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La casa, que se localiza en el barrio Crace en Canberra, Australia, utiliza un método de construcción parecido al de las casas móviles, montadas sobre un remolque, solo que en esta ocasión la plataforma es circular y se ha fabricado expresamente para la ocasión, utilizando perfiles de acero y 28 apoyos móviles (ruedas), 22 de ellos en el perímetro y los otros 6 en una circunferencia próxima al centro.

Cada rueda puede soportar una carga de 2,5 toneladas. El movimiento (lento y silencioso) se consigue con dos motores situados en puntos opuestos, y a un coste energético similar al de una vieja bombilla incandescente de 100 vatios.

El giro de la vivienda está controlado por un software, cuya interfaz se puede manejar desde una tablet, con la posibilidad de configurarlo en modo automático o manual. Si queremos colocarla en una orientación determinada, la respuesta es relativamente rápida, ya que puede realizar un giro completo en menos de 10 minutos.

Hay que aclarar que el sistema de giro de la Girasole House no se ideó para beneficiar a sus placas solares, sino para que la cimentación giratoria hiciera que la vivienda se comportara de una manera bastante eficiente; ya que podemos exprimir al máximo su comportamiento pasivo, lo que se traduce en un ahorro para sus ocupantes. El beneficio es aun mayor que el de una casa pasiva convencional, pues se puede tener una configuración para el invierno, orientando la parte acristalada hacia el norte (recordemos que estamos en el hemisferio sur), y otra adaptada para el verano.

Otras características sostenibles de la Casa Girasol

Todo el programa de la vivienda se desarrolla en una planta, de tal manera que la zona de vida ocupa el lado opuesto al de los cuatro dormitorios, situando en una posición central los cuartos húmedos. Por razones obvias, el garaje está ubicado en una construcción anexa (fija). Además de beneficiarse del giro para ser más eficiente, este edificio también dispone de ciertas cualidades verdes que pasamos a citar:

Recogida y almacenamiento del agua de lluvia en un gran aljibe situado bajo el garaje, siendo posible abastecer completamente a toda la casa (jardín incluido), o limitar su uso a ciertas áreas (aseo, lavadero, jardín, etc).

 

La instalación solar tiene capacidad para abastecer la casa de electricidad y agua caliente durante todo el año. Sobre la cubierta del garaje están colocados los paneles fotovoltaicos (10.5kW).

Grandes niveles de aislamiento (de 10cm de espesor) en todas sus envolventes.
Ventilación cruzada excelente, tanto natural como forzada, en función de la temperatura. Las ventanas superiores de la sala de estar se pueden abrir para ayudar que el aire caliente salga en la época estival.

Iluminación de tecnología LED y electrodomésticos de alta eficiencia energética.

Revestimiento weathertex en la fachada curva, fabricado con residuos de madera y cera natural.

Algunas consideraciones técnicas

Aquí lo complicado no solo es conseguir que un edificio gire, también debemos tener en cuenta que esta singular característica plantea otros retos bastante inquietantes: ¿qué ocurre con las instalaciones? La Casa Girasol está conectada a los servicios públicos de agua, alcantarillado, electricidad, etc, lo que implica que en cada una de esas instalaciones debe haber un punto de conexión con las acometidas que sea compatible con el giro de la estructura.

Dichas uniones están alojadas en el centro de la casa. Eso sí, para que todo esto sea factible, la casa no puede sobrepasar el giro máximo de 359 grados. Justo debajo de esa posición debe estar también la arqueta de saneamiento que recoge las aguas residuales.

 

 


Ubicación: http://www.construarte.com.ve/

Autor: arq.com.mx

Procedencia: AUSTRALIA

Fecha de Publicación: 2018/06/08


Las casas sostenibles encajan perfectamente con su vocación innovadora y, aunque normalmente son proyectos que despiertan interés y sorprenden a partes iguales, en este caso la propuesta rebasa toda expectativa.

