ambas promotoras saben lo que se hacen. Los primeros 50 pisos fueron vendidos sobre plano en una semana. Como en los mejores tiempos de la burbuja inmobiliaria. Y además han conseguido hacerlo a unos precios relativamente altos, a partir de 450.000 euros por viviendas grandes, de cuatro y cinco dormitorios, con una superficie mínima de 150 metros cuadrados. ¿Los clientes? Familias con hijos y con una solvencia económica contrastada.

 

Estos precios ponen sobre la mesa la gran brecha que se está abriendo entre unas zonas y otras. Siempre hubo diferencias, pero ahora, en la salida de la crisis, estas se están acentuando. En los barrios con mayor demanda del centro de Madrid o los desarrollos de nuevo cuño, como Arroyo Fresno o Valdebebas, que está a pleno rendimiento tras haber superado un sinfín de reveses jurídicos, con 5.000 viviendas construidas y otras 8.000 pendientes de levantarse, se vuelven a vender pisos con el precio del metro construido en torno a 3.000 euros, y con tendencia al alza. Pero en otras zonas los precios han caído y lo siguen haciendo incluso por debajo de los niveles que se daban al inicio de la fase expansiva de la pasada década, con innumerables pisos de segunda mano en venta por debajo de los 1.000 euros por metro.

 

“Sí estamos apreciando cierto repunte de precios en algunas zonas con demanda y poca oferta”, apuntan desde JLL, pero queda lejos de ser una situación generalizada. Y, desde luego, el ajuste ya está prácticamente hecho. Este ajuste ha provocado que ya no se venda cualquier apartamento en cualquier zona por 250.000 euros o más, como ocurría en la época álgida de la burbuja inmobiliaria, hace ahora justo una década. Ya no. Ahora, en Madrid, en zonas como los PAU de Vallecas o Carabanchel, el mismo piso cuesta 100.000 euros menos.

 

Lo que aún no se aprecia es que, en el corto plazo, puedan moverse las grandes bolsas de suelos urbanizables que quedaron a medio desarrollar al sobrevenir la crisis. “No estamos todavía en ese escenario. Son suelos de otra época, demasiado grandes para ser financiados. Parece razonable pensar que habrá que gestionarlos de otra manera. Cambiar el modelo para que puedan desarrollarse por fases”, explica Ángel Méndez, consultor de Aguirre Newman. “Queda aún mucha vivienda usada por vender”, corrobora Almagro.

 

No obstante, actualmente se parte con una ventaja. Gran parte de esos terrenos ya están ordenados, con la tramitación urbanística terminada e incluso en algún caso con las obras de urbanización iniciadas, lo que, llegado el punto de que la demanda fuera lo suficientemente amplia, facilitaría la puesta en carga edificatoria en un espacio relativamente corto de tiempo.

 

En Madrid capital, operaciones como la de Campamento o Chamartín vuelven a moverse dos décadas después de que lo hicieran por primera vez, y los desarrollos de Sureste también están ahí, esperando que, en algún momento, puedan ponerse en marcha.

 

Si las decisiones judiciales pendientes o un cambio radical de la situación política tras las elecciones del próximo 24 de mayo o de las posteriores nacionales no lo impiden, en unos meses podría haber novedades sobre el inicio definitivo de algunas de estas grandes actuaciones.

 

Grandes operaciones

 

BBVA y la constructora San José tienen todo preparado para que, en cuanto el Ayuntamiento de Madrid apruebe el nuevo plan, eche a andar el ahora denominado Distrito Castellana Norte. Esa futura prolongación del paseo de la Castellana trazada sobre el haz de vías ferroviario donde, una vez soterrado, se prevé la edificación de 17.000 viviendas.

 

Y el mismo camino pueden seguir los terrenos de Defensa en Campamento, donde el Estado, ante el interés mostrado por algunos inversores extranjeros, como el magnate chino Wang Jianlin, ha empezado a tantear el mercado de cara a obtener el mejor precio posible en la subasta que se avecina.

 

En esta salida de la crisis, los nuevos actores que han entrado en el negocio inmobiliario, como los grandes fondos de inversión –el caso de Blackstone o Goldman Sachs– o Socimi como Hispania o Lar, están apostando fuerte por el alquiler, como también lo ha hecho el propio Gobierno con la famosa ley de las 3R de 2013, en la que se pretende que el arrendamiento se convierta en una alternativa sostenible a la compra.

