Junto a la Illia, sigue en pie un asentamiento fantasma (ARGENTINA)
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En octubre lo tomaron unas veinte familias y luego se sumaron más. Ocuparon un terreno pegado a la Illia, en un lugar peligroso, al borde de la autopista. Se ubicaron donde estaba la ex Villa Nylon, un desprendimiento de la 31 que había surgido en 2009. Ahora, el lugar está vacío pero las casillas siguen en pie, aunque sólo tres o cuatro personas rotan para cuidar sus cosas. Es un asentamiento fantasma, y como la situación está judicializada no se puede avanzar. El desalojo está frenado y a la espera de la decisión de la Justicia.
La ocupación del terreno, de no más de 14 metros de ancho y 300 de largo, 500 metros antes del peaje y pegado a la autopista, fue protagonizada por las mismas personas que lo habían tomado entre 2009 y 2010 y habían originado la Villa Nylon. En ese entonces eran unas 70 familias que acordaron irse a cambio de un pago único de $ 1.600 y un subsidio mensual.
En marzo y octubre de 2012, cuando se terminó el plazo establecido para el pago del subsidio, volvieron. Así, consiguieron que un fallo judicial se los renovara. En esa instancia se sumaron otras familias y el número creció hasta 243, según un censo. Acordaron cobrar $ 700 por mes.
El conflicto se renovó en octubre, cuando el asentamiento volvió a armarse, incluso pese a las vigas de hormigón que hay en el lugar. Según sostienen sus ocupantes, regresaron para reclamar un aumento en el subsidio y soluciones por la falta de vivienda. Dicen que por el alquiler de un cuarto dentro de la Villa 31, la más cercana, les piden hasta $ 2.500.
Según le contaron a Clarín los empleados de la estación de servicio que está a unos 150 metros, hay personas que van y vienen para cuidar las cosas, pero no se ve gente viviendo ahí. Por eso, las casillas están en pie, aunque pasan la mayor parte del tiempo vacías.
Gonzalo Mórtora, coordinador del programa de urbanización de villas porteñas, confirmó que el tema está en la Cámara y que se espera una decisión, aunque no hay plazos establecidos. AUSA, la empresa porteña que gestiona las autopistas, hizo la denuncia en octubre y la jueza Elena Liberatori había ordenado el desalojo. Pero una apelación provocó que la Cámara de Apelaciones en lo Penal, Contravencional y de Faltas de la Ciudad lo frenara.
La Villa Nylon es ahora un asentamiento fantasma. Sin embargo, cuando se acercan representantes de algún organismo porteño enseguida aparece gente que sale de la Villa 31 para ocuparlo.
Romina Smith / El Clarín
Página Web - 2014/04/03
Fuente: http://www.clarin.com/