Esta vivienda puede levantarse en menos de 24 horas por sus propios dueños y cuyo aspecto nos recuerda a un invernadero o a una casa informal que más bien parece una tienda de campaña.

Al mismo tiempo, estas mini casas se han concebido como refugios o viviendas temporales, lo que no significa que no pueden ser de uso permanente si no se sufre de hacinamiento, algo bastante probable teniendo en cuenta su minúsculo tamaño. Por lo tanto, son ideales para una o dos personas.

La primera comunidad Abod, nombre que recibe este refugio, se ha levantado a modo de experimento en las afueras de Johannesburgo, la ciudad más poblada de Sudáfrica, con resultados muy positivos.

De hecho, sus creadores, un equipo de diseñadores dirigido por Doug Sharp (BSB Design) consideran que serían tremendamente útiles en barrios marginales donde las condiciones de habitabilidad de las casas dejan mucho que desear.

Un proyecto solidario

Aunque el proyecto tiene claros tintes filantrópicos, la idea no deja de ser aplicable a cualquier situación o entorno donde se desee un hogar sostenible y ligero, fácil y rápidamente construible. Una estructura completa se puede completar en un día por 4 a 5 personas.

En concreto, sus materiales son sencillos y económicos con la idea de ayudar a mucha gente y poderlos montar sin dificultades y también pensando en el envío a cualquier parte del mundo.

Según explica Doug, el refugio se puede personalizar de acuerdo con gustos o necesidades. A partir de un núcleo es factible añadir más espacios para aumentar su tamaño y número de dependencias.

Casa sostenible que se construye en un sólo día


Aprovechando que son casas independientes, se utiliza un metal corrugado junto con un panel de plástico transparente con el que se juega para incorporar la iluminación natural.

 

 


Ubicación: https://www.construdata.com/

Autor: noticias.arq.com.mx

Procedencia: SUDÁFRICA

Fecha de Publicación: 2018/06/12


Titulado originalmente "El bambú colombiano, aliado estratégico para la sostenibilidad de los ecosistemas tropicales", el arquitecto Luca Bullaro reflexiona sobre el trabajo del arquitecto Simón Vélez y el diseñador Marcelo Villegas con el bambú, el denominado acero vegetal, a través de nuevos métodos de montaje, nuevas conexiones y varios sistemas de soporte estructural.

Simón Vélez, arquitecto colombiano honrado por su contribución a la arquitectura sostenible, tiene un nombre ganado internacionalmente y confirmado por sus excelentes obras realizadas en varias partes del mundo. Más de cuarenta años de experiencia en construcciones de bambú, viajero incesante, inaugurando obras y exposiciones, realizando talleres y conferencias.

Parece entrado hoy en día en una nueva fase de su vida profesional. En algún momento, Vélez dijo: "quiero dedicarme al tema de la vivienda de interés social, pero a mi manera, quiero demostrar que se puede hacer vivienda de alta calidad y asequible, aplicando una técnica mixta de hormigón, acero y laminado de bambú. Ya hemos abierto una fábrica en Manizales con el objetivo de crear los primeros prototipos".

Simón Vélez sorprendió a la crítica de la arquitectura italiana en la Bienal de Venecia 2016 con una impresionante exposición de sus obras presentadas con imágenes claras y modelos de diferentes tamaños: uno de los cuales era una cúpula en escala 1:1 suspendida en el aire que utilizaba las raíces curvas del bambú para la definición de su configuración espacial.

El trabajo de Vélez ha sido desarrollado en base a la exploración de la calidad de la Guadua, una especie de bambú nativa de los bosques andinos de Colombia y Ecuador. Planta de crecimiento extremadamente rápido —hasta 15 metros de altura por año— y de gran resistencia, ya desde los cuatro años de maduración, tanto que se ha definido "acero vegetal". Su cultivo y procesamiento es ecológicamente sostenible y es una de las plantas que absorbe la mayor cantidad de dióxido de carbono de la atmósfera.

