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Las voces agoreras habían predicho el fin del mundo para el año 2000. De manera que solo faltaba un par de semanas para el cumplimiento del anunciado cataclismo. Al despuntar el día de aquel 15 de diciembre, tras la noche diluvial, volvió a dejarse escuchar el sombrío presagio en boca de algunas personas mayores.

 

El estado Vargas, lengua de tierra entre el mar Caribe y la Cordillera de la Costa, comenzaba a recibir los primeros aludes provenientes de la montaña. En principio, no eran diferentes de los que se habían producido en otras ocasiones. Como es natural en zonas de piedemonte, los cauces vacían lo llovido en sus cuencas y lo conducen al mar. Tal vez por eso, muchos desoyeron a sus recién estrenados profetas domésticos y prefirieron esperar a que cesara el temporal. Pero la gran mayoría, devota de otros credos, no tenía cómo anticipar lo que estaba por suceder.

La reconstrucción de la calle en el sector Piñal II, parte alta de Guarenas, en Miranda, está retrasada varias semanas porque la empresa contratada por la alcaldía tardó mucho en conseguir una malla, en las ferreterías, para hacer un muro de gavión que sostendrá la vía.

 

Ana Lezama, jefa de calle y vocera comunal, explicó que la obra comenzó en septiembre y debería quedar terminada en este mes, pero al parecer no será así. Señaló que el tubo de la cloaca se rompió y la filtración causó un derrumbe en 2017. Desde entonces sólo quedó un espacio para las motos.

Son más las deudas que los compromisos honrados con estos pobladores.

 

Vargas se niega a morir. Su gente, a pesar de los duros embates de la naturaleza, sigue firme y dispuesta a seguir luchando por su tierra.

 

Sin embargo, a 20 años de aquellas lluvias torrenciales todavía quedan dudas y algunas tareas pendientes en cuanto al despilfarro de recursos para su reconstrucción, la falta de mantenimiento en ríos y quebradas, crecimiento poblacional descontrolado y nuevas viviendas situadas en área de riesgo.

Guaidó asistió a una misa en Caraballeda y Maduro escribió un mensaje

 

Gobierno y oposición recordaron este domingo por separado, el 20 aniversario de la tragedia del entonces estado Vargas, en la que según cifras divulgadas en su momento perecieron no menos de 15 mil litoralenses, a causa de las fuertes lluvias que azotaron a gran parte de esa entidad por tres días continuos.

A pocos días de celebrarse la entrega del hito de la vivienda 3.000.000 la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV), continúa brindando el buen vivir a su pueblo. Este jueves esta política habitacional, bandera del Gobierno Bolivariano, hizo entrega de 10 casas ecológicas en el municipio Iribarren y otras 50 tipo SUVI en diferentes municipios del estado Lara.

 

El ministro del Poder Popular para Hábitat y Vivienda Ildemaro Villarroel, en compañía de la gobernadora Carmen Meléndez y el alcalde Luis Jonás Reyes, realizó la entrega de llaves a las 10 familias que desde hoy harán vida en el urbanismo Manuelita Sáenz.