La forma en que un individuo o grupo utiliza el espacio está determinado por el entorno físico, social, económico y cultural
La forma en que un individuo utiliza el espacio privado o público está determinado por el entorno físico, social, económico y cultural, pero suele ser una decisión personal.
Lo que un grupo de personas hace juntas determina cómo distribuyen el espacio entre ellas y cómo interactúan. Un grupo de amigos que conversan, establecerán una distancia distinta entre ellos, a la que asumiría un grupo de compañeros de trabajo que comparten una oficina y realizan actividades diferentes. El espacio físico disponible, por supuesto, es un factor decisivo, en cualquier caso.
En el marco de todo eso, las diferencias individuales son determinantes, porque a fin de cuentas las acciones de cada uno son un asunto personal. Cuán cerca o lejos se sitúan dos personas, en distintas situaciones evidencia rasgos de personalidad y preferencias, así como la intención de la interacción. Acercarse mucho a alguien puede ser tanto un gesto de afecto como de amedrentamiento. En las circunstancias actuales, acercarse mucho a alguien puede ser un factor de riesgo, de alto riesgo.
La pandemia de Covid-19 exige cambios en el uso del espacio, tanto público como privado. Las formas de transmisión del virus tienen que ver con el contacto de un individuo con otro. Un portador transmite el virus por vía aérea, al hablar, por ejemplo; por contacto directo, al estrechar las manos, por ejemplo; o a través de una superficie que ha sido contaminada con un estornudo no contenido, por ejemplo.
Podemos protegernos, nosotros y a los otros… Si utilizamos una mascarilla correctamente -que cubra la nariz y la boca- cuando hablamos con alguien o cuando circulamos en cualquier espacio donde haya otras personas… Si mantenemos una distancia de al menos metro y medio con las otras personas… Si nos lavamos las manos con frecuencia y evitamos tocarnos la cara.
Cuando tenemos que compartir un lugar con otros, como se haría en circunstancias laborales, hay que pensar en formas de distribuir el espacio disponible de manera de que las personas se ubiquen lo más lejos posible unas de otras. Lo recomendable son al menos dos metros entre puestos de trabajo. Otras precauciones necesarias son que se use mascarilla todo el tiempo, se mantenga la distancia al interactuar, se desinfecten superficies compartidas y se lave las manos con frecuencia.
Entre las recomendaciones para evitar contagios está el mantener una distancia prudencial entre las personas. El metro y medio sugerido, es posible la mayor parte del tiempo. Hay que evitar las aglomeraciones y, en todo momento, estar atentos a nuestros movimientos y los de los demás. En un espacio público como un comercio o en una cola cualquiera, si una persona se acerca demasiado, adviértaselo -con calma- y retroceda.
En la medida de sus posibilidades, distribuya el espacio, respete el espacio del otro, protéjase, sea responsable. Es su decisión la que hará la diferencia.
MARÍA EUGENIA CLAVIER / El Universal
Página Web - 2020/10/17
Fuente: http://www.eluniversal.com/