Utilizado desde siglos también en las regiones tropicales de Asia, Marco Polo lo menciona en su famoso libro "Il milione", subrayando su extraordinaria resistencia: en China, antiguamente, se realizaban potentes cuerdas de bambú con las cuales se tiraban en seco los barcos, puentes colgantes y sistemas de canalizaciones para el riego de los campos. Gracias a su elasticidad, el bambú tiene una excelente resistencia sísmica, es ligero, fácil de transportar y de colocar en obra.

Con su socio Marcelo Villegas, Simón Vélez ha inventado nuevos métodos de montaje, nuevas conexiones y varios sistemas de soporte estructural, que permiten la resignificación estética de los edificios de bambú, transformando el material —como escribe el chileno José Tomás Franco— en un recurso moderno y flexible de usos múltiples.

La industrialización del bambú

Desde hace unos meses, los dos socios han perfeccionado un sistema innovador para obtener paneles de bambú estandarizados que compiten con los de madera, gracias a los cuales han comenzado a desarrollar proyectos de bajo costo para edificios residenciales prefabricados. Los primeros prototipos se encuentran actualmente en construcción, lo que representa un interesante desafío al déficit de vivienda en las principales ciudades de Colombia.

La planta de producción de paneles es ecológica: ayuda a evitar la deforestación, ya que el bambú puede ser un excelente sustituto de la madera. Y las características físicas del bambú ayudan la mejora del ambiente, gracias a la abundante producción de oxígeno que las plantaciones llevan a cabo de forma natural, y a la purificación natural de los arroyos y manantiales cercanos.

Marcelo Villegas es diseñador de objetos contemporáneos, mobiliario y maquinaria: sus conocimientos y habilidades le han otorgado un reconocimiento nacional e internacional. Hace unos meses Bjarke Ingels, fundador de BIG, uno de los estudios de arquitectura más famosos y dinámicos del mundo, viajó a su taller en Manizales para conocer las creaciones de este inventor tropical.

Villegas ha pasado la mayor parte de su vida tratando de dar un uso masivo e industrial al bambú: está convencido de que puede ser una solución para combatir la fuerte deforestación. Durante varios años ha estado estudiando el desarrollo de la producción de tableros laminados, hechos hoy en día con procesos técnicos de vanguardia:

 

"Nos aseguramos de que cada proceso tenga el menor impacto en el medio ambiente. No usamos productos químicos nocivos. Solo pegamentos ecológicos, y nuestros residuos generan la energía indispensable para el funcionamiento de nuestras máquinas. El proceso es completamente sostenible"


Villegas fue uno de los primeros —siguiendo el ejemplo de Marco Montes y Dicken Castro, maestros de la Modernidad colombiana— en difundir la cultura de bambú gracias a dos extraordinarias publicaciones: "Tropical bambú", publicado por las editoriales Villegas y Rizzoli, y más recientemente "Guadua: Arquitectura y Diseño". En los últimos años se ha dedicado a la transformación industrial y sostenible del bambú en paneles estándar, con el objetivo de proporcionar beneficios económicos, sociales, ambientales y culturales a las comunidades colombianas.

Antes de los elegantes experimentos de Villegas y Vélez, el bambú se consideraba un material pobre, especialmente en un país rico de maderas extraordinarias como Colombia. Ahora que una nueva conciencia ambiental intenta frenar la deforestación salvaje de las áreas vírgenes, el uso del bambú aparece como una forma inteligente de preservación territorial.

Grandes coberturas tropicales

Simón Vélez se define un "arquitecto de techos": "dibujo antes una amplia cobertura y después todo lo demás Mi arquitectura es arquitectura tropical. En un país donde llueve todo el tiempo, hay que construir techos con grandes voladizos, como en la arquitectura de China y de Indonesia".

Para la Exposición internacional en Hannover, Vélez ha creado un pabellón de dos mil metros cuadrados, hecho de bambú, cemento reciclado, cobre y paneles hechos de una mezcla de tierra, cemento y fibra natural. Con sus seis millones y medio de visitantes, fue el pabellón más visitado de la Exposición.

