"Cuando por determinadas circunstancias se contiene a la ciudad, se reduce su actividad social, industrial y comercial, se recomienda ‘distancia social’, se limita esa esencia".
La ciudad es esencialmente encuentro, intercambio, producción material e intelectual, centro de reunión y movimiento. Residentes y visitantes en circulación, la define la presencia en su territorio de un gran número de personas.
Cuando por determinadas circunstancias se contiene a la ciudad, se reduce su actividad social, industrial y comercial, se recomienda ‘distancia social’, se limita esa esencia. Esto afecta directa e indirectamente a todos sus usuarios y a su entorno urbano local y regional. Es responsabilidad de las autoridades nacionales, regionales y locales velar porque esos efectos sean lo menos perjudiciales posibles. Es necesario que los habitantes reconozcan y entiendan que hay nuevas reglas en el juego, y que su temporalidad es incierta.
¿Qué se debe limitar y qué se debe permitir en una ciudad contenida? Servicios públicos, servicios de seguridad, emergencia y salud definitivamente deben continuar. Las circunstancias cambiantes, que deben monitorearse día con día, definen y redefinen los límites.
Si se contiene el libre tránsito. ¿A quiénes y para qué se permitirá circular? ¿Qué hacer en caso de emergencias particulares? La definición y explicación de los límites debe ser cuidadosa y los voceros adecuados.
Si se limita la actividad comercial y laboral. ¿Cómo se surte la ciudadanía de alimentos y medicinas? ¿Cómo se garantiza el reaprovisionamiento de los expendedores, el acceso a los bienes? Hay sectores particularmente vulnerables al momento de reducir la actividad económica, los pequeños negocios, las personas que dependen de un ingreso diario, los que no pueden hacer acopio, los que requieren del desplazamiento de otros para satisfacer sus necesidades. Habrá efectos muy negativos. ¿Se establecerán ayudas para los más vulnerables… sin discriminación? ¿Se tomarán previsiones para la recuperación económica a todo nivel? Alguien debería atender eso… lo más pronto posible.
Si se requiere que la ciudadanía cumpla con ciertas medidas, deben darse las condiciones para que lo hagan. ¿Higiene sin agua o jabón? ¿Usar elementos de protección que no se pueden conseguir?
¿Cómo actuar en una ciudad contenida? ¿Cómo satisfacer distintas necesidades individuales y grupales? ¿Cómo manejar emociones y conflictos… la incertidumbre? ¿Cómo entender las nuevas normas, implementarlas, vivir con ellas? La información es clave. La cooperación deberá encontrar caminos.
Ante la limitación de desplazamiento y actividades presenciales ¿qué capacidades “inteligentes” tienen la ciudad y sus habitantes para procesar intercambios en línea? ¿Qué posibilidad tienen de hacerlo efectivamente, adecuadamente? Exigir, proponer siquiera, lo que no es viable crea tensiones innecesarias.
En ese momento en que autoridades y ciudadanos actúan e interactúan en circunstancias extraordinarias… ¿Merecerán los unos el respeto de los otros? No es una calle de una sola vía.
La ciudad contenida genera multitud de preguntas, representa un reto para sus gerentes y sus habitantes. Una prueba para la eficiencia de unos y los recursos de otros, para la respuesta y la adaptación, para la razón, la innovación, la disciplina y la civilidad.
Seamos responsables. Pensemos en nosotros y en los otros.
María Eugenia Clavier R.
Universidad Metropolitana
Coordinación Diseño
MARÍA EUGENIA CLAVIER / El UNiversal
Página Web - 2020/03/21
Fuente: https://www.eluniversal.com/