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La casa ampliable ('rumah tambah' en bahasa indonesia, o rubah para abreviar) está diseñada para ser una parte de una respuesta sostenible a los desafíos de las ciudades de rápido desarrollo como Batam, en el archipiélago Riau de Indonesia. Anteriormente una colección de pueblos de pescadores soñolientos de unos pocos miles de habitantes, Batam se convirtió en una ciudad cosmopolita de más de un millón de personas en menos de 40 años. Este notable crecimiento, impulsado por un nuevo acuerdo de libre comercio y la proximidad de Batam a Singapur, no ha disminuido. Los jóvenes migrantes de toda Indonesia se mudaron allí para buscar fortuna. Para el año 2015, Batam fue nombrada la ciudad de más rápido crecimiento en el mundo. Como consecuencia, la ciudad se enfrentó a grandes problemas de planificación: ¿cómo acomodar la afluencia de migrantes? ¿Cómo proporcionar suficientes viviendas y sistemas adecuados de agua y alcantarillado? ¿Cómo financiar una infraestructura de transporte adecuada y proporcionar escuelas, universidades y hospitales?

El proyecto de la casa ampliable se centra en el desafío de la vivienda. Lo hace permitiendo que el edificio se configure de manera flexible en torno a los patrones fluctuantes del consumo de recursos y el gasto, o metabolismo, de sus residentes. Prácticamente, esto significa comprender los patrones de generación y gasto de ingresos de los hogares, el consumo de agua, energía y alimentos, así como la producción de desechos. Como este metabolismo suele ser desigual y, a menudo, precario, es importante que la arquitectura pueda ser una unidad generadora de ingresos y vivienda, que gestiona sus propios residuos, agua y energía a nivel local.

La casa ampliable está diseñada en torno a los siguientes cinco principios:

1. Sección Sándwich. La casa proporciona un techo que se puede izar, el piso y los cimientos (el pan) pueden soportar hasta tres pisos adicionales (el relleno). Este sistema permite una financiación flexible mediante la cual el desarrollador o la agencia de vivienda estatal proporciona el techo y las fundaciones, mientras que los residentes proporcionan el relleno según lo exijan las circunstancias y el presupuesto lo permita. También ayuda a acomodar las funciones de generación de ingresos cruciales (tienda, cafetería, garaje, industria artesanal) junto con la vivienda.

2. Densidad Doméstica. La casa fomenta la densificación doméstica en la dimensión vertical. Esto respalda los beneficios de la ubicación conjunta de las viviendas y el empleo. También ayuda a reducir la huella de asentamiento en tierras cultivables y la demanda de infraestructuras costosas (carreteras, redes eléctricas y de agua potable).

3. Sistemas Descentralizados. Las tecnologías de captación de agua de lluvia y generación de electricidad solar, sistemas de alcantarillado y fosas sépticas, y los principios de enfriamiento pasivo se integran localmente con la casa ampliable, evitando los costosos y a menudo poco fiables enfoques centralizados o de "gran pipa" para la provisión de infraestructura.

4. Paisajes Productivos. La casa ampliable integra la capacidad de producción de alimentos y materiales de construcción a nivel local. Esto se logra integrando plantaciones de bambú y huertos en la lógica de planificación de la casa, y ayuda a diversificar aún más la base de recursos de la casa ampliable.

5. Paquete de Semillas. La casa expandible está diseñada como un paquete de semillas que contiene tecnologías, estrategias materiales y pautas de planificación que pueden desarrollarse de diferentes maneras dependiendo de las condiciones sociales, culturales y ambientales locales. Tenemos la intención de que diversas ciudades tropicales crezcan a partir de un paquete de semillas en común.

 

 


Ubicación: https://www.plataformaarquitectura.cl/

Autor: Fabián Dejtiar  

Procedencia: INDONESIA

Fecha de Publicación: 2018/05/08


Los investigadores de la Universidad de Bath, en Inglaterra, estudian la geopolimerización de los suelos naturales.

Investigadores británicos realizan un estudio para ver si el potencial del uso del suelo alterado químicamente, conocido como suelo estabilizado con geopolímero, puede ser una solución viable para la construcción de viviendas en algunas de las áreas más pobres del mundo.

Uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta la humanidad es una creciente población mundial, pues el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estimó que habrá más de 9,400 millones de personas en el planeta para el año 2050.

Para atender a una población creciente en las zonas urbanas pobres de los países menos desarrollados económicamente, se requiere de la identificación de materiales de construcción que sean asequibles, sostenibles y respetuosos con el medio ambiente, así como satisfacer las necesidades sociales y culturales de los habitantes.