 

Las desinversiones de empresas públicas de vivienda, daciones en pago de promotores en apuros o los grandes paquetes colocados por la Sareb están siendo los canales utilizados para entrar en este segmento.

 

Arrendamiento en alza

 

De manera indirecta, la compra de hipotecas impagadas o con un riesgo manifiesto de que acaben siendo ejecutadas se ha convertido en otra vía para aumentar los activos en alquiler, una vez obtenida la titularidad de los inmuebles tras el lanzamiento de la vivienda de los antiguos propietarios. La compra de Blackstone de más de 40.000 préstamos hipotecarios de Catalunya Banc va en esta dirección.

 

El camino para que España se equipare con la media europea en viviendas alquiladas se ha iniciado y parece imparable. Todavía están lejos esas cotas del entorno del 35% del parque residencial que se da en países del centro y norte de Europa, pero el incremento no cesa. La media nacional de pisos de primera residencia en arrendamiento ha superado el 15%, y en los grandes entornos metropolitanos ya se ha alcanzado, e incluso superado, el 20%

 

La oferta se pone a tiro en el SIMA

 

Un año más, el Salón Inmobiliario de Madrid (SIMA) busca convertirse en el epicentro de la oferta residencial, de primera y, sobre todo, de segunda mano española. Desde hoy y hasta el 10 de mayo, los pocos promotores que han sobrevivido a la crisis, las gestoras de cooperativas y, sobre todo, las filiales inmobiliarias de los bancos, las Socimi y los nuevos servicers ligados a los fondos de inversión, convertidos en los principales gestores de la venta de viviendas, compartirán espacio en los recintos de Ifema para tratar de calibrar el alcance de la recuperación inmobiliaria.

 

Para los demandantes de vivienda de primera residencia, no muchas sorpresas. Producto nuevo, poco, y sí mucha vivienda usada. Entre lo nuevo, las últimas viviendas que restan por adjudicar a las cooperativas que, en los últimos meses, han adquirido suelo o las que tienen en marcha distintas promotoras.

 

Madrid capital y el resto de municipios de la región acaparan la mitad de la oferta residencial que se comercializará en el SIMA. Alicante, con el 20% de las casas, y Murcia, con el 7%, también se dejarán notar. “Desde su primera edición, la Comunidad de Madrid ha sido la región de España con más oferta en la feria, pero también es muy significativo que el 50% de ella sea de otras regiones, señal de que la demanda madrileña sigue teniendo potencial para las empresas”, reflexiona Eloy Bohúa, director general de Planner Exhibitions, organizadora del salón.

 

En línea con el impulso a la internacionalización que se busca dar al evento, los organizadores del SIMA han elegido a México como país invitado en esta edición. La misión comercial mexicana, que buscará posicionar al país azteca como destino de la inversión inmobiliaria en Madrid, ocupará dos stands promovidos por la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi), la Cámara Nacional de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi) y ProMéxico.

 

 

 


SAMUEL PALOMAR / El País

Página Web – 2015/05/06

Fuente: http://economia.elpais.com


En seis años esta opción ha aumentado en 2,9 puntos, animada por los menores de 34

 

Soplan vientos de cambio en el mercado del alquiler. En España la tradición hipotecaria pesa mucho, pero la falta de recursos para otras alternativas y las ventajas que ofrece a aquellos que no pueden o no quieren estar anclados a un punto fijo del mapa hacen que cada vez despunte con más fuerza, en especial entre los jóvenes.

 

Entre 2007 y 2013 el porcentaje de españoles que vive en régimen de alquiler ha aumentado en casi tres puntos porcentuales, un incremento idéntico al de la media de la Unión Europea y por encima de países como Alemania, Francia o Italia, pese a que en nuestro país tradicionalmente se ha preferido comprar a alquilar. Según los datos del Observatorio de Emancipación, dependiente del Consejo de la Juventud (CJE), detrás de esta cifra se encuentra fundamentalmente la prioridad de los jóvenes por este tipo de contratos, debido a que sus dificultades para acceder al mercado laboral y para encontrar un empleo de calidad les cierran la puerta a la adquisición de una vivienda propia.

 

«La emancipación tiene que ver con los recursos económicos de los trabajadores y de las familias», explica Miguel Córdoba, profesor de Economía Financiera en la Universidad CEU San Pablo. «El gran problema es que se ha producido una mutación en el mercado de trabajo. Los jóvenes solo encuentran trabajos de seiscientos o setecientos euros por jornadas completas. Y eso, si los encuentran».

