El Primer Reporte Académico de Cambio Climático de Venezuela, elaborado por la Academia Nacional de Ciencias Físicas, Naturales y Matemáticas, plantea la necesidad de culminar los proyectos inconclusos como estrategia de sostenibilidad urbana
Concluir las obras rezagadas del Metro no solo es la respuesta al problema de movilidad en la ciudad. A diferencia de lo que muchos creen, en Caracas la clave para la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero, también reposa bajo tierra. El Primer Reporte Académico de Cambio Climático de Venezuela, elaborado por la Academia Nacional de Ciencias Físicas, Naturales y Matemáticas, plantea la necesidad de culminar los proyectos inconclusos como estrategia de sostenibilidad urbana.
Con una población que alcanza los 3,3 millones de habitantes en el Área Metropolitana, el Metro de Caracas moviliza más de 2 millones de pasajeros por día, una servicio que ayuda a mitigar la contaminación y al cual se le adjudica la reducción de 144.783 toneladas de CO2 por año. Pero el resultado podría multiplicarse si se concretan promesas como el tren de cercanías Guarenas-Guatire, una obra que aportará 30 Km de vía férrea y que ayudaría a movilizar 125 mil pasajeros diarios.
Entre los planes de expansión del Metro, un sistema que suma 48 estaciones con 70,5 Km de extensión, destaca la Línea 5, que agregaría 12,5 Km a la red vial y 11 estaciones, para movilizar 100 mil usuarios por jornada; al igual que el Metro Cable Antímano, con 3,8 Km, un proyecto que fue retomado en 2014 y debió culminarse en 2017.
A propósito de ello, el Primer Reporte de Cambio Climático en Venezuela, que contó con el auspicio de la Embajada Británica en Caracas y el apoyo de la organización Provita, advierte que es necesario reducir las emisiones de efecto invernadero en una ciudad donde se producen 5 millones de desplazamientos entre todos los sistemas de movilidad.
Con un índice diario de 1,6 viajes por persona, una media inferior a las capitales latinoamericanas, cuya relación es de 2 viajes por residente, Caracas está lejos de articular su transporte. El estudio científico señala que 79% de los recorridos superficiales se realizan en automóviles y taxis, lo cual repercute en un alto consumo de combustibles fósiles. Se trata de un hábito reforzado por el bajo costo de la gasolina, que se ubica en un céntimo de dólar por litro, detalla el documento.
La investigación no pasa por alto el hecho de que la red vial privilegia los recorridos en carros privados. "Es necesario favorecer el uso del transporte público y de modos alternativos (viajes en bicicleta y peatonales), ya que ello (...) permitiría reducir los gases de efecto invernadero", añaden.
Solo en el Área Metropolitana, según cálculos de la CAF, los carros particulares emiten 258,2 toneladas diarias de monóxido de carbono Vs. 138,8 expulsadas por colectivos. Cada día, reseña el estudio, el transporte privado emite 2.820 toneladas de dióxido de carbono. La cifra contrasta con las 1.212 arrojadas por autobuses.
Los retrasos en los planes de desarrollo del Metro de Caracas no solo inciden sobre la oferta del servicio, también dejan una huella ambiental. A modo de ejemplo, la investigación concluye que solo la activación plena de los sistemas de transporte "tipo cable", que tienen impacto sobre 450 mil personas, podría reducir 3,258 toneladas de CO2 por año en la capital. La Línea 5 del Metro de Caracas, una obra que tiene al menos cinco años de rezago, permitiría articular el sistema hacia el sureste de la ciudad, un área que, según la academia, ha tenido el mayor crecimiento en las últimas décadas, pero ha sido desatendida.
Entre las consecuencias atribuibles al cambio climático en Venezuela, los científicos reportan el posible aumento de la temperatura media, de 1°C a 4°C. En torno a ello, la Academia de Ciencias Físicas, Naturales y Matemáticas reitera que los sistemas de "transporte urbano motorizado" que operan en Venezuela no cumplen con los principios universales de sostenibilidad previstos en los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030, acordados por los estados miembros de la ONU.
Frente a ello, los académicos exigen privilegiar el transporte público sobre el particular. La petición ocurre en un momento en el que 80% del transporte urbano está paralizado por falta de repuestos.
JULIO MATERANO / El Universal
Página Web - 2018/03/05
Fuente: http://www.eluniversal.com/