Los investigadores de la Universidad de Bath, en Inglaterra, estudian la geopolimerización de los suelos naturales para cumplir con los requisitos futuros de materiales de construcción.

Esto implica agregar productos químicos alcalinos, similares a los que se encuentran en los productos de limpieza del hogar, al suelo.

Al agregar estos químicos, la arcilla presente en el suelo se transforma en un geopolímero, una especie de pegamento, similar al cemento, que une de forma química el material.

La diversidad de suelos es el tema

Los geopolímeros son materiales fuertes, similares al cemento, excepto que los ingredientes no necesitan ser calentados a las mismas altas temperaturas para reaccionar, ya que se pueden cocer a 80°C, de acuerdo con un comunicado de la institución.

En cambio, el cemento y los ladrillos cocidos usualmente requieren más de 1,000 grados centígrados, lo que hace que los geopolímeros sean potencialmente más eficientes en energía para producir.

Aunque los materiales del suelo estabilizados por geopolímeros tienen un gran potencial para la construcción, existen numerosas composiciones de suelo en todo el mundo y hay una brecha de conocimiento significativa en la comprensión de cómo funciona la reacción de geopolimerización para diferentes tipos de suelos.

El especialista del Departamento de Arquitectura e Ingeniería Civil de la Universidad de Bath, Alastair Marsh, sostuvo que se encuentra realizando pruebas químicas y físicas a diferentes tipos de suelos para comprender qué sucede cuando el suelo sufre una reacción de geopolimerización.

Y, en última instancia, determinar si estos nuevos materiales podrían usarse para construir viviendas de calidad, asequibles y sostenibles, añadió.

"Los materiales de construcción familiares de ladrillo cocido y concreto tienen un alto costo ambiental, y la producción de cemento por sí sola representa de 5 a 10% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero", resaltó.

Población creciente y vivienda sostenible

El académico destacó que el desarrollo de materiales de construcción de menor impacto es una tarea esencial para permitir que la creciente población del planeta se aloje adecuadamente sin contribuir al cambio climático.

"Usando esta tecnología, una casa familiar típica podría construirse usando aproximadamente 10 toneladas de tierra, agregando un 5 o 10% de hidróxido de sodio, un químico similar a los que se encuentran en los productos de limpieza del hogar, para geopolimerizar el suelo", expuso.

Las personas que viven en países en desarrollo utilizan una variedad de materiales de construcción modernos tradicionales y convencionales para construir sus casas, lo que puede tener un efecto negativo en el medio ambiente si no se obtiene de fuentes sostenibles.

Por su parte, Andrew Heath , supervisor académico y profesor de Geomateriales en el Departamento de Arquitectura e Ingeniería Civil, agregó que esta investigación es clave para el desarrollo de viviendas sostenibles en todo el mundo.

 

 


Ubicación: http://obrasweb.mx/

Autor: Notimex

Procedencia: INGLATERRA

Fecha de Publicación: 2018/05/02


Desde 1974, uno de los edificios situados en el campus de la Universidad Técnica de Dinamarca, a las afueras de Copenhague, sirve de campo pruebas para investigaciones sobre eficiencia energética de construcciones, materiales e instalaciones. Capaz de captar y almacenar cerca de 7.300 kilovatios por hora al año, el inmueble fue uno de los primeros en hacer gala del término “energía cero”.

Esta obra de los ingenieros daneses Torben Esbensen y Vagn Korsgaard contaba con 42m2 de paneles solares para demostrar por primera vez que es posible diseñar y levantar una construcción con una demanda de energía nula (o casi nula). La bautizada como Zero Energy House o Casa de Energía Cero se convertía así en la antecesora de aquellos edificios que hoy en día pueden presumir no solo de tener un balance energético cero, sino también de producir más energía de la que consumen.

Así, las también conocidas como casas con plus energético o con un balance energético positivo van un paso más allá de los edificios de energía cero (ZEB) o de balance cero -aquellos que cubren todas sus necesidades energéticas y no dejan huella de carbono- para generar un excedente que pueden almacenar o verter a la red. Si bien aún no son muy numerosas, cada vez son más los investigadores, arquitectos y empresas que deciden hacer realidad uno de estos inmuebles sostenibles.