 

De acuerdo con los datos del CJE, el 63,3% de los jóvenes no percibe un salario y el 40,1% carece de ingresos regulares. Además, la entrada necesaria para adquirir una vivienda libre, en el caso de que solicite (y le concedan) una hipoteca por el 80% del precio total, equivale a 3,7 veces el salario neto anual de un joven.

 

Con vuelta atrás

 

«Preferí alquilar por la inestabilidad económica y laboral», dice Víctor Alcocer, de 26 años, que comparte piso con su pareja en Madrid y que asegura que, si tuviera recursos y estabilidad para poder comprar, lo haría. «Estando de alquiler, si las cosas se ponen muy mal aún puedo volver con mis padres».

 

Obligados por la necesidad, no falta sin embargo quién encuentra al menos una virtud y valora la flexibilidad geográfica que ofrece. «Ahora mismo no sabría dónde comprar, si en Madrid o en Algeciras o en otro sitio», explica Mariángeles Fernández, una algecireña que con 26 años años lleva más de 7 de alquiler, repartidos entre Madrid, Granada y Bélgica. Pese a tener un contrato indefinido comparte piso con otras dos personas y solo compraría «si me sobrara mucho el dinero». Otros, como Manuel Tejero, lo prefieren pese a que podrían permitirse comprar. «Alquilar permite mayor movilidad pero también me evita atarme cuarenta años a un banco». En su caso incluso rechazó una vivienda de protección oficial en Fuenlabrada porque cuando le ofrecieron las llaves, seis años después de solicitarla, los alquileres se habían abaratado sensiblemente en el centro de Madrid por causa de la crisis.

 

No obstante, ni siquiera el descenso de los alquileres ha puesto fácil a los jóvenes abandonar el hogar familiar, lo que explica que solo un 21,8% de los menores de 30 años se haya emancipado, cifra que aumenta al 74,8% en el rango de edad de 30 a 34 años. Además, pese a que los expertos recomiendan no dedicar más de un 30% de los ingresos a sufragar el alojamiento, pocos pueden ceñirse a dicho porcentaje, en especial en las provincias más caras, como Madrid o Barcelona. «En alquiler y facturas se me va un 40% del sueldo, a lo que hay que sumar la comida. Es demasiado», asegura Modesto Campo, que se mudó a Madrid desde La Coruña en busca de oportunidades y que explica que con lo que él paga solo en ese concepto en el barrio madrileño de Carabanchel se puede vivir sin agobios en Galicia. Modesto echa de menos más ayudas y lamenta el fin de la desgravación por alquiler. «En los contratos anteriores al 2015 podías deducirte el IRPF. Eso me suponía una devolución de 600 euros».

 

En países de nuestro entorno con mayor tradición rentista, como Reino Unido, donde el alquiler ha aumentado en casi nueve puntos desde 2007, existen ayudas por parte de los Ayuntamientos que cubren los gastos de alojamiento para las rentas más bajas, habitualmente jóvenes. Ayudas que, si bien han sido cuestionadas por excesivas, pueden servir de referencia para asentar el alquilar en nuestro país. Porque, como concluye el CJE en su último informe, «sólo el tiempo dirá si esta ruptura de la hegemonía de la propiedad, que lideran los jóvenes, es una respuesta transitoria a la crisis o el paso hacia una transformación más profunda y duradera».

 

El alquiler por debajo de la treintena


Mari ángeles Fernández - Cuidadora infantil


«Opté por el alquiler porque tengo un sueldo muy bajo y no me puedo permitir otra cosa. Ahora mismo tampoco sabría dónde comprar»

 

Víctor Alcocer - Cocinero


«No tener piso en propiedad me permite volver a casa de mis padres si las cosas se ponen muy mal, aunque si pudiera permitirme comprar lo haría»

 

Modesto Campo - Dependiente comercial


«Me vine a Madrid porque en la ciudad de La Coruña no tenía trabajo y aquí iba a tener más oportunidades, pero es mucho más caro»

 

 

 


UNAI MEZCUA / ABC

Página Web – 2015/05/04

Fuente: http://www.abc.es


El Banco de España certifica el fin de la caída del sector. Los expertos creen que su supervisión y una financiación más estricta impedirán nuevos excesos


El pasado martes el director del gabinete de estudios del Banco de España, José Luis Malo de Molina, dio por terminado el largo y profundo ajuste del sector inmobiliario con un mensaje que se interpretó como la oficialización del fin de la crisis del ladrillo. «El ajuste del sector inmobiliario, en principio, se ha completado», explicó para recordar, a continuación, que las perspectivas dejan entrever una «posible recuperación».

