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$15.000 millones en cinco años se requieren para recuperar el sector eléctrico (VENEZUELA)

Necesario retomar la cultura del mantenimiento

 

De acuerdo con estimaciones de expertos, haría falta una inversión mínima de 15.000 millones de dólares en cinco años para recuperar y fortalecer el sistema eléctrico nacional.

Sin embargo, los especialistas creen que con 4.000 millones (2.500 millones en 2019 y 1.500 en 2020) en dos años se puede acondicionar el sistema mientras se termina el plan general de inversiones. Recomiendan recurrir a los fabricantes de los equipamientos para hacer un trabajo rápido y seguro.

 

Venezuela está sobreestimada en generación. Aseguran que existen suministros todavía no entregados y equipos que permanecen embalados sin instalar. En esa primera fase se debería dar prioridad a todo esto para lograr un sistema que permita aguantar la demanda mientras se le acondiciona a fondo.

El problema del sistema eléctrico del país se localiza tanto en generación como en transmisión, con un denominador común que es la falta de mantenimiento. Los especialistas creen que no se logró establecer una cultura de mantenimiento porque esa no se “nota y además no genera comisiones”. En el ámbito de la generación no se ha aplicado un programa racional y consistente de mantenimiento y por ello buena parte del parque de generación está indisponible. Se estima que de la capacidad total de generación que tiene el país, solo está operativo poco más del 40%.

El sistema eléctrico venezolano fue diseñado con raciocinio, bajo una estructura que podía crecer en función de las necesidades del país. Así se concibió el complejo hidroeléctrico del Guri, ubicado en el estado Bolívar, el cual aportaría el 60% de la demanda del país, y el otro 40% provendría de la generación que podría aportar el resto de las regiones del país.

Como consecuencia, se instalaron complejos de generación hidro en el occidente del país, y termoeléctricos en otras áreas, como Planta Centro en Carabobo; Termozulia en el Zulia, Argimiro Gabaldón en Lara; Josefa Camejo en Falcón; Tacoa en Vargas; La Raisa en los Valles del Tuy; entre otras. Además, Pdvsa posee también plantas de generación térmica para atender sus procesos, pero estas han declinado su operatividad.

Venezuela posee una capacidad nominal de generación eléctrica para atender sin problemas toda la demanda del país. Sin embargo, debido a impericia en el manejo del parque de generación y de transmisión, además de la falta de una cultura de mantenimiento, se encuentra indisponible más del 55% de la capacidad.

El gran apagón

 

La demanda de energía del país está siendo atendida en su mayor parte por la generación del Guri, operativa solo en un 40%. Pero además, como no hay compensación con la generación prevista para el resto del país, el sistema se torna susceptible de fallas por la inducción capacitiva en sus líneas de transmisión de alta tensión.

Antes bien, como quiera que a las líneas de transmisión no se les hace el debido mantenimiento, incluidas labores de pica y poda, la vegetación ha invadido los espacios de seguridad de estas líneas. En condiciones de verano, esa vegetación puede arder con facilidad y eso fue lo que pasó. Un incendio registrado en las cercanías de la subestación eléctrica Malena de 765 kV, a las orillas del río Orinoco en el estado Bolívar, provocó un sensible aumento en la temperatura de las 3 líneas de transmisión del corredor del sistema troncal. Como consecuencia, el aire se ionizó y las líneas de alta tensión formaron arcos que produjeron descargas y causaron la apertura de las protecciones de la subestación Malena. Al reconectar el sistema sin compensación, el voltaje aumenta y provoca una salida masiva. Los sistemas de control de Guri actuaron y desconectaron los generadores gradualmente para controlar la frecuencia eléctrica. La magnitud desconectada fue tal que hizo incontrolable el aumento de la frecuencia, obligando a la desconexión total de los generadores. La interrupción del servicio afectó seriamente el suministro eléctrico en la mayoría de los 23 estados, incluyendo el Distrito Capital, lo que provocó problemas en hospitales, clínicas, colegios, hogares, comercios, industrias, transporte, servicios de agua, entre muchos otros

La falla ocurrida ese 7 de marzo no hizo sino poner en evidencia lo que los expertos saben: el sistema está sumamente frágil y susceptible de fallas masivas como la que ocurrió posteriormente el 25 de marzo y otro más el 9 de abril, lo que confirma el cuadro de debilidad del sistema.

Ha sido necesario racionar el suministro eléctrico en el país para evitar sobrecargas que afectarían catastróficamente al sistema. Pero esos son solo paños calientes. La verdadera solución está en invertir para fortalecer la generación, la transmisión y distribución, bajo un programa racional de supervisión y control donde se retome la cultura del mantenimiento.

Generación indisponible

 

De acuerdo con evaluaciones realizadas, más de la mitad de la capacidad de generación termoeléctrica está fuera de producción.

En la Gran Caracas, está la Planta India Urquía con una capacidad de 1.080 MW instalados, pero solo genera entre 500 y 550 MW; la Planta La Raisa, con capacidad de 450 MW instalados, pero en realidad llega solo a entre 80 a 100 MW; Tacoa y ampliación Tacoa, con 1.300 MW de capacidad instalada pero solo genera 100 MW; Barcazas en Vargas: Rufina, 180 MW y está fuera de servicio; y Margarita, 180 MW y genera 60 MW, de acuerdo con información aportada por el ingeniero Winston Cabas, presidente de la Asociación Venezolana de Ingenieros Eléctricos, Mecánicos y Profesiones Afines (Aviem).

En el centro, la situación es la siguiente: Planta Centro, con 5 unidades en su diseño original, con capacidad para producir 2.600 MW. Hoy están todas fuera de servicio. En marzo de 2016, fue sincronizada por primera vez la unidad 6, a través de un convenio de cooperación entre el gobierno y la empresa China Machinery Engineering Corporation (CMEC). Su capacidad es de 600 MW y hoy genera aproximadamente 300 MW. Con el aporte de plantas pequeñas, el estado Carabobo produce entre 500 y 600 MW, de acuerdo con balance elaborado por Juan Polanco, directivo de Fetraelec Carabobo.

En el Zulia, de las plantas térmicas operativas, Termozulia cuenta con una capacidad instalada de 1.300 megavatios (MW) pero solo están disponibles 290 MW; la planta Rafael Urdaneta posee 270 MW y genera 40; Bajo Grande tiene 90 MW e inyecta 31; y Guaicaipuro, de 54 MW proporciona solo 18 MW, precisa la presidenta de la Comisión de Servicios de la Asamblea Nacional, diputada Nora Bracho. Mientras tanto, las siete plantas restantes están totalmente fuera de servicio, advierte. Son ellas, Ramón Laguna, con capacidad instalada de 860 MW, San Timoteo con 100 MW, San Lorenzo 70 MW, Casima 76, Antonio Nicolás Briceño 86, Santa Bárbara 37, Parque Eólico La Guajira 25 MW. Las once máquinas alcanzan una capacidad de 2.768 MW, pero apenas están disponibles 379 MW, es decir, 13,69%; en otras palabras, 86,31% están inoperativas.

 

 


ALAN LUGO / El Universal

Página Web -  2019/05/11

Fuente: http://www.eluniversal.com/