 

La receta de la eficiencia

Las viviendas capaces de autoabastecerse de calor y electricidad lo consiguen gracias a una combinación de materiales especiales, medidas de eficiencia energética y tecnologías que permiten obtener y almacenar energía de fuentes renovables. En la lista no pueden faltar las placas solares y las baterías, pero también incluyen pavimentos que producen energía cuando se pisan, escayolas que absorben el calor o sistemas autónomos de control de luces y la calefacción.

 

Así funciona una casa eficiente

Estos ingredientes son los que reúne el edificio ZEB de la firma de arquitectura y diseño de interiores noruega Snøhetta, una de las integrantes del Centro ZEB, donde han nacido diferentes proyectos de casas que conforman una especie de barrio sostenible.

Además de las tradicionales placas solares, estos inmuebles cuentan con dispositivos como hervidores de agua que aprovechan la energía perdida por el vapor y lavadoras capaces de generar energía gracias a las vibraciones. También presentan sistemas de ventilación natural y una orientación y disposición de las ventanas idónea para aprovechar toda la luz y el calor del sol.

Pero los arquitectos de Snøhetta, nombrada en el 2016 firma innovadora en arquitectura del año por The Wall Street Journal, no solo se limitan al plano doméstico. Se han aliado con el emprendedor Emil Eriksrød para levantar el edificio Powerhouse, el primer bloque de oficinas que producirá más energía de la que consume. Lo harán en la pequeña ciudad noruega de Porsgrunn y, si todo sale según lo previsto, terminarán la construcción a principios del 2019.
Sus creadores han diseñado el inmueble con forma de diamante para que las placas solares del tejado puedan captar la mayor cantidad de luz solar posible. Junto con intercambiadores de calor (radiadores para transferir energía entre fluidos) y bombas, los paneles fotovoltaicos permitirán producir electricidad y caldear todo el edificio.

Otro arquitecto europeo, el francés Philippe Stark, famoso precisamente por sus proyectos sostenibles y ecológicos, se atreve incluso a dar datos: ha desarrollado una casa prefabricada de madera capaz de producir hasta un 50 % más de energía de la que consume. La vivienda, que ha creado junto con la empresa Riko, responde a la definición de Accessible Technological Homes o PATH, un campo en el que destaca esta compañía.

El inmueble está cubierto, en gran parte, por cristales y paneles de aluminio, mientras que el sistema de generación de energía se encuentra situado bajo el tejado. Según sus responsables, la PATH está diseñada para consumir hasta un tercio de la energía que gasta una casa tradicional y acabará instalada a las afueras de París para uso y disfrute del francés.

De los años 40 a un futuro sostenible

En Estados Unidos, una de las pioneros en el ámbito de las casas con balance energético cero y con plus energético es la Universidad de Harvard, donde han puesto en marcha el proyecto HouseZero, que tiene como objetivo hacerle un lavado de cara tecnológico a un edificio de la década de 1940 para convertirlo en una construcción autosuficiente.

El inmueble, que sirve de laboratorio a los investigadores del Centro para los Edificios y las Ciudades Verdes de la Escuela de Diseño, está pensado para producir más energía de la que consume, no dejar huella de carbono y aprovechar la luz y la ventilación naturales para ahorrar gasto energético.

Sin embargo, esta no es la única iniciativa salida del ámbito universitario al otro lado del charco. Un grupo de estudiantes de la Universidad Católica de América, la Universidad George Washington y la Universidad Americana ha dado forma a la bautizada como Harvest Home (algo así como casa recolectora o de la cosecha).

La vivienda prefabricada, compuesta por dos módulos, dispone de un sistema fotovoltaico en el techo y otro que capta el exceso de calor del interior de la casa, así como de una ventilación adecuada para mantener las habitaciones en condiciones óptimas. El proyecto, uno de los participantes en el concurso Solar Decathlon del Departamento de Energía estadounidense, tiene, además, fines sociales: será donada a algún veterano de guerra estadounidense.

En el caso de la pareja formada por Jared y Mindy Campbell, sin embargo, la idea de vivir en una casa con un balance de energía positivo no tuvo nada que ver con la universidad o el trabajo. Ni siquiera son arquitectos. Por iniciativa propia, los Campbell han construido una vivienda sostenible y energéticamente eficiente en Salt Lake City, la capital del estado de Utah.

Han tenido en cuenta desde la orientación y geometría de la vivienda -pensada para facilitar la instalación de paneles solares en el techo- hasta la instalación de celdas fotovoltaicas, que captan energía suficiente para calentar la casa, el agua y proporcionar electricidad para encender las luces y los electrodomésticos y para cargar un pequeño coche eléctrico. Además, las paredes en las que da el sol están hechas de materiales que conservan el calor y estabilizan la temperatura.