 

Las estadísticas llevan, desde hace meses, dando fe de que la reactivación del mercado de la vivienda ya es un fenómeno tangible. Pero, por cautela, pocos se atreven a celebrar esa mejora incipiente. Si durante el año del pinchazo, 2007, se minusvaloraba el alcance y la inminencia de la crisis inmobiliaria -para la hemeroteca, las declaraciones de Pedro Solbes, entonces ministro de Economía, en las que respondía a la OCDE que las viviendas en España se vendían «sin dificultad» pese a su elevado precio y que, en todo caso, «el valor es el que la gente está dispuesta a pagar»-, subyace ahora el temor contrario: lanzar las campanas al vuelo cuando el mercado se recompone desde las cenizas de un sector en mínimos, que aún presenta múltiples incógnitas.

 

«Yo, en realidad, no hablaría de una recuperación, sino de una estabilización, que se produce sobre todo en la vivienda de segunda mano», subraya Juan Fernández-Aceytuno, director general de la Sociedad de Tasación. Es cierto que todas las variables se encuentran hoy en positivo (hipotecas, visados para la construcción de nuevas viviendas, empleo y compraventa de vivienda).

 

Suben las ventas

 

Durante 2014 las transacciones de viviendas se incrementaron un 2,2% con respecto al ejercicio anterior al contabilizar 319.389 operaciones, según los datos del INE. El pasado fue el primer año en que subieron las ventas después de tres años consecutivos de descensos. Sin embargo, el cómputo de ventas resulta todavía un 58% inferior al que se registró en la cima del «boom» (775.300 unidades, en 2007). La cuestión es si estas cifras, tanto las actuales como las del pasado más reciente, servirían para ilustrar un sector sano y proporcionado.

 

El inmobiliario es un mercado muy fragmentado, en el que la foto fija del conjunto del sector no siempre resulta esclarecedora. «Se puede hablar de una incipiente recuperación en Madrid y Barcelona, en línea con la mejora del flujo del crédito. En el resto del país vamos a otra velocidad. No es, ni mucho menos, una situación de bonanza generalizada. Se trata, en muchas ocasiones, de ruido mediático», explica el nuevo presidente de la Asociación de Promotores Constructores de España (APCE), Juan Antonio Gómez-Pintado.

 

Uno de los principales lastres del sector son los vestigios de los excesos del «boom» constructor, el elevado número de viviendas sin vender, un fenómeno sobre el que no existen datos unificados. Según un estudio presentado por la división inmobiliaria de Deloitte el año pasado, en nuestro país existen 582.911 inmuebles residenciales nuevos pendientes de venta. El Banco de España traza un mapa en el que entre las comunidades autónomas con más promociones desérticas en proporción con su parque total de viviendas destacan Murcia (5,8%), la Comunidad Valenciana (5,1%), Cantabria (3,3%) y Andalucía (2,9%).

 

Segunda mano

 

Llama la atención, además, otra circunstancia: mientras la venta de inmuebles de segunda mano repuntó un 18,4%, la vivienda nueva -aquella construida después de 2008, normalmente situada en las zonas más alejadas de los centros urbanos y de la primera línea de playa- se contrajo un 16,9%. Este desequilibrio se explica porque «quien compra ahora prefiere, a los precios actuales, una zona con dotaciones y estable», explica Fernández-Aceytuno.

 

La recuperación es una ecuación que incluye varios factores externos, ajenos por completo a los agentes del sector. «Nos va a llevar mucho tiempo volver a vivir una situación como la de 2007, pese a que en los próximos años vamos a asistir a un periodo de crecimiento estimulado por el crecimiento del PIB, la inyección de liquidez del BCE y que la regulación bancaria de «Basilea 3» va a favorecer que el crédito llegue a los sectores y se produzca una actividad razonable», concluye Gómez-Pintado.

 

Algunos segmentos, como el de la vivienda no residencial o los inmuebles radicados en las zonas turísticas con mayor presencia de extranjeros, ya está dando signos claros de reactivación. «La zona que primero despertó del oasis es la zona sur de la Costa Blanca», sostiene José Peral, director de marketing de TM Grupo Inmobiliario, firma especializada en la residencia de Levante, Andalucía y los archipiélagos del país. Peral asegura que los inmuebles en primera línea de playa prácticamente han agotado en algunas zonas del país, especialmente por el impulso de la demanda internacional.

