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En ocho años de actividad la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV), ha elevado en 3.455 % los metros de superficie de construcción, representadas en 2 millones 700 mil hogares que tienen como promedio de infraestructura 72 mts2, inmuebles que cuentan con todos los servicios y que distan ampliamente del millón 500 mil unidades habitacionales que fueron construidas en cuarenta año de la IV República, casas que solo tenían 32 mts2.

 

El modelo de desarrollo que se ha establecido en los 1.175 grandes urbanismos, construidos hasta ahora, brindan además de bienestar social condiciones de servicios. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), publicados por el Ministerio del Poder Popular para la Planificación, en su aparte Venezuela en Cifras, para el año 2018, las condiciones de acceso a los servicios se ubicaron en: 98,9 % de los hogares poseen alumbrado eléctrico público; 94,2% cuentan con abastecimiento de agua por acueducto y 92,1 % reciben con recolección directa de desechos sólidos.

Pasadas las 5:00 am de este martes 16 de julio, usuarios reportaron apagón en varios sectores de Maracaibo.

 

En el trascurso de la mañana zonas de la ciudad como la Urb. Raúl Leoni, San Jacinto, 18 de Octubre, La Limpia, Bella Vista, 5 de Julio, Valle Frío, El Milagro, Veritas, La Lago, Calle 72, Amparo, El Trébol, Plataneros, La Limpia, Tierra Negra, Zapara, San Miguel, María Concepción Palacios (Antiguo barrio El Desespero), Carmelo Urdaneta y La Rotaria reportaron bajones continuos durante toda la noche y un gran apagón alrededor de las 5:00 am que se ha ido restituyendo paulatinamente en algunos de sectores.

 

“Personal operativo atiende avería en las subestaciones Bella Vista, Tarabas y Pomona, progresivamente se estará restableciendo el servicio eléctrico en los circuitos asociados. Agradecemos su comprensión”, informó Corpoelec a través de su cuenta oficial en Twitter.

Expertos en el manejo y gobernanza del agua debaten sobre los retos que se presentan en la gestión de la crisis hídrica de América Latina.

 

Gestionar el agua, es un asunto que cobra cada vez más importancia en el mundo entero. No sólo se trata de que progresivamente se hace más escasa, dada la crisis climática y la sobrepoblación mundial, sino que, además, los períodos de sequía son cada vez más prolongados. Aun cuando Sudamérica cuenta con un 28% de los recursos hídricos renovables del planeta, según el Foro Mundial del Agua 2018, ello no significa el que todos tengan la misma facilidad y acceso al recurso.

 

 

Esta es la historia de las Islas de Caribe, las que deben enfrentar a diario una agonía para tener acceso a los recursos de agua dulce y potable en toda la región caribeña. “Para reducir esta vulnerabilidad y enfrentar los efectos del Cambio Climático, se ha apostado a la cosecha de agua de lluvia, como una alternativa viable para que las Islas de Caribe puedan solventar la escasez del recurso”, lo advierte Fabiola Tabora, Secretaria de la Asociación Mundial del Agua Centroamérica (GWP-C).

Las lluvias de los últimos días pusieron en alerta a las autoridades del estado Amazonas, por un inminente desbordamiento del río Orinoco, cuyo nivel registró este sábado 51,92 msnm, lo cual representa 8 metros para alcanzar la cota de desborde, establecida en 52 m.

 

Las autoridades de Protección Civil de Amazonas activaron la alerta roja, ante el aumento sostenido del nivel del río, cuyos afluentes colombianos han venido presentado crecimiento por las constantes lluvias que afectan estas regiones. Activaron los sistemas de prevención y atención ante los posibles efectos que amenacen a la población.

 

Según la Asociación Civil de ayuda al indígena Kapé Kapé, algunas poblaciones y sectores de Puerto Ayacucho ya presentan anegación de sus calles, como Barrio Humboldt, Táchira y Aguao, ubicados en las riberas del Orinoco.

Los habitantes improvisan mecanismos para el suministro

 

En el sector 4 de la comunidad de Santa Eduvigis, parroquia Urimare, en La Guaira, tienen un año sin el servicio de agua por tubería.

 

María Benavides, vecina de la zona, cuenta que los habitantes tienen que realizar recorridos de un kilómetro para obtener el líquido.

 

Afirmó que la única opción para no hacer ese trayecto es comprando una cisterna, pero "aquí de broma tenemos para comer como para andar comprando agua".