No cabe duda de que diseñar y construir una vivienda que genere más energía de la que consume lleva su tiempo. El australiano Robert McVicker también se encargó de todo el proceso, desde el diseño hasta la compra de materiales, productos y la contratación de constructores. Tuvo que emplear unos cinco años, pero mereció la pena: a los dos años de estrenar su nueva casa en el municipio de Logan Village, su familia ya podía presumir de haber conseguido un balance energético positivo.

La bautizada como The Vicker Ridge ha ganado desde el 2014 diferentes premios de sostenibilidad: no solo genera más energía de la que gasta, sino que también recoge más agua de lluvia de la que consumen sus habitantes. Y sin privarse de nada. Tienen una piscina, varios frigoríficos, aire acondicionado, secadora e, incluso, una planta para tratar y reciclar sus propias aguas residuales.

Porque, aunque muchas de ellas sean prefabricadas, vivir en uno de estos hogares autosuficientes no está reñido con la comodidad, el buen gusto o, por qué no, el lujo. Quién pudiera pasar solo unos días en la elegante Carbon Positive House de la empresa australiana ArchiBlox o en las casas que la consultora de diseño estadounidense LifeEdited ha construido en Nueva York y entre la abundante vegetación de la isla hawaiana de Maui.

El techo del inmueble isleño, completamente cubierto por paneles solares, capta del orden de 10.500 vatios de energía para cubrir todo el consumo tanto de la casa como de un bonito todoterreno Volkswagen manipulado para funcionar con electricidad. El proyecto se enmarca en la Iniciativa por la Energía Limpia de Hawái, cuyo objetivo es conseguir que todo el archipiélago funcione con fuentes renovables en el 2045.

Estos son solo algunos de los ejemplos que demuestran que es posible construir y gestionar una vivienda con un impacto ambiental mínimo. Quizá no puedas permitirte el gasto de tiempo y dinero de los Campbell o la familia de McVicker, pero puede que, dentro de no mucho, puedas pasar tus vacaciones en una de estas bonitas casas con un balance de energía positivo instalada en pleno Círculo Polar Ártico.

 

 


Ubicación: https://www.idealista.com/

Autor: Hoja de Router (colaborador de Idealista News)

Procedencia: NORUEGA

Fecha de Publicación: 2018/05/07


Para suplir la demanda de hospedaje durante los Juegos Olímpicos de Invierno 2018, la provincia de Gangwon, en Corea del Sur, está implementando viviendas para huéspedes que en tan solo 19,8 metros cuadrados proporcionan todo el confort.

La provincia de Gangwon, y en especial el condado de Pyeongchang, será la próxima anfitriona de los Juegos Olímpicos de Invierno en Corea del Sur 2018, motivo por el cual las diferentes ciudades se preparan para recibir a cientos de visitantes durante las semanas de competencia.

Uno de los retos que enfrentan consiste en construir hospedajes especiales para todos los invitados. Gangwon es diferente a muchos de los anfitriones anteriores, ya que en los últimos años ha adoptado los lineamientos del movimiento slow (lento). La región, donde también hay varios templos budistas, tiene diferentes pueblos conscientes de la relación de la arquitectura con el medioambiente y la calidad de vida conocidos como Slow Towns. Uno de los preceptos de este movimiento es la economía de medios y el uso consciente y sostenible de los recursos naturales.

Pensando en esto, el estudio +(Más) Partners, en colaboración con la firma de arquitectura DNC, diseñó y construyó una casa para huéspedes bautizada “la pequeña casa de Slow Town”. Aunque aún se trata de un experimento, esta vivienda busca proporcionar el máximo de comodidad utilizando el mínimo de materiales constructivos industriales, al mismo tiempo que es consciente del medioambiente y del consumo de materia prima y energía.

A través del diseño y la arquitectura se puede llegar a un balance entre expresión y funcionalidad. La posición de la casa en el paisaje también cumple un objetivo especial: sacar el mayor provecho del asoleamiento. Además, la cocina y el baño están integrados en el diseño interior, y las escaleras para acceder al pequeño dormitorio también hacen las veces de biblioteca y bodega.

Por su parte, el frente y los costados de la casa tienen ventanales que permiten iluminación natural sin perder temperatura. Al ser un único espacio, la vivienda es altamente eficiente en términos de calefacción.

