Los beneficios de la pared verde son confirmados por numerosos proyectos en todo el Mundo
Al recorrer la ciudad llama la atención la cantidad de grandes paredes, linderos de edificios o casas, las menos revestidas en piedra, las muchas en cemento, pintadas o con grafitis; apenas una pared entre dos avenidas, la av. Rómulo Gallegos y la av. Sanz, cubierta de planta trepadora.
No es la única en el recorrido, pero me llama la atención porque su desarrollo lo he venido siguiendo desde sus inicios. En esa calle se instala un mercadito los días sábados que resulta ser tan agradablemente acogedor, quizás por estar justamente en el lado de la acera del muro verde o pared vegetal, y ésta le hace fondo al escenario. Me pregunto, ¿cómo replicar este revestimiento vegetal en muchos otros linderos de condominios?
Los beneficios de la pared verde son confirmados por numerosos proyectos en todo el Mundo, incluida Latinoamérica. Desde las sencillas paredes de vecindario hasta jardines verticales muy elaborados de lugares públicos, restaurantes, oficinas y hoteles; estas paredes ajardinadas producen oxígeno, captan polvo, filtran gases nocivos, mejoran el microclima y ofrecen una vista de sosiego.
En reciente entrevista al biólogo español Ignacio Solano, especialista en la materia y creador de muros verdes de relevancia mundial, hablaba de que el concepto hoy día va más allá de los jardines verticales, ahora se concibe como ecosistemas verticales: “Yo quería darle un valor botánico a las paredes, poder hacer con ellos verdaderos santuarios colgantes y trabajar mucho con la fauna urbana. Entiendo que en los ecosistemas humanos éstos son reservorios importantísimos”.
También he visto paredes pintadas de blanco por la alcaldía; quiero resaltar con ello que se ha dedicado recursos económicos y humanos en paredes del espacio público. ¿Por qué no es, un muro vegetal en lugar de un muro blanco? Asunto de presupuesto pensarán, o de voluntad tal vez.
Porque también conozco de primera mano la excelente experiencia de la alcaldía de Sucre del estado Miranda “Plan de Vigilantes”, que promueve la participación de las juntas de condominio recibiendo éstas un teléfono en custodia con línea directa a Polisucre. Desde las residencias se realizan reportes, teniendo así una contribución significativa a la prevención del delito. En el asunto de iluminación pública también la Alcaldía ha tenido en algún momento la misma política colaborativa. ¿Por qué no hacer alianzas semejantes para construir muros verdes?
Podría alguna institución pública o privada brindar asistencia técnica y los propietarios aportar los materiales, por ejemplo. ¿Y se imaginan algunas paredes específicas en barrios, convertidas en muros vegetales?, o aplicarlo a paredes de edificaciones que (des)lucen largamente inconclusas en el diario transitar de los vecinos.
Los jardines verticales constituyen una de esas pequeñas prácticas del Desarrollo Sostenible. A veces, a pesar de ser relativamente sencillas y replicables, se sienten distantes, como sitiadas por un muro.
Universidad Metropolitana - Egresada Maestría en Diseño Urbano*
Patricia A. Ramos Carquez* / El Universal
Página Web - 2019/06/29
Fuente: http://www.eluniversal.com/