El prototipo, construido en Colombia con la colaboración técnica activa de Villegas, está ubicado en un parque urbano a pocos kilómetros del centro de Manizales. En diálogo directo con el lago cercano, con la exuberante vegetación y la fauna típica de la zona, aparece como un Panteón natural, por la centralidad del espacio casi sagrado, con su elegante simetría radial.

Protagonistas espaciales son el gran deambulatorio que se extiende alrededor del centro de doble altura y el voladizo generoso que tiene la función de conectar poéticamente el corazón central con el entorno y protegerlo de las lluvias y de los rayos del sol tropical.

En Pereira, en la zona cafetera de Colombia, Vélez realizó, después del terremoto de 1995, la Catedral de Nuestra Señora de la Pobreza, ahora reconstruida en una pequeña península rural cerca de Cartagena. Aquí, Vélez implementa una reinterpretación poética de los arcos naturales que se desarrollan en las plantaciones de bambú. Está presente la tripartición clásica de las naves y de la fachada. Proporciones atentas y cultas, con el uso del cuadrado, del doble cuadrado y el rectángulo áureo en planta y en sección - como las utilizada por Andrea Palladio, cuya arquitectura sigue interesando sobremanera el Maestro colombiano - ayudan a generar una reinterpretación "vegetal" de las iglesias góticas, con un diálogo emocionante entre arquitectura y paisaje y con una atmósfera de ensueño que recuerda las visiones espaciales de Italo Calvino.

El trabajo de Simón Vélez, según el crítico colombiano Eduardo Salas Delgado, ha influido en el desarrollo de las nuevas técnicas de construcción en Colombia y ha llegado a varios rincones del mundo donde era inimaginable utilizar el bambú como material estructural. Pensamos, por ejemplo, en el sistema espacial y didáctico de la Green School de Bali, que en los últimos años se ha convertido en una fragua experimental en la construcción de bambú..

Además de unir las raíces de la arquitectura vernácula del continente americano, el uso inteligente del bambú permite la creación de edificios perfectamente vinculados a las condiciones climáticas típicas de las regiones intertropicales, tanto en el Caribe como en las zonas andinas.

Según el jurado de los Premios Príncipe Claus, "la combinación de innovación, tradición y sostenibilidad ambiental hacen que la arquitectura de Simón Vélez sea una contribución importante a la nueva arquitectura contemporánea".

Las consecuencias del cambio climático y ambiental son cada vez más importantes, ya que influyen en el entorno cultural y social de los seres humanos. En Colombia, gracias a experimentos recientes sobre el uso del bambú, se está desarrollando y difundiendo un sistema de proyecto y construcción ecológicamente válido que combina la innovación científica con los sabios y antiguos principios bioclimáticos y ecológicos.

Un sistema importante para la posibilidad y el esfuerzo de preservar la diversidad arquitectónica, botánica y cultural de los vastos territorios "en desarrollo" que en los últimos años están viviendo transformaciones rápidas y a menudo irrespetuosas de los ecosistemas locales.

 

 


Ubicación: https://www.plataformaarquitectura.cl/

Autor: Luca Bullaro

Procedencia: COLOMBIA

Fecha de Publicación: 2018/06/25


En 2000, Alemania aprobó una ley por la cual las compañías eléctricas tenían que pagar una cantidad de dinero a aquellas personas que instalaran energía eléctrica, y que pudieran volcar lo que les sobrara a la red. Desde entonces, el crecimiento de los paneles solares ha sido tan potente, que hoy el 30% de la energía eléctrica procede de fuentes renovables.

Con este impulso, hay zonas enteras que viven de la energía solar. Las llaman solarsiedlung (villas solares). Emplean la última tecnología en placas solares y son capaces de producir cuatro veces más energía de la que consumen.

Una de las solarsiedlung más conocidas está en los alrededores de Friburgo, la cuarta ciudad más grande del estado de Baden Würtemberg (al sur del país).

