Un grupo de familia del sector agrícola Altos de La Carata, ubicado en el municipio Piar, visita las instancias gubernamentales e incluso suplican a Dios para obtener una vivienda digna. Sus casas se filtran, tienen piso de tierra y están construidas de láminas de zinc con madera; sin embargo, desean recibir un techo digno a través de la Gran Misión Vivienda Venezuela pero sus anhelos no son cumplidos por los gobernantes.
Las condiciones de estas personas son deprimentes, cuando inician las lluvias deben buscar tobos y tazas para almacenar las gotas que se filtran por el techo de sus viviendas; además se sienten inseguras en las cuatro paredes que los protegen del frío, ya que carecen de recursos para construir un hogar de bloques y cementos, el cual dignifique su calidad de vida.
Rebeca Parra, Daiselys Flores y Eddy Cartier, entre otros residentes de esa populosa zona agrícola necesitan respuestas de las instituciones gubernamentales, porque desde hace más de 10 años luchan por un espacio en donde vivir con sus parientes y aún esperan respuestas de los organismos oficiales.
A pesar de las calamidades que tienen, no pierden la esperanzas, esperan una pronta solución, dijo Rebeca Parra, “nosotros necesitamos que nos construyan un techo propio, no podemos seguir viviendo en condiciones infrahumana, hasta cuándo vamos a sacar documentos, realizar tramitaciones, apoyar a voceros comunales, políticos y no somos tomados en cuenta por el gobernante de Upata y del estado Bolívar”.
Déficit habitacional
A diferencia de Rebeca, Daiselys Flores tiene más de tres años viajando a Villa La Romana, con el propósito de ingresar a los proyectos habitacionales que pudieran ejecutarse en esa zona, pero cada día sus ilusiones se desborona al observar que lo único que avanza en ese urbanismo es la exigencias en las colaboraciones que son utilizadas de una u otra forma por los responsables de estos planes de vivienda.
Sus hogares no se encuentran en óptimas condiciones, pero es el único sitio que tienen para convivir con sus hijos, el poco ingreso lo utilizan en la compra de los alimentos, “estamos cansados de esperar que nos ingresen en un urbanismo o nos construyan una casa donde vivir, aquí han favorecidos a muchas personas con dos y tres viviendas y nosotros no hemos podido recibir esta ayuda”, dijo Flores.
Mientras Eddy Cartier, confirmó que muchas familias aún viven en situaciones de hacinamiento o alquilando, “las instituciones del Gobierno no hacen un estudio socioeconómico, no observan las condiciones de las familias que carecemos de una casa, debe existir prioridades para poder entregar este tipo de ayuda, nosotros no tenemos dinero para construir y según hay 4.900 viviendas para Upata que nos entreguen una, es lo único que pedimos”.
Al igual que estas personas existen otras familias que tienen años esperando que el representantes del ejecutivo regional y nacional en el municipio los ingresen o entreguen una vivienda digna, que les permita dignificar sus condiciones de vida; sin embargo, cada uno de los proyectos habitaciones de esta localidad tiene ya seleccionada las personas beneficiadas.
Opiniones
Rebeca Parra; “necesito que me construyan mi casita, hasta cuando voy a vivir con mis hijos en condiciones infrahumana, cuando el Gobierno Nacional está entregando viviendas en todo el país”.
Daiselys Flores; “tengo tres años esperando por este beneficio y hasta ahorita no hemos podido ser atendidos por ninguna institución gubernamental”.
Eddy Cartier; “pedimos que nos entreguen aunque sea el material y nosotros buscaremos la manera de elaborar nuestras casas, pero queremos una solución a nuestro problema”
María Martínez / Nueva Prensa de Guayana
Página Web - 2017/02/28
Fuente: http://www.nuevaprensa.com.ve