Uno de los problemas del mantenimiento vial de Caracas, y de otras vías del país, son las irregularidades de los pavimentos y los huecos que existen o van surgiendo aquí y allá.
Con frecuencia observamos en una calle o avenida, que comienza a asomar agua en el pavimento y poco a poco éste se va deformando hasta que aparece un río cuando se envía agua a esa zona, con el consecuente daño progresivo hasta reventar el asfalto, situación que si no se atiende a tiempo, produce un torrente de barro y un hundido que dificulta la circulación por días.
Por otro lado, en cuanto comienza el período de lluvias, que en el trópico acostumbran a ser torrenciales, el agua que llena las calles y avenidas avanzando hacia las alcantarillas, también va erosionando parte de la calzada o agrandando los huecos ya existentes.
Como ejemplos en Caracas, en la av. Bolívar, las depresiones que hay y aumentan, frente a los edificios amarillos de la Gran Misión Vivienda y los de la esquina San Lázaro.
En este caso, el problema se agudiza cuando se hacen reparaciones llamados bacheos y las tapas de las bocas de visita de los servicios quedan por debajo del nuevo asfaltado; esto constituye también un hueco para los vehículos.
Ya hemos hablado, en otras ocasiones, de la importancia de la gestión continua de la ciudad. Como todos los del oficio, ingenieros, arquitectos, urbanistas, maestros de obra, trabajadores de la construcción, sabemos que existen protocolos para programar y realizar el mantenimiento, según las características de la vía, los volúmenes, pesos y los tipos de vehículos que por ella circulan.
De allí que es posible, técnicamente, afrontar las reparaciones antes que las irregularidades y huecos del pavimento, sea por roturas de tuberías, lluvias o derivadas de los bacheos, lleguen a dificultar, incluso obstaculizar , el flujo vial.
De todo un poquito.
El Consejo Nacional de Seguridad afronta asedios y amenazas externas al país, pero ¿cómo ganarle al tumor maligno que carcome desde adentro? Por ejemplo ¿la indefensión de un propietario que después de siete años ante un inquilino sin ética ni humanidad, ahora el juez pide ¡US$ 750! para trasladarse y probar que dejó el apartamento?
Medidas para distribuir gasolina según las placas o las de Chacao para cobrar las multas de tránsito en divisas y establecer
¡30% para el funcionario! que la pone en la calle, ¿alimentan al cáncer interno?
El ladronismo es letal, acostumbrarse a su existencia, ser laxo y dejarlo al “juego libre del mercado”, es inmolarse.
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Página Web - 2019/06/21