Todo fue gracias al arquitecto Rolf Disch, que ha diseñado estas villas solares que han convertido a Friburgo en la campeona de los paneles. Disch diseñó 54 passivhauss, casas pasivas que no emplean ningún sistema activo de energía para mantener la temperatura. En sus techos instaló placas de alta tecnología. Las paredes están aisladas con espuma y tienen un espesor de hasta 30 centímetros. La casa dispone de   triple acristalamiento y está sellada externamente. El aire fresco entra a un nivel y es aspirado a través de un embudo en una pared.

Según declaró a The Guardian Meinhard Hansen, arquitecto en jefe de Friburgo, y una autoridad mundial en casas pasivas: "El calor que sale de la casa calienta el aire frío que entra”.

Gracias a ello, esa villa solar puede llegar a producir en sus mejores días cuatro veces más energía de la que necesita. Esa energía sobrante la vuelca a la red, y recibe una compensación.  El estado paga 0,48 euros por kilowatio/hora.

Para hacerse una idea de lo que ahorran las villas solares, y de lo que no contaminan, basta este ejemplo: una casa antigua en Alemania necesita 6.000 litros de gasoil al año para calentarse.

Las villas solares disfrutan además de un sistema especial de financiación a través del llamado "fondo solar" (fondos inmobiliarios) o a través de pequeños inversores externos.

Es decir, cuenta con financiación estatal y privada, a través del "programa de 100.000 techos" del Gobierno Federal. El precio de la construcción: aproximadamente 500 euros por m2, un 10% más que una casa habitual.

Con ello, el  modelo de Friburgo se está imponiendo en muchas ciudades de Alemania, país que en 2022 cerrará sus centrales nucleares, y que quiere convertirse en el pionero de la energía solar. Ahora, las solarsiedlung crecen como setas en un país, por cierto, que tiene menos horas de sol al año que España.

 

 

 


 

Ubicación: https://www.idealista.com/

Autor: Carlos Salas

Procedencia: ALEMANIA

Fecha de Publicación: 2018/05/08


¿Qué potencial tiene la Nueva Agenda Urbana para acelerar la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en las ciudades?

“Sin ciudades sostenibles no hay desarrollo sostenible”, afirmó Alicia Bárcenas, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica y Social para Latinoamérica y el Caribe (Cepal), en la apertura del II Foro de Países de América Latina y el Caribe para el Desarrollo Sostenible, que se celebró en abril en Santiago de Chile. Una expresión que refleja la necesidad de adaptar la implementación de la Agenda 2030 a nuestra realidad: América Latina es la región más urbanizada y más desigual del mundo.

Aproximadamente, una de cada cuatro personas en las ciudades de la región vive en asentamientos informales. Son la máxima expresión de la desigualdad urbana, espacios donde gran parte de la población, a través de prácticas de subsistencia y resistencia, ejercen su derecho a habitar las ciudades, a pesar de la exclusión del mercado de vivienda y de la ausencia de las políticas públicas habitacionales.

Los análisis de Techo nos han revelado que unos 38 de los indicadores y metas contenidos por prácticamente la totalidad de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), tienen una relación directa o indirecta con la realidad de las comunidades. Y más aún, en estos asentamientos no solo se presentan entrecruzadas múltiples vulneraciones sociales, económicas y ambientales, sino que también estas se manifiestan de forma más aguda que en el resto del espacio urbano.

Por ese efecto combinado y agudizado, reconocemos que los asentamientos informales son el epicentro urbano de los desafíos del desarrollo sostenible y, por tanto, deben tener un lugar prioritario a la hora de implementar la Agenda 2030 en América Latina.

 

Potencial acelerador de la Nueva Agenda Urbana

La nueva Agenda urbana tiene una capacidad potencial de acelerar la implementación de los ODS en las ciudades de la región. Por un lado, al reconocer el Derecho a la Ciudad como un nuevo paradigma urbano, promueve una visión alternativa para el futuro de las ciudades y a la vez reconoce que la transformación urbana debe estar orientada por una serie de principios basados en la promoción de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y ambientales, de manera colectiva y sin exclusiones.

