Redefinir porque somos distintos y nuestra circunstancia también. Igualmente requiere negociación, pero primero que todo un análisis de cómo ha cambiado la situación
Hay éxodo y en la ciudad se siente... y no hay mucho que podemos hacer para detenerlo. Esas ausencias crean nuevas vacantes en ciudadanía y oficios, en espacios, en productividad, en intercambios de todo tipo, desde la conversación con mi hermano, hasta el presupuesto de aquella empresa que no se ejecutará.
¿Qué hacer? Adaptarnos a las nuevas condiciones no es lo mismo que resignarnos. Es actuar proactivamente para manejar las vacantes de la mejor manera posible. Sin dejar de entender que lo que creó la ausencia es negativo y debe cambiarse, trabajar por ello, pero consientes que hay que continuar “a flote” para poder llegar un día al futuro posible.
Hay nuevas condiciones en el hacer y quehacer de la ciudad. Para ser efectivos hay que identificarlas y plantear estrategias, no siempre es fácil o grato reconocer la situación y actuar en consecuencia, pero es posible. Redimensionar, redefinir, reconducir: Tres acciones necesarias.
Redimensionar, porque en el caso de ser efectivamente menos, podemos –o debemos– distribuirnos distinto, espacial y funcionalmente. Repartir cargas y responsabilidades –o espacios si es el caso– no es fácil, la negociación es parte de esta redistribución, sin ceder en derechos sin caer en abusos. Si las partes comprenden y comparten la razón del cambio, la intención de ser más efectivos. Es el momento de ejercer el liderazgo –y se aplica a todo nivel– para concebir y plantear soluciones adecuadas, promover acuerdos, explicar nuevas situaciones, lograr consenso. Los proyectos urbanos se redimensionan, así como las oficinas locales o las iniciativas comunitarias.
Redefinir porque somos distintos y nuestra circunstancia también. Igualmente requiere negociación, pero primero que todo un análisis de cómo ha cambiado la situación –sea cual sea el nivel de tarea y responsabilidad– puede que sea necesario repensar todo un negocio, todo un proceso, todo un modo de vida… hacer cosas nuevas es siempre una opción. Los cambios son una oportunidad, que sea para mejorar es la meta posible para esta etapa de retos personales, familiares, laborales, comunitarios y nacionales. Establecer nuevos canales de comunicación puede ser necesario, nuevas formas de interacción. Estudios a distancia, trabajo a distancia, afectos a distancia.
Reconducir porque hay poco de demasiadas cosas y la distribución debe ser más cuidadosa que nunca. Productos, materiales, equipos, presupuesto, personal… tiempo incluso. El manejo claro de los recursos –técnicos, financieros, humanos– es tan importante como la correcta decisión de en qué o cuándo utilizarlos. Reestablecer las prioridades, desarrollar proyectos por etapas, nada que no se haya hecho antes pero que las circunstancias hacen imperativos. Administrar con criterio de escasez nunca ha sido una frase vana, muy relevante en este ahora.
Es momento de poner en práctica las mejores prácticas… de nuevo… a nivel personal, familiar, laboral, comunitario y nacional. Se requiere del ejercicio de la buena gerencia. Se requiere de buena gerencia en ejercicio. Trabajemos por ello.
Universidad Metropolitana - Coordinación Diseño Urbano*
María Eugenia Clavier* / El Universal
Página Web - 2019/07/27
Fuente: http://www.eluniversal.com/