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En el estado Trujillo se llevó a cabo este miércoles la jornada nacional de limpieza, desinfección y embellecimiento número 21 en el marco de la Gran Misión Venezuela Bella, específicamente en las parroquias Chiquinquirá, Matriz y Cristóbal Mendoza del municipio Trujillo, en aras de combatir el covid-19.

 

Al respecto el alcalde Angerson Hernández informó que esta jornada incluyó el barrido de calles, aceras, la recolección y bote de desechos vegetales y maleza, así como la desinfección de 126 espacios privados (comercios) y 22 instituciones públicas.

 

Un total de tres viviendas colapsaron en municipio Carrizal del estado Miranda, producto de las fuertes precipitaciones acaecidas la noche de este lunes.

 

En ese sentido, este martes se llevó a cabo un recorrido casa por casa en las comunidades afectadas por las recientes precipitaciones, por parte del equipo de la alcaldía de Carrizal, a cargo del Secretario de Seguridad Ciudadana y Director de la PoliCarrizal, Carlos Volcán, el Director de Protección Civil, Germán Reques, y el Director General de Fundavivir, Julio Díaz.

 

Son 21 Jornadas de Limpieza, Desinfección y Embellecimiento que ha realizado La Misión Venezuela Bella, cumpliendo con las políticas preventivas emanadas por el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros y la Comisión Presidencial para el Control y Prevención del covid-19, encabezada por la vicepresidenta Delcy Rodríguez.

 

En esta semana de cuarentena radical voluntaria, la presidenta del Órgano Superior de la Misión Venezuela Bella, Jacqueline Faria en compañía del ministro del Poder Popular para la Vivienda y Hábitat G/D Ildemaro Villarroel, participaron en la vigésima primera Jornada de Limpieza, Desinfección y Embellecimiento desde el Urbanismo Calle Maury en la parroquia Sucre, del municipio Libertador, con la activación y participación del pueblo y la labor colectiva de todas y todos.

 

Celebra sus 75 años inmersa en la misma situación a la cual le debe su nombre: una peste. La urbanización El Silencio, diseñada por Carlos Raúl Villanueva, cumplió este 26 de agosto siete décadas y media de inaugurada. Con una historia azarosa de fama, población y arquitectura superpuesta de forma sistemática generación tras generación, la zona del valle de Caracas ha conservando el apelativo con el que fue bautizada en el siglo XVII, cuando una epidemia se llevó a la mayoría de su población. Según las crónicas de la época, lo único que quedó en esas calles luego de la mortandad causada por una enfermedad desconocida fue el silencio. Hoy, en contraste, a pesar de la cuarentena por el Covid-19, lo que más resalta de este sector es el ruido y una actividad vibrante que es afrenta a cualquier pandemia.

 

Si bien hoy El Silencio forma parte del casco central de Caracas, en las mocedades de la ciudad se trataba de un suburbio conocido como Tartagal. Aunque en efecto la zona está a pocos pasos de la Plaza Bolívar, en la época colonial la lejanía del centro estaba marcada por la brecha irreconciliable de las clases sociales. Es decir, mientras en las adyacencias de la (entonces) Plaza de Armas vivían las familias poderosas y se asentaban los poderes públicos, en arrabales como Tartagal habitaba la servidumbre.

 

En la planta de Pertigalete el ´´acoso laboral y el irrespeto por parte del directora de Operaciones, Francisco Salazar Vegas, es la constante diaria´´, dijeron

 

Amenazas de despidos, maltratos, acoso laboral, ´´cacería de brujas´´, actitud intimidatoria son algunas de las constantes diarias que se observan en la planta de cementos Venezuela, en Pertigalete, antigua Cemex y Vencemos, donde laboran 1.200 trabajadores que deben soportar estas violaciones a la Ley Orgánica del Trabajo.