Por otra parte, el segundo informe anual sobre el progreso y los desafíos regionales de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible en América Latina y el Caribe afirma que la Nueva Agenda Urbana proporciona medios de implementación clave para avanzar sobre los ODS en las ciudades. Entre estos, el informe destaca especialmente la financiación urbana, la participación ciudadana y el desarrollo de capacidades, tres elementos que tienen una traducción particular para abordar los desafíos de los asentamientos populares.

Financiación urbana. Una estimación general con referencia a los datos del Instituto de Innovación Urbana de la Universidad de Chicago, nos permite observar que, en cálculos gruesos, la implementación de programas de mejoramiento de barrios desde una perspectiva localizada del desarrollo sostenible de manera efectiva y con cobertura de la población que habita en asentamientos informales en América Latina, requería una inversión aproximada de un billón de dólares entre 2018 y 2030. Para ponerlo en perspectiva, se trata de aproximadamente la totalidad del PIB anual de México.

La Nueva Agenda Urbana, y específicamente el Plan de Acción Regional publicado recientemente, establece una serie de medidas concretas para el financiamiento del desarrollo urbano sostenible. Entre estos se destacan iniciativas fiscales progresivas que aporten al fortalecimiento financiero de la gobernanza metropolitana, a la vez que incentiven el crecimiento económico de las ciudades, contribuyan a la reducción de las profundas desigualdades económicas y el impacto medioambiental de los procesos de urbanización.

Participación ciudadana. En la Nueva Agenda Urbana se incluyen iniciativas que trascienden las formas tradicionales de participación. Entre estos es importante mencionar la producción social del hábitat, presupuestos participativos, consultas a la población, participación en la generación de datos y monitoreo y evaluación. Es decir, una participación amplia y efectiva que reconoce la importancia de la acción colectiva y organizada. Y en ese sentido, estudios de Techo revelan que en los asentamientos populares existe una gran capacidad de organización y motivación por la participación, en muchos sentidos de mayor escala que a niveles nacionales.

Por otro lado, desde la sociedad civil se vienen desarrollando una amplitud diversa de metodologías, procesos y plataformas de alto valor en función de la participación y tecnologías para el diseño, gestión, monitoreo y evaluación de proyectos y análisis de los desafíos de las ciudades.

Fortalecimiento de capacidades. En los lineamientos para implementación de la Nueva Agenda Urbana se establece la necesidad de un enfoque multiactor y reconoce el papel clave de los gobiernos locales. En esa línea, nosotros sostenemos que las alianzas público-sociales con un enfoque territorial, que incluya a las organizaciones y movimientos sociales en coordinación con los gobiernos locales, son una de las claves para la adaptación, efectividad y potencial de escala de la Agenda 2030 en la diversidad de América Latina.

 

Las agendas internacionales en diálogo con la gente

La implementación de las agendas internacionales (tanto la Agenda 2030 como la Nueva Agenda Urbana) pasa necesariamente porque estas sean capaces de dialogar con la experiencia cotidiana de la población, interpretar las expectativas de la gente y abrir un amplio espacio para que la ciudadanía tenga un papel protagonista en los procesos de desarrollo.

En ese sentido, se vuelve fundamental encarar el desafío de que el desarrollo sostenible se converse en el lenguaje de la gente. Esto no se trata de bajar a la ciudadanía los acuerdos firmados en Nueva York o Quito. Por el contrario, nos referimos a construir mecanismos que permitan que los demandas, intereses, sueños y proyectos que tienen lugar en las comunidades y los territorios, tengan la posibilidad de subir hacia los gobiernos nacionales y organismos internacionales y, a fin de cuentas, de establecer una dinámica de diálogo abierto y diverso, para promover el fundamento democrático de las agendas de desarrollo y aportar de insumos valiosos para orientar su implementación.

 

 


Ubicación: https://elpais.com/

Autor: Luis Bonilla

Procedencia: LATINOAMERICA

Fecha de Publicación: 2018/05/07