 

Extranjeros

 

En 2014, la compra de viviendas por parte de extranjeros en nuestro país marcó un nuevo récord histórico, al suponer el 13,01% de las operaciones.

 

¿Ha tomado España las medidas necesarias para no reproducir los errores del pasado? «Hay varias cosas que han cambiado. Es el BCE el que ha asumido la supervisión, lo que supone un cambio importantísimo, ya que adoptará un criterio de prudencia para toda Europa», destaca Fernández-Aceytuno, quien también apunta a que el proceso de consolidación financiera ha puesto fin a las «luchas entre cajas de ahorros para crecer de manera irracional». Paralelamente, «la presión y regulación» sobre las tasadoras, cuya independencia y transparencia fue puesta en tela de juicio tras el estallido de la burbuja, «es mucho mayor». Gómez-Pintado ve también en la crisis una oportunidad para aumentar la profesionalización de los promotores. «La banca tienen muy reciente la crisis. Los controles de riesgos son más restrictivos e impedirán que nuevos actores ajenos al sector desarrollen nuevas promociones».

 

 

 


LUIS M. ONTOSO / ABC

Página Web – 2015/05/04

Fuente: http://www.abc.es


Las poblaciones del litoral mantuvieron su precio en el nivel del año pasado (0% en tasa anual), mientras que en las capitales hubo un pequeño descenso del 0,4% respecto a hace un año, según Tinsa


El precio medio de la vivienda registró una caída interanual del 1,7% el pasado mes de abril, frente al descenso del 2,8% del mes anterior, y acumula un retroceso del 41,2% desde los importes máximos alcanzados en diciembre de 2007, antes de la crisis.Se trata de del descenso interanual más moderado desde abril de 2008, según ha informado este lunes Tasaciones Inmobiliarias (Tinsa).


En concreto, las capitales y grandes ciudades y las poblaciones agrupadas en la costa mediterránea registraron en abril la mejor evolución en términos interanuales entre las cinco áreas analizadas.


Así, las poblaciones del litoral mantuvieron su precio en el nivel del año pasado (+0% en tasa anual), al tiempo que la situación en las capitales también puede darse por estabilizada, según Tinsa, con un ligero descenso del 0,4% respecto a abril de 2014.


Por su parte, Baleares y Canarias registraron una caída interanual del 1,2% en abril, aunque el arranque del año en positivo (+1% entre diciembre y abril de 2015) apunta a una recuperación de los precios.


Áreas metropolitanas


Los mayores ajustes en los últimos doces mese correspondieron a las áreas metropolitanas, con un descenso del 2,9% respecto a un año antes, y a las poblaciones más pequeñas, donde el índice se mantuvo en abril un 3,7% por debajo del mismo mes de 2014.Debido al proceso de estabilización del precio medio de la vivienda, el descenso desde máximos de 2007 se mantiene acotado en los últimos meses entre el 41% y el 42%.


El ajuste acumulado de los últimos ocho años se situó en el 41,2% en abril, siendo la costa mediterránea el grupo que más abarató sus precios, con un 48,9%. Le siguen las capitales y grandes ciudades (-44,9%) y muy de cerca las áreas metropolitanas (-44,4%).


Por el contrario, los ajustes más moderados se mantuvieron en Baleares y Canarias, que redujo su caída acumulada al 30,4%, y en el resto de municipios, con un 35,2%. Según Tinsa, el precio de la vivienda se ha estabilizado (+0%) desde finales del año pasado, frente a la caída experimentada del 1,2% registrada en los cuatro primeros meses de 2014.


Entre enero y abril, la costa mediterránea, las islas y las capitales mejoraron sus precios. Así, las viviendas en las principales ciudades se encarecieron un 0,6% desde el pasado mes de diciembre, al tiempo que la subida en el litoral mediterráneo alcanzó el 1,3% y en Baleares y Canarias, el 1%.


Caída de precios se modera


Desde el segundo semestre de 2013, la estadística refleja una moderación en el ritmo de caída de los precios. Esta tendencia de estabilización, según Tinsa, continuará en la medida en que se cumplan las expectativas de crecimiento económico y creación de empleo.


