La limpieza incluye actuar sobre suelo, paredes y mobiliario urbano, hasta limpiar de los muros elementos como grafitis o carteles
En la mayoría de las ciudades, en la mayoría de los países, la limpieza del espacio público -esa parte del entorno urbano que compartimos para uso y beneficio de todos- es responsabilidad municipal.
La limpieza incluye actuar sobre suelo, paredes y mobiliario urbano, implica desde recoger las hojas que caen de la vegetación, hasta limpiar de los muros elementos como grafitis o carteles.
Pero en el proceso de limpiar hay más de un actor involucrado. El gobierno municipal es responsable del mantenimiento del espacio público, en lo cual puede haber acuerdos para cierta intervención privada, pero los usuarios de ese espacio, los que hacen vida en la ciudad -residentes o visitantes- tienen normas que cumplir. La limpieza del entorno urbano requiere una gestión integral y la participación de todos. Por ejemplo, el uso de papeleras; el municipio las coloca, las mantiene y recoge los desechos depositados en ellas, los usuarios del espacio deben utilizarlas. Suele haber normativas que lo regulan.
La acción municipal va desde la gestión y control de las empresas de limpieza, pasando por el establecimiento y aprobación de regulaciones, la definición de obligaciones y sanciones para el propio municipio, los residentes y visitantes,hasta las campañas informativas relacionadas con los beneficios de la limpieza y las posibilidades de contribución de la ciudadanía; por ejemplo al reducir la generación de desechos a través de la reutilización de envases.
Hay acciones muy puntuales que los usuarios de los espacios públicos deben realizar en cuanto al mantenimiento de la limpieza; los desechos de las mascotas, por ejemplo, recogerlos es responsabilidad de quien esté a cargo del animal y es una regulación que puede involucrar multas.
Hay acciones más complejas. Quienes llevan a cabo proyectos que producen desechos en los espacios públicos son responsables de la recolección y disposición de cualquier residuo. Eso debe estar previsto cuando se decide hacer el trabajo, desde antes de su inicio. Es responsabilidad de los que realizan el proyecto cuidar de ello, es responsabilidad del municipio asegurar el cumplimiento.
La importancia de la limpieza tiene que ver con la estética de los lugares, -es parte de su belleza y atractivo- con la higiene y la salud pública y ambiental -la basura o suciedad acumuladas pueden promover enfermedades de distinto tipo en la población, así como la degradación del medio ambiente- y con el comportamiento de los usuarios. Un lugar limpio, invita a disfrutarlo y a cuidarlo, respetar lo que está limpio es una respuesta habitual en la mayoría de los residentes y visitantes.
De la mano con la limpieza y la gestión municipal, debe haber un comportamiento responsable por parte de los usuarios para no ensuciar. Que el espacio público esté limpio es clave para su mejor y más adecuado uso y disfrute. Para la calidad de vida de todos.
MARÍA EUGENIA CLAVIER / El Universal
Página Web - 2021/02/06
Fuente: http://www.eluniversal.com/