Cumaná, ‘la primogénita’, celebra 500 años (VENEZUELA)
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Cumaná fue el primer enclave español en tierra firme en el continente americano. Su historia comenzó una década antes de la llegada de Colón. Fue fundada un día como hoy, en 1515. Cumanenses celebran orgullosos, a pesar de las carencias de la ciudad.
“Cumaná es la madre de todas las ciudades de América”, sentencia el abogado Ramón Badaracco, su cronista oficial desde hace 20 años. Fue “la primera ciudad fundada y desarrollada por el imperio español en el continente americano”, el 27 de noviembre de 1515. Por ello, lleva el título de Primogénita de América.
De ello no hay duda ninguna. Sin embargo, el historiador cumanés comienza por aclarar que diez años antes de la llegada de Cristóbal Colón al Puerto de las Perlas, cómo se le llamó originalmente a la localidad, ya había presencia española allí.
“Se ha confirmado que el capitán Alonso Sánchez de Huelva, marinero y comerciante, se había perdido en el mar y habría desembarcado con 17 hombres unos diez años antes del arribo de Colón”, asegura Badaracco, basado en escritos del reconocido historiador español Juan Manzano y Manzano. “Ya habían ‘indios blancos’, cuando Colón llegó”, agregó.
La escogencia de la fecha de fundación “fue por un proceso de unificación de las culturas europea e indioamericana, con la segunda de las tres expediciones del fraile dominico español Pedro de Córdoba, vicario de las Indias, quien se unió al cacique Kawaná —bautizado Alonso, en honor al primer nauta— para establecer la primera misión y escuela en tierra firme americana entre los chaimas caribe, comenzando así la evangelización de América, como lo señala el papa Francisco”, cuenta el cronista. Fue así como se fundó la población a orillas del Chiribichií, llamado después Manzanares, por el nombre del río que atraviesa Madrid.
En el mismo sitio, frente al golfo de Cariaco, ha permanecido estos 500 años desde el principio, desde que se llamó misión de Córdoba, luego Nueva Córdoba y después Cumaná, que significa gran río, hasta hoy.
Martirios de misioneros dominicos y franciscanos, matanza de indígenas y hasta el secuestro del cacique signaron el establecimiento de la ciudad. En la pacificación contribuyó, grandemente, el fraile dominico español Bartolomé de las Casas, discípulo de Córdoba.
“Bartolomé de las Casas llegó para detener la cacería que realizaba el capitán Gonzalo de Ocampo, enviado por la audiencia de Santo Domingo para contener la rebeldía indígena”, narra Badaracco.
A Cumaná le ha tocado sobreponerse a los avatares de la naturaleza desde sus inicios. El 1 de septiembre de 1530, Nueva Córdoba fue sacudida fuertemente por un terremoto, el primero del que se tuvo noticia.
“El mar se levantó 20 pies sobre su nivel ordinario y arrasó el fuerte y la misión”, narra el historiador. La ciudad surgió de entre las ruinas, “como lo ha hecho siempre, como el ave fénix, que se levanta de sus cenizas”.
Igual sucedió en 1766, “cuando se tragó la ciudad con sus habitantes”, y en 1797, “también muy terrible”, siendo el de 1997, el sismo más reciente.
Fue en 1562 cuando se instaló el primer ayuntamiento, por fray Francisco de Montesinos, designando como primer alcalde a Bartolomé López, prosigue el cronista.
Y la historia siguió con luchas de los españoles contra indígenas y también piratas, ingleses y franceses. La resistencia indígena se mantuvo. El 21 de enero de 1572, un ataque tomó la ciudad, pero el pueblo se salvó, dándole el mérito a Santa Inés, siendo elevada a patrona de la ciudad.
Cumaná superó todas las dificultades posibles y terminó convirtiéndose, finalmente, en la importante urbe que es hoy, con sus siete parroquias, 400 mil habitantes y su gran belleza natural. Es por ello que los alegres cumaneses se sienten muy emocionados con la efeméride.
El profesor universitario Miguel Isasis confiesa sentir “una emoción indescriptible. No hay palabras que la puedan expresar. Nos sentimos sumamente honrados de haber llegado a estos 500 años. Cumaná es tierra de gracia”. Es lo que sienten los cumanenses de todas las generaciones por el quinto centenario.
Pero, al mismo tiempo, recuerdan con tristeza la poca atención gubernamental que ha recibido su ciudad por parte de las autoridades gubernamentales durante muchas décadas. “Cumaná ha estado sumergida en el olvido en estos últimos tiempos”, insiste Isasis.
El casco histórico de una ciudad tan significativa para la historia del país y de América ha sido renovado; pero, como lo plantea el cronista oficial “es necesario reconstruir el patrimonio histórico, sus castillos, sus conventos, con todos sus detalles, como se ha hecho en otros países, para solicitar a la Unesco la declaratoria de patrimonio de la humanidad”.
“Esa es una de las grandes deudas que han tenido todos los gobiernos con nuestra querida Cumaná”, enfatiza la educadora Luisa Cedeño.
Badaracco adiciona: “No tiene palacio de Gobierno, ni de justicia, ni la alcaldía tiene una sede”.
Un sistema de salud colapsado, inseguridad a la orden del día y escasez de agua son algunos de los principales problemas mencionados por residentes. Basta recorrer sus calles en estos días para descubrir que parte de las obras anunciadas para la celebración de los 500 años permanece inconclusa.
Sin embargo, dentro de los programas que adelanta la alcaldía, “se comenzó un plan de acción para convertir a Cumaná es la primera ciudad de Venezuela que forma parte del proyecto del Banco Interamericano de Desarrollo de ciudades emergentes y sostenibles, del cual en enero estaremos presentando resultados”, informa David Velásquez, el mandatario municipal.
“Estos 500 años han creado las condiciones para darle un impulso mayor en cuanto al desarrollo, a las obras y a la planificación”, recalca el alcalde.
“La idea es hacer de Cumaná, así como se hizo con Santa Marta, en Colombia, una ciudad emergente”, indica el gobernador Luis Acuña Cedeño. “Con el apoyo del Gobierno nacional trabajamos en obras de salud, de turismo, de cultura, de deporte, de infraestructura y vivienda importantes para nuestra gente”.
Pero el legado de la Primogénita de América va más allá. “Este pueblo le dio a América los más grandes maestros, algunos venidos de España y otros nativos. Entre los españoles, fray Pedro de Córdoba, quien escribió el primer catecismo católico en lenguas caribe y española; así como entre los nativos, fray Cristóbal de Quesada y sus generaciones, incluyendo a Blas de Rivera, cuyo principal discípulo fue Andrés Bello, además de siete generales en jefe y el mariscal de la libertad americana, Antonio José de Sucre; y de los grandes escritores Andrés Eloy Blanco y Antonio Ramos Sucre, entre tantos otros”, destaca el cronista oficial.
También es la tierra donde nació el boxeador Francisco ‘Morochito’ Rodríguez y la cultora María Rodríguez, personajes insignes del deporte y la cultura venezolana.
“Los cumaneses solo esperamos que esta gran celebración sirva para impulsar el desarrollo y crecimiento de la que, en otros tiempos, fue la ciudad más importante del oriente venezolano. Que deje de ser la Cenicienta de Venezuela y ocupe el lugar que merece por su gran trascendencia histórica. Para ello, esta tierra cuenta con los recursos naturales suficientes, y con el empeño y el trabajo de su gente”, anhela el ingeniero Víctor Ávila.
Julio Gutiérrez / Panorama
Página Web - 2015/11/27
Fuente: http://www.panorama.com.ve/