La firma ha explicado que el precio medio en España está próximo al suelo, aunque no puede descartarse algún descenso puntual acorde con la volatilidad (variaciones al alza y a la baja) que caracteriza un proceso de aterrizaje de precios.

 

 


AGENCIAS / ABC

Página Web – 2015/05/04

Fuente: http://www.abc.es


Entre enero y marzo se visaron proyectos para edificar 985 nuevas casas, un 47% más que en el mismo periodo de 2014


La recuperación del sector de la construcción empieza a ser una realizad más que palpable en la provincia. Si la semana pasada era la Encuesta de Población Activa la que indicaba que el ladrillo era el único segmento que había logrado crear empleo durante el primer trimestre del año, con cerca de 5.700 nuevos ocupados, ahora son los datos del Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos los que confirman que estamos ante el mejor arranque de año para el negocio de la edificación desde 2009.


En concreto, según el citado organismo, durante los tres primeros meses del ejercicio se visaron proyectos para poner en marcha 985 nuevas viviendas en la zona, lo que supone un incremento de más del 47% sobre las cifras del año pasado y el volumen más elevado para este periodo de los últimos siete años. Así, si las cosas no se tuercen demasiado durante los próximos meses, el Colegio calcula que se cerrará el año con cerca de 3.700 nuevas edificaciones, un número que aún dista bastante de lo que debería ser normal en la provincia –según el director gerente de la citada institución, José Antonio Valiente, habría que aspirar a duplicar esa cifra– pero que deja atrás definitivamente lo mínimos de los años centrales de la crisis, cuando no se llegaron a construir ni un tercio de esa cantidad.


«El stock anterior al estallido de la burbuja inmobiliaria se está drenando a buen ritmo, se vende mucho y empiezan a aparecer nichos de mercado donde no hay viviendas disponibles. De ahí que los promotores se hayan animado a iniciar nuevos proyectos», asegura el vicedecano del Colegio Notarial de Valencia, el alicantino Delfín Martínez.


La mayor parte de la demanda se sigue concentrando en la costa y, en especial, en la Vega Baja, donde los compradores extranjeros tiran con fuerza del sector de la segunda residencia. Así, por ejemplo, el mercado británico creció más de un 41% el año pasado, tal y como ya informó este diario el pasado 20 de marzo, y la previsión es que la tendencia se mantenga.


No obstante, también se empieza a registrar una recuperación de la demanda de primera residencia, tanto de parejas jóvenes que han logrado ahorrar durante estos años, como de personas de cierta edad que quieren cambiar de casa –lo que se conoce como mercado de reposición–, que también tienen dificultades para encontrar pisos adecuados a sus demandas. «Hay mucha casa de 40.00o o 50.000 euros pero apenas hay viviendas nuevas o están retenidas porque sus propietarios no están dispuestos a rebajar el precio por debajo del importe que tienen pendiente de la hipoteca», una situación muy habitual, por ejemplo, en la zona de los PAU de Alicante, según explica Martínez.


Lo confirman también los propios empresarios. «Apenas hay pisos de nueva construcción disponibles y todo lo que se hace se vende antes de que esté acabado», sostiene el secretario general de la Asociación Provincial de Promotores, Jesualdo Ros. Así, Ros se muestra convencido de que en los próximos meses seguirá consolidándose este incremento de la actividad, sobre todo a medida que las entidades financieras vayan abriendo el grifo del crédito al sector, como ya han empezado a hacer algunos bancos, aunque con cuentagotas.


En la costa


En cuanto a la distribución de las nuevas promociones que se ponen en marcha, la mayoría todavía se concentra en la Vega Baja, donde la recuperación de la demanda ha sido más rápida gracias a los precios asequibles que tienen los inmuebles en esta comarca. Así, de las 985 viviendas iniciadas iniciadas en la provincia entre enero y marzo, hasta 266 se ubican en el término municipal de Torrevieja, otras 140 están en Orihuela, 74 en Pilar de la Horadada y 70 en Rojales.


Fuera de esta zona, destacan las 96 nuevas viviendas puestas en marcha en Elche, la mayoría en Arenales del Sol; las 91 de Alicante, o las 76 de El Campello. Por el contrario, en la zona norte de la provincia tan sólo Dénia, con 33 nuevas casas, presenta una cifra significativa.

 



DAVID NAVARRO / Diario Información

Página Web – 2015/04/30

Fuente: http://www.diarioinformacion.com