El proyecto fue terminado en el 2016 y en pocos meses ha ganado varias competencias alrededor del mundo, tanto en diseño de microcasas como de construcción sostenible. El área total es de 19,8 metros cuadrados, pero el uso del espacio y su relación con el paisaje hacen que se sienta mucho mayor. El estudio +(Más) Partners está desarrollando un pueblo basado en la “pequeña casa” bajo el título de “Slow Village”, llevando los preceptos y estilo de vida “lento” al diseño urbanístico.

 

 


Ubicación: https://revistaaxxis.com.co/

Autor: Revista AXXIS  

Procedencia: COREA DEL SUR

Fecha de Publicación: 2018/05/01


La arquitectura campesina del Bahareque fue una de las primeras tecnologías constructivas sismo resistentes en Colombia. A finales del siglo XIX en muchas regiones del país sudamericano se utilizaba este método constructivo, destacándose por su sismoresistencia, rapidez y bajos costos. Todo esto antes que el ladrillo y los morteros de arena y cemento llegaran a ciudades como Medellín y Bogotá, expandiéndose al resto del país.

Esta manera de construir surgió luego de que se analizara su funcionamiento como método para implementarse en diferentes regiones, donde se localizan zonas de alto movimiento sísmico. Su implementación es un gran aporte al uso de materiales del contexto, convirtiéndola en una de las técnicas locales de Colombia en la cual se encuentra parte de la arquitectura colonial, de la que hoy se conoce en centros históricos y pueblos con gran riqueza patrimonial.

A las edificaciones de bahareque se les conoce como “arquitectura sin arquitectos”, ya que debido a su facilidad en construcción fueron los diferentes pueblos indígenas y campesinos los que desarrollaron dicha técnica, formando parte de su cultura y sus tradiciones tanto en zonas rurales, como en las grandes urbes.

Hoy en día el bahareque es una de las técnicas tradicionales que se intenta implementar para disminuir el déficit de vivienda en Latinoamérica. Mientras su practicidad la convierte en una arquitectura de tipo colaborativo, integrando a sus comunidades en el proceso constructivo, denominada como “bioarquitectura” ya que reduce las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera.

Materiales

La mayoría de las viviendas que hoy se construyen con bahareque utilizan diferentes formas de aplicar el material, basados en la tipología ancestral:

Cubierta: compuesta por teja (cocida, eternit o zinc) u otros elementos como la guadua cortada.

Muros: en guadua, lata de guadua y tierra embutida, o esterilla, pañetada con una mezcla de tierra amarilla, arena y cagajon o mortero. Actualmente también se utiliza el ladrillo o bloque estructural y en algunas edificaciones se suelen utilizar cerramientos de tejido de carrizo para generar tramas o celosías.

Vigas de techos y pisos: casi siempre, en guadua o madera.

Columnas: de guadua y en algunas veces madera aserrada.

Cimientos puntuales: en piedra, ladrillo u concreto reforzado.

Técnica

Su sistema constructivo se basa en la combinación de maderas y cañas entre tejidas con un recubrimiento de barro. Existen varios tipos de maderas para realizar el encofrado y todo depende directamente de su contexto, una de sus características es el microclima agradable que se conserva en su interior, y es por ello que dicha técnica se desarrolló tanto en la costa atlántica (La Guajira) como en tierras altas (Cundinamarca, Boyacá).

Actualmente solo Colombia y Perú cuentan con reglamentación para el sistema de construcción con bahareque. Para ello se han elaborado normas técnicas de diseño y construcción sismorresistente, las cuales tienen carácter de ley nacional.

Si te interesa el bahareque como material de construcción, te recomendamos dos manuales que especifican al detalle y su utilización en Colombia y países vecinos: el Manual de construcción sismo resistente de viviendas en bahareque [pdf] el cual fue realizado por la Asociación Colombiana de Ingeniería Sísmica y la Guía de construcción parasísmica [pdf] elaborado por Misereor y Fundasal.

Utilidad e Innovación

Con este modelo no convencional se puede construir además de casas, cualquier tipo de estructura, lo que supone una ventaja en lugares donde los recursos son limitados. Una de las mayores fortalezas en cuanto a la implementación de nuevas técnicas como el  muro tendinoso es la economía de sus materiales, sobretodo en el contexto colombiano si se tiene en cuenta que la guadua y sus derivados, se producen masivamente en varias regiones, entre ellas el Eje Cafetero y el Valle del Cauca.

 

 


Ubicación: https://www.plataformaarquitectura.cl/

Autor: Yamid Rivera

Procedencia: COLOMBIA

Fecha de Publicación: 2018/05/01