Negar el pasado no lo hace desaparecer. Alguien lo recordará –de primera, segunda o tercera mano– su influencia se hará presente de una u otra manera

La destrucción no es la salida. Redefinir, recuperar, remodelar, reutilizar, reparar, reconstruir, renovar, reformar… con ampliaciones, mejoras, cambios, nuevos enfoques, nuevos atributos, pero reconociendo que hubo un antes, que en su momento llenó un espacio, cumplió una función y respetando –en la medida de lo posible– lo existente.

La obra de arquitectura urbana, la edificación individual que se construye en un centro poblado debería concebirse vinculada al contexto aledaño donde se inserta.

Es una forma de ir construyendo hábitat, con el que los ciudadanos se sienten identificados, y así, la nueva obra pasa a formar parte de la memoria colectiva de ese poblado o zona de la ciudad.

Según el arquitecto Víctor Artis, Caracas disfrutaría de mayor movilidad si al urbanizar entre el Ávila y el Guaire hubieran impuesto una cuadrícula como vialidad obligatoria

Los humanos vivimos agrupados, al principio en tribus, después en pueblos y ciudades y ahora con urbanizaciones o megalópolis, proceso paralelo con el aumento del conocimiento, a pesar de lapsos oscuros ocasionales que señalan lo que hay que evitar.

Tenemos una gran oportunidad de atender estos problemas con una visión a futuro económicamente viable y socialmente inclusiva.

La ciudad debe servir para la vida, su validez medida en términos de sustentabilidad y vitalidad. Siendo su forma, inseparable de la expresión de diversos tiempos y modos de vida preexistentes y sujetos a un cambio continúo.