Entorno Urbano: GRANDES CIUDADES
- Categoría: Artículos de Opinión
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El arquitecto Víctor Artis en su artículo de opinión afirma que la planificación de ciudades debería ir más allá de producir mapas con excelentes imágenes de lo posible.
Es constante la concentración de habitantes en áreas urbanas, formando lo que diversos autores denominan metrópolis, megalópolis, conurbaciones, regiones urbanas o constelaciones de ciudades. Algunos predicen un futuro donde las ciudades y sus gobiernos serán más relevantes que lo nacional, situación anticipada por Jane Jacobs en 1984 en su libro “Ciudades y la Riqueza de las Naciones” que subtituló como “Principios de Vida Económica”. En él enfatiza su visión sobre el desarrollo urbano como un proceso permanente que acumula avances en conocimientos y prosperidad.
El libro atribuye el inicio del crecimiento urbano al intercambio entre poblados y al esfuerzo para sustituir importaciones por producción propia, proceso que oscila entre la prosperidad y la decadencia. Destaca que el derrumbe de Roma y el declive del imperio británico se debieron a dedicarse más a la gestión de lo extraído de las colonias que a producir nuevos bienes intercambiables, función que considera imprescindible para prosperar. Califica como “transacción hacia el declive” a los gastos militares, cuando no existen conflictos, porque toda importación debe estimular exportaciones, y lo mismo piensa en cuanto a los subsidios creados con recursos succionados de ciudades pujantes para mantener poblados estancados o sin voluntad para prosperar.
La posibilidad de crecer o decaer, latente en todas las ciudades y en todas las épocas, indica que son procesos continuos a conducir en base a la base económica que las sustente y a la disponibilidad de recursos ciertos para invertir una vez acordadas prioridades y etapas, aspectos ausentes en nuestros planes urbanos. Debido al situado constitucional, nada existe para estimular la competencia entre ciudades porque todas están subsidiadas. Dado que el jolgorio del petróleo se extingue, el situado merece ser revisado, podría ser condicionado para invertirlo o para crear un fondo financiero perdurable para que los gobiernos locales otorguen préstamos a iniciativas privadas productivas. Dedicarlo a gastos comunes o burocráticos esconde la indolencia, en vez de estimular iniciativas para prosperar. Sería justo si la distribución de la población en el territorio fuera perfecta y estable, pero cada día son más los habitantes urbanos.
La planificación de ciudades debería ir más allá de producir mapas con excelentes imágenes de lo posible expresadas en ordenanzas rígidas que no contemplan la posibilidad de incorporar ajustes durante su vigencia. Para estar cerca de lo real, deberían incorporar el rol de la base económica para estimar los tipos de empleo y los niveles de ingreso, factores determinantes de las demandas, experticia aplicada en Ciudad Guayana y en el Metro de Caracas.
En tres cuartos de siglo el país ha dejado de ser una dispersión de ocupaciones aisladas y se aglutinan regiones metropolitanas incipientes que no contarán con muletas petroleras para concebir oportunidades de progresar. Como se perciben unas siete grandes ciudades que mas pronto que tarde deberán llevar el país a cuestas, convendrá no desperdiciar recursos en oponerse a la irreversible concentración de población en complejos urbanos con potencial para sustentarse, si lograran ser gobernados por equipos dedicados a promover en lugar de suplicar dádivas o subsidios.
VICTOR ARTIS / El Universal
Página Web - 2019/03/02
Fuente: http://www.eluniversal.com/